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PONENCIA PRINCIPAL: XXI GRAN ASAMBLEA DE LA CONFEDERACIÓN MASÓNICA INTERAMERICANA

Por el Q:.H:. Rafael Camerano Fuentes
Director
Academia de Estudios Masónicos
Gran Logia de Colombia

Muy Resp:. Gran Maestro de la Gran Logia de Colombia, VV:. HH:. Presidente y Secretario Ejecutivo de la Confederación Masónica Interamericana, Muy Respetables Grandes Maestros, QQ:. HH:. Todos:

Coincide la XXI Gran Asamblea de la CMI con el segundo centenario del nacimiento de Charles Darwin, autor del Origen de las Especies, y el cuarto centenario de la utilización del telescopio en la exploración espacial. Estos dos acontecimientos pusieron al descubierto el trabajo silencioso y permanente del Universo en tallar su piedra bruta con las herramientas del grado representadas en las leyes evolutivas que le trazan a los seres vivos caminos seguros de adaptación en la lucha interminable por la supervivencia de la especie y las leyes del azar que paradójicamente dentro de un ambiente dominado por la casualidad y el caos, se ordena para gestar un ser con la capacidad de conocerse a sí mismo y continuar la tarea infinita de preservar el mundo ante la posibilidad teórica de iniciar el proceso inverso para caer en un sueño profundo en espera de la presencia de leyes desconocidas que le den una nueva oportunidad de reescribir de manera diferente la nueva historia del Universo.

Galileo nos pasó la antorcha que ha iluminado los caminos que conducen a los hilos ocultos de la Naturaleza. Ya se realizan experimentos en costosos aceleradores de partículas para preguntarle a la naturaleza cómo hizo para dotar a los objetos tangibles de esa fuerza unificadora y universal que nos ha servido a los masones como símbolo de la verticalidad que requieren las paredes de la Gran Obra de construcción de nuestro Templo Interior. El interrogatorio nos llevará a recrear ese Medio Día cuando sonó el Gran Malletazo en la Logia Universal hace tan solo 15.000 millones de años cuando todo lo existente se encontraba confinado en una singularidad y por razones que aún desconocemos despertó de un letargo seguramente de otros muchos miles de millones de años, y mediante un bostezo cósmico estiró el espacio-tiempo para dar paso a su propia condensación y generar las partículas inquietas y esquivas que entendieron que solo mediante el trabajo mancomunado y solidario era posible aspirar a maravillar a sus futuros observadores, curiosos e inteligentes que ellas mismas irían a engendrar.

La Fuerza, la Belleza y la Sabiduría de las Leyes que se encargaron de dirigir la Gran Obra de construcción jamás imaginada por las mentes más creativas, aquellas que nos hablaron de tortugas y elefantes gigantescos sobre los cuales se sostenía el universo; de poderosos Dioses capaces de sintetizar los componentes elementales de lo existente con solo desearlo, o las más interesantes y divertidas historias sobre aquello que siempre ha inquietado al hombre, utilizaron los dados del azar para que a través de sus infinitas posibilidades le dieran paso a la maravillosa Tabla Periódica que alguna vez soñara Mendeliev. Sus dos columnas, sobre las cuáles se construyó el universo primigenio, una de Hidrógeno y otra de Helio, evocan el Templo Masónico erigido a la Sabiduría y Fraternidad Universales, se convirtieron en los Landmark, en los linderos a partir de los cuales reinó la armonía que hizo posible la creación de todo lo existente y de aquello que existirá en el proceso infinito de búsqueda y transformación.

Nos refiere el Profesor Rodolfo Llinás que se requirieron 2.500 millones de años para que los seres unicelulares reconocieran que sólo a través del trabajo solidario, así como lo hicieran las partículas elementales, era la forma más efectiva para enfrentar los cambios impredecibles del Medio Ambiente. Esa multiplicidad de pequeñas vidas especializadas y asociadas estratégicamente, a la manera de un mecano, construyeron la gran variedad que hoy conocemos. Este “Punto Azul Pálido” como diría el Profesor Carl Sagan, empezó a distinguirse del resto del universo de donde surgió. De esa Viuda solitaria que otrora estuvo confinada en un punto geométrico, no vislumbró que en sus propias entrañas se engendraría un ser que la conociera a ella misma, como producto de las inexorables leyes que rigen lo vivo, fuera también el actor que pondría en peligro el inestable equilibrio ecológico de este rincón del Universo. Nuestra responsabilidad y compromiso son históricos desde mucho antes de la invención del sueño, los ideales y los sentimientos.

Nuestros vestigios de inteligencia no fueron suficientes para adquirir la mayoría de edad y ascender los grados de la perfección y poder deambular por la superficie de la tierra. Hace 60 millones de años lo que habría de llamarse Hombre aprendió a alimentarse de los desperdicios dejados por los otros animales y a vivir en las ramas de los árboles sin la posibilidad de empezar a construir una cultura y dedicar tiempo al ejercicio del pensamiento. Su depredador natural en la cadena alimenticia no le dio la oportunidad del autoconocimiento.

Pero los dados del azar, lanzados desde que el universo inició su recorrido a Medio Día, hicieron presencia cuando uno de los miles de meteoritos que conforman la Nube de Oort y el Cinturón de Kuiper y que acechan la Tierra, acabaron de una vez por todas con las especies que tenían dominio absoluto sobre este pequeño planeta de 6.400 kilómetros de radio. En ese momento histórico se encendieron las luces del Templo. El hombre pudo bajar de los árboles y por primera vez abrir el Libro Sagrado del Conocimiento y mirar con absoluta confianza hacia Oriente para sorprenderse de la inmensidad del universo y comprobar por su propia experiencia la tragedia de la genética, incapaz de preservar y transferir el conocimiento material y espiritual que empezaba a acumular a través de la espiral maravillosa, que emula la escalera de caracol, símbolo del crecimiento del hombre.

Se produce, entonces, el segundo gran salto al superar los lentos tiempos de la naturaleza para emprender conscientemente su propio proceso evolutivo y crear sus propias leyes que le permitieran dejar atrás su comportamiento primitivo. El hombre inventa la Educación como un mecanismo alterno a la Genética, ya incapaz de acumular el conocimiento adquirido. Los conceptos de Libertad, Igualdad, Fraternidad, Valor, Honor y Solidaridad fueron imposibles de consignar en la estructura molecular del ADN. Al igual que otras manifestaciones del cerebro, órgano donde residen los sentimientos, las virtudes y defectos, las pasiones y las tristezas, la superstición, la ambición y la hipocresía, donde se construyen las ideas y se producen los pensamientos. Donde se crean las religiones y las ideas políticas, donde surgen las predicciones, donde se postulan teorías retrógradas y revolucionarias, es decir, desde donde se manifiesta el hombre en toda su dimensión y complejidad. Fue realmente imposible guardarlos en el mecano espiral. La educación no es una simple actividad humana, sino que hace parte del hombre mismo y es el resultado del proceso de talla de la Piedra Bruta del propio Universo, proceso al que estamos obligados continuar.

No es admisible que existan seres humanos en nuestra contradictoria Latinoamérica y en el mundo que no tengan acceso al conocimiento y solo estén limitados por aquel que les ha llegado por la vía molecular y de su propia experiencia.

Combatir la ignorancia y la superstición es un compromiso de todo ser humano; debemos blandir las espadas libertarias en un Segundo Viaje Masónico en este nuevo milenio contra aquellos que todavía no han advertido la caída del meteorito y permanecen incólumes en el árbol del despotismo y la indiferencia. Debemos obligarlos a bajar de allí para que pongan su píe desnudo sobre la Tierra, sentados sobre la Piedra, y reflexionen sobre el grave daño que le vienen causando a los niños, los jóvenes y las nuevas generaciones. Los Masones son luchadores natos, comprometidos seriamente por la Libertad de todos los seres humanos. Somos conscientes que sin la Educación el mundo es mucho más complejo y difícil, genera inseguridad y facilita el sometimiento de unos por otros no más educados, sino más aprovechados, conocedores de las técnicas para usufructuar del trabajo de los demás en una nueva esclavitud que mantiene a millones de seres humanos hacinados en las grandes moles de cemento, consideradas iconos de la modernidad y del avance científico técnico de la humanidad. Estas formas de asociación son las que materializan la desigualdad por la que luchamos los masones.

Los masones luchan por el bienestar y el perfeccionamiento de la humanidad, porque entendemos que ésta es la misión del hombre como resultado de un Universo que ha escalado las cinco gradas y pretende alcanzar, con nuestro concurso, el Amor a la Humanidad. El bienestar lo consideramos integralmente, tanto material como espiritual, y el perfeccionamiento lo asociamos a todas aquellas características que definirían al ser humano como un luchador por continuar el proceso de desarrollo del universo a partir del conocimiento del mismo, pues somos producto de él, y de las leyes que subyacen en lo más profundo de la naturaleza. Somos conscientes que estos nobles propósitos masónicos se lograrán sólo con la lucha de las inmensas mayorías orientadas por las mentes preclaras que han entendido que los principios masónicos no son abstractos y pertenecientes a las esferas del más allá, sino que hacen parte de la realidad concreta y el quehacer humano, el cual se debe traducir en propuestas políticas viables que produzcan verdaderos cambios en beneficio de las grandes mayorías, hoy sometidas por el poder del gran capital concentrado en muy pocas manos.

Se trata de un proceso histórico porque los logros de generaciones que ya desaparecieron los disfrutamos en el día de hoy. La democracia, la libertad, la abolición del esclavismo, los descubrimientos científicos, el Derecho y toda la amplia gama de logros, descubrimientos y producción intelectual, lo que constituye la Cultura, nos han servido para que la generación actual viva mejor. El camino que nos queda por recorrer es largo y difícil y se constituye en un motivo para continuar impulsando el legado masónico, particularmente en los países denominados del Tercer Mundo, convertidos en despensas de aquellos que se han acostumbrado a traspasar sus propias fronteras.

QQ:. HH:. asambleístas, el lema principal de esta oportuna reunión de masones: La Masonería como fuerza de Transformación e Integración de América Latina, se verá concretada en las resoluciones que nos proponemos aprobar y dar a conocer a la sociedad para que las haga propias y se conviertan en realidad.

La asamblea tendrá que proponer alternativas para la inserción de la masonería en la sociedad profana mediante la acción política. Lucha sin cuartel por la defensa de los Derechos Humanos, factor determinante de la violencia social que viven muchos países latinoamericanos y que debe ser una de las principales conclusiones de este magno evento. La difícil eliminación de la desigualdad y violencia, consecuencia de la inequitativa repartición de la riqueza y la falta de presencia del estado en las regiones donde viven los sectores de la sociedad menos favorecidos.

Todos estos temas han ocupado las mentes de los QQ:.HH:. quienes en su condición de obreros del pensamiento han decidido utilizar las herramientas de trabajo para continuar con el legado del Universo de tallar la piedra bruta y trazar derroteros claros y factibles a todos los masones que sueñan con un mundo mejor en donde impere la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.

Bogotá, D. C., Colombia, abril 4 de 2009 e:.v:.

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