Por Orlando Rimax(*)Mientras la acción de todo presente en el comportamiento humano ha sido determinante en su derrotero, hombres y mujeres en distintos lugares y épocas, seres de avanzada exploraron el futuro convirtiéndose en profetas o visionarios anticipando hechos y acontecimientos forjadores de nuevas humanidades. De entre tantos visionarios destaquemos la figura de Julio Verne. Julio Verne, autor de Viaje al centra de la Tierra, La Janglada, y Veinte Mil Leguas de Viajes Submarino, se interno en una dimensión mágica donde solos los grandes iniciados han podido penetrar.
Verne era un entregado a explorar los enigmas y criptogramas, además de la simbología y lo esotérico. El famoso escritor Juan José Benítez manifiesta en uno de sus libros, que sus escritos se hayan repletos de juego de palabras, números secretes, jeroglíficos, anagramas y logogrifos. Se cree que Verne pudo pertenecer a determinada escuela hermética y que incluso, varios de sus libros fueron dirigidos por sumos sacerdotes de alguna hermandad secreta. Esto último pudiera ser especulativo, pero digno de reflexionarse. Igualmente existe la posibilidad de que Verne tuviera alguna experiencia con seres ultra terrenales o extraterrestres. Esto se puede considerar en su descripción de una vivencia con un ser superior desconocido que aparentemente fue su guía y protector hasta el final de sus días. En una de sus experiencias con dicha entidad, afirmo: "Ante mi surgió un ser de luz, de altísima y corpulenta talla, de largo y albino cabello y rostro como tallado en piedra, que me liable sin palabras (Telepáticamente). Su vestimenta no era como la nuestra, aunque calzaba altas botas doradas. Sus ojos asiáticos me impresionaron y todo mi cuerpo se estremeció por el terror". Verne jamás logro recordar sus palabras ni tampoco su extraño nombre.
Es posible que Julio Verne fuera lo que hoy se conoce como contactado. Eso ha sucedido con frecuencia; hombres y mujeres que se han adelantado al futuro, han sido inspirados y guiados por alguna inteligencia extraterrena. Es interesante reconocer que la inspiración del hombre es la captación por medio de su mente de otras realidades mas allá de su comprensión y de su fijación. Tengamos presente que por dicha razón lo que es nuevo para nosotros, es viejo en algún lugar del universo.
La humildad de Julio Verne le obligaba a expresar que todo lo que le hizo grande ante los demás, ya había otros que lo pensaron y lo dijeron. Citando a personajes tales como: Allan Poe, Cyrano de Bergerac, Luciano, Sorel. Decía que todos hablaron como el de viajes a la Luna. Además que lo que hizo fue llevar al pensamiento científico las ideas visionarias.
Como investigador de la realidad extraterrestre, puedo asegurar que Verne tenía esa conciencia. Su gran sensibilidad le permitió desarrollar una enorme sensitividad para captar mas allá del mundo de las formas terrenales. Julio Verne no era un ser común, fue excepcional, logrando superar y romper la barrera del tiempo y el espacio, haciéndose por tanto dueño del futuro. Así son los hombres y mujeres que cambian o alteran la ruta y el rumbo de la humanidad, dirigiéndola hacia nuevos y brillantes horizontes. Son los pocos, precursores, que en algunas épocas han sido llamados locos, por los muchos torpes.
Julio Verne soñaba y anhelaba algún día poder escribir sobre Jesucristo y el amor con mayúscula; en esa ambición fue un frustrado. El amor con mayúscula, que quien suscribe esta columna llama: "El estado perfecto del ser." Decía algo que muy pocos saben y entienden, le inquietaba estudiar las misteriosas "luces" que decían los periódicos norteamericanos surcaban los cielos desde el año 1897. Esas luces son los ovnis o platos voladores de la era moderna. También añoraba, abrir la conciencia de la humanidad con la espada mágica del esoterismo.
Julio Verne...uno de los pocos que guían a los muchos. Seres de avanzada que abren surcos para que otros tengan por donde pisar para caminar hacia el futuro. Porque el mundo del futuro será construido sobre bases del pensar profundo; la mente se expandirá hacia el infinite y la eternidad sin fronteras limitantes. Por tal razón me he propuesto en algún momento del ciclo solar que vivimos dar un seminario en la ciudad de New York, sobre la estrecha relación del hombre con inteligencias extraterrestres y su potencial para realizarse sobre el concepto limitante de ser racional, a ser espiritual. Ser espiritual, sin fronteras y con objetivos de trascendencia, de sabiduría cósmica. Invitamos al lector a descubrir el Verne que existe en su interior, para que se libere de las ataduras que pudieran confinarle a la prisión de la ignorancia. Prisión que solo se abre con las llaves de la sabiduría.
(*) Escribe desde NEW YORK
