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Recordando a José Dolores Poyo y Estenoz - Lider Cubano

    Mª. González, hasta un total de 16 fundan la Logia “Cuba”, donde ocupo el puesto de Tesorero h 11 2011

José Dolores Poyo y Estenoz.

El Centenario de su muerte.

Reseña de un Patriota y Masón ejemplar.
Discurso leído en el acto solemne por el centenario de la muerte de José Dolores Poyo y Estenoz, celebrado en el Templo “GÓTICO” del Gran Templo Nacional Masónico “Carlos Piñeiro y del Cueto”  el 3 de noviembre de 2011.
 “Es hermoso ver luchar a un hombre honrado”. 
Con esta bella frase de admiración expresada por el maestro de los cubanos, comenzó a cimentarse la entrañable amistad y de estrecha colaboración entre José Dolores Poyo y Estenoz y el Apóstol de la independencia cubana, José Martí
Ell 24 de marzo de 1837 nace en La Habana quien llegó a ser alumno de la escuela de medicina de la Universidad de La Habana, pero desde temprana edad practicó el periodismo, su verdadera vocación, convirtiéndose en uno de los más eficaces propagandistas de la gesta independentista cubana. Trabajó en “La Gaceta de La Havana”. Meses antes de la asonada de Yara, comienza a conspirar contra el colonialismo español siendo perseguido y al conocer que existía en su contra orden de arresto, escapa en 1869, estableciéndose en Cayo Hueso junto con su familia, mujer y cuatro hijos. Tres hembras y un varón. De inmediato reanuda el quehacer de propaganda aprovechando su labor como lector de tabaquería en la fábrica “Príncipe de Gales” de Martínez Ibor, actividad que le permite llegar a amplios sectores de los emigrados cubanos.
Funda en el “Peñón”, como le llamaban los cubanos de entonces a Cayo Hueso,  la logia “Dr. Félix Varela No.64” donde se agrupan  los masones cubanos. Ocupó los cargos de Secretario, Primer Vigilante y Venerable Maestro. Poyo se mantiene en esta Logia todo el tiempo que permanece en la emigración y al retornar a Cuba viene con Carta de Retiro de este taller.
Su afán y dotes organizativas lo llevan a fundar sucesivamente:
La Asociación Patriótica de Cayo Hueso que es la primera Asociación de los independentistas cubanos en el Cayo.
Funda, con un grupo de emigrados el famoso Club San Carlos, el 11 de noviembre de 1871, institución paradigmática de la emigración cubana. El “Club San Carlos”, se crea en honor a Carlos Manuel de Céspedes, por lo que era una institución eminentemente de los independentistas cubanos y en sus  actividades recaudaba fondos para la guerra. Como órgano de prensa del Club funda el periódico “La Igualdad” donde divulga la Constitución de Guáimaro.
Este Club cumplió importantísima función política, de Instrucción y Recreo con escuela para niños y adultos, diurnas y nocturnas, sala de teatro y sus salones siempre fueron la sede de las fiestas de la patria. Era el punto de encuentro de todos los sectores cubanos: artistas, poetas,  damas, estudiantes.  Amenizaron sus salones los artistas Ignacio Cervantes y el violín de Rafael Díaz Albertini así como otros virtuosos de las artes cubanas y por allí dejaron su huella, patriotas del calibre de Francisco Vicente Aguilera,  Salvador Cisneros Betancourt, Máximo Gómez, Antonio Maceo, Antonio Zambrana, los hermanos Sanguily y muchos otros hasta llegar a José Martí que siempre encontraban el apoyo más firme y decidido.
Funda el periódico “El Republicano” para divulgar las ideas de la independencia y el curso de la guerra en Cuba. En este periódico se inicia un hecho de gran connotación en la historia de Cuba, resulta que fue en este periódico donde se publicó el artículo que defendía a las damas cubanas que habían sido atacadas e injuriadas por el periodista español, furibundo integrista y por demás extremista anticubano, Gonzalo de Castañón,  de cuya polémica surgió el duelo con el cubano Mateo Orozco y que le costó la vida a Castañón.
La repercusión que tuvo en Cuba este acontecimiento fue el asesinato de los ocho estudiantes de medicina en 1871, cruel venganza que ejecutaron los voluntarios españoles en las preciosas vidas de los ocho jovencitos que llorará eternamente el pueblo cubano.  
Resumiendo esta etapa de la vida de José Dolores Poyo el patriota Fernando Figueredo Socarrás escribió:
 “José Dolores Poyo ha demostrado que no solo en la prensa y las sesiones del Club sino en la tribuna revolucionaria demostraba sus estudios y vastos conocimientos de asuntos generales y principalmente de América Latina y que en el trato personal demostró siempre su inteligencia y su don de gentes así como su cariño y sólida educación. Era orador concienzudo y de grandes y elevadas dotes.”
 Francisco Vicente Aguilera catalogó a los patriotas de Cayo Hueso como la vanguardia de la Revolución.
 Poyo, fue nombrado Cónsul de Perú en 1877 dada la amistad y vínculo revolucionario que sostuvo con Leoncio Prado, el hijo del Presidente de ese país, quien había prestado grandes servicios a la causa cubana.
José Dolores Poyo fue de los pocos cubanos que no regresaron a Cuba con el Pacto del Zanjón alegando que no podía vivir bajo la bandera colonial.
El 14 de abril de 1878, en los días difíciles de la Protesta de Baragüá, cuando muchos abandonaban la lucha,  le escribe al general Antonio Maceo poniéndose a su entera disposición.
En 1879 publica el periódico “El Patriota” y posteriormente “El Yara” costeado con su peculio personal, como un llamado a la conciencia de los cubanos a continuar la lucha. El Yara fue catalogado por Martí como: “Periódico honrado y libre”.
En 1879 reunió en la logia masónica a un grupo de patriotas para crear la “Orden Cosmopolita del Sol” institución secreta muy a fin a la masonería. Entre los miembros juramentados en esta Orden figuraban Máximo Gómez y Antonio Maceo, también dio paso a la creación de un Club de damas “Las Hijas de la Libertad”.
En 1880 comienzan a regresar a Cayo Hueso los cubanos que reinician las actividades conspirativas y Poyo los acoge con cariño y dándoles su apoyo incondicional. Los más conocidos eran: Ramón Leocadio Bonachea, Limbano Sánchez, Francisco Lamadríz y muchos otros.
Junto a Francisco Lamadriz y Gerardo Castellanos funda en 1884 la sociedad secreta “La Convención Cubana” con fines independentistas y de igual característica que la anterior.
En diciembre de 1891 invita a José Martí por primera vez a Cayo Hueso donde el verbo del joven líder avivó, aún más, las llamas de la libertad.
Martí reunió a Poyo, Lamadriz, al general José Rogelio Castillo (colombiano) y al coronel Fernando Figueredo y les habló del PRC diciéndoles:

”Será la misma “Convención”, en mayor escala pues por lo que veo, Ustedes lo tienen todo hecho aquí y a mí solo me resta atender otros centros de emigrados.”

En una nueva entrevista con los tres, Martí plasma su grandiosa obra: Las Bases y Los Estatutos Secretos del PRC, después de precisar algunos aspectos con ellos les preguntó “¿Están ustedes conformes?, respondieron: ¡Perfectamente! Y con una dulce sonrisa concluyó Martí: “¡A trabajar!” Y continuó diciéndoles:
 “Ustedes se ocuparán de congregar un número de los elementos representativos, sin que sean muchos, para que, en principio, echemos los cimientos de la obra…”
El Cayo volvía a ser la vanguardia de la Revolución y Poyo su líder indiscutible.
El 6 de enero de 1892 se aprobó y proclamó el PRC en el “Club San Carlos”, el mismo que fue fundado por José Dolores Poyo, acordándose esa misma noche que la proclamación en todos los centros cubanos de América y Europa se haría el 10 de abril de 1892 aniversario de la proclamación de la Constitución de Guáimaro.
Poyo fue elegido por unanimidad Presidente del Consejo Revolucionario de Cayo Hueso cargo que mantuvo durante toda la etapa de la guerra.
Finalizada la contienda por la independencia, regresa a Cuba.
Un hecho curioso que se inserta en la historia de nuestra ciudad se produce con la llegada de los emigrados cubanos procedentes de Cayo Hueso que se asientan en un lugar del actual municipio de Centro Habana y que llega a tomar el nombre honroso de esta emigración de independentistas. Así surgió el Barrio de Cayo Hueso.
Por gestiones de su amigo y compañero de luchas Fernando Figueredo comienza a trabajar en el Archivo Nacional llegando a ser su Director.
Funda La Asociación de Emigrados Revolucionarios Cubanos de la cual es su presidente.
El 27 de abril de 1900 funda la Logia “CUBA” conjuntamente con un numeroso grupo de emigrados entre los que se encontraban Remigio López y Fernando Figueredo.
El 24 de febrero de 1905 junto a Máximo Gómez Báez, “El generalísimo”, Don Tomás Estrada Palma, primer presidente de la República, dejan inaugurada la Estatua de José Martí en el Parque Central de La Habana donde Poyo expuso un vibrante discurso. 
Siendo Director del Archivo Nacional lo sorprende la muerte el 26 de octubre de 1911.
Al cumplirse 80 años de su muerte fueron publicadas 40 cartas oficiales de José Martí dirigidas a José Dolores Poyo que nos dicen a las claras la gran confianza y el estrecho vínculo que lo unía al Apóstol.
En el centenario de su muerte, la Meritoria y Centenaria Logia CUBA ha honrado a su ilustre fundador y destacadísimo patriota, acometiendo en primer lugar la localización de su tumba que se desconocía su ubicación. Después de múltiples indagaciones se logró encontrar una bóveda en ruinas y a punto de ser barrida para siempre por el decursar de los años.
Muchas personas contribuyeron a evitar ese daño irreparable. Por solicitud de la Logia Cuba la Administración del Cementerio de Colón tuvo a bien acometer la reparación capital de la bóveda devolviéndola a su estado de normalidad.
A todos los hermanos y ciudadanos en general que contribuyeron a tan solemne acontecimiento el agradecimiento eterno de la patria y de la Logia Cuba en particular.   Continuando con la labor de rescate de las ideas y la obra de Poyo,  la Logia Cuba tomó el acuerdo de colocar en la tumba de José Dolores Poyo una lápida donde se inscribieron los hechos más sobresalientes de su ejemplar existencia. No podía faltar en ese mármol la bandera cubana por la que tanto luchó este ejemplar patriota y también quedó esculpido el símbolo universal de la masonería, institución de la escuadra y el compás que fueron siempre la guía de sus acciones en bien de nuestra  institución, de la patria y el mejoramiento humano.
Queridos hermanos, a partir de ahora los masones de la Logia Cuba, los demás hermanos y todos los que tengan a bien  acompañarnos, tenemos otro lugar sagrado donde peregrinar. Allí, a la tumba de José dolores Poyo, encaminaremos nuestros pasos para honrar a un hijo ilustre de la patria y la masonería.

El mejor epílogo para este homenaje queremos que lo exprese el maestro de los cubanos  y que escribiera en La dedicatoria de una foto que le dedicó en 1893,  donde sintetiza la trascendental vida de este extraordinario cubano. Escribió Martí:

“El pundonor de Cuba se hizo hombre y se llamó José Dolores Poyo:
 á su virtud, á su talento, a su elocuencia, á su corazón, dedica este tributo su hermano

José Martí
      

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