Por Edgardo González Medina
RR:. y QQ:.HH:.
1.- La supuesta prohibición contra un sano debate polìtico dentro de la masonería es generalmente un sofisma de HH:. que se sienten oprimidos por el eventual rechazo a sus opiniones polìticas particulares dentro de la masonería o el rechazo a la forma en que desean imponer sus opiniones. Mas que una resistencia al debate polìtico, la masonería insiste en el modo y las circunstancias en que dicho debate debe hacerse, con el objetivo de diferenciarse del tratamiento de estos temas en el mundo profano.
Por ello, es causa de una continuada molestia los reclamos de aquellos que pretenden confundir el fondo de las opiniones políticas con el modo en que aspiran que ellas adquieren respaldo o apoyo en el mundo masónico.
2.- Podemos designar como "perspectiva" masònica, una actitud particular en el tratamiento de los temas políticos y sociales. La perspectiva es un conjunto de premisas que ningún masòn deberìa eludir, referidas a principios esenciales de la doctrina masónica. No son extraños ni desonocidos estos principios, que podemos recoger tanto de la experiencia històrica concreta de la masoneria en la polìtica como de los ajustes teóricos que se han ido produciendo a través del tiempo. La Orden Masónica ha estado presente a través de la historia en muchos de los cambios políticos fundamentales de lahumanidad, y en cuanto a América Latina no hay duda que en los momentos fundacionales de la nacionalidad, fueron los masones quienes fungieron como los motores principales de los procesos de Independencia y de creaciòn de las Repúblicas. Por ello no es difìcil comprender que la masonería posee un principio republicano fuertemente arraigado, sustentado consecuentemente en teorías como las que Montesquieu describió en su obra "El espíritu de las leyes" y que ha gravitado desde nuestra Independencia sobre el curso de nuestro sistema político, con especial consideración del principio de separación y equilibrio de los tres poderes clásicos: Ejecutivo, Legislativo, y Judicial. Es muy improbable, entonces, que dentro de la masonería pueda intentarse imponer una teorìa cualquiera que, por ejemplo, promueva un sistema polìtico de dominación unipersonal, sea cualquiera la forma que adopte. El sistema polìtico arraigado en la masoneria es aquel de carácter democrático y representativo, y por eso rechaza en forma natural las teorias que justifican sistemas de democracia asambleísta, tumultuaria o directa. También es algo imposible debatir políticamente en la masonería bajo una perspectiva donde se admita aunque sea somera o veladamente, tendencias elitescas, vanguardistas, caudillistas, militaristas, acerca del sistema político. No puede pensar nadie que quienes juran dia a dia el oprobio a las tiranías, puedan siquiera considerar las formas tiránicas del sistema polìtico. A nadie se le negará que tome la palabra y hable, pero no debe esperar sino sonrisas irónicas, silencios gélidos, e invitaciones mas o menos cordiales a que se siente de nuevo en la piedra bruta y reflexione acerca de su pobre condición.
3.- Otro elemento esencial de la perspectiva masónica en el debate político es la fraternidad. Sin este elemento no se puede entrar en un debate polìtico en el templo. Esto lo olvidan o lo omiten deliberadamente (se diría que estúpidamente) solo pocos masones que no han comprendido el carácter fundamental de hermandad de la orden masónica, y convierten a priori sus opiniones en ataques contra los demás, previniendo y etiquetando de entrada con las peores calificaciones a quienes pudieran estar de acuerdo con opiniones distintas o quienes pudieran sostener diferencias. Esto no puede sino conseguir tempranamente (o tardíamente en algunos casos) la indiferencia absoluta ante los planteamientos de quienes asi se conducen. La perspectiva masónica impone una previa apertura mental para participar en el debate polìtico, tal que suponga diálogos siempre complementarios que no constituyan posiciones tomadas ni verdades incontrovertibles sino un proceso heterodoxo y tolerante de aproximaciones sucesivas a una verdad común.
4.- El masón latinoamericano de nuestro tiempo, confronta retos de extraordinaria significación, que no puede asumir sino bajo el signo de una perspectiva masónica que identifique las deficiencias del debate polìtico profano e intente corregir esas limitaciones con el uso de las herramientas morales y filosóficas de la masoneria. Hay quienes sostienen que en América Latina se están produciendo cambios. En lo personal no lo creo asi. Creo que se están produciendo nuevos liderazgos con ideas ya viejas. Cuando se observa el proceso político en Venezuela, por ejemplo, observamos un híbrido del modelo peronista (a su vez asimilación del viejo bonapartismo) , en su fase civilista, con el modelo mexicano del PRI en su fase revolucionaria, pero bastante parecido a los caudillismos y cacicazgos típicos de Venezuela.
El gobierno de Lula es algo muy similar a los gobiernos de Kubistchek, Quadros y o Guolart, incluso de Fernando Henrique Cardoso; gobiernos centrados con ideas moderadas de justicia social, y ahora un gobierno dispuesto a desplegar toda la experiencia polìtica anterior para no cometer los errores del pasado. En Uruguay, no obstante el ascenso de un nuevo frente de partidos de izquierda, su desempeño no dista sustancialmente de los gobiernos colorados en sus mejores momentos; probablemente por las mismas razones de sindéresis del gobierno de Brasil. Tanto en Perú como en Bolivia, sus gobiernos o en su defecto sus nuevos movimientos, reivindican las viejas ideas indigenistas de Haya de La Torre, que fueron sostenidas a su manera por el APRA y por el MNR, incluyendo la consideración del modelo del capitalismo industrial, el antiimperialismo, etc. Igual podemos decir de Chile, que experimenta una oportunidad mas de ese frente de tendencias progresistas que ha aparecido a cada rato al frente del Estado, con radicales, socialistas y comunistas. En todos, emergen los impulsos del nacionalismo, de la liberación nacional, que ha sido la perseverante inquietud de estas sociedades; pero también la misma perseverancia en la defensa de un régimen democrático.
5.- ¿Qué pasa en Ecuador?. Hago la pregunta para concluir con el tema. En Ecuador, además de la gravitación de Velazco Ibarra durante cuarenta años, el Congreso con sus variados partidos nuevos determinó hace poco la destitución de Bucaram, de Mahuad, y de Gutierrez, sucesivamente; y actualmente Ecuador pasa por esa misma crisis entre el Ejecutivo y el Congreso, que son símbolos de caminos opuestos en ciertas circunstancias. No creo que se pueda percibir la crisis de Ecuador como una confrontación ideológica, sino como una confrontación propia ya del Ecuador, entre el Congreso y el Poder Ejecutivo. Ya antes el Congreso litigó con el Ejecutivo, incluso con el respaldo de los partidos que se suponía debian apoyar al Ejecutivo, es decir los partidarios de Bucaram, de Mahuad o de Gutierrez en cada caso. ¿Quién nos explica ese fenómeno?. Escuché hoy al Presidente Correa en una declaraciòn y sus palabras son reveladoras: Alude la crisis del Congreso y afirma: "Ellos (el Congreso) venían haciendo su voluntad, y ahora les ha tocado algo de su propia medicina". Es la percepción de Correa.
El problema es que el Congreso ha venido imponiéndose, es decir los representantes de los partidos y grupos sociales en el Congreso venían haciendo las cosas a su voluntad ahora por medio de la utilización del poder judicial el Ejecutivo hizo que el Congreso se tomara algo de "su medicina". ¿No es acaso una precisa visión "ejecutivista" , por no decir autoritaria, incluso no original en el sentido de que Lucio Gutierrez también utilizó la Corte Suprema en su confrontación con el Congreso?. Yo creo que si. O al menos asi se percibe desde lejos. Y creo que este es un problema que Ecuador no ha podido resolver hasta ahora: El Congreso dio pasos gigantes para situarse en el centro del poder polìtico, y es difícil echarlo atrás de nuevo, sobre todo si alguna buena parte de las masas populares lo acompañan ahora. Los detalles de la destitución de los congresantes no los conozco y espero la información de los HH:. de ELAT, pero el hecho no parece aceptable para el pensamiento democràtico. ¿Cómo se destituyen 53 congresantes asi por asi?. Eso es difícil explicarlo.
Saludos a todos.
TAF
RR:. y QQ:.HH:.
1.- La supuesta prohibición contra un sano debate polìtico dentro de la masonería es generalmente un sofisma de HH:. que se sienten oprimidos por el eventual rechazo a sus opiniones polìticas particulares dentro de la masonería o el rechazo a la forma en que desean imponer sus opiniones. Mas que una resistencia al debate polìtico, la masonería insiste en el modo y las circunstancias en que dicho debate debe hacerse, con el objetivo de diferenciarse del tratamiento de estos temas en el mundo profano.
Por ello, es causa de una continuada molestia los reclamos de aquellos que pretenden confundir el fondo de las opiniones políticas con el modo en que aspiran que ellas adquieren respaldo o apoyo en el mundo masónico.
2.- Podemos designar como "perspectiva" masònica, una actitud particular en el tratamiento de los temas políticos y sociales. La perspectiva es un conjunto de premisas que ningún masòn deberìa eludir, referidas a principios esenciales de la doctrina masónica. No son extraños ni desonocidos estos principios, que podemos recoger tanto de la experiencia històrica concreta de la masoneria en la polìtica como de los ajustes teóricos que se han ido produciendo a través del tiempo. La Orden Masónica ha estado presente a través de la historia en muchos de los cambios políticos fundamentales de lahumanidad, y en cuanto a América Latina no hay duda que en los momentos fundacionales de la nacionalidad, fueron los masones quienes fungieron como los motores principales de los procesos de Independencia y de creaciòn de las Repúblicas. Por ello no es difìcil comprender que la masonería posee un principio republicano fuertemente arraigado, sustentado consecuentemente en teorías como las que Montesquieu describió en su obra "El espíritu de las leyes" y que ha gravitado desde nuestra Independencia sobre el curso de nuestro sistema político, con especial consideración del principio de separación y equilibrio de los tres poderes clásicos: Ejecutivo, Legislativo, y Judicial. Es muy improbable, entonces, que dentro de la masonería pueda intentarse imponer una teorìa cualquiera que, por ejemplo, promueva un sistema polìtico de dominación unipersonal, sea cualquiera la forma que adopte. El sistema polìtico arraigado en la masoneria es aquel de carácter democrático y representativo, y por eso rechaza en forma natural las teorias que justifican sistemas de democracia asambleísta, tumultuaria o directa. También es algo imposible debatir políticamente en la masonería bajo una perspectiva donde se admita aunque sea somera o veladamente, tendencias elitescas, vanguardistas, caudillistas, militaristas, acerca del sistema político. No puede pensar nadie que quienes juran dia a dia el oprobio a las tiranías, puedan siquiera considerar las formas tiránicas del sistema polìtico. A nadie se le negará que tome la palabra y hable, pero no debe esperar sino sonrisas irónicas, silencios gélidos, e invitaciones mas o menos cordiales a que se siente de nuevo en la piedra bruta y reflexione acerca de su pobre condición.
3.- Otro elemento esencial de la perspectiva masónica en el debate político es la fraternidad. Sin este elemento no se puede entrar en un debate polìtico en el templo. Esto lo olvidan o lo omiten deliberadamente (se diría que estúpidamente) solo pocos masones que no han comprendido el carácter fundamental de hermandad de la orden masónica, y convierten a priori sus opiniones en ataques contra los demás, previniendo y etiquetando de entrada con las peores calificaciones a quienes pudieran estar de acuerdo con opiniones distintas o quienes pudieran sostener diferencias. Esto no puede sino conseguir tempranamente (o tardíamente en algunos casos) la indiferencia absoluta ante los planteamientos de quienes asi se conducen. La perspectiva masónica impone una previa apertura mental para participar en el debate polìtico, tal que suponga diálogos siempre complementarios que no constituyan posiciones tomadas ni verdades incontrovertibles sino un proceso heterodoxo y tolerante de aproximaciones sucesivas a una verdad común.
4.- El masón latinoamericano de nuestro tiempo, confronta retos de extraordinaria significación, que no puede asumir sino bajo el signo de una perspectiva masónica que identifique las deficiencias del debate polìtico profano e intente corregir esas limitaciones con el uso de las herramientas morales y filosóficas de la masoneria. Hay quienes sostienen que en América Latina se están produciendo cambios. En lo personal no lo creo asi. Creo que se están produciendo nuevos liderazgos con ideas ya viejas. Cuando se observa el proceso político en Venezuela, por ejemplo, observamos un híbrido del modelo peronista (a su vez asimilación del viejo bonapartismo) , en su fase civilista, con el modelo mexicano del PRI en su fase revolucionaria, pero bastante parecido a los caudillismos y cacicazgos típicos de Venezuela.
El gobierno de Lula es algo muy similar a los gobiernos de Kubistchek, Quadros y o Guolart, incluso de Fernando Henrique Cardoso; gobiernos centrados con ideas moderadas de justicia social, y ahora un gobierno dispuesto a desplegar toda la experiencia polìtica anterior para no cometer los errores del pasado. En Uruguay, no obstante el ascenso de un nuevo frente de partidos de izquierda, su desempeño no dista sustancialmente de los gobiernos colorados en sus mejores momentos; probablemente por las mismas razones de sindéresis del gobierno de Brasil. Tanto en Perú como en Bolivia, sus gobiernos o en su defecto sus nuevos movimientos, reivindican las viejas ideas indigenistas de Haya de La Torre, que fueron sostenidas a su manera por el APRA y por el MNR, incluyendo la consideración del modelo del capitalismo industrial, el antiimperialismo, etc. Igual podemos decir de Chile, que experimenta una oportunidad mas de ese frente de tendencias progresistas que ha aparecido a cada rato al frente del Estado, con radicales, socialistas y comunistas. En todos, emergen los impulsos del nacionalismo, de la liberación nacional, que ha sido la perseverante inquietud de estas sociedades; pero también la misma perseverancia en la defensa de un régimen democrático.
5.- ¿Qué pasa en Ecuador?. Hago la pregunta para concluir con el tema. En Ecuador, además de la gravitación de Velazco Ibarra durante cuarenta años, el Congreso con sus variados partidos nuevos determinó hace poco la destitución de Bucaram, de Mahuad, y de Gutierrez, sucesivamente; y actualmente Ecuador pasa por esa misma crisis entre el Ejecutivo y el Congreso, que son símbolos de caminos opuestos en ciertas circunstancias. No creo que se pueda percibir la crisis de Ecuador como una confrontación ideológica, sino como una confrontación propia ya del Ecuador, entre el Congreso y el Poder Ejecutivo. Ya antes el Congreso litigó con el Ejecutivo, incluso con el respaldo de los partidos que se suponía debian apoyar al Ejecutivo, es decir los partidarios de Bucaram, de Mahuad o de Gutierrez en cada caso. ¿Quién nos explica ese fenómeno?. Escuché hoy al Presidente Correa en una declaraciòn y sus palabras son reveladoras: Alude la crisis del Congreso y afirma: "Ellos (el Congreso) venían haciendo su voluntad, y ahora les ha tocado algo de su propia medicina". Es la percepción de Correa.
El problema es que el Congreso ha venido imponiéndose, es decir los representantes de los partidos y grupos sociales en el Congreso venían haciendo las cosas a su voluntad ahora por medio de la utilización del poder judicial el Ejecutivo hizo que el Congreso se tomara algo de "su medicina". ¿No es acaso una precisa visión "ejecutivista" , por no decir autoritaria, incluso no original en el sentido de que Lucio Gutierrez también utilizó la Corte Suprema en su confrontación con el Congreso?. Yo creo que si. O al menos asi se percibe desde lejos. Y creo que este es un problema que Ecuador no ha podido resolver hasta ahora: El Congreso dio pasos gigantes para situarse en el centro del poder polìtico, y es difícil echarlo atrás de nuevo, sobre todo si alguna buena parte de las masas populares lo acompañan ahora. Los detalles de la destitución de los congresantes no los conozco y espero la información de los HH:. de ELAT, pero el hecho no parece aceptable para el pensamiento democràtico. ¿Cómo se destituyen 53 congresantes asi por asi?. Eso es difícil explicarlo.
Saludos a todos.
TAF