Nota de redaccion: FENIX news a sido informado que en dias pasados la crisis institucional en la obediciencia dogmatica del Peru que se fundo en 1882, se habrian agravado, y que los grupos de poder pseudo morales que hoy manejan la masoneria desde la ruptura de 1998, estarian nuevamente en pugna por el control de las decisiciones futuras de esta hermanandad.
Las ultimas acciones y operaciones de su Gran Maestro no habrian sido del beneplacito de algunas vacas sagradas, que no desean perder ni la soga ni la cabra a puertas de un nuevo proceso eleccionario.
Por eso, presentamos este documento obtenido como primicia donde el H:. miembro de la ADAEM, analiza la situacion presente de su obediencia y con ella la crisis en que viven diariamente las logias peruanas dogmaticas. La importancia de este documento es porque lo emite la Academia de Docencia y Altos Estudios Masónicos de la G:.L:.P:..
Fenix y para que quede claro, no se alegra de estas cosas, es para nosotros una preocupacion diaria una herida dolorosa, verlos como ellos destruyen su historia, solo por la ambicion, sus bajas pasiones, sus mentiras y porque fue esto, simple, los HH:. de la otra orilla, hicieron de la traicion un virtud, por eso, trasgredieron sus juramentos masonicos; solo por el poder que supuestamente la masoneria les podia dar. Quien sabe el tiempo que es sabia, le este pasando la factura de esas deudas que se ellos iniciaron en 1997... si es asi, que se cumpla su castigo.
Las ultimas acciones y operaciones de su Gran Maestro no habrian sido del beneplacito de algunas vacas sagradas, que no desean perder ni la soga ni la cabra a puertas de un nuevo proceso eleccionario.
Por eso, presentamos este documento obtenido como primicia donde el H:. miembro de la ADAEM, analiza la situacion presente de su obediencia y con ella la crisis en que viven diariamente las logias peruanas dogmaticas. La importancia de este documento es porque lo emite la Academia de Docencia y Altos Estudios Masónicos de la G:.L:.P:..
Fenix y para que quede claro, no se alegra de estas cosas, es para nosotros una preocupacion diaria una herida dolorosa, verlos como ellos destruyen su historia, solo por la ambicion, sus bajas pasiones, sus mentiras y porque fue esto, simple, los HH:. de la otra orilla, hicieron de la traicion un virtud, por eso, trasgredieron sus juramentos masonicos; solo por el poder que supuestamente la masoneria les podia dar. Quien sabe el tiempo que es sabia, le este pasando la factura de esas deudas que se ellos iniciaron en 1997... si es asi, que se cumpla su castigo.
R:.H:. Abel Contreras SuflingMiembro de Academia de Docencia y Altos Estudios Masónicos de la Gran Logia del Peru
Uno de los conceptos sobre el que más conversan los francmasones en el Perú, es el de la necesidad de cambio en la Francmasonería peruana. Es como si todos sintieran que algo o mucho están mal o va por mal camino. Podría afirmarse, con certera aproximación, que la Francmasonería peruana actual es triste, desilusionada, apática, in fraterna, desconfiada, egoísta y sin cara al futuro.
Se vive añorando la fraternidad que, según los viejos Francmasones, se vivía hace treinta años o más. Se añora la cortesía Francmasónica, la madurez de los Maestros (”esos si eran verdaderos maestros”), la humildad y ganas de aprender de los Aprendices, el señorío de los Venerables Maestros y de los Grandes Maestres.
Huérfanos de esa calidad, la añoranza se trasluce en tristeza, y ésta lleva a la desilusión. Desilusión que se trasmite a los que se inician, y se van, y a los que vegetan y se quedan. Entre amargados, desilusionados, ambiciosos y tristes, no puede haber fraternidad, no se puede tener optimismo. Agreguémosle a este panorama el mesianismo de algunos hermanos que en la exacerbación de su ego, creen tener la fórmula personal para recomponer la Francmasonería en nuestro Oriente.
Es verdad que los hechos de fines del siglo pasado y principios del actual, que vivió la Gran Logia del Perú, fueron devastadores: alejaron de las Logias a Francmasones de paz, irradiaron a delincuentes cuyo botín era el tesoro de la Gran Logia , irradiaron a honestos incrédulos que avalaron a esos rapaces, desvistieron las ambiciones de los mediocres para vestirlos de Grandes Dignatarios de Grandes Logias Irregulares, adelantaron, exaltaron e instalaron a hermanos cuyo mérito era estar ahí cuando ocurrieron los hechos (alguno de ellos hoy se consideran “Héroes De Esos Aciagos Días”), ralearon las columnas de los templos e instalaron para largo tiempo la desconfianza, madre de todo deterioro moral institucional.
En los pasillos, tenidas de Logias y de Gran Logia, toda conversación versa sobre asuntos que a pocos interesa. Por muy importante que sea el tema, nadie quiere tener responsabilidad sobre la problemática existente y al optar por criticar, sin fundamento, o callarse, sólo, ayudan a mantener el estado de coma en el que se encuentra la Francmasonería en el Perú.
No tengo en claro si los problemas a los que hemos aludido fueron el fin de una época, el comienzo de lo que estamos viviendo o una oscura e interminable transición entre lo que fue y no volverá jamás y lo que es y no queremos que sea.
Son muchas las cosas que no queremos que sean. Callarlas es mantenerlas, es ser cómplice de los que las hacen y en buen romance, es hacerla, nosotros mismos, en cuerpo ajeno.
Quiero sacudirme de ese silencio que más que silencio es un perjurio. No lo hago por pesimismo o frustración, lo hago porque es una realidad miserable que debe terminar.
No es ser tolerante soportar que subsistan:
· Vigilantes que no enseñan a los aprendices ni compañeros, porque a su vez a ellos no les enseñaron y como tampoco se preocuparon en aprender, por sus propios medios, llegan a maestros sin haber leído, siquiera, sus rituales. Muchos de ellos llegan a Venerables y a más;
· Desconocimiento endémico de los principios de la orden, rituales, liturgias y ceremonial masónicos;
· Hermanos que, teniendo los medios económicos, no pagan sus cotizaciones a la espera que otros Hermanos del Taller o quela Logia , para subsistir, se las pague;
· Hermanos que deliberadamente pagan las cotizaciones de algunos hermanos del taller para tenerlos como incondicionales y poder manejarla Logia ;
· Hermanos que, en tiempo de elecciones, regularizan a hermanos en suspenso por falta de pago para salir elegidos Venerables;
· Hermanos que no contribuyen al Saco de Beneficencia o, sin tener apremio económico, retiran medallas del saco;
· Hermanos que depositan vergüenzas, en lugar de medallas, en el Saco de Beneficencia
· Tesoreros que, al final de su mandato, dan cuenta que por necesidad personal, han dispuesto de parte del tesoro dela Logia. Dinero que nunca devuelven ... y tienen la desfachatez de seguir asistiendo al taller y reclamar cargos en elecciones posteriores;
· Venerables y/o Secretarios que ponen como presentes, en las actas, a hermanos que no han asistido a la tenida para que, en el momento de las elecciones, tengan asistencia reglamentaria;
· Venerables que forman Cámara sin el número reglamentario de maestros, haciendo constar a ausentes, que ni se enteran del hecho;
· Ex Venerables que no dejan progresar a los maestros jóvenes, con inteligencia comprobada, criticándolos, aburriéndolos o dejándolos injustificadamente en sus columnas;
· Venerables que otorgan Medallas del Taller por amistad, cálculo o interés, a hermanos que no cumplen con los requisito para ese mérito;
· Hermanos que sólo viven para la intriga, la conspiración y la indisposición entre Hermanos;
· Hermanos de cafetería o refrigerios;
· Logias que inician, adelantan y exaltan, no porque los profanos o hermanos lo merezcan sino para cubrir sus presupuestos;
· Logias que tienen presupuestadas las tenidas de Instalación y Aniversario pero ninguna obra de beneficencia;
· Hermanos que jamás se han despojado de su ignorancia, razonamiento, mezquindad, soberbia y prepotencia profanos; y
· Otras desviaciones que el decoro masónico me recomiendan callar.
El tiempo transcurre sin que se enfrenten estos problemas, más bien, los consolida y así; sin darnos cuenta, la presencia de quienes no compartimos esta situación termina avalando la descomposición.
Los profanos con mandil, que en nuestro oriente son los más, tienen las herramientas iniciáticas pero no saben usarlas. En sus manos dejan de ser instrumentos y se convierten , sino en armas, en objetos de agresión o defensa. Que dañoso para la Orden es ver a un hermano que tiene una escuadra como joya y no obra con rectitud, o tiene una plana y fomenta la discordia. Es casi como un ladrón vestido de policía a quienes todos respetan y sin embargo el se está burlando de nosotros. Nos hace desarrollar una fe, que al enterarnos del engaño, hace que desconfiemos de todos los que visten de policía. El mandil deja de ser garantía de probidad y la fraternidad se torna insegura e intransitable.
Asistimos a Logia pero no nos reunimos con los hermanos, sólo nos saludamos al entrar y al retirarnos, no compartimos, en algunos quizás, una, o muchas copas, o intereses mercantiles pero no fraternidad.
Todo lo que se hace al margen de la Logia atenta contra ella, todo interés personal es infraterno porque conlleva la utilización de los demás hermanos. Utilizar o dejarse utilizar es la negación de la masonería, es pensar por otros o lo más grave, dejar que otros piensen y decidan por nosotros. El Francmasón no es comparsa, no es yunta; no es carnero. El Francmasón discierne y decide, cuanto más conjunción, hay entre la decisión de los hermano, más Francmasones serán y la Francmasonería será fuerte. La diferencia es sutil, no es lo mismo ser llevado a un lugar que coincidir en un lugar con otros. En nuestra Orden, actualmente, los que son llevados abundan y los que coinciden escasean.
Debemos reaccionar, la Francmasonería no necesita Mesías ni actitudes nuevas o modernas para solucionar sus problemas. La Francmasonería tiene las fórmulas de su estabilidad o auto corrección cuando lo requiere: Enseña al Ignorante, Desenmas
cara al Hipócrita y Abate al Ambicioso.
Quien se precie de ser Francmasón debe cumplir estas obligaciones y conforme lo vaya haciendo respirara un aire menos profano hasta el momento en que sólo respire fraternidad.
Siguiendo el pensamiento de don Miguel de Unamuno y Jugo, ojala que está situación crítica sea la Agonía de la Francmasonería peruana, es decir, la lucha institucional, por subsistir, que constituye el elemento principal de una verdadera Francmasonería.
No tengo en claro si los problemas a los que hemos aludido fueron el fin de una época, el comienzo de lo que estamos viviendo o una oscura e interminable transición entre lo que fue y no volverá jamás y lo que es y no queremos que sea.
· Desconocimiento endémico de los principios de la orden, rituales, liturgias y ceremonial masónicos;
· Hermanos que, teniendo los medios económicos, no pagan sus cotizaciones a la espera que otros Hermanos del Taller o que
· Hermanos que deliberadamente pagan las cotizaciones de algunos hermanos del taller para tenerlos como incondicionales y poder manejar
· Hermanos que, en tiempo de elecciones, regularizan a hermanos en suspenso por falta de pago para salir elegidos Venerables;
· Hermanos que no contribuyen al Saco de Beneficencia o, sin tener apremio económico, retiran medallas del saco;
· Hermanos que depositan vergüenzas, en lugar de medallas, en el Saco de Beneficencia
· Tesoreros que, al final de su mandato, dan cuenta que por necesidad personal, han dispuesto de parte del tesoro de
· Venerables y/o Secretarios que ponen como presentes, en las actas, a hermanos que no han asistido a la tenida para que, en el momento de las elecciones, tengan asistencia reglamentaria;
· Venerables que forman Cámara sin el número reglamentario de maestros, haciendo constar a ausentes, que ni se enteran del hecho;
· Ex Venerables que no dejan progresar a los maestros jóvenes, con inteligencia comprobada, criticándolos, aburriéndolos o dejándolos injustificadamente en sus columnas;
· Venerables que otorgan Medallas del Taller por amistad, cálculo o interés, a hermanos que no cumplen con los requisito para ese mérito;
· Hermanos que sólo viven para la intriga, la conspiración y la indisposición entre Hermanos;
· Hermanos de cafetería o refrigerios;
· Logias que inician, adelantan y exaltan, no porque los profanos o hermanos lo merezcan sino para cubrir sus presupuestos;
· Logias que tienen presupuestadas las tenidas de Instalación y Aniversario pero ninguna obra de beneficencia;
· Hermanos que jamás se han despojado de su ignorancia, razonamiento, mezquindad, soberbia y prepotencia profanos; y
· Otras desviaciones que el decoro masónico me recomiendan callar.
cara al Hipócrita y Abate al Ambicioso.


