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UN MONUMENTO APROPIADO

FENIXnews. El presente trabajo fue presentado en la página web de la UGLE el 11 de setiembre del 2008. Es escrito por  Hno:. John Hamill, que como todos sabemos este importante eslabón de la Gran Logia Madre, por ser un acucioso estudioso del proceso evolutivo de la hermandad. Lucido y explicativo nos vierte en su escrito el desarrollo y proceso de construcción e instalación de lo que conocemos los masones del mundo como, Freemasons’ Hall en Londres. FENIX  en su búsqueda de traerle lo ultimo del acontecer masónico os brinda la traducción de lo presentado en la pagina de la UGLE, que esperamos sea de su agrado.

Palabras del Muy Venerable Hermano John Hamill, PGSwdB, al conmemorarse el 75º Aniversario de la inauguración del Freemasons’ Hall.

El 18 de julio de 1933, alrededor de 6299 hermanos se reunieron en el Royal Albert Hall (Salón Real Albert) para una reunión especial de la Gran Logia. El Muy Venerable Gran Maestro, S.A.R. el Duque de Connaught, hijo menor de la Reina Victoria, lo presidió acompañado por nada menos que cuatro Príncipes Reales, S.A.R. el Príncipe de Wales, (posteriormente Duque de Windsor), S.A.R. el Duque de York (posteriormente Rey George VI), S.A.R. el Príncipe Arthur de Connaught (hijo del Gran Maestro) y el joven Príncipe George, quien posteriormente paso a ser Duque de Kent, nuestro Gran Maestro y padre de nuestro actual Gran Maestro. El propósito de esta reunión fueron dos asuntos: recibir las delegaciones de cuarenta y tres Grandes Logias hermanas quienes vinieron a ser parte de la celebraciones por la culminación del presente Freemasons’ Hall (Salón de la Francmasonería), y para la investidura del HRH Príncipe George como Primer Gran vigilante.

Al día siguiente alrededor de 5353 hermanos llenaron el Gran Templo y todos los salones logiales en este edificio para recibir nuevamente al Gran Maestro y los Príncipes Reales. El Gran Maestro dedicó solemnemente el nuevo Masonic Peace Memorial (Monumento Masónico de la Paz), como fue entonces conocido, para el servicio de Dios y de la Francmasonería. Para permitir que los hermanos que no se encontraban en el Gran Templo tomaran parte en la ceremonia, se establecieron vínculos radiales entre el Gran Templo y cada uno de los Salones Logiales. Al final de la ceremonia el Gran Maestro recorrió totalmente el edificio, deteniéndose en cada uno de los salones logiales para saludar a los hermanos reunidos.

Las dos grandes reuniones fueron las principales de una semana entera de celebraciones por un proyecto que tomó catorce años en concretarse. En junio de 1919 una reunión de la Gran Logia se había llevado, también en el Albert Hall, para celebrar el advenimiento de la paz luego del cataclismo de la Primera Guerra Mundial y tomo en consideración cuál sería la mejor forma para conmemorar a aquellos hermanos quienes habían entregado sus vidas en servicio del Rey y del Estado. El Duque de Connaught tenía el interés de presidir la reunión pero cayo víctima de la epidemia de gripe española, entonces extendida en toda Europa. El envió un mensaje, independientemente, en el cual sugería que el más apropiado y permanente monumento para los hermanos caídos sería construir un nuevo hogar para la “Gran Logia Madre” que él describía como “la metrópoli del imperio”. La idea fue empezada rápidamente, no menos, yo sospecho, porque el Gran Maestro insistió en que el proyecto no fuera financiado por aportes obligatorios sobre los hermanos pero si por donaciones voluntarias.

Como es usual, un Comité especial fue establecido para poner en marcha el proyecto. El Masonic Million Memorial Fund (Fondo del Monumento del Millón Masónico) fue instituido para reunir un millón de libras, el costo proyectado para el edificio. Para recolectar los fondos una serie de joyas fueron diseñadas. La más famosa, todavía vista hoy en día, es la joya y el collarín Hall Stone (Piedra del Salón) que fue presentada para ser llevado perpetuamente por los Maestros de aquellas logias que contribuyeron con un mínimo de diez guineas por miembro suscrito al fondo. La entrega de la joyas a los Maestros de las logias que calificaban pasó a ser un característica habitual del Quarterly Communications (Comunicaciones Trimestrales) hasta que el fondo finalmente cerró en 1938.

El primer problema que el Comité especial tuvo que encarar fue dónde el nuevo edificio debería estar. La Gran Logia había adquirido gradualmente propiedades al oeste del entonces Freemasons’ Hall, con la intención de extender el edificio existente como un monumento al Rey Edward VII quien, como Principe de Wales, había sido Gran Maestro desde 1874 hasta que sucedió a la Reina Victoria en 1901. Varios grupos dentro de la Gran Logia querían tomar la oportunidad de moverse fuera del Great Queen Street. Sitios en el Adelphi, en Kings Cross, Paddington, Euston e igualmente en los suburbios fueron considerados. Un debate muy emocionante se llevó en Gran Logia en 1922, durante el que fue muy fuertemente discutido que deberíamos quedarnos en Great Queen Street, en donde estábamos desde 1775 y donde habíamos adquirido las propiedades suficientes para realizar el deseo del Gran Maestro de tener un edificio cómodo y apropiado que actué como el principal centro de la Francmasonería inglesa y el principal lugar de reunión para las Logias y Capítulos del Real Arco de Londres.

El siguiente paso fue considerar diseños. En 1925 un concurso internacional de arquitectos fue anunciado a través del Royal Institute of British Architects (Instituto Real de Arquitectos Británicos), con Sir Edwin Lutyens, quien no era francmasón, como el Presidente de los asesores. Más de un centenar de arquitectos alrededor del mundo enviaron sus diseños preliminares. De estos, diez fueron seleccionados para iniciar los planos y los diseños a escala. El principal problema para los arquitectos estuvo en la forma irregular del sitio y el deseo de tener el Gran Templo en el centro de la edificación sobre un eje este – oeste. Otro problema fue el tamaño y peso real de la estructura deseada y el factor de que Londres está construido sobre arcilla, la cual regularmente en ese tiempo fue secada como agua en una mesa goteada. Los arquitectos ganadores fueron los colaboradores de H. V. Ashley y Winton Newman. Conociendo los complicados problemas, antes de empezar sus diseños tuvieron que viajar a América para estudiar la construcción de rascacielos en Nueva York y Chicago. Ellos subieron con un diseño basado en un marco de acero que propagaría la carga y disminuiría la cantidad de piedra que sería necesaria para construir un edificio libre de soportes. El Freemasons’ Hall pasó a ser una de las primeras mayores construcciones de marco de acero en ser erigidos en Inglaterra.

La década de 1920 fue un periodo de incertidumbre económica, principalmente por la Huelga General de 1926 y el colapso de la economía mundial en 1929. Luego del entusiasmo inicial el fondo reunido empezó a desfallecer. Tomando las riendas desde la Masonic Charities (Caridad Masónica), se decidió en 1925 tener un festival importante para levantar los fondos. El sábado 8 de agosto de 1925 más de 7 000 hermanos se unieron al Gran Maestro para almorzar en Olympia al oeste de Londres. El evento aún se encuentra en el Libro de Records Guinness como la más mayor congregación para comer nunca antes hecha en las Islas Británicas. Para el almuerzo de cinco platos, cinco mil mesas fueron puestas con 50 000 platos, 30 000 vasos, 30 000 cuchillos, 37 000 tenedores y 15 000 cucharas. Un ejercito de 1250 camareras atendieron a los comensales con salmón, costillas de cordero, pollo aderezado con lengua y jamón de York seguidos por fresas y helado. Los platos estaban acompañados por jerez, sauternes, champaña y brandy y licores.

Al terminar de almorzar, el Gran Maestro pudo anunciar que £825 000 fueron pagadas o prometidas para el Masonic Million Memorial Fund. Esto dio al Gran Secretario un problema. El solamente tenía un pequeño personal a quienes el tiempo no les alcanzaba con la administración del Arte y del Real Arco quedando sin disponibilidad para aceptar la dirección y la enorme cantidad de papeleo envuelto en el fondo reunido. El fue autorizado para contratar cinco nuevos trabajadores temporales para administrar el fondo. Estos eran muchachos que habían completado recientemente dirección comercial en el Royal Masonic School for Boys (Escuela Masónica Real para Muchachos). Temporalmente no hicieron justicia a su servicio a la Gran Logia. Continuaron cuando el nuevo edificio fue completado y cada uno de ellos sirvió a la Gran Logia por cuarenta y nueve años y pasaron a ser los principales administradores en la oficina de la Gran Secretaria por la época en que yo ingresé el equipo de la Biblioteca de la Gran Logia en 1971.

Por 1927 los planos habían sido aceptados, el sitio había sido adquirido por completo, la financiación había sido asegurada y el trabajo pudo empezar. El 14 de julio de 1927 el Royal Albert Hall era mencionado dentro del servicio masónico nuevamente. Una reunión de la Gran Logia fue convocada para colocar la piedra de fundación del nuevo edificio. Por medio de un relevo eléctrico el Gran Maestro colocó la piedra simulada sobre la plataforma del Albert Hall, la verdadera real fue debidamente colocada en una esquina del edificio. El evento en el Great Queen Street fue presenciado por los Maestros de la Lodge of Antiquity No. 2 y de la Royal Somerset and Inverness Lodge No. 4 quines entonces saltaron dentro de una taxi estacionado y fueron rápidamente a Kensington Gore para informar al Gran Maestro que la piedra verdadera había sido bien y correctamente colocada.

Los asuntos de la Gran Logia y las reuniones logiales en el viejo Hall continuarían teniendo un lugar de reunión. Fue tomada la decisión de conservar el viejo Hall vigente tanto como fuera posible. Las propiedades al oeste del Hall fueron demolidas y el trabajo en acero para la torre, el Gran Templo y las áreas de Wild Street y Wild Court empezaron a levantarse. Por 1931 el final del oeste del edificio fue completada y la oficina del Gran Secretario se trasladó dentro del actual Lodge Room (Habitación Logial) No. 10, las Logias y Capítulos fueron transferidos dentro de las nuevas Logde rooms y la demolición del antiguo Hall empezó a permitir que el final del este del edificio se levantara.

Un problema surgió sobre el Grand Hall (Gran Salón) original diseñado por Thomas Sandby en 1775. Este se encontraba sobre el sitio de la actual Balmoral Room (Habitación Balmoral) en las Connaught Rooms (Habitaciones Connaught) y se esperaba que esto pudiera ser incorporado en el nuevo edificio. En 1883, sin embargo, el Sandby’s Hall (Salón de Sandby) había sido severamente dañado por el fuego. Aunque fue reconstruido el trabajo escondió más que esa reparación. Cuando las autoridades tasadoras locales lo supervisaron en 1931, cuando el resto del antiguo Hall era demolido, ellos declararon que estaba dañada estructuralmente y que esto habría que ser remediado sí se esperaba que sobreviviera. Esto habría en vuelto un gasto enorme que la Gran Logia no podía afrontar como, sin contribución los hermanos, costos de construcción que eran más grandes que los estimados. Luego del debate en la Gran Logia fue acepto que el Sandby’s Hall, que había servido a la Gran logia desde 1775, sería demolido, pero se mantuvo en uso hasta 1931. 

El trabajo continuó sin descanso y fue completado permitiendo las grandes celebraciones que tomaron lugar en julio de 1933. El nuevo edificio fue un éxito increíble como ejemplo de los más recientes usos en tecnología y en edificaciones. Se escribió acerca de esto en las revistas sobre arquitectura y edificios y se le dio gran cobertura en la prensa nacional e internacional. A esto se le conoció como el Masonic Peace Memorial, para que esto no sea solamente el santuario monumental que conmemora a aquellos que murieron en servicio activo aunque el edificio entero en si mismo es el monumento, lo cual ocasionalmente es olvidado. Es con el estallido de la Segunda Guerra Mundial que el edificio volvió a ser llamado Freemasons’ Hall.

Aunque concebido como un monumento, el edificio nunca se hizo un mausoleo. Esta ha sido una edificación muy viva y ha mostrado en si misma la capacidad de adaptación ante los cambios, a pesar de las restricciones de ser un calificado por dentro y por fuera como un edificio de Grado 2. En todos estos años varios cambios han hecho que el edificio expanda las áreas disponibles para reuniones formales. Hace posos años el Hall ha sido un sitio de construcción casi permanente con un trabajo dirigido a la eliminación de asbestos y la mayor protección convirtiendo las áreas de almacenamiento y archivo bajo el suelo en modernas oficinas, tanto que el Nacional Masonic Charites pudo ser ubicado es este edificio y trabaja más cerca. Ni bien otro trabajo es completado, nos adelantamos a recibir personal de la Gran Logia Metropolitana de Londres y voluntarios que apoyan en el edificio. Sí eres observador habrás notado el andamio en el patio y otros acumulados en el primer y segundo piso, parte del trabajo necesario para reemplazar los escapes de fuego originales para este Gran Templo.

En años recientes hemos desarrollado actividades no Masónicas en el edificio para incrementar los ingresos. Esto fue pensado por algunos como una idea revolucionaria pero, como es usual en la Francmasonería, esto fue reinventado de la conducción del Freemasons’ Hall original construido en 1775 que había sido tanto un edificio publico como también Masónico. Estamos justificadamente orgullosos de que haya sido reconocida como una joya de arquitectura y diseño artístico-decorativo y estamos encantados de poder compartirlo con la comunidad entera.

En la dedicación de edificio el 19 de julio de 1933 el Gran Capellán, el Obispo de Guildford, en su oración dijo que el edificio “Se halla en su dignidad, su belleza de proporción, su armonía de concentración y línea, su calidez y resplandor en color e iluminación, su expresión de fuerza y durabilidad y lo adecuado de su planificación. Representa el sueño de la arquitectura real, hecha substancial por constructores y artesanos experimentados; todo parece dado de su excelencia.” Continuó diciendo que “esto que nosotros aclamamos jubilosos el día de hoy no es la conclusión de un excelente trabajo, pero finaliza su prefacio. El libro que sigue no esta escrito aún, pero será desarrollado lentamente en los años por venir”. Setenta y cinco años después podemos hacer eco de lo que él dijo. Los capítulos abiertos del libro son ahora completados pero la historia, nuestra esperanza, continuará sin final y este maravilloso Masonic Peace Memorial continuará albergando nuestro Arte y somos la personificación física de esos principios y dogmas que son fundamentales para nuestra hermandad, para las generaciones que vendrán.

TRADUCCIÓN
Hno. John Edward Orrego Allpoc
Respetable Logia Fénix No. 137 
Valle del Lima
GRAN LOGIA CONSTITUCIONAL DEL PERU


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