† - Q.E.P.D.- ‡
Acabo de enterarme del fallecimiento de un masón extraordinario, el cual era miembro de una Logia situada en una barriada de La Ciudad de la Habana, donde se vive modestamente, pero que sus habitantes son de una talla de moral, ética y conceptos extraordinarios, tanto que cuando dan su palabra, ella es sagrada; Como sagrados son los juramentos que prestan.
De una de las más modestas Logias de la Habana pero obstinados en hacer masonería en el Reparto Rocafort, con gran sacrificio y empeño, construyeron un templo en una colina, en la que el ya desaparecido, Andrés Olivera Bocanegra logró que la Alta Cámara le impusiera a ésa Colina,” La Colina Fraternal”.
De la Logia Inmortalidad era el ex-maestro Higinio Padrón Orosco, masón fiel a los principios masónicos, defensor extraordinario de la Legislación Masónica y del cumplimiento a las leyes generales, le dio a esta logia los mejores momentos de su vida, se propuso la revitalización de las liturgias y lo logró, se propuso el saneamiento de su economía y lo logró, se propuso la reconstrucción del Templo y lo logró, pero sufrió en carne propia los desmanes y las violaciones de la Ley, presenció las injusticias y se reveló contra ellas y comprobando que no podía oponerse al bando que se había instalado en la masonería, solicitó su plancha de retiro por no ser esta la masonería, a la que había dedicado mas de veinte y tantos años de su existencia, así se lo expresó a varios hermanos que ninguno pudo convencerlo de permanecer dentro de la institución hasta que pasen estos actos.
Murió y un grupo de hermanos masones, le rindieron los últimos honores, fue como siempre una ceremonia fúnebre, muy emotiva pero la dirigió Ernesto T. Pina Alonso, (hermano masón y amigo personal del Extinto) -¡ah! Pero esto era un sacrílego acto que el Gran Maestro y su Gran fiscal no pueden tolerar y han sido llamados a las oficinas del Gran Maestro, los miembros de la Logia Inmortalidad para atemorizarlos, para amenazarlos con la expulsión de la masonería, si vuelven a estar cerca del que durante más de una treintena de años, les ha enseñado a la pasada generación y a esta (entre ellos el actual Gran Maestro, que en más de una oportunidad le escuche preguntarle, si era así como el acababa de expresar, o no era así). Hasta donde ha impregnado el odio sembrado por Collera y sus seguidores, que quieren hasta negarle a un masón digno que se le rindan los últimos honores.
De una de las más modestas Logias de la Habana pero obstinados en hacer masonería en el Reparto Rocafort, con gran sacrificio y empeño, construyeron un templo en una colina, en la que el ya desaparecido, Andrés Olivera Bocanegra logró que la Alta Cámara le impusiera a ésa Colina,” La Colina Fraternal”.
De la Logia Inmortalidad era el ex-maestro Higinio Padrón Orosco, masón fiel a los principios masónicos, defensor extraordinario de la Legislación Masónica y del cumplimiento a las leyes generales, le dio a esta logia los mejores momentos de su vida, se propuso la revitalización de las liturgias y lo logró, se propuso el saneamiento de su economía y lo logró, se propuso la reconstrucción del Templo y lo logró, pero sufrió en carne propia los desmanes y las violaciones de la Ley, presenció las injusticias y se reveló contra ellas y comprobando que no podía oponerse al bando que se había instalado en la masonería, solicitó su plancha de retiro por no ser esta la masonería, a la que había dedicado mas de veinte y tantos años de su existencia, así se lo expresó a varios hermanos que ninguno pudo convencerlo de permanecer dentro de la institución hasta que pasen estos actos.
Murió y un grupo de hermanos masones, le rindieron los últimos honores, fue como siempre una ceremonia fúnebre, muy emotiva pero la dirigió Ernesto T. Pina Alonso, (hermano masón y amigo personal del Extinto) -¡ah! Pero esto era un sacrílego acto que el Gran Maestro y su Gran fiscal no pueden tolerar y han sido llamados a las oficinas del Gran Maestro, los miembros de la Logia Inmortalidad para atemorizarlos, para amenazarlos con la expulsión de la masonería, si vuelven a estar cerca del que durante más de una treintena de años, les ha enseñado a la pasada generación y a esta (entre ellos el actual Gran Maestro, que en más de una oportunidad le escuche preguntarle, si era así como el acababa de expresar, o no era así). Hasta donde ha impregnado el odio sembrado por Collera y sus seguidores, que quieren hasta negarle a un masón digno que se le rindan los últimos honores.