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LA IGLESIA CATOLICA EN CONTRA DE LA LIBERACION DE AMERICA Y BOLIVAR

El Papa LEON XII en 1811, exhortaba a:
“Se exhorta a los obispos a encarecer ante sus feligreses las augustas y distinguidas cualidades que caracterizan a nuestro muy amado hijo Fernando, Rey católico de España”.
El Vaticano, impulsado por los cambios en Europa y el mundo, reconoce la independencia de los países latinoamericanos: Colombia 1n 1835, Méjico en 1836, Ecuador en 1838 y Chile en 1840, pero que tengamos registros nunca reconoció la independencia de Venezuela, pues ya en 1835 el país no pertenecía a Colombia.

“Carta de Jamaica”… En esa carta, Bolívar denuncia la manipulación católica para cautivar a los indígenas, al momento en que proliferaba la mística aparición de la madre de Jesucristo… También Bolívar acusa el “Patronato” como vínculo indebidamente fundado en el artificio de la “Donación Papal”, donde el monarca asume plena jurisdicción canónica, no ya sobre las bases de la concesión papal, sino como atributo esencial de su poder real… Pero sobre todo, el Libertador acusaba a la Curia Pontificia por su parcialidad conspirativa a favor de la monarquía, como lo demuestra una Bula papal que respaldaba las Resoluciones de la Corte Española, en momentos en que las incipientes regiones del Nuevo Mundo se rebelaban contra el orden establecido por la iglesia y los reyes de España, e invocaban su independencia aprovechando la guerra napoleónica que azotaba Europa y especial a España.

El Terrible terremoto de 1812 el francmason Simon Bolivar en el momento de angustia, cuando auxiliaba y ayudaba a rescatar víctimas, observa que el padre Dominico Felipe Mota, parado sobre los escombros, incitaba a la multitud adolorida con su discurso antiindependentista… decía Mota:
“Esta catástrofe es un castigo del cielo, porque los venezolanos se han rebelado contra su Rey… Fernando VII es un bendecido de Dios... Debemos pedir perdón por este pecado y clamar fidelidad a España… Abajo la República
Simón Bolívar encolerizado por esas instigadoras palabras, tomo al clérigo y lo obligó a bajarse del improvisado púlpito... Como pudo se paró sobre las ruinas y dirigió sus palabras a la turba desenfrenada que gritaba de dolor: “Si se opone la naturaleza, lucharemos contra ella y la haremos que nos obedezca”

Este terremoto analizado en forma actual, podría calificarse como 8 en la Escala de Richter y produjo unos 26 mil muertos en todo el territorio nacional.

Bolivar siendo aun mason decía:
“Los sacerdotes tienen grande influencia con la gente ignorante; por ello, la libertad religiosa debe ser consecuencia de las instituciones libres y de un sistema de educación general”.
Existen sobrados documentos que prueban el gran enfrentamiento que tuvo Bolívar con la jerarquía católica, durante la guerra de independencia. Podemos resumir sus conceptos en un frase muy corta dirigida al Papa:

“El mundo es uno y la religión otra…”

“Siempre fui excomulgado por la iglesia, para poner al pueblo en mi contra y evitar el apoyo popular en mi avance por desterrar al poderío español; y cuando entraba triunfalmente a los pueblos liberados, esa misma iglesia me coronaba como el más fiel de los católicos. Si antes desde el púlpito se me consideraba el Diablo, luego desde esa misma tribuna se me compara con Dios... No puedo recordar sin risa y sin desprecio el edicto en que me excomulgaron, a mí y a todo mi ejército el arzobispado de Bogotá el 3 de diciembre de 1814, afirmando que yo venía a saquear las iglesias, a perseguir a los sacerdotes, a destruir la religión, a violar las vírgenes y a desollar a los niños; y todo esto para retractarlo públicamente con otro edicto, en el que, en lugar de pintarme como impío y hereje como lo habían hecho en el primero, confesaban que yo era bueno y fiel católico... Qué farsa tan ridícula y que lección para los pueblos..! nueve días de intervalo entre aquellos dos edictos... El primero se dio porque marchaba sobre Bogotá y el segundo cuando entré victorioso a la ciudad”

A pesar de “muchos interesados” el Libertador nunca recibió la extremaunción, ni realizo “confesión” alguna en 1830 con el Obispo Estévez de Santa Marta, al momento de su muerte.

Ante la canalla opresora que pretendía “vender” entradas al cielo, el Libertador hasta su muerte se mantuvo serenamente incólume.

Hoy Indoamerica sigue enfrentando a los ensotanados que anuncian cataclismos y “castigos de Dios”, pero como ayer AMERICA, siempre mantendrá su lucha y hará que la HIJASTROS DE YHWH se esconda entre sus sotanas o pulpitos y obedezcan mas temprano que tarde al Pueblo Soberano de Indoamerica.

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