Por Víctor GUERRA
Desde antiguo, o al menos en España cuando se desea definir a las distintas masonerías, se realiza una clasificación ambigua como es masonería liberal frente a otra conservadora, o dogmática frente a otra a la cual se caracteriza como adogmática. Y se da el caso luego que en una Obediencia la que sitúa en la ultraliberalidad como es el GOdF (Gran Oriente de Francia) o la GLSE (Gran Logia Simbólica Española) pues hay logias y masones amantes del iluminismo o de los ritos templarios, y en cambio en las que se consideran como dogmáticas pues hay militantes activos del internacionalismo y militantes de la izquierda republicana. Lo cual en parte nos rompe los esquemas.
Las clasificaciones o sistematizaciones en que tópicamente se suele dividir a las Obediencias masónicas, y me estoy refiriendo, a cuando caracterizamos conceptualmente a la masonería en dos grandes bloques: masonería «regular» y masonería «liberal», emboscándonos en un cenagoso firme en el cual la generalización hace que se pierdan muchos conceptos, sobre los que creo debemos reflexionar.
Por tanto, para salvar en parte ese empatanamiento «conceptual» propongo una clasificación distinta, y muy alejada de los tópicos, pero que creo que en líneas generales, puede resultar más fácil de entender por qué las distintas Grandes Logias y Orientes adoptan unas u otras Constituciones o landmarks, o el porqué de la aplicación rigurosa y hasta dogmática de esas directrices ritualísticas, o por el contrario del inmovilismo que impera en algunas Obediencias, o del espiritualismo que preside todo el ámbito de trabajo otras, o los aspectos de secularización que algunas predican…
Estoy hablando de ese «corpus ideológico» del cual se revisten las Obediencias que se llama Rito y se ejercita como ritual.
Tal vez, bajo un prisma de clasificación novedoso podamos entender por qué existe esa negación continuada por parte de algunos investigadores, masones y Obediencias a plantear la existencia de una filosofía de la masonería, tal y como nos plantea Giuliano di Bernardo en su trabajo: Filosofía de la Masonería1.
Tal vez, esa renuencia es debida a que el terreno de la ambigüedad es un buen estanque donde todos pescan, y queda poco espacio para las explicaciones enojosas, aunque luego esas simplistas clasificaciones pasan factura.
Es evidente que ir a la simplificación entre masonería liberal y regular, nos está superando y a veces se nos queda coja, como tal clasificación al uso, al menos a mí me quedan cortas.
Creo que hay que ir a otra clasificación que nos permita «ver» la idiosincrasia y la «ideología» que hay detrás de las «Obediencias», y por tanto habría que dividir a la masonería en otro tipo de compartimentación que nos permita reflexionar con más precisión acerca del corpus que las conforma, que es por un lado la tradición, y por otro el Rito expresado en el ritual.
En este caso siguiendo la línea argumental de D. Ligou2, podríamos generalizar que la masonería se divide en cuatro bloques masónicos3:
Se ha de tener en cuenta que estamos ante un sistema abierto, sin concluir, y que por tanto está abierto a ser complementado, ello sin olvidar que existen los particularismos Obedienciales, geográficos, políticos-religiosos que dan una nueva configuración si entramos en el detalle.
MASONERÍA BÍBLICA: Bajo esta concepción masónica se sitúa de forma definida la Gran Logia Unida de Inglaterra (GLUI) y las grandes logias americanas.
Nace esta masonería en el medio protestante, sin que ello signifique o conlleve un conflicto con otras profesiones religiosas como la católica u otras ramas del protestantismo, ya que el punto de confluencia es el GADU (Gran Arquitecto del Universo) que se conceptualiza como voluntad revelada. Tal masonería huye de colocar a la masonería como movimiento filosófico que admita cualquier orientación u opinión. En general podríamos considerar que tal masonería actúa como un sostén
de la religión.
Es una masonería que basa toda su tradición en la Biblia, y no en la Biblia en general, sino en el Viejo Testamento, del cual por una parte extrae el «corpus» general, y luego hace una profesión de fe en el desarrollo neo-testamentario.
En general es una masonería que practica el RITO DE EMULACIÓN4
(RE)5. Rito codificado en 1813 en Gran Bretaña, por una logia de «Iniciación», compuesta de «Modernos y Antiguos» que fundaron la GLUI. A juzgar de la opinión de algunos investigadores, éste es de los mejores ritos conservados.
Bajo esa concepción de tradición hace una lectura «dogmática» de las Constituciones de Anderson. Bajo cuyo patrón se desarrolla el trabajo en tenidas, en las cuales no hay trabajo filosófico, «puesto que la masonería no es un movimiento filosófico o de opinión» y por tanto se descarga en el ámbito horario y geográfico de los Ágape todo el trabajo fuera ya de logia. Dicho Rito está compuesto de tres grados, más un complementario a la maestría.
Este Rito exige la creencia en Dios y la inmortalidad del alma, y por tanto en sus rituales, hay un momento reservado para la oración elevada al Altísimo.
Es por otro lado una masonería con una larga presencia en Estados Unidos hasta donde han llegado las influencias de las logias anglosajonas, irlandesas y escocesas y de la propia Francia. Pero hay una, pese a la disparidad de Grandes logias, una por Estado, una cierta uniformidad homogénea en el corpus ritualístico: «la creencia en Dios, la presencia de la Biblia, la defensa de toda actividad política y la neutralidad en materia religiosa y una cierta fe ciega en la obediencia a la ley moral.»
Es una masonería que se extiende con ciertas singularidades por el sudeste asiático y se registra con una importante presencia en las colonias anglosajonas, y en aquellos lugares como España, la Gran Logia de España (GLE) tiene en la costa mediterránea una serie de talleres compuesto mayoritariamente por extranjeros, ingleses, alemanes, etc… que están en dicha órbita y que forman parte de la masonería española de la GLE, pero son el enlace directo con la GLUI.
Luego tendríamos la MASONERÍA MÍSTICA: Es una masonería más exigente, pues busca en el Ritual un complemento a la religión positiva, aunque también le sirve cualquier sucedáneo.
Aunque existe una masonería mística protestante (exclusivamente luterana) en incluso interconfesional, esta masonería se encuentra fundamentalmente en los países nórdicos y anglosajones.
Su libro básico también es, como no podía ser menos, la Biblia.
Esta masonería se enraíza o se desarrolla a partir de los Altos Grados del siglo XVIII, y que bebe en parte de la masonería mística católica (Gran Logia de Francia, 1750), Capítulo Escocés (Trinitarios de Pirlet, etc.).
Practican el RITO ESCOCÉS RECTIFICADO (RER), cuyo Rito emana de otro denominado «Estricta Observancia», y que a su vez deviene del Rito Templario. Rito instaurado en 1780 y que se engarza en el espíritu cristiano y la leyenda templaria jacobita.
De ahí que a este tipo de masonería se la llame de «San Andrés».
Sólo conoce seis grados A..., C..., MM..., M... Escocés de S. Andrés, Escuderos Novicios, y Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa (estos dos últimos grados no son masónicos), aunque sólo pueden acceder a ellos los poseedores del cuarto grado.
En general, aunque su límites geográficos están muy definidos, han ido penetrando los ritos anglosajones. En general postulan en líneas generales, y con matizaciones, una esencia divina, absoluta y creadora, de la cual todo emana y a la que todo debe tender. Tratando la cuestión del GADU, «como un Dios no eterno, sino como un Dios a construir que brota de los actos y pensamientos humanos en la medida que éstos están vinculados al conjunto de movimientos y evolución del Universo».
Ya en un campo más modernista tendríamos la MASONERÍA ESOTÉRICA de tipo (LAICA): Es una concepción masónica «libre o independiente» de la creencia religiosa, donde el simbolismo se trabaja desde una concepción religiosa positiva, bajo primas racionalistas. Aunque se asienta, igualmente, sobre un desarrollo testamentario a través de la adopción de San Juan como su patrono, y punto clave de su concepción metafísica.
Busca el difícil equilibrio entre racionalismo y espiritualismo y esoterismo, y añade o contempla como parte del trabajo masónico, temas como la cábala, el hermetismo, la teosofía, etc.
El Rito practicado en este tipo de masonería es mayoritariamente el RITO ESCOCÉS ANTIGUO Y ACEPTADO (REAA). Este rito es el más practicado en la masonería europea, y es un rito que denominaríamos RITO CENTRISTA (Ligou), muy estético y cómodo para su trabajo y desarrollo. Nos dice Ligou: «que tiene una gran plasticidad y el horizonte en el que trabaja está abierto a las especulaciones masónicas sobre el plano simbólico bien entendido».
Aunque es un simbolismo masónico que se enraiza en los conceptos religiosos con una cosmovisión propia.
Su origen hay quien le remonta a los viejos tiempos de la creación, aunque su rastro se encuentra en 1742 en la obra del abate Perau, Le secret de FM.
Sin embargo hay quien confirma o pregona que fue instituido en 1762 en las grandes Constituciones de Federico II de Prusia, y parece que fue trabajado en Escocia en 1846. Bajo esta concepción estaría la GLSE (Gran Logia Simbólica Española) y DH (Derecho Humano).
El REAA es un rito de 33 grados, donde los tres primeros son los llamados simbólicos, luego estarían los de Perfección, los Capitulares y los Administrativos.
El desarrollo de este gran Rito por su elasticidad conceptual es practicado por innumerables Grandes Logias y Orientes, entre los cuales hay grandes diferencias de concepción y de desarrollo del propio Rito, que se presta a ese Centrismo del que nos habla Daniel Ligou, en varios de sus libros. Sus defensores o referentes son Oswal Wirth o Paul Naudon, o Jean Pierre Bayard.
MASONERÍA SECULARIZADA: Es una concepción que sin olvidar los principios andorsianos, éstos se reinterpretan desde una concepción y sentido amplio y moderno, puesto que supone una ruptura al beber en los manantiales de La Ilustración y, cómo no, de librepensamiento. Es una masonería que expresa en esa apuesta por la Libertad Absoluta de Conciencia dentro de la lo logia y del masón.
Hay un reduccionismo, expresamente buscado, de la carga sincrética y esotérica del simbolismo y del propio Rito, hasta tal punto que se llega a obvia el GADU, lo que supuso una total ruptura en la masonería continental. Pasando el GADU a constituir un símbolo formal en sus trabajos, «haciendo desaparecer casi prácticamente de su filosofía el carácter iniciático en su vertiente más esotérica.
Es una masonería eminentemente positivista en la cual se acomoda un metodología ritual como el Rito FRANCÉS, en sus diversas corrientes (RF), sin que ello suponga obviar otras presencias ritualísticas, bajo cuya filosofía se sitúa el GOdF, que trabaja el REAA y el RER pero bajo ese prisma de descarga esotérica.
El RF Fue creado en París (RFM) en 1761 en base «a un racionalismo útil» encontrando una verdadera tradición masónica y se basa en los tres grados simbólicos de la llamada Masonería Azul: aprendiz (1º); Compañero (2º); Maestro Masón (3º).
Hay que anotar que la práctica de algunos otros Ritos, por ejemplo del REAA, por parte del GOdF, o de otras Obediencias está generalmente aligerado de la carga que pudiera tener en otras Obediencias más de carácter bíblico o espiritualista, donde se recargan más las vertientes caballerescas y esotéricas del RITO.
Esta puede ser una consideración de clasificación que se presta a una mayor riqueza y a explorar más las corrientes que se dan bajo el RITO, que marca el trabajo obediencial. Es esta una clasificación o conceptualización que ya ha tenido sus problemas y detractores, aunque parece que a la mayoría le viene bien situarse en conceptualizaciones como «Masonería Simbólica Regular», que representaría la Gran Logia de España, y en «Masonería modernista», al Gran Oriente de Francia o a la Gran Logia Simbólica Española.
Breve explicación de las divisiones de la Masonería
sábado, junio 23, 2007