Foto de José Carretero, gran maestre de la Gran Logia de España (GLE) podria de ser irradiado en los proximos dias.
Un grupo de masones pedirá mañana sábado, durante la asamblea general de la Gran Logia de España (GLE), la dimisión del gran maestre, José Carretero, por desvío de fondos de la organización. Carretero había destinado fondos que tenía en una cuenta de beneficencia para la compra de un local en Palencia y de un piso, un parking y un trastero en Bilbao. Los inmuebles, adquiridos en otoño del 2007, no han podido escriturarse todavía porque fueron comprados por una decisión personal del Gran Maestre pero luego la asamblea general del 2008 denegó el permiso para su adquisición. Por tanto, Carretero no está legitimado para escriturarlos y los registradores de la propiedad le piden un permiso que todavía no tiene.
José Carretero, que admite que fue un “error” haber comprado los inmuebles, afirma que se decidió a comprarlos porque, por ejemplo, en el tema de Bilbao, ya había comenzado a ser gestionar por su antecesor, Josep Corominas. Además, asegura que su valor en el mercado se aproximaba a los 500.000 euros y se podían conseguir a “muy buen precio. Si no se ejecutaba la opción de compra, se perdía el piso”. Y justifica también la detracción del dinero de los fondos de beneficencia porque “en vez de pedir un crédito del que tendríamos que pagar comisiones e intereses, utilizamos un dinero que tenemos en una cuenta y que no generaba beneficios. El dinero, pues, no ha desaparecido, sino que lo hemos invertido”.
Informe y contrainforme
Ante la imposibilidad de escriturar las compras, y con un pleito en los juzgados de Barcelona (donde la Gran Logia de España tiene su sede), Carretero solicitó un informe interno que concluía que “en tanto no se perfeccionen las adquisiciones, existe el riesgo de que los bienes, por estar aún a nombre de otras personas, puedan ser nuevamente transmitidos o embargados”. El escrito añade que “no resulta posible revocar las adquisiciones” y que “debe procederse en su lugar a revocar los acuerdos tomados en la Gran Asamblea Extraordinaria celebrada en Valencia el 1 de marzo de 2008 y a ratificar las adquisiciones en otra gran asamblea extraordinaria”. La asamblea de Valencia fue, precisamente, la que rechazó la operación inmobiliaria planteada como un hecho consumado por el Gran Maestre.
Así pues, Carretero convocó una nueva asamblea para mañana sábado 17 de enero con cinco únicos puntos en el orden del día que hacen referencia, en su totalidad, a la revocación de los acuerdos de la anterior asamblea, a facultar al Gran Maestre como competente para realizar la compra y a la escrituración de los inmuebles. Los masones descontentos reclaman que se reintegren a los fondos de beneficencia 91.500 euros del local de Palencia, comprado el 26 de octubre del 2007, y 31.986 euros del parking y el trastero de Bilbao, que costaron 31.986 euros el 15 de noviembre del mismo año.
Polémica asamblea
Un extenso contrainforme encargado por un sector de la masonería, y al que ha tenido acceso El Confidencial, especifica que “ningún órgano de la Gran Logia de España podrá aprobar el destino del fondo de beneficencia a un fin como la adquisición de inmuebles” ya que los propios estatutos de la organización lo prohíben. Estos fondos han de destinarse “a atender las necesidades de francmasones y profanos en situación de dificultad, así como para cumplir las disposiciones testamentarias, en su caso, de los hermanos fallecidos”, según recogen los estatutos de la entidad.
El contrainforme, redactado por una abogada barcelonesa, concluye que la convocatoria de la asamblea de mañana, “en los términos que ha sido convocada, supondría una actuación no ajustada a derecho y, por ello, ilegal y viciada de nulidad radical por los motivos que se exponen en el presente informe”. Ante estas demoledoras conclusiones, un grupo de afiliados a la Gran Logia ha decidido pedir la dimisión de José Carretero durante el acto de mañana.