VENEZUELA. La organización filantrópica Shriners de Venezuela tiene en proyecto para esta ciudad, la creación de un hospital para niños especializado en ortopedia, deformaciones genéticas, quemaduras graves y labio leporino.
“Esperamos la donación del terreno para presentar los proyectos a nuestras autoridades en Panamá, para comenzar la construcción de este hospital que servirá a los niños de toda Venezuela”, informaron durante visita a El Carabobeño, Fernando León Estanga, embajador de Abou Saad Shriners en Venezuela; Sergio Mijares y Carlos Ramón López, miembros de dicha organización y de la logia masónica Fénix número 8, con sede en esta ciudad.
Fernando León Estanga, quien se inició dentro de la organización en Ecuador y revalidado en Perú, hizo una campaña para que, en nuestro país, fuese creada una sede de Shriner, la cual se concretó el 12 de octubre de 2008 en Caracas con 30 miembros, tras lo cual fue creada la sección de Valencia.
Sergio Mijares informó que Shriner es una fraternidad, fundada en 1872 en Nueva York, cuyos miembros se divierten el mismo tiempo que ejercen la caridad.
Integrada por masones, el nombre de la organización traduce “los nobles del relicario místico”. Lucen en público el gorro llamado fez, que lleva en la parte delantera la palabra abou saad, que significa buena fortuna y símbolos de Marruecos, donde la organización tuvo sus primeros patrocinantes en 1872.
En 1922, la organización creó, como brazo ejecutor de su trabajo de beneficencia los hospitales Shriners para niños y jóvenes hasta los 18 años, enfermos de poliomielitis. Cuando esta enfermedad fue controlada los servicios fueron ampliados a las especialidades de ortopedia, deformaciones genéticas y quemaduras graves.
Para los niños
Actualmente, Shriners tiene una cadena de 22 hospitales, de los cuales 20 están en Estados Unidos, uno en Canadá y otro en México. En estos centros se presta especial interés al ambiente en que se desarrolla el tratamiento del niño. Se toma en cuenta que el apoyo familiar, el bienestar y el sentido del humor juegan un papel central en la recuperación del paciente.
La institución se esmera en la capacitación de su personal médico para que brinde atención, por lo cual se hacen grandes inversiones en investigaciones especializadas e infraestructura hospitalaria para el desarrollo de nuevos tratamientos.
En 2007 los hospitales Shriners ofrecieron atención a 125.125 pacientes en los siguientes servicios: 226.455 procedimientos de radiología; 302-614 consultas ambulatorias, ayudas sociales y medicina a distancia; 72.159 dispositivos ortopédicos y prótesis; 25.028 operaciones; 422.325 tratamientos de fisioterapia y 200.810 tratamientos de terapia ocupacional.
Carlos López Landaeta, representante de Shriners en Carabobo informó que, para lograr atención para niños venezolanos, los interesados deben ponerse en contacto con miembros del organismo o en la logia Fénix número 8, situada en la avenida Carabobo cruce con calle Rondón.
“Allí se hace la evaluación del niño, cuya enfermedad no es curable en nuestro país y se transfiere sin costo alguno al hospital especializado en Estados Unidos, ya que animados por el espíritu filantrópico de la fraternidad Shriners se logra que instituciones públicas y privadas colaboren para costear el pasaje, la visa y otros gastos del niño y de su acompañante, informó Sergio Mijares.
“Esperamos la donación del terreno para presentar los proyectos a nuestras autoridades en Panamá, para comenzar la construcción de este hospital que servirá a los niños de toda Venezuela”, informaron durante visita a El Carabobeño, Fernando León Estanga, embajador de Abou Saad Shriners en Venezuela; Sergio Mijares y Carlos Ramón López, miembros de dicha organización y de la logia masónica Fénix número 8, con sede en esta ciudad.
Fernando León Estanga, quien se inició dentro de la organización en Ecuador y revalidado en Perú, hizo una campaña para que, en nuestro país, fuese creada una sede de Shriner, la cual se concretó el 12 de octubre de 2008 en Caracas con 30 miembros, tras lo cual fue creada la sección de Valencia.
Sergio Mijares informó que Shriner es una fraternidad, fundada en 1872 en Nueva York, cuyos miembros se divierten el mismo tiempo que ejercen la caridad.
Integrada por masones, el nombre de la organización traduce “los nobles del relicario místico”. Lucen en público el gorro llamado fez, que lleva en la parte delantera la palabra abou saad, que significa buena fortuna y símbolos de Marruecos, donde la organización tuvo sus primeros patrocinantes en 1872.
En 1922, la organización creó, como brazo ejecutor de su trabajo de beneficencia los hospitales Shriners para niños y jóvenes hasta los 18 años, enfermos de poliomielitis. Cuando esta enfermedad fue controlada los servicios fueron ampliados a las especialidades de ortopedia, deformaciones genéticas y quemaduras graves.
Para los niños
Actualmente, Shriners tiene una cadena de 22 hospitales, de los cuales 20 están en Estados Unidos, uno en Canadá y otro en México. En estos centros se presta especial interés al ambiente en que se desarrolla el tratamiento del niño. Se toma en cuenta que el apoyo familiar, el bienestar y el sentido del humor juegan un papel central en la recuperación del paciente.
La institución se esmera en la capacitación de su personal médico para que brinde atención, por lo cual se hacen grandes inversiones en investigaciones especializadas e infraestructura hospitalaria para el desarrollo de nuevos tratamientos.
En 2007 los hospitales Shriners ofrecieron atención a 125.125 pacientes en los siguientes servicios: 226.455 procedimientos de radiología; 302-614 consultas ambulatorias, ayudas sociales y medicina a distancia; 72.159 dispositivos ortopédicos y prótesis; 25.028 operaciones; 422.325 tratamientos de fisioterapia y 200.810 tratamientos de terapia ocupacional.
Carlos López Landaeta, representante de Shriners en Carabobo informó que, para lograr atención para niños venezolanos, los interesados deben ponerse en contacto con miembros del organismo o en la logia Fénix número 8, situada en la avenida Carabobo cruce con calle Rondón.
“Allí se hace la evaluación del niño, cuya enfermedad no es curable en nuestro país y se transfiere sin costo alguno al hospital especializado en Estados Unidos, ya que animados por el espíritu filantrópico de la fraternidad Shriners se logra que instituciones públicas y privadas colaboren para costear el pasaje, la visa y otros gastos del niño y de su acompañante, informó Sergio Mijares.
