¡VOLVIMOS!
Visitenos en nuestra nueva dirección web
FENIX-news Desde 1992

G:.L:.P:. ó Gran Litigio Peruano

Nota de la Redacción:
El H:. Antonio a tenido la gentileza Masónica de solidarizarse con nosotros en contra del ataque de aquellos que se ufanan de ser grandes luces en contraposición al trabajo continuo de FENIX. Somos creyentes de que las críticas son buenas porque nos ayudan a crecer y a fortalecer nuestras debilidades; pero no el ataque estúpido, mal intencionado, y cobarde. Los miembros de FENIX aman a su patria, la respetan y trabajan por ella para que sea mejor, y para que un día reine una verdadera justicia social y, los principios Masónicos de LIBERTAD - IGUALDAD y FRATERNIDAD sean cosas reales, y para que nuestro pueblo - nación pueda gozarlos. Reiteramos nuestro agradecimiento personal y Masónico al H:. Antonio por su líneas y que el GADU lo colme de bendiciones.
Imagen: Klio, Musa de la Historia; Copia romana del siglo II A.D.

Por el H:. Antonio Palomo-Lamarca,
Royal Arch. - USA

Una vez más la tristeza me invade el alma. Triste es la vida ignorante, y triste es, al mismo par, el presenciarla desde fuera. En tiempos como los nuestros, cuando invasiones capitalistas e imperialistas dominan el planeta, cuando es más necesario (o incluso obligatorio) el estar unidos en cadena de amistad y de fortaleza espiritual, digo, es en estos momentos de irresolubilidad social de conflictos cuando más se deja sentir la ignorancia y desvergüenza de aquellos que viviendo serpentinamente bajo las piedras salen a la vista. Se habla mucho de tolerancia, pero esta se practica poco. El Hermano Albert Pike decía que cuando el hombre habla mucho de algo es porque carece sobremanera de ello—y llevaba razón.

Yo escribo esta carta de apoyo a Fénix desde un punto de vista Regular, pues soy Masón Regular; sin embargo, tengo relaciones de amistad con la Masonería “irregular”, con la que colaboro con mis aportes de ideas y con mi fraternidad como amigo y como hermano. ¿Diferencias? Por supuesto, tengo algunas, y hablo de ellas, y las menciono, y algunos se molestan, otros me hablan y me protestan, otros me respetan, pero entre todos luchamos por aceptarnos los unos a los otros tal y como el Gran Misterio nos ha bajado aquí a la esfera terrestre. Una de mis más acerbas diferencias es que no apoyo ni entiendo el sentido de una logia mixta, pero sí apoyo la Masonería femenina—aunque tampoco la entiendo. Esto lo hago porque mi calidad de Masón me lo ordena, y porque al acatar esa orden espiritual he tenido que estudiarla al tiempo que aceptarla y predicarla. Desde mi punto de vista, filosófico y psicológico, pienso que la mujer jamás hubiera desarrollado un interés por la Masonería si hubiéramos vivido en un mundo más honesto donde la igualdad entre hombre-mujer hubiera estado disponible y sido fervientemente obvia. En cambio, pienso y digo, que la mujer en señal de rebelación contra el hombre, y queriendo mostrar su calidad poderosa también, se empeñó por ser aquello que tanto se le negaba: la igualdad de los sexos. Esto tiene poco que ver con la intelectualidad, de hecho tiene que ver absolutamente nada de nada. Esto tiene que ver con lo que Adler denominaba “la protesta masculina,” es decir, que la mujer al sentirse rechazada y usurpada por un sexo fisiológicamente más fuerte (en músculos, digo) se propone igualarse, se propone el tener aquello que solamente pertenece al hombre. En la Masonería encontramos tal ejemplo, pues la mujer desarrolló un interés en la Masonería en una época en la cual a la mujer se le vejaba de tal forma que tocaba plenamente las fronteras de lo inhumano. En la sociedad Victoriana, en la sociedad parisina, en la sociedad del siglo XIX y del XVIII, la posición social de la mujer era deprimente e injusta, y como producto de esto nació su interés en todo aquello que suponía el ámbito del enemigo-sexista: el hombre. Piensen, por ejemplo, que el hombre jamás ha tenido interés en un club de mujeres, jamás vemos en nuestra historia un conjunto de hombres que luchen por ser aceptados y admitidos dentro de un círculo femenino de estudios sobre el maquillaje, o sobre manicura—es así de simple: la razón es que el hombre se siente más poderoso y no necesita refuerzo psicológico alguno en ese aspecto. Huelga decir que el pensamiento masculino es majadero, y que tenerse por poderoso es producto de la ignorancia.

Cuento todo esto porque la “reina madre” del panal de los litigios entre la Masonería Regular y la Irregular gira en torno a ese tema. La Gran Logia Unida de Inglaterra no reconoce a la mujer masona, no da la “venia” de legalidad a la masonería femenina en calidad de igualdad a aquellas logias que haciendo exactamente lo mismo han conseguido el título de regular. Evidentemente, la sociedad machista Victoriana aún existe en la mente de muchos. Esta situación es deleznable, desalentadora, y eminente y aplastantemente salvaje.

Mi amigo y hermano Masón Juan Orrego está sufriendo las chispas calientes que saltan de la ignorancia cuando esta recibe el martilleo del trabajo cantero. La ignorancia es la piedra deforme, cuyas chispas siempre saltan hacia los lados. El H:. Orrego trabajando la piedra deforme que la Masonería Victoriana ha legado a la posteridad historia, ha recibido y sigue recibiendo esas chispas calientes y esas salpicaduras que se producen cuando se trabaja aquella piedra informe. Yo mismo he tenido muchas discusiones con él, muchas veces hemos estado en desacuerdo, y otras veces hemos llegado a algún acuerdo, pero siempre ha reinado entre nosotros la tolerancia entre hermanos. Recuerdo que una vez, al principio de nuestra amistad, yo le mandé un email diciéndole que me apenaba y me decepcionaba el hecho de que no me había contado que Fénix era una logia “ilegal,” y él muy cordialmente me telefoneó y me explicó la situación existente. El problema es el maldito lenguaje, la forma en que se describen las cosas, los hechos, las circunstancias que supuran por los poros de la vida. Existen muchas logias “ilegales,” como la misma que tenía y fundó el loco Aleister Crowley, estas dejan de ser logias y pasan a ser sectas, cultos auténticos donde se describen rituales que jamás existieron y que sólo son producto de la mente enferma del mecánico organizador. Yo pensé que Fénix era eso, una logia sectaria ilegal, y quise dejar bien claro que yo no tengo relación ni interés en ese tipo de “masonería.” Claro, por otra parte, la insensatez y malignidad de muchos hermanos regulares ha llegado a tiznar a tales logias irregulares con los adjetivos de “ilegales,” “clandestinos,” etc.., lo cual, me parece es desafortunado y desleal. No me importa el relacionarme con logias irregulares, siempre y cuando estas sean REGULARES en el modo de organización y ritualística Masónica, y si es así, si ellas son así, entonces, no han de ser llamadas “irregulares,” menos aún “clandestinas,” o “ilegales.”.

Ahora, el V:.H:. Orrego recibe un email insultante des un miembro de la Gran Logia del Perú, donde se le tilda de irresponsable: “Y lo peor de todo es que dejan mal el nombre del Perú, de los masones peruanos, de la Masonería peruana, pues engañan a los demás hermanos de otros Orientes haciéndose llamar Logia Constitucional del Perú...” dice, o más bien des-dice, la flecha perdida que se lanza desde el arco de la Masonería Regular Peruana; y digo yo, y me pregunto: ¿Qué clase de persona que sea racional, que haya pasado por unas iniciaciones masónicas donde el propósito principal es el auto-estudiar nuestras pasiones, nuestras malignidades, nuestra mortalidad, nuestra intolerancia, puede mandar tal tipo de nota y presentarse a sí mismo como “masón”? Una logia no es logia porque sea más vieja que otras, el hecho de que un error se perpetué en la historia no quiere decir que sea más sensato, menos aún que sea más certero—la única certeza es su erroneidad. Tampoco una logia es menos logia por el hecho de que esta sea nueva, recientemente fundada, pues todo tiene un principio y un fin—esa es ley de vida y todo Masón que se digne de ello ha de aceptar, entenderlo y estudiarlo. La historia siempre se escribe con la tinta de la sangre, de las desdichas, de los dolores y de las tristezas. Compasiva es nuestra condición de humanos. La clave de la historia ha de encontrarse en el testimonio histórico, en la mente del que la habla, es decir, de aquel que tiene la facultad de memorizar. Por ello, la historia es memoria. Por ello, la historia está escrita con la sangre de aquellos que pueden recordar—dice un antiguo proverbio indio—de aquellos que siendo un peligro para el que escribe la historia son puesto bajo el yugo de la espada y con su sangre se escriben los libros de historia. Fue el actor indio Floyd Red Crow quien en uno de los episodios televisivos de X-Files, dice una de las frases más proverbiales con la cual quiero terminar, hagan reflexión sobre ello porque la merece:

"There is an ancient Indian saying that something lives only as long as the last person who remembers it. My people have come to trust memory over history. Memory, like fire, is radiant and immutable while history serves only those who seek to control it, those who douse the flame of memory in order to put out the dangerous fire of truth. Beware these men for they are dangerous themselves and unwise. Their false history is written in the blood of those who might remember and of those who seek the truth." Floyd Westerman as Albert Hosteen in The X-Files episode "The Blessing Way"

“Existe un antiguo proverbio Indio en el que algo vive siempre y cuando una última persona lo recuerde. Mi pueblo ha llegado a confiar más en la memoria que en la historia. La Memoria, como el fuego, es radiante e inmutable, mientras que la historia sirve solamente a aquellos que buscan el controlarla, a aquellos que extinguen la llama de la memoria para así apagar el fuego peligroso de la Verdad. Ten cuidado de esos hombres porque ellos son peligrosos e ignorantes. Su falsa historia está escrita con la sangre de aquellos que podrían recordar y con la de aquellos que buscan la Verdad.”
Creative Commons License
Esta obra es publicada bajo una licencia Creative Commons.

COMICs