En representación de la M.·. Resp.·. Gr.·. Log.·. de Estado, Soberana e Independiente “El Potosí” de AA.·. LL.·. y AA.·. MM.·., hoy a doscientos cuatro años del natalicio del más grande estadista, y liberal de nuestra Patria, Benito Juárez, la Masonería Potosina se reúne para honrar al indio de Guelatao que al gobernar lo hizo siempre cerca de la gente, donde el beneficio social fue el eje rector de su gobierno.
El Presidente Juárez fue un presidente que estuvo atento a los reclamos y demandas de las comunidades y barrios, y gracias a ello, logró la unidad, suma de voluntades y esfuerzo conjunto que le permitió sortear las vicisitudes y no hubo obstáculo que no pudiera vencer.
Juárez sabía perfectamente lo que era vivir y realizar las labores del campo, las faenas cotidianas que el ciudadano común tenía que desempeñar, por lo que tuvo la sensibilidad y capacidad de comprender al pueblo mexicano.
Señor Gobernador, hace ya seis meses de que inició su periodo como Jefe del Ejecutivo, y la ciudadanía espera de su gestión un gobierno que promueva la economía al servicio de la gente; que impulse una economía que invierta más en la gente, que fomente y fortalezca la educación para que nuestros hijos y nuestros jóvenes se preparen mejor ante un entorno que les demanda cada vez más y mejores competencias; pero por encima de todo, una educación que les proporcione buenos cimientos en los valores que nos identifiquen como orgullosamente mexicanos.
Los ciudadanos exigen un gobierno responsable, entendiendo por éste el que sirve a todos los ciudadanos sin distingo de partidos o ideologías, que escuche y atienda el reclamo popular. Los liberales demandamos a nuestros representantes populares que estén cerca de la gente, que le den a nuestra entidad un rumbo con certidumbre, una dirección con responsabilidad, sin comprometer el erario público ni adquirir deudas y compromisos que impidan el desarrollo y crecimiento sustentable de nuestro Estado.
Un rasgo común entre aquél México del Siglo XIX y al del Siglo XXI es que en torno a la causa ciudadana, converge un amplio movimiento con gran potencial de resolver muchos de nuestros problemas. Juárez comprendió que el gobierno debe aprender de la sociedad y debe evolucionar en sus formas de gestión, de organización y de toma de decisiones.
La Masonería Potosina propone, respetuosamente, los siguientes aspectos que debe retomar el gobierno, a fin de que se solidifiquen los cimientos y se construya un mejor San Luis Potosí:
1. Organización para causas concretas, solo así se pueden atacar los problemas con eficiencia, facilitando la evaluación de resultados. Esa es la sinergia que debe existir entre el nivel estatal y municipal, desde nuestra perspectiva.
2. Participación para lograr la eficacia en las respuestas, sin temor a la participación social, ya que ella es parte de la solución y no del problema. Cuando se piensa que solo el análisis técnico es el generador de la gestión política, se topa con pared. Por ello hoy la ciudadanía se siente, en muchas ocasiones, ajena a los proyectos y obras, muchas de ellas quedando inconclusas.
3. Vinculación de esfuerzos, ya que la suma de voluntades facilita el logro de mejores resultados. Creemos firmemente en que esta es la forma en que se recupera la esencia humanista en la gestión pública.
4. Simplificación y solución efectiva de problemas, que abra cauce a la desregulación que ponga el gobierno al servicio del ciudadano.
5. Liderazgo. En este concepto, planteamos el compromiso como piedra angular de trabajo, que se rescate el significado del compromiso individual, que se tenga vergüenza cuando no se cumpla, que se esté orgulloso cuando se alcance una meta. Hacer bien las cosas exige liderazgo. Requerimos líderes convencidos, comprometidos, que ofrezcan respuestas y no tengan miedo a innovar.
El gobierno del Presidente Juárez fue promotor de la información y la comunicación. En ocasiones existe una gran resistencia en la administración pública a proporcionar información, a mostrar resultados, a ser evaluadas. Invitamos a su gobierno a superar esa visión equivocada y hacer de la información un bien público. La buena comunicación es fuente de certidumbre.
Otra característica esencial que nos deja como legado el Benemérito de las Américas es el eficiente empleo de recursos. Es muy importante dejar atrás el culto a la imagen personal, erradicar la cultura del derroche de la administración pública. El erario y los bienes públicos deben ser valorados y tenerse clara conciencia de cómo alcanzar resultados que redunden en mayor bienestar, sin grandes gastos, pero con gran energía y creatividad.
Juárez es, como lo define Andrés Henestrosa, “un hombre de acción y de pensamiento”. En el ideario juarista, encontramos conceptos vigentes, con igual o mayor peso en su tiempo como en el nuestro, tales como “Como hijo del pueblo, nunca podría yo olvidar que mi único titulo es su voluntad, y que mi único fin debe ser siempre su mayor bien y prosperidad”.
El Benemérito utilizó la pluma como instrumento civilizador, de donde nacieron las Leyes de Reforma, la nacionalización de los bienes de manos muertas, la libertad de cultos, y principalmente, la independencia absoluta de las potestades civil y espiritual. Justo Sierra afirmó que “a la distancia, Juárez parece un liberal cristiano capaz de afirmar que se necesita una religión que nos obligue a leer y no a gastar los ahorros en cirios para los santos”.
Entre gobierno y sociedad debe tenderse nuevos puentes, nuevos métodos de trabajo, es tiempo de construir prácticas diferentes que vuelvan a otorgar al ciudadano la confianza en sus instituciones, es necesario establecer nuevas bases para dejar atrás viejas sospechas.
Debemos dejar atrás los tiempos de demagogia, los potosinos estamos cansados de ello. Queremos un gobierno que muestre y demuestre que puede invertir más en salud, que promueva la construcción de vivienda, vivienda digna. Un gobierno que invierta, sin miedo, en obras de infraestructura en servicios públicos como agua potable, drenaje profundo, vialidades, pero por encima de todo, un gobierno de mano firme ante aquellos que intentan generar caos y zozobra entre la sociedad, sin tolerancia alguna para quien atente con lo mas preciado, nuestras familias.
Los masones potosinos estamos prestos a marchar junto a nuestros gobernantes legítimamente electos, a pesar de aquellos detractores que minimizan el valor de un voto, el cual en una sociedad democrática como la nuestra, expresa la voluntad y libertad de decisión de la ciudadanía. Nunca es tarde, para juntos trabajar por el bien de San Luis Potosí, sin temor a la competencia política, porque los liberales lo que sí rechazamos es la incompetencia política.
Juárez, desde este sitial en el oriente, sigue depositándonos tu confianza en que mantendremos firmes tus postulados como la libertad de conciencia, la seguridad ciudadana y el respeto mutuo entre los pueblos. Nos queda claro que, bajo ninguna circunstancia, el Estado puede estar sujeto a ninguna religión. Iglesias y Estado deben estar separados para crear ese Estado Laico que garantice la tolerancia religiosa y política, que permita fincar en las ideas liberales su modernización política y económica.
Lo señalaste con precisión: “La democracia es el destino de la humanidad futura; la libertad, su indestructible arma; la perfección posible, el fin donde se dirige”.
Queridos Hermanos, amigos todos, la fidelidad a la memoria de Juárez exige, en nuestros días, un firme compromiso con los principios que inspiraron su obra. Sabemos que los déspotas aborrecen la luz y la verdad.
Sigamos siendo esa fuente de luz y guardianes de la verdad. Pasemos de ser meros espectadores a sumarnos como actores en la defensa de nuestra Patria.
Es cuanto.
Israel Hernández Arriaga
M.·. R.·. G.·. M.·. 2009-2011
Fuente: Gran Logia "El Potosi"
El Presidente Juárez fue un presidente que estuvo atento a los reclamos y demandas de las comunidades y barrios, y gracias a ello, logró la unidad, suma de voluntades y esfuerzo conjunto que le permitió sortear las vicisitudes y no hubo obstáculo que no pudiera vencer.
Juárez sabía perfectamente lo que era vivir y realizar las labores del campo, las faenas cotidianas que el ciudadano común tenía que desempeñar, por lo que tuvo la sensibilidad y capacidad de comprender al pueblo mexicano.
Señor Gobernador, hace ya seis meses de que inició su periodo como Jefe del Ejecutivo, y la ciudadanía espera de su gestión un gobierno que promueva la economía al servicio de la gente; que impulse una economía que invierta más en la gente, que fomente y fortalezca la educación para que nuestros hijos y nuestros jóvenes se preparen mejor ante un entorno que les demanda cada vez más y mejores competencias; pero por encima de todo, una educación que les proporcione buenos cimientos en los valores que nos identifiquen como orgullosamente mexicanos.
Los ciudadanos exigen un gobierno responsable, entendiendo por éste el que sirve a todos los ciudadanos sin distingo de partidos o ideologías, que escuche y atienda el reclamo popular. Los liberales demandamos a nuestros representantes populares que estén cerca de la gente, que le den a nuestra entidad un rumbo con certidumbre, una dirección con responsabilidad, sin comprometer el erario público ni adquirir deudas y compromisos que impidan el desarrollo y crecimiento sustentable de nuestro Estado.
Un rasgo común entre aquél México del Siglo XIX y al del Siglo XXI es que en torno a la causa ciudadana, converge un amplio movimiento con gran potencial de resolver muchos de nuestros problemas. Juárez comprendió que el gobierno debe aprender de la sociedad y debe evolucionar en sus formas de gestión, de organización y de toma de decisiones.
La Masonería Potosina propone, respetuosamente, los siguientes aspectos que debe retomar el gobierno, a fin de que se solidifiquen los cimientos y se construya un mejor San Luis Potosí:
1. Organización para causas concretas, solo así se pueden atacar los problemas con eficiencia, facilitando la evaluación de resultados. Esa es la sinergia que debe existir entre el nivel estatal y municipal, desde nuestra perspectiva.
2. Participación para lograr la eficacia en las respuestas, sin temor a la participación social, ya que ella es parte de la solución y no del problema. Cuando se piensa que solo el análisis técnico es el generador de la gestión política, se topa con pared. Por ello hoy la ciudadanía se siente, en muchas ocasiones, ajena a los proyectos y obras, muchas de ellas quedando inconclusas.
3. Vinculación de esfuerzos, ya que la suma de voluntades facilita el logro de mejores resultados. Creemos firmemente en que esta es la forma en que se recupera la esencia humanista en la gestión pública.
4. Simplificación y solución efectiva de problemas, que abra cauce a la desregulación que ponga el gobierno al servicio del ciudadano.
5. Liderazgo. En este concepto, planteamos el compromiso como piedra angular de trabajo, que se rescate el significado del compromiso individual, que se tenga vergüenza cuando no se cumpla, que se esté orgulloso cuando se alcance una meta. Hacer bien las cosas exige liderazgo. Requerimos líderes convencidos, comprometidos, que ofrezcan respuestas y no tengan miedo a innovar.
El gobierno del Presidente Juárez fue promotor de la información y la comunicación. En ocasiones existe una gran resistencia en la administración pública a proporcionar información, a mostrar resultados, a ser evaluadas. Invitamos a su gobierno a superar esa visión equivocada y hacer de la información un bien público. La buena comunicación es fuente de certidumbre.
Otra característica esencial que nos deja como legado el Benemérito de las Américas es el eficiente empleo de recursos. Es muy importante dejar atrás el culto a la imagen personal, erradicar la cultura del derroche de la administración pública. El erario y los bienes públicos deben ser valorados y tenerse clara conciencia de cómo alcanzar resultados que redunden en mayor bienestar, sin grandes gastos, pero con gran energía y creatividad.
Juárez es, como lo define Andrés Henestrosa, “un hombre de acción y de pensamiento”. En el ideario juarista, encontramos conceptos vigentes, con igual o mayor peso en su tiempo como en el nuestro, tales como “Como hijo del pueblo, nunca podría yo olvidar que mi único titulo es su voluntad, y que mi único fin debe ser siempre su mayor bien y prosperidad”.
El Benemérito utilizó la pluma como instrumento civilizador, de donde nacieron las Leyes de Reforma, la nacionalización de los bienes de manos muertas, la libertad de cultos, y principalmente, la independencia absoluta de las potestades civil y espiritual. Justo Sierra afirmó que “a la distancia, Juárez parece un liberal cristiano capaz de afirmar que se necesita una religión que nos obligue a leer y no a gastar los ahorros en cirios para los santos”.
Entre gobierno y sociedad debe tenderse nuevos puentes, nuevos métodos de trabajo, es tiempo de construir prácticas diferentes que vuelvan a otorgar al ciudadano la confianza en sus instituciones, es necesario establecer nuevas bases para dejar atrás viejas sospechas.
Debemos dejar atrás los tiempos de demagogia, los potosinos estamos cansados de ello. Queremos un gobierno que muestre y demuestre que puede invertir más en salud, que promueva la construcción de vivienda, vivienda digna. Un gobierno que invierta, sin miedo, en obras de infraestructura en servicios públicos como agua potable, drenaje profundo, vialidades, pero por encima de todo, un gobierno de mano firme ante aquellos que intentan generar caos y zozobra entre la sociedad, sin tolerancia alguna para quien atente con lo mas preciado, nuestras familias.
Los masones potosinos estamos prestos a marchar junto a nuestros gobernantes legítimamente electos, a pesar de aquellos detractores que minimizan el valor de un voto, el cual en una sociedad democrática como la nuestra, expresa la voluntad y libertad de decisión de la ciudadanía. Nunca es tarde, para juntos trabajar por el bien de San Luis Potosí, sin temor a la competencia política, porque los liberales lo que sí rechazamos es la incompetencia política.
Juárez, desde este sitial en el oriente, sigue depositándonos tu confianza en que mantendremos firmes tus postulados como la libertad de conciencia, la seguridad ciudadana y el respeto mutuo entre los pueblos. Nos queda claro que, bajo ninguna circunstancia, el Estado puede estar sujeto a ninguna religión. Iglesias y Estado deben estar separados para crear ese Estado Laico que garantice la tolerancia religiosa y política, que permita fincar en las ideas liberales su modernización política y económica.
Lo señalaste con precisión: “La democracia es el destino de la humanidad futura; la libertad, su indestructible arma; la perfección posible, el fin donde se dirige”.
Queridos Hermanos, amigos todos, la fidelidad a la memoria de Juárez exige, en nuestros días, un firme compromiso con los principios que inspiraron su obra. Sabemos que los déspotas aborrecen la luz y la verdad.
Sigamos siendo esa fuente de luz y guardianes de la verdad. Pasemos de ser meros espectadores a sumarnos como actores en la defensa de nuestra Patria.
Es cuanto.
Israel Hernández Arriaga
M.·. R.·. G.·. M.·. 2009-2011
Fuente: Gran Logia "El Potosi"