EL JURAMENTO EN LA EDAD MEDIA
Las Ceremonias de Recepción y el Simbolismo de los Canteros Alemanes hablan sobre el compañero que al terminar su aprendizaje pedía su ingreso en la Cofradía, debía presentar, del mismo modo que al ingreso en los Guildos, la prueba de la Honradez y de la legitimidad de su nacimiento; además gozar de buena reputación.
Los principales estatutos prescribían como condición expresa de Admisión, haber nacido libre, tener una reputación sin tacha y buenas disposiciones físicas y morales.
El nuevo miembro recibía desde luego una señal que debería reproducir en todas sus obras; era su marca de honor.
El hermano que lo había propuesto se encargaba desde entonces de su dirección especial.
El día señalado el aspirante se presentaba en el lugar de reunión del cuerpo del oficio, donde el Maestro de la Logia había hecho preparar convenientemente el salón, dedicado especialmente a este objeto; entraban todos los cofrades desarmados, por que este lugar estaba consagrado a la paz y a la concordia; y el Maestro habría la sesión.
Empezaba por participar a los allí reunidos que habían sido convocados para asistir a la recepción de un candidato y encargaban a uno de sus miembros que fuese a prepararlo.
Este invitaba entonces al compañero a adoptar siguiendo la antigua costumbre de los paganos, el aspecto de un mendigo, se le despojaba de sus armas y de todos los objetos metálicos que llevaba; se le desnudaba en parte, y con los ojos vendados, el pecho y el pie izquierdo desnudos se le conducía a la puerta del salón, que se habría después de haber llamado con tres golpes fuertes.
El segundo presidente lo guiaba hasta el Maestro, que lo hacia arrodillar, mientras se elevaba una plegaria al Altísimo.
Terminada esta ceremonia, se hacia dar al candidato tres vueltas alrededor del salón y se lo colocaba en la puerta, donde le enseñaba a poner los pies en escuadra y adelantar en tres pasos hasta le sitio del Maestro.
Delante del Maestro se encontraba una mesa en la que estaba colocado el libro de los evangelios abiertos y la escuadra y el compás, sobre los cuales, según la antigua costumbre el candidato extendía la mano derecha para jurar fidelidad a las leyes de la cofradía, aceptar todas las obligaciones y guardar el mas absoluto secreto sobre lo que sabia y lo que pudiese aprender en lo sucesivo.
Prestado el juramento se le descubrirá los ojos, se le mostrara la LUZ, se le daba un mandil nuevo, la palabra y se le señalaba el sitio que debía ocupar en la sala de la corporación.
Así mismo Inglaterra en el siglo XVII, reglamento de los Francmasones de 1663 en el punto sexto señala: ninguna persona será recibida definitivamente ni se le comunicaran los secretos de la asociación hasta que haya prestado el juramento de discreción según la formula siguiente “Yo F…. de T… prometo y declaro en presencia de Dios Todo poderoso y de mis compañeros y hermanos aquí presentes, que jamás, en ningún tiempo, en ninguna circunstancia y por hábil que sea el artificio que al efecto pueda emplearse, descubriré ni denunciare, directa ni indirectamente, ninguno de los secretos, privilegios o deliberaciones de la hermandad o sociedad de la Francmasonería, de que hasta ahora tengo conocimiento o sepa en lo sucesivo. Que Dios y el santo texto de ese libro sean en mi una ayuda”.
EL JURAMENTO MASONICO COMO CAUSA PARA LA BULA DE LA EXCOMUNION
En cuanto a la Prohibición de la Francmasonería la introducción y los primeros trabajos de la Francmasonería en Francia no tuvieron mayor repercusión hasta el año de 1736, que comenzó a tomar mas vuelo, despertando, entonces, naturalmente, la atención de los profanos.
En un principio solo los nobles buscaban y conseguían entrada en las logias; y mientras duro este estado de cosas, la Masonería no fue inquietada; pero cuando la clase media comenzó a querer formar parte y se introdujeron en la logias lo que puede llamarse elementos impuros; Luis XV en 1737 declaro sospechoso al misterio con que los Masones se reunían prohibiendo a todos sus fieles toda relación con ellos; es cuando nace la Bula de la Excomunión el 28 de Abril de 1738, el Papa Clemente XII señalaba en el documento “In eminente apostolatus specula”, por la que prohibió, en virtud de la santa obediencia, a todas las Autoridades, tanto civiles como eclesiásticas, tomar parte en la Sociedad de lo Francmasones, extenderla y protegerla bajo pena de la Excomunión.
La carta considerativa del documento establece:
“Hemos averiguado y el rumor publico nos lo ha confirmado después, que hay ciertas sociedades, asambleas, reuniones o asociaciones que se forman y extienden con el nombre de Liberi Muratori, o sea Francmasones …………..; se componen de individuos de todas las religiones y los cuales……………., se asocian y forman entre ellos lazos tan estrechos como indisolubles y sobre lo que practican con misterio y reserva, ya en virtud de un JURAMENTO que prestan sobre la Santa Biblia, ya por los severos castigos con que están amenazados, se comprometen a guardar un secreto inviolable”.
Sentenciado:
“Prohibimos a todos ya cada uno de los fieles de la Cristiandad ………. Formen jamás parte de esa Sociedad de Francmasones”.
“Que ninguno se permita atacar nuestra presente declaración………… si alguno tuviese esta temeridad, sepa que se atraerá contra el la cólera de Dios y de los Santos apóstoles Pedro y Pablo”.
Los fundamentos de dicha bula a puntan a que es un JURAMENTO que se administran antes de que se comuniquen los secretos en ceremonias supersticiosas que van acompañadas del castigo y que vulneran las leyes del País.
EL RITUAL DEL PRIMER GRADO DEMUESTRA LO CONTRARIO
EL V.·.M.·. Señala con claridad………….
“Es mi deber informaros que la masonería es libre, y requiere una perfecta y libre inclinación; esta fundada en los mas puros principios de piedad y virtud. Posee grandes y valiosos privilegios y a fin de restringir esos privilegios a hombres dignos, y confiamos que solamente a hombres dignos, se requieren votos de fidelidad aclarando con precisión pero permitirme que os asegure que en esos votos no existe nada que sea compatible con vuestros deberes civiles, morales o religiosos”.
INTERPRETACION ESOTERICA DEL JURAMENTO
La búsqueda de la verdad a trabes de la vía iniciativa constituye la esencia de la Francmasonería.
El C.·. Una vez que ha demostrado que esta debidamente preparado y que es apto para ser masón recibe la instrucción del segundo D.·. Quien simboliza el cuerpo astral para avanzar al lugar del JURAMENTO donde brilla la LUZ declarando el C:. su firme determinación de continuar sin temor ni temeridad.
Da un p.·. Con el pie izquierdo juntando los talones en forma de E.·. esta actitud simboliza que ha empleado el pie que esta mas cerca del corazón; puesto que hade vencer el subplano del cuerpo emocional.
El segundo y el tercer p.·. Son análogos cada uno conduce hacia el subplano superior representando el camino de la evolución para ser merecedores de la LUZ.
Entonces se asume una posición Ritualistica importante colocando la mano derecha de acuerdo a las antiguas costumbres mientras los Diáconos forman la puerta Egipcia con sus respectivos báculos, para infundirle toda la energía al C.·. ; el V.·. M.·. Actúa en nombre del G.·.A.·.D.·.U.·. Que es a la sazón el conductor confiriéndole al C.·. Fortaleza al cerebro, y amor al corazón; esta corriente de energía produce la comunicación entre el ego y la personalidad.
Concluido las palabras del JURAMENTO el C.·. Recibe el deseo predominante de su corazón, la LUZ.
Habiendo sido devuelto a la bendición de la Luz material, permitidme que llame vuestra atención a lo que consideramos las tres grandes simbologías, el V.·.L.·.S.·. para gobernar nuestra fe, la E.·. para regular nuestras acciones y el C.·. para mantenernos dentro de los limites debidos con relación a toda la humanidad.
Por lo que se promete no escribir ningún secreto, ni redactarlos ni menos tallarlos, de manera que el arte real y los misterios ocultos no sean conocidos por los profanos, jurando con solemnidad y observar todas las recomendaciones bajo la pena de ser calificado como perjuro, carente de moral falta de fe imposibilitado de la relación con la hermandad e indigno de pertenecer a la masonería.
Por lo expuesto:
Bajo ninguna consideración el JURAMENTO es pecaminoso no existiendo nada inmoral en la obligación que impone. El prometer simplemente la discreción y el fortalecer la promesa por la solemnidad del JURAMENTO no es prohibido por ninguna ley divina o humana.
La objeción de que el JURAMENTO se administre antes que sean conocidos los secretos resulta un absurdo puesto que la finalidad no seria cumplida revelando su objeto.
La penalidad es simbólica, es expresión de ideas sutiles inspiradas puesto que cada una de ellas o el conjunto de las mismas expresan una idea; resulta pues un proceso de naturaleza motivada de orden moral tal como a continuación y con el permiso de vos V.·. M.·. las voy a dar a conocer………
He cumplido Venerable Maestro
Bibliografía:
* Manual del Aprendiz Aldo Lavagnini
* Historia De La Francmasonería J. G. Findel
* La vida Oculta en la Masonería C.W. Leadbeater
Las Ceremonias de Recepción y el Simbolismo de los Canteros Alemanes hablan sobre el compañero que al terminar su aprendizaje pedía su ingreso en la Cofradía, debía presentar, del mismo modo que al ingreso en los Guildos, la prueba de la Honradez y de la legitimidad de su nacimiento; además gozar de buena reputación.
Los principales estatutos prescribían como condición expresa de Admisión, haber nacido libre, tener una reputación sin tacha y buenas disposiciones físicas y morales.
El nuevo miembro recibía desde luego una señal que debería reproducir en todas sus obras; era su marca de honor.
El hermano que lo había propuesto se encargaba desde entonces de su dirección especial.
El día señalado el aspirante se presentaba en el lugar de reunión del cuerpo del oficio, donde el Maestro de la Logia había hecho preparar convenientemente el salón, dedicado especialmente a este objeto; entraban todos los cofrades desarmados, por que este lugar estaba consagrado a la paz y a la concordia; y el Maestro habría la sesión.
Empezaba por participar a los allí reunidos que habían sido convocados para asistir a la recepción de un candidato y encargaban a uno de sus miembros que fuese a prepararlo.
Este invitaba entonces al compañero a adoptar siguiendo la antigua costumbre de los paganos, el aspecto de un mendigo, se le despojaba de sus armas y de todos los objetos metálicos que llevaba; se le desnudaba en parte, y con los ojos vendados, el pecho y el pie izquierdo desnudos se le conducía a la puerta del salón, que se habría después de haber llamado con tres golpes fuertes.
El segundo presidente lo guiaba hasta el Maestro, que lo hacia arrodillar, mientras se elevaba una plegaria al Altísimo.
Terminada esta ceremonia, se hacia dar al candidato tres vueltas alrededor del salón y se lo colocaba en la puerta, donde le enseñaba a poner los pies en escuadra y adelantar en tres pasos hasta le sitio del Maestro.
Delante del Maestro se encontraba una mesa en la que estaba colocado el libro de los evangelios abiertos y la escuadra y el compás, sobre los cuales, según la antigua costumbre el candidato extendía la mano derecha para jurar fidelidad a las leyes de la cofradía, aceptar todas las obligaciones y guardar el mas absoluto secreto sobre lo que sabia y lo que pudiese aprender en lo sucesivo.
Prestado el juramento se le descubrirá los ojos, se le mostrara la LUZ, se le daba un mandil nuevo, la palabra y se le señalaba el sitio que debía ocupar en la sala de la corporación.
Así mismo Inglaterra en el siglo XVII, reglamento de los Francmasones de 1663 en el punto sexto señala: ninguna persona será recibida definitivamente ni se le comunicaran los secretos de la asociación hasta que haya prestado el juramento de discreción según la formula siguiente “Yo F…. de T… prometo y declaro en presencia de Dios Todo poderoso y de mis compañeros y hermanos aquí presentes, que jamás, en ningún tiempo, en ninguna circunstancia y por hábil que sea el artificio que al efecto pueda emplearse, descubriré ni denunciare, directa ni indirectamente, ninguno de los secretos, privilegios o deliberaciones de la hermandad o sociedad de la Francmasonería, de que hasta ahora tengo conocimiento o sepa en lo sucesivo. Que Dios y el santo texto de ese libro sean en mi una ayuda”.
EL JURAMENTO MASONICO COMO CAUSA PARA LA BULA DE LA EXCOMUNION
En cuanto a la Prohibición de la Francmasonería la introducción y los primeros trabajos de la Francmasonería en Francia no tuvieron mayor repercusión hasta el año de 1736, que comenzó a tomar mas vuelo, despertando, entonces, naturalmente, la atención de los profanos.
En un principio solo los nobles buscaban y conseguían entrada en las logias; y mientras duro este estado de cosas, la Masonería no fue inquietada; pero cuando la clase media comenzó a querer formar parte y se introdujeron en la logias lo que puede llamarse elementos impuros; Luis XV en 1737 declaro sospechoso al misterio con que los Masones se reunían prohibiendo a todos sus fieles toda relación con ellos; es cuando nace la Bula de la Excomunión el 28 de Abril de 1738, el Papa Clemente XII señalaba en el documento “In eminente apostolatus specula”, por la que prohibió, en virtud de la santa obediencia, a todas las Autoridades, tanto civiles como eclesiásticas, tomar parte en la Sociedad de lo Francmasones, extenderla y protegerla bajo pena de la Excomunión.
La carta considerativa del documento establece:
“Hemos averiguado y el rumor publico nos lo ha confirmado después, que hay ciertas sociedades, asambleas, reuniones o asociaciones que se forman y extienden con el nombre de Liberi Muratori, o sea Francmasones …………..; se componen de individuos de todas las religiones y los cuales……………., se asocian y forman entre ellos lazos tan estrechos como indisolubles y sobre lo que practican con misterio y reserva, ya en virtud de un JURAMENTO que prestan sobre la Santa Biblia, ya por los severos castigos con que están amenazados, se comprometen a guardar un secreto inviolable”.
Sentenciado:
“Prohibimos a todos ya cada uno de los fieles de la Cristiandad ………. Formen jamás parte de esa Sociedad de Francmasones”.
“Que ninguno se permita atacar nuestra presente declaración………… si alguno tuviese esta temeridad, sepa que se atraerá contra el la cólera de Dios y de los Santos apóstoles Pedro y Pablo”.
Los fundamentos de dicha bula a puntan a que es un JURAMENTO que se administran antes de que se comuniquen los secretos en ceremonias supersticiosas que van acompañadas del castigo y que vulneran las leyes del País.
EL RITUAL DEL PRIMER GRADO DEMUESTRA LO CONTRARIO
EL V.·.M.·. Señala con claridad………….
“Es mi deber informaros que la masonería es libre, y requiere una perfecta y libre inclinación; esta fundada en los mas puros principios de piedad y virtud. Posee grandes y valiosos privilegios y a fin de restringir esos privilegios a hombres dignos, y confiamos que solamente a hombres dignos, se requieren votos de fidelidad aclarando con precisión pero permitirme que os asegure que en esos votos no existe nada que sea compatible con vuestros deberes civiles, morales o religiosos”.
INTERPRETACION ESOTERICA DEL JURAMENTO
La búsqueda de la verdad a trabes de la vía iniciativa constituye la esencia de la Francmasonería.
El C.·. Una vez que ha demostrado que esta debidamente preparado y que es apto para ser masón recibe la instrucción del segundo D.·. Quien simboliza el cuerpo astral para avanzar al lugar del JURAMENTO donde brilla la LUZ declarando el C:. su firme determinación de continuar sin temor ni temeridad.
Da un p.·. Con el pie izquierdo juntando los talones en forma de E.·. esta actitud simboliza que ha empleado el pie que esta mas cerca del corazón; puesto que hade vencer el subplano del cuerpo emocional.
El segundo y el tercer p.·. Son análogos cada uno conduce hacia el subplano superior representando el camino de la evolución para ser merecedores de la LUZ.
Entonces se asume una posición Ritualistica importante colocando la mano derecha de acuerdo a las antiguas costumbres mientras los Diáconos forman la puerta Egipcia con sus respectivos báculos, para infundirle toda la energía al C.·. ; el V.·. M.·. Actúa en nombre del G.·.A.·.D.·.U.·. Que es a la sazón el conductor confiriéndole al C.·. Fortaleza al cerebro, y amor al corazón; esta corriente de energía produce la comunicación entre el ego y la personalidad.
Concluido las palabras del JURAMENTO el C.·. Recibe el deseo predominante de su corazón, la LUZ.
Habiendo sido devuelto a la bendición de la Luz material, permitidme que llame vuestra atención a lo que consideramos las tres grandes simbologías, el V.·.L.·.S.·. para gobernar nuestra fe, la E.·. para regular nuestras acciones y el C.·. para mantenernos dentro de los limites debidos con relación a toda la humanidad.
Por lo que se promete no escribir ningún secreto, ni redactarlos ni menos tallarlos, de manera que el arte real y los misterios ocultos no sean conocidos por los profanos, jurando con solemnidad y observar todas las recomendaciones bajo la pena de ser calificado como perjuro, carente de moral falta de fe imposibilitado de la relación con la hermandad e indigno de pertenecer a la masonería.
Por lo expuesto:
Bajo ninguna consideración el JURAMENTO es pecaminoso no existiendo nada inmoral en la obligación que impone. El prometer simplemente la discreción y el fortalecer la promesa por la solemnidad del JURAMENTO no es prohibido por ninguna ley divina o humana.
La objeción de que el JURAMENTO se administre antes que sean conocidos los secretos resulta un absurdo puesto que la finalidad no seria cumplida revelando su objeto.
La penalidad es simbólica, es expresión de ideas sutiles inspiradas puesto que cada una de ellas o el conjunto de las mismas expresan una idea; resulta pues un proceso de naturaleza motivada de orden moral tal como a continuación y con el permiso de vos V.·. M.·. las voy a dar a conocer………
He cumplido Venerable Maestro
Bibliografía:
* Manual del Aprendiz Aldo Lavagnini
* Historia De La Francmasonería J. G. Findel
* La vida Oculta en la Masonería C.W. Leadbeater
Fuente: RESP.·. LOG.·. “ACACIA” Nº 46. Valle de la Paz, Gran Oriente de Bolivia.