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Educación para la Ciudadanía y Pre-ciudadanía

Escribe el H:. PABLO MARTÍN BRINGA
AUGs:. Y RESPs:.LOGs:.
AGUSTÍN ALVAREZ Nº 1
Y GÉNESIS Nº 7

Gran Oriente Federal de la Republica de Argentina

QQ:. HH:. Y HNAS:.

1. EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA.


¿Para cuál?, ¿la ciudadanía presente o futura?. La ciudadanía pasada es imposible porque ya no se puede modificar. Al morir representa un sello o un legado para inspeccionar. Solo ésta inspección creativa de la historia puede influir en las concepciones presentes y futuras. ¿La ciudadanía argentina, chilena, brasileña, europea, norteamericana?. La mayoría en este encuentro somos latinoamericanos, pero el mismo debe servir para cualquier masón o masona del mundo. Sin embargo el contexto y las identidades nacionales en cada país son distintos, al igual que sus leyes. De todos modos, la definición de ciudadano goza de las mismas características en todas partes. Persona que llegada a la mayoría de edad puede hacer uso de sus derechos políticos, civiles y sociales al igual que cumplir con los deberes que surgen de aquellos derechos.

La ciudadanía presente se encuentra en un estado actual de educación que depende de la conciencia actual de sus ciudadanos. ¿Se trata de educar a la ciudadanía pobre, rica o de clase media? La definición de ciudadano es la misma en el mundo entero, pero la aplicación de ciudadanía es distinta conforme a la clase social que pone en juego. Un mismo derecho participa de distintas maneras según marche destinado a un pobre o a un rico y lo mismo sucede con la clase media. Por ejemplo el derecho a votar lo tienen todos, pero la manipulación y prerrogativas sobre ese derecho son diferentes, según la clase y sus necesidades. Podríamos hablar de educar para la ciudadanía negra, blanca, amarilla, india, para la ciudadanía lésbica, bisexual, heterosexual. También podríamos tener en cuenta la ciudadanía campesina, urbana, periférica; o la ciudadanía culta, ignorante, normal. La ciudadanía actual está formada y rectificará su esencia en la medida que su contexto histórico, político y económico se lo permita. Digamos que la ciudadanía es el resultado de los constructos de la historia. Querer educar ésta ciudadanía de hoy puede ver sus resultados en un siglo. Además lo que podemos educar no son los ciudadanos, sino más bien al hombre y la mujer en general, que entre muchas otras tantas designaciones posee la conveniente de ciudadano.

Cuando estos hombres y mujeres llegan a los dieciocho años y logran la patente de ciudadanos, su educación ya está condicionada por la misma cantidad de años cumplidos y las enseñanzas interiorizadas. Si aquella ha sido buena, serán buenos ciudadanos y si ha sido mala lo serán malos. No quiero decir con esto que todo está perdido a los dieciocho o ganado, simplemente creo que cuando el sistema operó dieciocho años, la ciudadanía que recibe a los nuevos iniciados en ciudad ya está con un formato preestablecido y cosificado que solo permite pequeñas reformas desde las instituciones consagradas. Igualmente la tarea debe hacerse y se hace de por sí, pero es difícil cambiarla. Un ejemplo de ello es el de un adolescente argentino que llega a los dieciocho años y saca su carnet de conducir. Supongamos que este adolescente ha sido educado por padres y amigos que no han respetado nunca las señales de tránsito. Éste rendirá el examen perfecto desde su intelecto y luego transgredirá la ley de tránsito desde su conducta, ya que ha sido preparado para ello, por sus allegados y por generaciones de infractores. De éste modo las instituciones se verán superadas por una educación informal previa que atentará todo el tiempo para que las reglas y leyes no se cumplan. Por esta razón vemos que no alcanza ni un infinito presupuesto en publicidad para corregir al descarriado crónico, envuelto en un mal hábito histórico que ya no puede corregir. Vemos que la policía queda desbordada por la tarea, el Estado por sus multas y así el error sigue su curso en el seno de las generaciones presentes y venideras. Esto por poner un solo caso que es el de tránsito. Pensemos lo que pasa en la cultura impositiva, en los valores morales, en el espíritu de producción, etc.

Ahora bien, ¿cómo podemos educar desde la masonería a esos ciudadanos actuales condicionados por los hábitos legados por su historia?. Hay solo una manera posible y es: “PASARLOS POR LA MASONERÍA PARA QUE LA MASONERÍA PASE POR ELLOS”. En este sentido, los que tenemos asumidos nuestra condición maravillosa de masones o masonas, sabemos que la logia purifica hasta al más descentrado, ayudada por la medicina y la salud. Lo que propongo es que la masonería mundial adopte MEDIDAS PUBLICITARIAS de sus bondades, de forma más agresiva. Al respecto podríamos realizar afiches públicos para la captación de profanas/os, publicidad en todos los medios masivos de comunicación, volantes y posters en las universidades, potenciar cada vez más “el uno por cada uno”, es decir cada hermano y hermana se compromete a traer un nuevo miembro por año, por supuesto que con el único límite surgido de su compromiso. Todos los grandes orientes podrían procurar ensanchar las arcas de sus tesorerías con proyectos concretos para recaudar fondos. Aparte del fundamental trabajo rituálico en los templos, sería importante fundar: “CÁMARAS DELIBERATIVAS” (como bien lo propuso nuestro Q:. y R:. H:. Luis Formagia en la Logia Agustín Alvarez Nº1 de Mendoza) que debatan distintas problemáticas sociales, económicas, políticas, filosóficas, jurídicas, etc. En principio, todas las logias que pertenecemos a CIMAS, a través de sus grandes orientes, podríamos empezar con medidas concretas, como por ejemplo: destinar los días sábados por la mañana para el funcionamiento de las cámaras, fuera del trabajo rituálico, pero munidas por su espíritu. Además propongo que los mismos días funcionen “CONSULTORÍAS MASÓNICAS” y también jurídicas, contables, empresariales, industriales, económicas, sociales, filosóficas, etc, atendiendo a la diversidad de activos que tenemos en los ámbitos profesionales que desempeñan nuestros hermanos y hermanas de todos los orientes. Recordemos que éstas medidas a parte de ser educativas, servirían para recaudar fondos muy valiosos para concretar los proyectos de educación. Este sistema de “PUBLICIDAD MASÓNICA, CÁMARAS Y CONSULTORÍAS”, debería estar dirigido por hermanos/as de comprobado compromiso y reconocimiento masónico iniciático, evitando que el mismo quede en manos de hermanos puramente entusiastas y desligados del trabajo rituálico y logial.

Concluyendo este primer punto, la ciudadanía actual que parte desde los dieciocho años debe pasar en lo posible masivamente por la orden a fin de que la misma purifique y mejore su compromiso con las Naciones y sus leyes, según los Estados a los cuales pertenezca.

2. EDUCACIÓN PARA LA PRE-CIUDADANÍA.

En este valle es donde creo que tenemos que ver el potencial de futuro y de esperanza. Considero que mentalmente deberíamos dividir en tres categorías la infancia, pubertad y adolescencia. Propongo los siguientes niveles:
1- APRENDIZ INFANTE. Serían miembros todos los hijos e hijas de masones/as desde uno a seis años. Por supuesto que no necesitarían trabajar logialmente pero si irse formando en educación de valores masónicos promovidos por los padres atentos a las calidades de sus hijos. En esta edad, creo que los padres y madres podemos vincular a todos nuestros hijos partiendo desde el rescate de los juegos o reuniones lúdicas. Hay que buscar ámbitos de unión para que nuestros hijos, se puedan ir conociendo y haciendo amigos. Sin desmerecer las amistades en formación que se gestan en los ámbitos profanos, pero intentando ser sistemáticos en los espacios especiales destinados a reunirlos. Será materia importantísima para que vayan pensando nuestros filósofos, psicólogos y pedagogos. Desde ya sólo propongo aquí una aproximación leve al tema, pero no sin convicción. En éste primer nivel deberemos ir recuperando espacios y relaciones con la organización de los boy scouts, intentando que no siga permaneciendo en manos únicamente de la iglesia, ya que hemos permitido que ellos dominen, por nuestra falta de participación. Retomemos pues, el estudio de la organización de exploradores y vayamos diagramando la disciplina de nuestros hijos e hijas. Presentemos trabajos en logia al respecto y comuniquémonos con los que actualmente estén haciendo funcionar el sistema escautista.
2- COMPAÑERO HACIA LA PUBERTAD. Estaría formado por los niños/as que tengan entre 7 y 12 años. A ésta edad ya podríamos reunirlos en los templos e irles mostrando algunos símbolos, para que los comprendan solo desde el punto de vista material. Se podrían organizar talleres de lecturas vinculados a la mitología, aventuras, incluir la filosofía para niños tan avanzada en algunos países, juegos de estrategia, matemáticos, de ingenio, visitas a granjas, industrias, bodegas, parques temáticos. Se los podría llevar a comidas temáticas los días domingos con todas las familias masónicas. En este nivel podrían ir sabiendo mas a fondo las leyes de tránsito, derechos y deberes infantiles, códigos de convivencia, y todo lo que nosotros podamos pensar que puede serles útil a la hora de llegar a ser ciudadanos con todas las letras. Por supuesto que en éste nivel, la participación en organizaciones como los scouts, puede ser una realidad complementaria que apunte a educarlos en un sistema donde prime el respeto por el otro, por la ley, la solidaridad y la amistad. Nuestros hijos tienen el derecho de ser potenciados por la masonería y en esto no debemos ser egoístas promoviendo únicamente nuestra educación masónica como adultos. A ellos debemos llegar de manera directa e indirecta, atendiendo a lo que nuestras inteligencias puedan diagramar como contenidos en éstos tres niveles de nuestros pre-ciudadanos. El deporte en clubes guiados por hermanos/as puede sernos de un gran valor auxiliar y moral.
3- MAESTRO ADOLESCENTE, que estaría integrado por niños entre 13 y 18 años. A los 13 años deberíamos plantear la obligatoriedad de la ceremonia de adopción de lowetones. La misma vendría a ser la recompensa por los logros en los niveles previos y la iniciación para acceder al nivel de maestro adolescente, lo que influiría pertinentemente en sus sentimientos de identidad con la institución y compromiso con el progreso También les podemos enseñar experimentación con químicos, cocina, talleres de manualidades, pintura, escultura, ciencia, elaboración de emprendimientos empresariales o industriales. Arte de la siembra, huertas orgánicas, campañas solidarias, fomento de las letras, elaboración de diarios, ecología, y todo aquello que todos los masones unidos de CIMAS podamos observar como bueno para nuestros púberes y adolescentes. El movimiento scout, debería pertenecerles y habría que incentivarlos para que funden nuevos movimientos adolescentes, que escapen totalmente a la idea de “tribus urbanas”, tan en boga, que son el fruto de la poca incidencia que los adultos tenemos sobre nuestros hijos, debido a nuestro egoísmo. Nos hemos quedado confiados en que solo la educación formal los educa, y en eso hemos cometido un gran error. Pueden crear nuestros hijos movimientos filantrópicos, grupos de investigación industrial, podemos motivarlos a que investiguen cómo se hacen los bienes de consumo que utilizan, entre otras tantas temáticas interesantes, pero siempre orgánicamente. Sería muy importante dar mucha más publicidad y apoyo al programa de intercambio juvenil que tiene CIMAS. Creo que hasta ahora no es muy conocido por todos los miembros de las logias mancomunadas. Deberíamos invertir fondos que provengan de todas las logias para potenciar los viajes de nuestros hijos a distintos países a fin de conocer distintas culturas y fomentar la educación internacionalista. Recordemos que nosotros no teníamos otro remedio que revelarnos contra nuestros padres esquemáticos y escaparnos de nuestras casas si queríamos viajar a edades tempranas. Ayudemos a nuestros hijos a que conozcan el mundo con más prontitud que nosotros. Que empiecen a viajar todos y que un sistema ideado y financiado por nosotros pueda permitir que concreten sus anhelos. Cuando lleguen a ciudadanos estarán mucho más aptos para codearse con el progreso y el desarrollo de las sociedades. El programa de CIMAS tendríamos que financiarlo desde ya, mejorando el sistema para que nuestros hijos construyan ecumenismo y no tribus fragmentarias.
3. CONCLUSIÓN.

Digo que cada nivel debería ser estudiado y si es necesario subdividido, pero la temática, tiene que comenzar a ser fruto de nuestras nuevas reflexiones que tiendan a hacer de la masonería la potencia que puede llegar a ser, sabiendo de las potencialidades que posee en su seno. En la medida que más profanos-ciudadanos se inicien en nuestra orden, mas lowetones tendremos como pre-ciudadanos, para irlos secundando con educación masónica, complementaria de la educación formal que cada uno de nosotros elija libremente para ellos.
La masonería puede influir desde la mas temprana edad en nuestros hijos, para hacer de ellos, a la hora de llegar a la mayoría de edad, ciudadanos excelentes, que luchen para que sus propias naciones y las naciones de sus hermanos y hermanas sean cada vez mas desarrolladas, y que algún día se pueda solucionar los problemas capitales de la pobreza, la corrupción, la inmoralidad y el subdesarrollo económico y productivo. Debemos apuntar bien alto, pero empezando desde el nacimiento, es decir, desde la base. Eliminemos pues el error de empezar siempre tarde y por donde no debemos empezar.

Muchas gracias QQ:.HH:. y HNAS:.


BIBLIOGRAFÍA
Conciencia del activo inteligente y productivo de la masonería universal.

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