Son asociados con conspiraciones políticas y religiosas, con la celebración de secretas ceremonias de inconfesables rituales y con el intento de extender un poder a la sombra de los Gobiernos.
Son los masones, una fraternidad que nació de la mano de la Ilustración y de la Revolución Francesa, la cual trata de acompasarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia de privacidad y cierto aire de misterio.
La masonería es una de las organizaciones seculares más antiguas que existen en el mundo. Se trata de una sociedad que gira en torno a los valores morales y espirituales, en la que sus miembros aprenden las reglas de la masonería a través una serie de rituales que se remontan a tiempos antiguos y que utilizan las costumbres y las herramientas de los picapedreros como símbolos.
En Londres se encuentra la Biblioteca y Museo de la Masonería, que alberga una de las mayores y más documentadas colecciones de material de la masonería del mundo, que ofrecen un repaso a la historia de este movimiento, del que sus miembros afirman que "es privado y no secreto".
Así lo subraya la directora de la Biblioteca y el Museo, Diane Clements, que muestra orgullosa la amplia variedad de objetos relacionados con los rituales y la decoración de la colección que se puede visitar en el gran edificio neoclásico que la Gran Logia de Inglaterra, la más influyente internacionalmente, en el barrio de Holborn, en pleno centro de la capital británica.
"Preferiría el término privado más que el término secreto. Lo que es privado para los miembros son los detalles de lo que ocurre en sus ceremonias, y los signos y las claves que utilizan en ellas, las cuales no se usan fuera de esas ceremonias. Es muy importante para los miembros mantener esas ceremonias entre ellos mismos, porque es parte del proceso de establecimiento de lazos afectivos.
Para convertirte en un masón, participas en una ceremonia en la que eres el protagonista, así que este proceso se estropearía para todos los miembros si se supiera lo que pasa", indica la directora del museo.
Clements define la masonería en los siguientes términos: "Es una fraternidad, que cree en el amor fraternal, la solidaridad y la verdad. El amor entre 'hermanos' es el elemento fraternal, la solidaridad es el elemento benéfico, porque no sólo participan los miembros sino también ONG de fuera, y la verdad es el elemento filosófico de la masonería, que describiría de una manera muy simple: básicamente es la manera de dar a los miembros una alternativa y enfoque adicional a la vida para hacer que sean mejores personas".
La colección del museo londinense incluye todo tipo de ropajes utilizados por los masones en sus distintos grados dentro de la jerarquía de la fraternidad a la que pertenecen -hay cientos de grupos distintos en torno a intereses, profesiones o emplazamiento geográfico-, así como objetos de cerámica, muebles, joyas e incluso cuberterías y platos empleados para "la imprescindible comida, al menos en Inglaterra, con la que se cierran las citas de las logias", explica Clements.
Hay objetos que pertenecieron a masones célebres como el rey Eduardo VII y el ex primer ministro Winston Churchill.
EFE.
Son los masones, una fraternidad que nació de la mano de la Ilustración y de la Revolución Francesa, la cual trata de acompasarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia de privacidad y cierto aire de misterio.
La masonería es una de las organizaciones seculares más antiguas que existen en el mundo. Se trata de una sociedad que gira en torno a los valores morales y espirituales, en la que sus miembros aprenden las reglas de la masonería a través una serie de rituales que se remontan a tiempos antiguos y que utilizan las costumbres y las herramientas de los picapedreros como símbolos.
En Londres se encuentra la Biblioteca y Museo de la Masonería, que alberga una de las mayores y más documentadas colecciones de material de la masonería del mundo, que ofrecen un repaso a la historia de este movimiento, del que sus miembros afirman que "es privado y no secreto".
Así lo subraya la directora de la Biblioteca y el Museo, Diane Clements, que muestra orgullosa la amplia variedad de objetos relacionados con los rituales y la decoración de la colección que se puede visitar en el gran edificio neoclásico que la Gran Logia de Inglaterra, la más influyente internacionalmente, en el barrio de Holborn, en pleno centro de la capital británica.
"Preferiría el término privado más que el término secreto. Lo que es privado para los miembros son los detalles de lo que ocurre en sus ceremonias, y los signos y las claves que utilizan en ellas, las cuales no se usan fuera de esas ceremonias. Es muy importante para los miembros mantener esas ceremonias entre ellos mismos, porque es parte del proceso de establecimiento de lazos afectivos.
Para convertirte en un masón, participas en una ceremonia en la que eres el protagonista, así que este proceso se estropearía para todos los miembros si se supiera lo que pasa", indica la directora del museo.
Clements define la masonería en los siguientes términos: "Es una fraternidad, que cree en el amor fraternal, la solidaridad y la verdad. El amor entre 'hermanos' es el elemento fraternal, la solidaridad es el elemento benéfico, porque no sólo participan los miembros sino también ONG de fuera, y la verdad es el elemento filosófico de la masonería, que describiría de una manera muy simple: básicamente es la manera de dar a los miembros una alternativa y enfoque adicional a la vida para hacer que sean mejores personas".
La colección del museo londinense incluye todo tipo de ropajes utilizados por los masones en sus distintos grados dentro de la jerarquía de la fraternidad a la que pertenecen -hay cientos de grupos distintos en torno a intereses, profesiones o emplazamiento geográfico-, así como objetos de cerámica, muebles, joyas e incluso cuberterías y platos empleados para "la imprescindible comida, al menos en Inglaterra, con la que se cierran las citas de las logias", explica Clements.
Hay objetos que pertenecieron a masones célebres como el rey Eduardo VII y el ex primer ministro Winston Churchill.
EFE.