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LA IRREGULARIDAD, UN TEMA LARGAMENTE PENDIENTE

Tradicionalmente se han realizado distintos enunciaciados destinados a esclarecer lo que es la Masonería. En cada uno de ellos se recoge parte de lo que esta Institución Fraternal engloba en su jurisprudencia doctrinal; porque la esencia de esta Institución es la IDEA O CONCEPTO DE CÓMO SE ALCANZA LA PERFECCION.

Aunque la Organización Masónica Moderna surge a imagen y semejanza de las características socio-económico-religiosas de la Inglaterra del siglo XVIII, al  extenderse por otros países y entrar en contacto con tradiciones y culturas no sajonas, en ella comienzan a manifestarse matices diferentes a los de la “Gran Logia Madre”; lo cual es característico de una agrupación humana formada de “hombres libres”.

La historia del movimiento masónico Internacional recoge a Francia como la fuente de las primeras disidencias Institucionales, al aportar ciertos principios diferentes a los que se habían establecido por las logias Londinenses. Este es el origen más remoto de lo que seria conocido como “Irregularidad”.

El término “Irregular” tiene un basamento eminentemente filosófico-doctrinal, que derivan en diferencias jurídico-estructurales con respecto a lo que se entiende por “Regular”.

Aunque estos dos sentidos o vertientes que adopta la Francmasonería, siguen asentándose en el principio original común del trabajo por alcanzar la REGENERACION HUMANA; cada uno de ellos lo procura desde su propio punto de vista. Esta situación implica que cada cual ha desarrollado leyes y preceptos diferentes para interpretar los medios a emplear en la obtención de los fines contenidos en la realización de la GRAN OBRA.

Antes de seguir adelante, es conveniente reafirmar dos aspectos de una misma cuestión:
  1. Los Principios y Fines de la Masonería son Universales y comunes.
  2. Los medios para lograrlos son diferentes.
Cada miembro de la Masonería tiene la posibilidad de elegir la logia en la que se inicia, y, por ende, en la Obediencia “Regular” o “Irregular” a la que aquella este jurisdiccionada; realizando los  rituales y prestando los juramentos que en cada una de ellas se demanda. Respetar dichos compromisos constituye una obligación moral libremente adquirida por “personas de honor”; no obstante, estos compromisos se encuentran limitados a lo Institucional, en ningún momento a las relaciones sociales, filantrópicas o humanas.

Hallarse afiliados a Potencias Regulares o Irregulares no excluye el denominador común que esta implícito en ambas vertientes fraternales: MASONERIA.

Si ser masón implica la practica de la TOLERANCIA y del RESPETO a las opiniones que sustentes nuestros semejantes, partiendo del criterio de que “en toda opinión, siempre hay algo de verdad”, entonces, ¿cabe que entre masones existan sentimientos antagónicos excluyente?

Siempre que los masones practiquen, cumplan y respeten las normas de la Obediencia que han jurado acatar; y reconozcan  ese mismo derecho a los demás; habrá una mayor armonía entre los miembros de esta noble Institución. 

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