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1º de mayo conmemoraciòn no celebraciòn

Por: I:.P:.H:. Ricardo E. Polo
Editor General de la Revista Masonica HIRAM ABIF

QQ:.HH:. Todos:

Hace 55 años, un jovencito de 15 años se mezclaba con una manifestación gigantesca de hombres y mujeres que recorría las calles del barrio de Flores, en Buenos Aires, marchando por la avenida Rivadavia hacia la Plaza de Mayo.

Eran los "descamisados" que mi familia menospreciaba, junto al prejuicio de llamarlos "cabecitas negras", pues la burguesía local no admitía a ese vasto sector del pueblo argentino, que poblaba la ciudad y obtenía trabajo en las miles de fábricas que desde 1945 habían surgido en el país. No había desocupación. No había pobreza. No había miseria.

Por esos días no se "conmemoraba" el Día del Trabajo, sino que se "celebraba" pues los trabajadores argentinos entendían que se habían logrado las conquistas obreras, que en todo el planeta se reclaman, precisamente, el 1º de mayo.

Han transcurrido desde aquella fecha, nada más que 55 años y ese joven ahora tiene 70 años próximos a cumplir.

Desde el golpe de estado que en 1955 derrocó al presidente constitucional Juan D. Perón, ni una sola conquista social obtenida por aquél gobierno y extraída de los parámetros del libro "La Justicia Social" del Dr. Alfredo Palacios, primer diputado socialista de América, ha quedado en pie.

Sistemáticamente, con gobiernos desestabilizados permanentemente, con golpes de estado, con dictaduras sangrientas, Argentina ha retrocedido más de esos 55 años, hacia un Estado insensibilizado por la predica reaccionaria y con la más absoluta precarizaciòn de sus conquistas sociales. No solo por neoliberales de afuera, sino lo peor, de adentro.

Este fenómeno pareciera no ser advertido por los latinoamericanos.

Observando las imágenes televisivas de la totalidad de los países latinoamericanos conmemorando el 1º de mayo, hemos podido observar las multitudes de cada país reclamando derechos que les son negados, distorsionados, menoscabados y cada vez más precarizados por el modelo neoliberal que se ha solazado en el planeta. Y en otros casos, derechos jamás obtenidos.

Lo asombroso es que también en la Europa de la Comunidad Europea, los reclamos de justicia social son una avalancha a lo mejor menos civilizada que la de América Latina. Aunque parezca asombroso.

Ayer, 2 de mayo, en las Listas masónicas en la Web apareció el texto que sigue:

"Desde su establecimiento en la mayoría de países (aunque la consideración de día festivo fue en muchos casos tardía) por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago, sindicalistas anarquistas, que fueron ajusticiados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1º de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket en Chicago.
Curiosamente en los Estados Unidos no se celebra esta conmemoración. Allí celebran el Labor Day el primer lunes de septiembre, desde 1882, en una parada realizada en Nueva York y organizada por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor, en inglés). El presidente Grover Cleveland, auspició la celebración en septiembre por temor a que la fecha de mayo reforzase el movimiento socialista en los Estados Unidos..."


Como es de advertir, muy pocos conocen este episodio y el fragor de las luchas reivindicatorias de hoy día constituye un hito significativo en el decurso histórico de la humanidad.

Tal vez hoy, más que nunca, los antagonismos entre el Capital y el trabajo, poseen más fuerza dinámica contenida, que todas las que llevaron al mundo a las distintas alternativas de la 1ra. y 2da guerra mundiales y el estallido de la revolución Rusa, cuyos efectos tuvieron durante casi 70 años, al planeta en vilo. Y la "guerra fría"...

Nunca como hoy, la verdad y la mentira el bien y el mal, se manifiestan en toda su magnitud.

Nunca, como hoy, existió tanta confusión, tanta ignorancia, tanta distorsión de la realidad, al punto de que los enfrentamientos ya no se manifiestan entre trabajadores y empresarios, el pueblo y el poder, sino entre todas las fuerzas dinámicas que marcan un punto caótico entre la realidad y la ficción "globalizadora".

No deseo ser premonitorio ni este trabajo representa una agorería.

Me propongo señalar algunos aspectos de la necesidad que tenemos, especialmente los masones, de ceder posiciones en esta realidad agobiante de tonterías, fruslerías, divagaciones, falta de compromiso e irrealidad, que se manifiesta en el decurso de los correos que van y vienen en el seno de las Listas Masónicas en la Web, en las que se manifiesta una desorientación argumental, teórica y práctica del quehacer masónico.

La Masonerìa se ha autocalificado de "liberal".
Y un número considerable de masones cree que el "liberalismo" que proclama la Masonerìa es un liberalismo de corte económico-social, imperante por estos días en el planeta.

Se equivocan de lleno. La Masonerìa es una institución de corte liberal-político, que adhiere a la libertad política, a los Derechos del Hombre y el Ciudadano, cuya proclamación ha dado origen a las libertades públicas del siglo XVIII-XIX......, después de la Revolución Francesa y que aún subsisten y se ven amenazadas por las teorías "globalizadoras"...

Definamos: El neoliberalismo encarna los despotismos, es decir la Tiranía, dictadura, autocracia, autoritarismo, totalitarismo, absolutismo, caciquismo, cesarismo, imperialismo, opresión, arbitrariedad, intransigencia, inflexibilidad, que son las caracterìsticas del capitalismo, que a su vez se define hoy como neoliberalismo, librecambismo, industrialismo, plutocracia, mercantilismo...

Lo contrario de todo ello es lo liberal, el liberalismo, democracia, tolerancia...

Veamos como se define el término democracia: Liberalismo; libertad, pluralismo, tolerancia, lo contrario es la autocracia, la dictadura y la tiranía.

No es necesario análisis alguno para "entender" tales definiciones, sin que deban ser bastardeadas por los "reaccionarios" enquistados en nuestras naciones, que obran bajo el palio de la democracia para proseguir la opresión de los pueblos, la precarizaciòn del trabajo, incrementar la rentabilidad de las empresas, contribuir a la concentración del capital, que no es un fenómeno del siglo XXI, sino una etapa del capitalismo improductivo, que se concentra en todos los sistemas financieros.

Ese chico de 15 años que se habían metido en la concentración multitudinaria que se manifestaba hacia Plaza de Mayo, "comprendió", ese día de 1952, no solo la magnitud de la potencialidad de la masa, sino la dinámica que habría de oponerse a esa fuerza, pues no cabe duda que aquél "progreso" alcanzado vulneraba los intereses del capital al que se le "arrancan" derechos inalienables. Como había ocurrido -porque en aquél tiempo se tenia conciencia de ello- el 1 de mayo de 1886, que por el reclamo de las 8 horas de trabajo asesinaba a 7 trabajadores de Chicago, con la secuencia del 4 de mayo con la Revuelta de Haymarket...

En síntesis: Ese joven de 15 años que carecía de "celular", computadora, family Game, play station, tiempo de holgazanear, tenía al menos perspectivas de estudio y tal vez el provenir al que pudo acceder, ya podía entender que no todo lo que brilla es oro y que bajo el sol habrían de ocurrir muchas cosas.

Como han ocurrido. Hoy es masón, escribe y publica. Se relaciona con HH:. de todo el mundo y asiste asombrado a la precariedad de una realidad que lo supera. En el seno de las Logias aprendió a "manejar" las herramientas del simbolismo y al mismo tiempo advertir el mal uso que de ellas se hace, cuando se distorsionan en la vacuidad de contenidos, la secuencia de la trivialidad, la manifiesta desorientación doctrinaria que se expone en la falta de compromiso con los principios de la masonería y un supino olvido de los objetivos masónicos, que se fundamentan en la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, tres de los grandes paradigmas masónicos que son bastardeados incluso por "interpretaciones" escritas y firmadas con la más absoluta necedad y distorsión doctrinaria.

Por estos días, las justificaciones basadas en los "landmark´s" de James Anderson, andan por las listas ninguneando comprometerse con la realidad, es decir, con el dolor, la injusticia, la inequidad, las iniquidades, que padecen los pueblos. Hay HH:. que se "despegan" de sus conciudadanos por ser "indígenas" "...descolocados del statu quo" y con pretensiones de gobernarse y gobernar. Hay HH:. que se contradicen de sus ideas apelando al insulto, la denigración y hasta el prejuicio racial hacia sus conciudadanos. Hay HH:. que se duelen de la democracia, pues a ella la consideran para si no para "los demás". Hay HH:. que no tienen idea de lo que procura establecer en el mundo la Masonería y están autoconvencidos de que las Logias son clubes sociales y obran en consecuencia.

Los hay que divulgan frases hechas, distribuyen versitos, pps, o felicitan con interjecciones no sabemos qué graciosas curiosidades.

Los saludos pasan volando en los mensajes, como si las Listas masónicas en la Web debieran reemplazar el bar de la esquina, el club de barrio o las peñas folklóricas. Unos suelen vender las frases descolocadas de algún libro ni siquiera leído y otros se solazan del pensamiento de Jorge Luis Borges... y tristemente, como en el caso mencionado por Erasmo de Rotterdam, de clamar por la virgen María, pero sin imitar sus virtudes.

También observamos cómo algunos QQ:.HH:. se "desgañitan" enviando interesantes e importantes trabajos sobre temas realmente trascendentes o al menos ilustrativos, recibiendo como premio a sus inclinaciones estallidos de ofensividad... Intolerancias varias que pasan casi desapercibidas... por ser tantas.

Finalmente, viendo en los noticieros televisivos de toda América Latina, las multitudes reclamando, clamando por sus derechos o en Turquía millones de ciudadanos reclamando por la Laicidad debido al avance del islamismo fundamentalista, y observando la parsimonia olvidadiza de los QQ:.HH:. tan desestabilizados intelectual y moralmente por la inercia masónica, no me asombra a los 70 años, el que a los 15 ya intuyese que los reaccionarios tal vez obtengan el premio a su perseverancia.

Porque siendo la Masonerìa una fuerza moral e intelectual que procura el progreso de la humanidad, en sus filas también milita la reacción. ¡Loado sea.!

Hoy, millones de jóvenes menores de 25 años, andan como parias por el mundo, sin estudios, ni trabajo, ni orientaciòn para el respeto a la disciplina social.

Los padres de estas dos últimas generaciones carecen de autoridad para orientar a sus hijos y apelan a las tecnologìas distractivas para evitar ocuparse de sus deberes paternos.

Ya no existen los jóvenes de 15 años que leìan a Sartre o a Camus, o a Julio Verne y Emilio Salgari. Esos imagineros han sido reemplazados por el "spiderman", el hombre araña o los héroes individualistas norteamericanos, que en cada pelìcula asesinan de variopintas y sofisticadas maneras, a cientos de "militantes terroristas".

Los papas hacen gala de sofisticaciòn hacia sus hijos, entregándoles "jueguitos" de asesinatos múltiples y premios al que más puntos obtenga... cada punto es una vìctima.

Esos papas transitan por las logias desparramando ese tipo de "sabidurìa", mientras frente a la realidad agobiante de jóvenes adictos al "paco" o a la pistola para obtenerlo, los papas "protestan" por la falta de seguridad... por ellos mismos engendrada.

A esta altura de mi vida, he dejado de lado la "diplomacia" hipócrita de la mentada "tolerancia fraterna", para exprersar lo que siento y lo que pienso, ante esta realidad soslayada por la miopía de tanto petulante, que adora "el silencio" como "virtud" masónica y el mirar para el costado... de tan hermano fraterno que se siente.

Seamos sensatos. Contribuyamos a un mundo mejor ante este actual imperfecto, pero de cara al sol y no como dilectos hijos de las sombras... que debiéramos combatir.

El 1 de mayo no es una fiesta, es un permanente llamado de atenciòn a toda la pusilanimidad que nos abarca.

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