Lautaro, vencedor de Tucapel
Origen
Su nombre se debe a los relatos que contó Bernardo O'Higgins a Miranda sobre la oposición que realizó el toqui mapuche Lautaro a la dominación española de Chile en el siglo XVI. El objetivo de esta logia era lograr la independencia de América de los españoles, estableciendo un sistema republicano unitario y un gobierno unipersonal. En 1807, Miranda fundó en Cádiz y Madrid filiales de los Caballeros Racionales.
La primer filial de la Logia se fundó en Cádiz (España) en el año 1811, con el nombre de Logia Lautaro.
Según el historiador argentino Emilio J. Corbiere, la masonería llegó al Río de la Plata a fines del siglo XVIII, influida por la masonería española y no por la inglesa como se ha creído. Cuando San Martín, Alvear y otros patriotas llegaron a Buenos Aires en 1812, la Orden ya estaba implantada: existía la Logia Independencia y en 1795 y en 1810 se establecio una homónima, presidida por Julián Alvarez, la cual se llamó Logia de San Juan, y suministró los elementos básicos para la Lautaro. Las Lautarinas fueron logias masónicas operativas no en el sentido tradicional del término, sino con objetivos revolucionarios, además de simbólicas; de ahí el error de muchos autores, incluso masónicos, que permitió generar fábulas impulsadas por los escritores católicos y antimasónicos en general. San Martín fue iniciado masón en la Logia Integridad de Cádiz y de allí pasó a la Logia Caballeros Racionales Nº 3, donde recibió el Tercer Grado de la masonería simbólica, el de Maestro Masón, el 6 de Mayo de 1808. Posteriormente funda con Alvear la Logia Caballeros Racionales Nº 7.
José Stevenson Collante, por su parte, afirma que en este proceso revolucionario, gran parte de sus miembros tenían la doble investidura de masones de Logias Regulares Universales y de Masones de Logias Patrióticas Revolucionarias Americanas.
Otra versión indica que, aparentemente, de acuerdo a las investigaciones del reputado autor masónico Albert Gallatin Mackey, la Logia se compondría de dos cámaras: la masonería simbólica o azul, que constaba de los tres primeros grados, y la masonería superior o roja, compuesta de los grados 4° y 5°, Rosa Cruz y Kadosh, respectivamente, de acuerdo a la terminología masónica. Esta cámara o sección fue denominada por San Martín como Gran Logia de Buenos Aires, y fue la que actuó en política con prescindencia de la Lautaro, la cual no intervenía para nada en las deliberaciones de aquélla. Por lo tanto, no se trataría de uno, sino que serían dos organismos autónomos, aun cuando guardaran entre sí una estrecha relación
Entre los miembros principales que participaron en esta sociedad caben destacarse:
Francisco de Miranda, Santiago Mariño, Andrés Bello, Luis López Méndez y Simón Bolívar de Venezuela
José María Caro de México
Bernardo O'Higgins de Chile
Juan Pablo Fretes (sacerdote de Paraguay)
José de San Martín, Carlos de Alvear, Bernardo de Monteagudo, Gervasio Posadas y Tomás Guido de Argentina
José Cortes de Madariaga (sacerdote chileno, prócer de Venezuela)
Francisco Isnardi (italiano, nacionalizado venezolano, amigo de Miranda)
Logia Lautaro de Buenos Aires
Fue la primera filial establecida en América. Esta sociedad secreta fue creada en Buenos Aires, en 1812, por José de San Martín, Carlos María de Alvear, y Julián Álvarez. Tenía como objetivo principal luchar para lograr la independencia continental, triunfando en el plano militar, y haciendo que la política siguiera ese objetivo básico. Se unió a la Sociedad Patriótica que fuera creada por Mariano Moreno.
José de San Martín participó en Londres en las reuniones del grupo que se desarrollaron en las casas de Andrés Bello y Luis López Méndez, fundando luego esta logia en Buenos Aires. Mantenían reuniones en las casas de alguno de sus miembros o en un local ubicado en lo que actualmente es la calle Balcarce, frente al Convento de Santo Domingo.
Miembros
Entre sus miembros o "Hermanos" estaban:
José de San Martín
Carlos María de Alvear
José Matías Zapiola
Ramón Eduardo de Anchoris
Bernardo de Monteagudo
Juan Martín de Pueyrredón
Antonio Álvarez Jonte
Nicolás Rodríguez Peña
Julián Álvarez
Finalmente la Logia Lautaro fue disuelta en el año 1820.
La influencia de la Logia se extendió de a poco entre otros países sudamericanos, fundándose varias filiales.
Logia Paz y Perfecta Union - Fundada en 1816
La primera logia establecida en territorio peruano, cuando aún dependía de la Corona Española, fue PAZ Y PERFECTA UNIÓN, fue en sus inicios una logia Lautarina , organizada a mediados de 1816-1817 (los cuales constan asi ,en documentos que actualmente se guardan en el museo de La Gran Logia de los Antiguos Libres y Aceptados Masones de la Republica del Peru).
En mayo de 1816 zarpa del puerto de Cadiz un convoy compuesto de la fragata Venganza y los buques de comercio Aurora Velez y Mejicano.
En la fragata viajaban destacados mienbros del ejercito español a servir en America del Sur ; estos eran nueve Francmasones,de diversas Logias ,que fundaron durante el viaje en la fragata Venganza , la "LOGIA CENTRAL LA PAZ AMERICANA DEL SUD" , al mando del Comandante de la Fragata Don Jeronimo Valdez.
Con los ideales de formar una NUEVA PATRIA en America , pertenecientes al Partido Liberal ,perseguido de muerte por el despota y sanguinario Fernando VII . Anclan en el puerto de Arica, el 7 de Septiembre de 1816 y se instalan definitivamente en Lima a comienzos de 1817.
Adaptando la estructura de las logias lautarinas constituidas en Europa y Argentina a las circunstancias especiales que vivía el Perú virreinal, con el objeto inmediato de apoyar y mantener contacto permanente con la corriente libertadora del Sur.
En esos tiempos bajo la dirección de don José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, la que pasó al Libertador José de San Martín en Julio de 1821(la que asi fue reconocida por el Libertador a su llegada a Lima como primera Logia organizada en suelo Peruano).
Al año siguiente se constituyó ORDEN Y LIBERTAD bajo la conducción del prócer José Faustino Sánchez Carrión, y al año siguiente VIRTUD Y UNION. Estas tres logias perviven lozanamente en la actualidad, manteniendo los números que al regularizarse o instalarse regularmente les correspondió con arreglo a su antigüedad. En los años siguientes se formaron algunas más.
Desde sus inicios estuvo Jurisdiccionada al Supremo Concejo Grado 33 para la Republica del Peru y desde 1928 bajo los auspicios de la Muy Respetable Gran Logia de Antiguos Libres y Aceptados Masones de la Republica del Peru .
Datos Historicos de la Masoneria Peruana y La Leyenda de la Logia Paz y Perfecta Union
Es conveniente señalar que la presencia de la masonería en la historia peruana se remonta a varias décadas anteriores al siglo XX, históricamente verificable en los inicios de nuestra vida política como república independiente.
Sus antecedentes en el Perú estarían vinculados al desarrollo de la corriente liberal en España, expresada en los reformistas de Cádiz, luego perseguidos por Fernando VII, después de que este último fuera restablecido en el poder. En 1814, se abolió la obra de las cortes gaditanas.
Las primeras noticias históricas sobre los masones en el Perú datan de 1751, cuando “una circular de la Suprema [...] solicita la lista de militares o políticos que se hubiesen presentado voluntariamente a confesarse como tales” (1). Sus miembros generalmente eran europeos, por ejemplo, en el caso del cirujano francés Diego Lagrange.
En la cronología que nos ofrece el historiador masón Eduardo Mendoza Silva para el caso peruano (2), la institución data de 1635. Sin embargo, no se conoce prueba documental que avale ese orden. Los inicios de la masonería “formal” se producen con la Logia de Lima, mencionada por Ricardo Palma en su tradición “La casa de Pilatos”.
Luego, en 1762, continúan las actividades de la Logia de Lima, en la que hipotéticamente fuera iniciado José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II. La Logia de Lima cambió de nombre en 1804, al denominarse Logia Lautariana de Lima, la cual funcionó hasta el 28 de julio de 1821.
Segun cuenta la Leyenda por una necesidad de secretismo inherente a estas ordenes fue que la Logia de Lima , despues Logia Lautarina de Lima ; de manera intencional para encubrir y confundir a sus detractores de la Inquisicion , es que paralelamente se hace llamar con su palabra de reconocimiento "Paz y Perfecta Union" , la cual quedaria en la historia hasta nuestros dias.
La actividad masónica en las provincias también fue conocida, desarrollándose la Logia Lautariana de Arequipa. Es importante resaltar que para 1816 se fundó la Logia Central La Paz Americana del Sur, la cual funcionó a bordo de la fragata Venganza y posteriormente en Logia de Lima despues Logia Lautarina de Lima y finalmente Logia Paz y Perfecta Union (extrañamente pareciera que la historia quisiera confundir y tal vez la Logia que vino en la fragata Venganza se unio con La Logia de Lima ya existente en suelo Peruano); también se mencionan las logias de Lambayeque –en la llamada Casa de Monjoy o casa de los masones–, Huaura, Trujillo, Aznapuquio y la de Punchauca. Tenemos, por ejemplo, la existencia de logias que, según refieren los datos masónicos, existieron durante el período prerrepublicano: Sociedades lautarianas (1800), Callao (estas sociedades existieron también en Lima, Chiclayo y Arequipa); logia Central de la Paz Americana (1816)(fragata Venganza),Logia de Lima(Paz y Perfecta Union); logia Unión y Orden (1820), Lima; logia La Unión Auxiliadora”(1825), Lima; logia Virtud y Orden (1825), Lima (inicio de la República).
En torno al tema masónico, la red de influencia de esta organización fue bastante amplia, encargándose de divulgar conceptos y experiencias organizativas referentes al discurso europeo, pero con connotaciones específicas en los países americanos en que se desarrolló. Asumimos que la masonería trató de incorporar figuras patrióticas con el fin de legitimar su presencia e ideario nacional. Así, por ejemplo, fue conocido el interés masónico por incorporar al imaginario masónico a Túpac Amaru II, San Martín, Sánchez Carrión, Miguel Grau, entre otros. Tenemos noticias de que la mayoría de nombres simbólicos de algunos miembros masones se inspiró en Manco Cápac, Caupolicán, Moctezuma y Huáscar (3).
La asociación entre las nociones de patria y masonería debemos buscarlas más allá de las filiaciones masónicas, pues la institución fue considerada herética en la mayoría de los casos por ser secreta; el halo de misterio que rodeó a los masones impregnó de cierta aceptación soterrada en determinados sectores de la población. Ricardo Palma rescata en sus Tradiciones peruanas las reuniones masónicas de carácter nocturno y casi clandestino, a la cual pertenecían prominentes miembros de la sociedad peruana, reunidos para plantear y discutir a media voz temas que abarcaban desde los orígenes algo exóticos de la organización hasta los ingresos económicos de ésta. En la tradición “La casa de Pilatos” (4), se hace referencia a los rumores de la población sobre la existencia de encuentros masónicos. Dice Palma: “En agosto de 1635 y cuando la casa estaba arrendada a mineros y comerciantes portugueses, pasó por ella, un viernes a media noche, cierto mozo truhán que llevaba alcoholizados los aposentos de la cabeza. El portero habría probablemente olvidado echar el cerrojo, pues el postigo de la puerta estaba entornado. Vio el borrachín luces en los altos, sintió algún ruido o murmullo de gente, y confiando hallar allí jarana y moscorrofio, atrevióse a subir la escalera de piedra, que es dicho sea de paso, otra de las curiosidades que el edificio ofrece. El intruso adelantó por los corredores hasta llegar a una ventana, tras cuya celosía se colocó, y pudo a sus anchas examinar un espacioso salón iluminado, y cuyas paredes estaban cubiertas por tapices de género negro. Bajo un dosel vio sentado a uno de los hombres más acaudalados de la ciudad, el portugués Don Manuel Bautista Pérez, y hasta cien compatriotas de éste en escaños, escuchando con reverente silencio el discurso que les dirigía Pérez y cuyos conceptos no alcanzaba a percibir con claridad el espía.
Frente al dosel y entre blandones de cera, había un hermoso crucifijo de tamaño natural. Cuando terminó de hablar Pérez, todos los circunstantes, menos éste, fueron por riguroso turno levantándose del asiento, avanzaron hacia el Cristo y descargaron sobre él un fuerte ramalazo. Pérez, como Pilatos, autorizaba con su impasible presencia el escarnecedor castigo. El espía no quiso ver más profanaciones, escapó como pudo y fue con el chisme a la Inquisición, que pocas horas después echó la zarpa encima a más de cien judíos portugueses. Al judío Manuel Bautista Pérez le pusieron los católicos limeños el apodo de Pilatos y la casa quedó bautizada con el nombre de Casa de Pilatos. Tal es la leyenda que el pueblo cuenta.
Ahora veamos lo que dicen los documentos históricos.
En la Biblioteca de Lima existe original de los portugueses y de él sólo aparece que en la calle del Milagro existe la sinagoga de los judíos, cuyo rabino o Capitán Grande (como dice el Fiscal del Santo Oficio) era Manuel Bautista Pérez (5). El fiscal habla de profanación de imágenes; pero ninguna minuciosidad refiere con la popular conseja. El juicio duró tres años. Quien pormenores quiera, búsquelos en mis Anales de la Inquisición de Lima.
Pérez y diez de sus correligionarios fueron quemados en el auto de fe de 1639, y penitenciados cincuenta portugueses más, gente toda de gran fortuna. Parece que al portugués pobre no le era lícito ni ser judío, o que la Inquisición no daba importancia a descamisados. Y no sé más sobre Pilatos ni sobre su casa” (1868). “Sólo me resta añadir que en el siglo XIX, cuando en toda América alboreaba la Independencia, fue en esa casa donde funcionó la primera logia masónica, preparatoria del arribo de San Martín. Los enciclopedistas franceses habían puesto a la moda la masonería, que en nuestro siglo XX reposa en el panteón de las antiguayas.” (Nota agregada por el autor en 1917.)
De la tradición descrita se pueden extraer diversas apreciaciones, particularmente que lo contado por Palma puede haber tenido cierto asidero en la mentalidad popular, asociándose las ideas de herejía versus masonería, así como la persecución de parte de la Iglesia católica hacia los masones y. sobre todo. la presencia de extranjeros “judíos y portugueses” difusores de ideas contrarias contra la religión. Otra de las posibles relaciones que existirían sería la confusión que tanto Palma como otros miembros masones o no realizarían entre clubes patrióticos y logias masónicas. Cabe mencionar que Palma fue un destacado masón y dicha confusión entre club y logia pudo ser voluntaria.
Notas
(1) Fernando Ayllón. El Tribunal de la Inquisición. De la leyenda a la historia, p. 499. (2) Eduardo Mendoza Silva. Historia de la masonería en el Perú. Masonería pre-repúblicana. Lima: Imp. Rávago e Hijos, [19—] 312 p.:il. (3) Titulo XV (observación y reforma de la Constitución). Constitución Masónica. Estatutos generales de los francos y libres masones del Perú. Lima, 1850. Impreso por J. Franklin Haley. (4) Ricardo Palma, Tradiciones Peruanas. Ver: “La casa de Pilatos”, vol. II. Edición y prólogo de Edith Palma, Lima-Perú, 1968, p. 360-363. (5) Manuel Bautista Pérez fue uno de los más notables lusitanos que vivió en nuestro país. Era natural de Ansar (Coimbra, Portugal), de 46 años. Según lo señalado por Ricardo Palma en sus Anales de la Inquisición de Lima, éste era un rico comerciante. Se le acusó de judío “(...) y de mantener en actividad clandestina su fe y propagarla a despecho de las prohibiciones” (Anales de la Inquisición de Lima, XXIII), pero el hecho más importante que debe ser señalado es el de la posesión de una pinacoteca y una biblioteca de 135 títulos y 155 volúmenes que revelaban la vasta cultura del comerciante portugués. Las persecuciones de la Inquisición no sólo revelaron el interés por el mantenimiento de la pureza del credo católico, sino también la estrecha relación con la persecución de libros considerados herejes. (6) Revista Gran Logia del Perú. Fraternidad. Edición extraordinaria, 1996, p. 12. Don Miguel Grau Seminario. R\H\ Francisco Piña Baca. Ver también el estudio de Alfonso Harth Bedoya, Ricardo Palma: egregio tradicionista e ilustre masón peruano. Lima, San Marcos, 1992. Notas. (7) El almirante Miguel Grau (1834-1879). Una aproximación biográfica. Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura. Asociación de Historia Marítima y Naval. (8) El Correo Peruano. Boletín Marítimo y Mercantil. 10.04.1848, Nº 1009, Año IV “Y el que contra los hábitos y ritos de la Sociedad se había descubierto, mostró el venerable rostro y la blanca barba de un anciano de ochenta años. –Bien, dijo el extranjero, ahora diré que el que está a tu izquierda es el representante del círculo inglés, el que preside la lojia de Caledonia. –¿Quién os ha convocado?, preguntó el desconocido, pasando de interrogado a interrogante. –El Círculo Supremo. –Sin duda no habéis venido sin objeto, dijo el extranjero volviéndose al presidente y a los cinco jefes, vos de Suecia, vos de Londres, vos de Nueva York, vos de Zurich, vos de Madrid, vos de Varsovia y vosotros, todos en fin, continuó dirigiéndose a la multitud de las cuatro parte del mundo, también habéis venido con objeto al santuario terrible de la fé. –Ciertamente que nó, respondió el presidente. Venimos ante el fundador de un misterioso imperio en Oriente que reunido los dos hemisferios en una comunidad de creencias que enlazado las manos fraternales dejenero humano. –¿Y hay algún signo cierto por el que puedan reconocerse? –Sí, dijo el presidente, y Dios se ha dignado revelármelo por medio de sus ángeles [...] Volvióse enseguida al viajero. –¿Qué deseas?, le preguntó. –Ver la luz, respondió éste.” (9) Ibíd. ¡Estos Terribles Masones!, por el hermano José Gálvez Barrenechea, p. 30-31. (10) Estatutos Jenerales o Constitución Masónica de los Francos y Libres Masones del Perú. Lima, 1850. Impreso por J. Franklin Haley.
Logia Lautaro de Santiago de Chile o Logia Lautarina
La principal misión de la Logia Lautarina era establecer gobiernos independientes en América Latina. Dado su carácter de organización secreta ayudó a coordinar y establecer contactos entre muchos de los líderes de la independencia de Chile y Argentina. Asociados destacados de la logia fueron Bernardo O'Higgins y el citado José de San Martín. O'Higgins fue el autor de la Constitución Matriz de la Logia Lautaro establecida en Chile.
La Logia Lautaro de Santiago fue instalada el 12 de marzo de 1817, después del triunfo de los patriotas en la Batalla de Chacabuco. Tuvo filiales en el Perú, Bolivia y Uruguay.
Actualmente se cree que la Logia Lautarina planeó el fusilamiento de los hermanos Carrera (Juan José y Luis) en Mendoza y del asesinato de Manuel Rodríguez en Til-Til, ambos eventos en 1818.
Miembros
Bernardo O'Higgins
José de San Martín
Tomás Guido
José Antonio Balcarce
José Ignacio Zenteno
Juan Gregorio Las Heras
Ramón Freire
Manuel Blanco Encalada
Miguel Zañartu
Ramón Arriagada