Q.·. H.·. Jaime Díaz Isasi
B.·. R.·. L.·. S.·. Fénix Nº 137—1
San Juan Bautista nació la madrugada del 23 o 24 de junio, seis meses antes que Jesús, siendo el único santo del que se conmemora su nacimiento y no su muerte, San Agustín hace la observación de que la Iglesia celebra la fiesta de los en el día de su muerte, pero en el caso de San Juan Bautista se conmemora el día de su nacimiento por que fue santificado en el vientre de su madre y vino al mundo sin culpa. La misión de San Juan Bautista no fue la de predicar el arrepentimiento y la virtud, ni el rechazo continuo y sistemático del vicio. Fue la de INICIAR a Jesús, que desde entonces se convirtió en el CRISTO. Dicho en otras palabras, su misión fue la iniciar al Maestro de Maestros, al más grande avatar que ha tenido la humanidad, fue la de convertir a una ser mortal en inmortal, a un ser humano en divino, en Dios.
El capítulo I del evangelio de San Lucas cuenta que Zacarías era un sacerdote judío que estaba casado con Santa Isabel con quien no tenía hijos por que ella era estéril, siendo ya viejos se le aparece el ángel Gabriel a Zacarías y le dice dos cosas: que vería al Mesías y que su mujer tendría u hijo, el cual seria el precursor del Masías y a quien debería poner por nombre Juan. El nombre Juan procede del hebreo YO-HASNAM que significa “Dios es Misericordioso” o también beneficencia, piedad, mérito.
No se sabe mucho de la infancia de San Juan Bautista, se cree que siendo muchacho y huérfano de padres huyó al desierto lleno del espíritu de Dios, vivió dedicado a la penitencia y a al oración, siempre vestía una piel de camello, la personalidad austera de Juan el Bautista le introdujo a renunciar a toda consideración, el se debía al cumplimiento de su obligaciones para con su Dios, la firmeza y fidelidad inmutables con que soporto el martirio antes de cometer una falta o traicionar a su maestro y su reprobación constante al vicio y su continua prédica al arrepentimiento y la virtud le hicieron acreedor al titulo de protector de la institución masónica.
El arqueólogo británico Gibson ha encontrado una gruta donde se supone habría vivido Juan Bautista, contiene bajos relieves, objetos de barro y cerámica, se han encontrado 250 000 piezas de alfarería que aparentemente pertenecen a artefactos utilizados en procesos de inmersión, también una escalera con 28 peldaños que conduce a una cámara con una piedra ovalada, para el baño de pie del creyente, igualmente se ha descubierto un bajorrelieve de una cara simbolizando una cabeza cortada.
Debemos recordar que San Juan Bautista es el patrono de los Templarios, nuestros antecesores directos, y que las primeras logias simbólicas se llamaron “Logias de San Juan” por que fueron el resultado de la integración de sociedades iniciáticas cristianas cuyo patrón siempre fue San Juan Bautista. Este es el único santo protector de la masonería.
Cuando tenía más o menos 30 años se fue a la rivera del río Jordán para predicar un bautismo de penitencia. Fue hasta allá donde llegó Jesús, quien fue bautizado por su primo y reconocido por este como el Mesías.
Podríamos aclarar que el rito de bautismo tal como lo conocemos actualmente difiere del rito de las primeras épocas de la historia, por ejemplo, en le Antiguo Testamento se señala que el rito de iniciación era la circuncisión . Más adelante entre los esenios se introduce el rito de bautismo pero con un sentido meramente exterior, o sea, en la idea de purificación, en este sentido lo uso San Juan Bautista y fue Jesús quien lo convierte en sacramento.
En la historia encontramos el uso del rito del bautismo, desde el principio inicialmente solo a los adultos y se realizaba por inmersión (entrar y salir del agua, o sea morir y resucitar a la nueva vida). Desde el siglo V d.C. se empieza a bautizar a los niños.
En muchas religiones las abluciones y los baños sagrados han sido frecuentes a lo largo de la historia como símbolo de purificación o nacimiento a una nueva vida. Los ritos de agua se usaron en Egipto, en Babilonia y en otras religiones mistéricas. El rito de inmersión significa o conlleva a borrar impurezas morales o espirituales. Hay que tener presente el significado del agua en otras culturas y en la Biblia, donde siempre aparece relacionada con la vida, la limpieza, la pureza y la purificación, la renovación de la vida y el renacer, esto es la desaparición de la vida pasada y el surgimiento de una nueva.
San Juan Bautista es el príncipe del santoral cristiano, su fiesta es le 24 de junio, es una fiesta solar, de luz y de fuego. Mientras Jesús ocupa el solsticio de invierno, San Juan Bautista toma posesión del solsticio de verano y es precisamente la vinculación de su nombre a las fiestas más esplendorosas y más vitalistas, lo que elevó su prestigio hasta límites que solo los milenios de la historia pueden explicar. No es gratuita la coincidencia entre el ancestral culto solar y San Juan Bautista, el personaje es de una gran talla, es una sol menos que abre el camino al gran so, que es Cristo, preparó los caminos del señor. Era la voz que clamaba en el desierto, no se callaba, no se callaba cuando no se debe callar, cuando veía los abusos del poder no giraba la cabeza aunque no le afectasen directamente.
El nombre de Juan tiene un encanto y una virtud invencibles, se impone con la fuerza positiva del mismo sol, con la viveza del fuego y con la fecundidad de la verbena. Entre los nacidos de mujer nadie fue más grande de Juan el Bautista.
La noche y el amanecer del 24 de junio están dedicados a San Juan Bautista en un esfuerzo de cristianizar las numerosas fuerzas que se manifiestan en esta mágica jornada en la que todas las sociedades tradicionales de Europa y América ponen en marcha numerosos rituales de antiguo origen y profunda funcionalidad cultural.
Un personaje símbolo de la cristiandad y un astro presiden la celebración, por una parte el sol, que según tradiciones sale bailando al amanecer del día 24, por otra parte el santo de la fecha, San Juan Bautista encargado de dotar de sacralizad a la fiesta.
Contando con el sol y con San Juan como componentes básicos de la celebración en la noche y el amanecer sanjuanescos, los hombres manipulan diversos instrumentos simbólicos con la finalidad de luchar contra distintos males que perjudican a los humanos. Fecha de transición astral que anuncia diversos cambios en la naturaleza equivalente a una ruptura de orden cósmica propiciadora de emergencias del inframundo.
San Juan Bautista
sábado, marzo 24, 2007