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La Piedra Angular

Por José Ramón González Chávez, 
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En un oficio como el de constructor es obvio que dentro de su simbolismo se encuentren alusiones a diferentes tipos de piedras o materiales usados en él, como la piedra en bruto, la piedra cúbica, la piedra cúbica de punta o piramidal, la piedra angular, la piedra clave, etc., cada una con un significado propio y distinto, aunque -de acuerdo con los preceptos herméticos- no antagónico, sino complementario y correspondiente con las demás.

Desde tiempos inmemoriales, el acto de fundación de una edificación es un de los más solemnes. Vestigios de ceremonias, ritos, sacrificios (actos sagrados) y ofrendas relativos a la construcción de inmuebles, sobre todo los dedicados al culto (religioso, civil, histórico, heroico, etc.) podemos encontrarlas en prácticamente en todas las culturas. En el libro bíblico Efesios, cap. II, v.20 se dice que "esta piedra se llama angular o cabeza de ángulo, porque se coloca en el ángulo extremo de los fundamentos y une dos paredes maestras del edificio".

Díaz Carballo dice que Tácito en su Historia de la Reconstrucción del Capitolio señala que las ceremonias preliminares al inicio de la Obra había procesiones de vestales, quienes daban vueltas al terreno ya limitado por el hilo de trazo, llevando guirnaldas de flores y consagrándolo con libaciones de agua. Luego, Elpidio, a quien se había encargado dicha reconstrucción, puso la mano sobre las cintas que adornaban la piedra fundamental y las cuerdas con que ésta había de ser colocada en su lugar, por los sacerdotes, magistrados, senadores, caballeros y cierto número de ciudadanos con demostraciones de júbilo, vertiendo en seguida lingotes de plata, oro y otros metales, previamente fundidos y que conservaban su primitiva pureza sin haber sido tocados por artífice alguno[1].

En oriente y medio oriente se considera a la piedra fundamental como emblema del príncipe o el líder de su pueblo. En el Salmo XCVIII, v.22, en referencia a David se dice: "La Piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra de ángulo". En Isaías XXVIII, v.16 en referencia al Mesías se proclama: "He aquí que yo fundo en Sión una piedra, piedra de fortaleza, de esquina, de precio, de cimiento estable". En el Esoterismo cristiano el Cristo es el fundamento principal de la Iglesia y a la vez el elemento donde se unen como en la piedra angular, el pueblo judío y el gentil. El antiguo y el nuevo testamento, para levantar un solo edificio.

En relación con todo ello, dentro de la Francmasonería la piedra angular se encuentra presente en la ceremonia de consagración de un templo, que es una de las más solemnes de la Orden, colocándose al iniciar la edificación, en los cimientos, donde se unirán los muros que darán respectivamente al norte y al oriente. Esta colocación, da a la Piedra Angular un sentido de Unión, que por su orientación noreste alude a la conjunción de lo sagrado (oriente) con lo profano (norte), esencia, principio y fin de la Francmasmnería en su doble e indisoluble acepción: como organización iniciática (aspecto esotérico) y como institución de la sociedad civil (especto exotérico).

Desde su perspectiva filosófica, al colocarse de esa manera y en ese lugar, en el lugar más oscuro, frío y alejado, pero por donde al mismo tiempo también nace el sol, la piedra angular representa la Esperanza, que liga el principio de la Obra a su por una lado, al comenzarla, la piedra simboliza la esencia, lo que da sentido y razón de ser a la edificación, de ahí que se

ubique en un lugar oculto, lejos de la vista de todos, y que se esparza sobre ella durante un momento especial de la ceremonia elementos naturalmente esenciales como el trigo (resurrección y multiplicación), el vino (unión fraternal) y el aceite (regocijo por el trabajo); por otro, al final, cuando sus muros y techumbres hayan sido derruidos por el paso del tiempo y las circunstancias, será también una indicación de lo que requiere ser preservado, al mismo tiempo que una constancia y señal del espíritu que animó el esfuerzo de quienes lo levantaron. Tal vez ello explique que entre los griegos, esta piedra de fundación, en una curiosa paradoja, se dedicara al dios Término.

En cuanto a su forma, en general los pocos autores masónicos que tratan el tema sugieren que la piedra debe ser cúbica, por el significado de Perfección y Verdad que esta figura posee. Entre los griegos el cubo era la figura representativa de Hermes. A la vez, llamaban "cúbico" a un hombre de conducta estable y honrada, de carácter justo y apegado a la verdad y de vida pura y sana. Por su parte, los judíos dieron esa forma al tabernáculo dedicado a albergar la verdad divina. En Masonería mediante el nivel, la plomada y la escuadra, se declara que la piedra angular "esta a nivel, firmemente colocada y tiene buena forma".

Relativo al material del cual debe estar hecha, no hay señalamientos precisos, aunque si hay convergencia de opiniones respecto de que debe tratarse de uno que sea resistente a los elementos y al tiempo, aunque indefectiblemente en ella deban tallarse ciertas inscripciones alusivas al punto geométrico con que hará contacto cada una de sus seis caras.

En lo tocante a los antiguos usos y costumbres de la Orden, por lo anteriormente dicho sobre el significado astronómico, esotérico, simbólico y filosófico de la piedra angular, algunas logias conservan la práctica de sentar al recién iniciado en el lugar más al oriente de la Columna Norte, o bien autorizarle a tomar plaza al Oriente solo por esa ocasión a mano derecha del Venerable, en la plaza que se encuentra en la esquina norte, significando con ello que cada nuevo aprendiz es una piedra fundamental para la continuación de la Obra, tanto la propia, como la masónica y la social en sus diferentes ámbitos. Esa posición nos parece la adecuada, pues nos ha tocado ver en ceremonias de Iniciación de muchas logias, que al contrario, se le da lugar al neófito a la izquierda del Venerable, lugar que según la tradición se concede a los Venerables de otras logias, dignidades de otras obediencias y Ex Venerables Maestros del Taller[2].

En cuál de los tres grados de la masonería universal debe abordarse el tema de la piedra angular?. No existe coincidencia en los autores masónicos, pues lo tratan indistintamente en los manuales de Aprendiz, Compañero y Maestro. 

No obstante y en atención de nuevo a los principios herméticos de correspondencia y complementariedad, me parece que por las profundas enseñanzas que encierra puede hacerse en los tres, aunque en diferentes niveles de profundidad y según la simbólica correspondiente a cada uno.

Es Cuanto


[1] Díaz Carballo, José. Manual d% Masonería Simbólica. Segunda Parte: Compañero Masón. Ed. Valle de México, 1986, p. 182 y sS.
[2] Las Dignidades en funcIones de la Obediencia se colocan a la derecha del Venerable Maestro.

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