De acuerdo a los estudios de cifras y/o estadísticas, hoy en día en el país viven más de 3.723.641 de mujeres jóvenes y 3.812.852 millones de hombres jóvenes, que corresponden a las edades de 15 a 29 años, o lo que es lo mismo, que los jóvenes constituyen casi el 27,6% de la población peruana.
Es así, que de la Gran Logia Constitucional del Perú, desde mediados del 2007 ha venido estudiando y trabajando los asuntos y los deseos de la gente joven en los programas de desarrollo del país, puesto que los jóvenes forman un grupo de población muy significativo. Con todo, no se trata de un conjunto homogéneo. Sus necesidades y experiencias son diferentes según el género, la raza, la clase social, el tamaño de la familia, el acceso a la educación y a la formación.
Todo esto nos permite señalar como verdad que la Masonería ofrece un espacio favorable y oportuno para el acercamiento generacional. En los talleres se entienden varias generaciones unidas por pensamientos, sentimientos y objetivos comunes. El saber iniciático, el simbolismo, la filosofía Masónica, el estudio de la verdad y el conocimiento del ideal Masónico en la sociedad, se realizan de modo ecuánime y ponderado, de manera fraternal, respetuosa, tolerante, constructiva, orientado a la relación entre sus miembros, sin tener en cuenta su edad, sexo, posición socioeconómica, orientación política o credo religioso.
La Francmasonería tiene reservado para los y las jóvenes un papel decisivo en su labor transformadora y humanista. Por ello, nos hemos fijado como objetivo general el de estudiar y reflexionar sobre las diferentes problemáticas que afectan tanto a la juventud como a la Masonería de hoy, puesto que de esta manera podemos plantear algunas estrategias que nos permitan vincular el mayor número de jóvenes con mayoría de edad, fortaleciendo las CColum.•. de nuestra Ord.•. a fin de ir renovando los miembros activos que por su edad biológica, enfermedad, o cualquier otro motivo se ven obligados a retirarse. Al mismo tiempo, lograr de manera permanente un mayor desarrollo de la Masonería postmoderna.
El análisis nos hacer creer que a la juventud, la Masonería Peruana en general no puede darles la espalda o estar ausente del asunto de los jóvenes, ya que a partir de ellos podemos combatir la ignorancia hasta la ambición desmedida, pasando por lo nimio, el fanatismo, la corrupción, la avaricia, las ansias del poder, el egoísmo, la calumnia, la hipocresía, es decir, todo lo que va dirigido a la destrucción de los valores éticos y morales que, en definitiva, forma parte del hombre libre y de buenas costumbres, virtuoso y generoso que aspiramos a construir. Es esta, QQ.•. HH.•. y Hnas.•., la prodigiosa batalla que en este tiempo nos toca desafiar, aquella en que se dilucida la vigencia y esencia del ser humano, tal como lo vivimos, nos lo han enseñado y lo hemos aprendido. Es importante señalar que esta no es una contienda nueva, sino de todos los tiempos, por la que la Masonería siempre ha luchado. Pero lo que resulta absolutamente novedoso y por ello altamente peligroso son las estructuras, métodos o procedimientos, sistemas y mecanismos a los que nos debemos enfrentar y que, a no dudarlo, serán cada día más sofisticados. Para esa lucha que ya tenemos instalada y con la que ingresamos al nuevo milenio, nuestra Ord.•. cuenta con sobrados elementos, expresados en tradiciones –claro está ajustados a la época postmoderna–, principios, símbolos, doctrina, siempre vigentes, para que ese sector más afectado de la sociedad como lo es la juventud pueda beber de la sabia filosofía que practica la Francmasonería.
El reto de la Gran Logia Constitucional, ahora es crecer abundante y constantemente, vinculando a los y las jóvenes. Si éstos no tocan las puertas de nuestros TTemp.•. porque no conocen o no saben de nuestra Ord.•., debemos ir en busca de ellos, estableciendo un agresivo plan estratégico de instrucción Masónica dirigido especialmente a la juventud profana mediante charlas, conferencias, etc., donde le demos a conocer la historia, principios, objetivos y fines de la Francmasonería. La idea es crear una verdadera imagen de lo que es la Institución Masónica, sin revelar nuestros medios de reconocimiento. Para ello, nos debemos valer de los últimos semestres de las Instituciones de educación superior. Ahora, es claro que los principios y la filosofía de la Orden no son negociables. El trámite de incorporación debe mantenerse dentro de los parámetros de exigencias precisas que siempre la han caracterizado sin ninguna excepción. Quien no sea una persona recta, libre y de buenas costumbres no puede ser de los nuestros, por más necesidades que tengamos de membresía. Lo contrario sería llenar nuestras CCol.•. de “Profanos con mandil”, poniendo en riesgo la subsistencia de la Ord.•..
Por ellos, Hnos:. que debemos tener presente que nuestra Institución no es secreta sino discreta. Por consiguiente, a la tarea de crecimiento, que estamos proponiendo, le debemos quitar las formas misteriosas que en algunos núcleos aún conservan por desconocimiento total y por confusión, presentado por quienes han sido sus enemigos, aunque ahora carezcan de razones para la animadversión. Es que, cuando hablamos de “Secreto” u “Oculto”, sus efectos pueden ser necesarios, naturales y espontáneos; en lo clandestino, siempre hay intención y astucia o cautela. Peor aún, los secretos no proceden en la vida postmoderna, cuando las comunicaciones han sido capaces de traspasar todos los linderos y hacer conocer mucho de lo que antes era correspondiente a círculos cerrados o especializados. El ejemplo fehaciente lo tenemos en la Internet por el que ahora es posible presenciar una ceremonia de iniciación, el nacimiento de un ser humano o un animal, o incluso hasta la simple televisión. La Internet acabó con ese mito del supuesto “secreto” en Masonería.
Es necesario Hnos:. comprender que los misterios siempre llevan algo impregnado de temor, por lo que no es atractivo. Hay que ser abiertos para que los y las jóvenes lleguen sabiendo lo que hacen. No hay que crear falsas expectativas, pues ellas son responsables de muchos abandonos. Hay que decirle al candidato o candidata qué es la Orden, a qué se llega a ella y cuáles las ventajas de ser Masón. Pero sin engaños. Si aplicamos estas estrategias, tengan la seguridad QQ.•. HH.•. y HHnas.•. el crecimiento será bien fuerte.
La Gran Logia Constitucional del Perú, cree como verdad que la Masonería peruana de este milenio debe ser más joven. Se tiene que rejuvenecer, pues no puede seguir teniendo el promedio de edad que ahora muestra, por esa condición natural del ser humano a ser conservador en la medida en que se va acercando a su final como resultado de su evolución biológica. No son pocas las ocasiones en que por esa circunstancia de temperamento de edad, en nuestra entidad se rinden cultos que dejan la sensación de ingravidez, lo que en nada contribuye al desarrollo. Este requiere siempre de gran dinámica y ella solamente se puede exigir de quienes estén en disposición de tenerla y usarla. Es apremiante que los profanos lleguen más jóvenes, sin que tengamos que violar los requisitos exigidos en cada caso. Una persona joven puede estar madura como hombre o mujer, sin esperar a que haya consumido más de la mitad de su vida a nuestros principios. Hay que creer en los jóvenes como seres libres y de buenas costumbres, que tienen mucho que aportar a lo que somos y mucho más a lo que podemos ser.
Por lo que concluimos, que debemos rescatar la esencia iniciática, cultural y filosófica, y encuadrarla en un mundo en permanente cambio. Tendremos que transmutar –como lo han hecho todos nuestros HH.•. en el pasado– aquella ley física, en proverbio y ley moral: “nada se destruye, todo se transforma”.
Es así, que de la Gran Logia Constitucional del Perú, desde mediados del 2007 ha venido estudiando y trabajando los asuntos y los deseos de la gente joven en los programas de desarrollo del país, puesto que los jóvenes forman un grupo de población muy significativo. Con todo, no se trata de un conjunto homogéneo. Sus necesidades y experiencias son diferentes según el género, la raza, la clase social, el tamaño de la familia, el acceso a la educación y a la formación.
Todo esto nos permite señalar como verdad que la Masonería ofrece un espacio favorable y oportuno para el acercamiento generacional. En los talleres se entienden varias generaciones unidas por pensamientos, sentimientos y objetivos comunes. El saber iniciático, el simbolismo, la filosofía Masónica, el estudio de la verdad y el conocimiento del ideal Masónico en la sociedad, se realizan de modo ecuánime y ponderado, de manera fraternal, respetuosa, tolerante, constructiva, orientado a la relación entre sus miembros, sin tener en cuenta su edad, sexo, posición socioeconómica, orientación política o credo religioso.
La Francmasonería tiene reservado para los y las jóvenes un papel decisivo en su labor transformadora y humanista. Por ello, nos hemos fijado como objetivo general el de estudiar y reflexionar sobre las diferentes problemáticas que afectan tanto a la juventud como a la Masonería de hoy, puesto que de esta manera podemos plantear algunas estrategias que nos permitan vincular el mayor número de jóvenes con mayoría de edad, fortaleciendo las CColum.•. de nuestra Ord.•. a fin de ir renovando los miembros activos que por su edad biológica, enfermedad, o cualquier otro motivo se ven obligados a retirarse. Al mismo tiempo, lograr de manera permanente un mayor desarrollo de la Masonería postmoderna.
El análisis nos hacer creer que a la juventud, la Masonería Peruana en general no puede darles la espalda o estar ausente del asunto de los jóvenes, ya que a partir de ellos podemos combatir la ignorancia hasta la ambición desmedida, pasando por lo nimio, el fanatismo, la corrupción, la avaricia, las ansias del poder, el egoísmo, la calumnia, la hipocresía, es decir, todo lo que va dirigido a la destrucción de los valores éticos y morales que, en definitiva, forma parte del hombre libre y de buenas costumbres, virtuoso y generoso que aspiramos a construir. Es esta, QQ.•. HH.•. y Hnas.•., la prodigiosa batalla que en este tiempo nos toca desafiar, aquella en que se dilucida la vigencia y esencia del ser humano, tal como lo vivimos, nos lo han enseñado y lo hemos aprendido. Es importante señalar que esta no es una contienda nueva, sino de todos los tiempos, por la que la Masonería siempre ha luchado. Pero lo que resulta absolutamente novedoso y por ello altamente peligroso son las estructuras, métodos o procedimientos, sistemas y mecanismos a los que nos debemos enfrentar y que, a no dudarlo, serán cada día más sofisticados. Para esa lucha que ya tenemos instalada y con la que ingresamos al nuevo milenio, nuestra Ord.•. cuenta con sobrados elementos, expresados en tradiciones –claro está ajustados a la época postmoderna–, principios, símbolos, doctrina, siempre vigentes, para que ese sector más afectado de la sociedad como lo es la juventud pueda beber de la sabia filosofía que practica la Francmasonería.
El reto de la Gran Logia Constitucional, ahora es crecer abundante y constantemente, vinculando a los y las jóvenes. Si éstos no tocan las puertas de nuestros TTemp.•. porque no conocen o no saben de nuestra Ord.•., debemos ir en busca de ellos, estableciendo un agresivo plan estratégico de instrucción Masónica dirigido especialmente a la juventud profana mediante charlas, conferencias, etc., donde le demos a conocer la historia, principios, objetivos y fines de la Francmasonería. La idea es crear una verdadera imagen de lo que es la Institución Masónica, sin revelar nuestros medios de reconocimiento. Para ello, nos debemos valer de los últimos semestres de las Instituciones de educación superior. Ahora, es claro que los principios y la filosofía de la Orden no son negociables. El trámite de incorporación debe mantenerse dentro de los parámetros de exigencias precisas que siempre la han caracterizado sin ninguna excepción. Quien no sea una persona recta, libre y de buenas costumbres no puede ser de los nuestros, por más necesidades que tengamos de membresía. Lo contrario sería llenar nuestras CCol.•. de “Profanos con mandil”, poniendo en riesgo la subsistencia de la Ord.•..
Por ellos, Hnos:. que debemos tener presente que nuestra Institución no es secreta sino discreta. Por consiguiente, a la tarea de crecimiento, que estamos proponiendo, le debemos quitar las formas misteriosas que en algunos núcleos aún conservan por desconocimiento total y por confusión, presentado por quienes han sido sus enemigos, aunque ahora carezcan de razones para la animadversión. Es que, cuando hablamos de “Secreto” u “Oculto”, sus efectos pueden ser necesarios, naturales y espontáneos; en lo clandestino, siempre hay intención y astucia o cautela. Peor aún, los secretos no proceden en la vida postmoderna, cuando las comunicaciones han sido capaces de traspasar todos los linderos y hacer conocer mucho de lo que antes era correspondiente a círculos cerrados o especializados. El ejemplo fehaciente lo tenemos en la Internet por el que ahora es posible presenciar una ceremonia de iniciación, el nacimiento de un ser humano o un animal, o incluso hasta la simple televisión. La Internet acabó con ese mito del supuesto “secreto” en Masonería.
Es necesario Hnos:. comprender que los misterios siempre llevan algo impregnado de temor, por lo que no es atractivo. Hay que ser abiertos para que los y las jóvenes lleguen sabiendo lo que hacen. No hay que crear falsas expectativas, pues ellas son responsables de muchos abandonos. Hay que decirle al candidato o candidata qué es la Orden, a qué se llega a ella y cuáles las ventajas de ser Masón. Pero sin engaños. Si aplicamos estas estrategias, tengan la seguridad QQ.•. HH.•. y HHnas.•. el crecimiento será bien fuerte.
La Gran Logia Constitucional del Perú, cree como verdad que la Masonería peruana de este milenio debe ser más joven. Se tiene que rejuvenecer, pues no puede seguir teniendo el promedio de edad que ahora muestra, por esa condición natural del ser humano a ser conservador en la medida en que se va acercando a su final como resultado de su evolución biológica. No son pocas las ocasiones en que por esa circunstancia de temperamento de edad, en nuestra entidad se rinden cultos que dejan la sensación de ingravidez, lo que en nada contribuye al desarrollo. Este requiere siempre de gran dinámica y ella solamente se puede exigir de quienes estén en disposición de tenerla y usarla. Es apremiante que los profanos lleguen más jóvenes, sin que tengamos que violar los requisitos exigidos en cada caso. Una persona joven puede estar madura como hombre o mujer, sin esperar a que haya consumido más de la mitad de su vida a nuestros principios. Hay que creer en los jóvenes como seres libres y de buenas costumbres, que tienen mucho que aportar a lo que somos y mucho más a lo que podemos ser.
Por lo que concluimos, que debemos rescatar la esencia iniciática, cultural y filosófica, y encuadrarla en un mundo en permanente cambio. Tendremos que transmutar –como lo han hecho todos nuestros HH.•. en el pasado– aquella ley física, en proverbio y ley moral: “nada se destruye, todo se transforma”.
En tal sentido, invitamos a los jóvenes peruanos a conocer la orden desde la perspectiva juvenil mediante la constitución de un capitulo paramasónico para jóvenes hombres y mujeres de 14 a 23 años, los interesados escribanos incluyendo nombre, teléfono e email a: