En una fría y lluviosa noche de otoño del año 1862 unos hombres armados irrumpieron violentamente en una finca en Arkansas; logrando secuestrar a una esclava negra y a sus dos hijos, una niña y un pequeño bebé. La mujer daba chillidos pero era estrujada y jalada violentamente de los cabellos, y en ningún momento soltaba al bebé que llevaba en sus brazos inclusive llegando a caer encima de él. Los hombres enojados por la actitud de la mujer le arrebataron al pequeño aventándolo a un lado del camino, ya que también lloraba sin parar. El dueño de la finca llamado Moses Carver, envió a unos hombres a tratar de rescatar a la mujer y a sus hijos ya que él sentía estima por sus esclavos. Los hombres no pudieron localizar a la mujer y sólo le entregaron un pequeño bulto todo empapado de agua y casi sin ningún movimiento. Se trataba del bebé de la esclava, el pequeño contrajo una tos ferina que casi le costó la vida creciendo débil físicamente para trabajar en los campos de cultivo por lo que sólo se le encomendaban labores pequeñas, pero poseía un espíritu indomable de superación por encima de cualquiera.
Cuando cumplió 12 años se enteró que en el pueblo se había fundado una escuela primaria por lo que sin pensarlo acudió a ésta para inscribirse. Al llegar se topó con el maestro de la misma quien lo interrogó ¿Qué quieres aquí? ¡Aprender! Lárgate aquí no se admiten negros... decepcionado se retiró. Pero no estaba dispuesto a dejarse vencer en 1875 se fundó una escuela para negros a la que asistió pronto aprendió todo lo que podían enseñarle. George el “de los Carver” pasó diez años de escuela en escuela con el fin de mejorar sus conocimientos. A los 20 años de edad inició su educación secundaria pero al preguntarle su nombre y ver que muchos de sus compañeros ponían una inicial después de su nombre el puso George W. Carter, cuya W. significaba Washington conociéndosele desde entonces con ese nombre. A los 30 años envió varias cartas a diversas universidades siendo aceptado en Higland College de Kansas, pero al enterarse de que era negro fue rechazado inmediatamente. Posteriormente fue admitido en el Simpson College de Iowa, siendo transferido en 1891 a la Iowa State University conocida entonces como la Iowa State Agricultural college, donde aprendió agricultura convirtiéndose en el segundo estudiante negro admitido en una universidad. Al terminar sus estudios se graduó con altos honores y en 1896 recibió una carta invitándolo a colaborar en el Instituto normal de Tuskegee donde inició la obra de su vida el día ocho de abril de ese año. Su sueldo era de 125 dólares mensuales los cuales se negaba a cobrar insistiéndole el administrador que los cobrara ya que se acumulaba el dinero y tenía que darle salida al mismo.
Pronto su fama se hizo conocida al ayudar a múltiples agricultores a obtener mejores cosechas. Derivados del cacahuate obtuvo más de 300 productos diferentes entre ellos el más conocido es la mantequilla de maní, de la papa obtuvo 118 productos. En la elaboración de pinturas obtuvo 536 fórmulas y una compañía fabricante de pinturas le envió un cheque en blanco para que él le pusiera la cantidad que él quisiera pero regresó el cheque junto con las 536 fórmulas, Tomas Alba Edison le ofreció trabajo con un sueldo anual de 100 mil dólares mismo que rechazó. Recibía muchas cartas de todo el mundo así como la visita de príncipes y reyes pero él siempre vivió con humildad y sencillez (que tanta falta nos hace a muchos de nosotros). Con el dinero de su salario se logró ahorrar la cantidad de 33 mil dólares y al morir se estableció la fundación Carver para apoyo de los estudiantes afro americanos. Muere el día cinco de enero de 1943 y en su funeral, grandes y sabios pero principalmente los humildes lloraron su desaparición. Se le tributaron grandes honores pero, su epitafio dice más que todo “pudo añadir la fortuna a la fama, pero como no le interesaban la una ni la otra, encontró la felicidad y el honor de ser útil a la humanidad” esto nos deja como moraleja que el verdadero éxito en la vida es servir y ser útil a los demás.