Fuente:
Historia - National Geographic
Noviembre 2007,
número 47. PÁGINA 78
En los Andes surgió el imperio más poderoso y extenso de la historia de América del Sur: el Tahuantinsuyu, gobernado por el Inca, el hijo del dios Sol, encargado por éste del gobierno del mundo.
Cuando Francisco Pizarro y Diego Almagro pisaron el nuevo continente, el imperio incaico superaba los 5.000 km de extensión. Pero la historia de los incas, un pueblo protohistórico, empieza mucho antes de que llegaran los conquistadores. Los orígenes del imperio incaico se hallan profundamente entremezclados con el mundo legendario y apenas coinciden las distintas versiones existentes. Uno de los mitos más difundidos entre los pueblos andinos, recogido por el cronista Pedro Sarmiento de Gamboa, señala Pacarictambo —a unos 25 km al sureste del Cuzco— como punto de origen de los incas. En cambio, un segundo mito, recogido por el mestizo Inca Garcilaso de la Vega, sitúa los comienzos en la región del lago Titicaca. No obstante, los datos arqueológicos manifiestan que los incas no procedían del Altiplano del Titicaca, sino de la costa sur de los Andes Centrales, y que tras su migración se establecieron en Acamama, ciudad situada bajo el primitivo Cuzco.
El período legendario de los incas abarca hasta el reinado del noveno soberano inca, Cusi Yupanqui o Pachacuti. Estos primeros soberanos incas debieron ser más bien jefes militares, en una época en la que la región del Cuzco atravesaba un estado de guerra casi permanente, que no impidió formar grandes alianzas con otros grupos, decisivas para la posterior expansión del imperio. Cusi Yupanqui o Pachacuti, considerado el verdadero creador del Cuzco y del imperio Tahuantinsuyu, representa la transición de la fase legendaria a la fase histórica.
La intensa historia del imperio incaico se prolongódurante unos 100 años, hasta aproximadamente el año 1530, cuando se inició la guerra por la sucesión entre Huascar y Atahualpa, hijos de Huayna Capac, momento que coincidió con la llegada de Pizarro.
