El estandarte original que presidía las reuniones del templo masónico de la calle San Lucas se exhibirá el próximo mes en una exposición en el ex convento de Santo Domingo de La Laguna. La pieza llegará desde Salamanca y será, junto a la recreación a escala de una logia, uno de los atractivos de este evento cultural.
JORGE DÁVILA, S/C de Tfe.
"Desvelando secretos", una exposición de temática masónica que se montó hace un año en el Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, fue el punto de partida de otro proyecto del mismo perfil que, bajo el título "Diálogos sobre Masonería y Cultura", se mostrará del 29 de abril al 29 de mayo de 2010 en el ex Convento de Santa Domingo de La Laguna. La exhibición del estandarte original de la Logia de Añaza, que regresa a las Islas por primera vez desde que se envió a Salamanca en 1936, es uno de los reclamos de una iniciativa cultural organizada en torno a un ciclo de conferencias, música y la proyección del filme "Los hijos de la viuda", de Santiago Lapeira, en el teatro Leal.
"Desvelando secretos" creció a partir de una generosa e interesante compilación de documentos pertenecientes al fondo del catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna Manuel de Paz, que el investigador depositó en el Archivo Histórico Provincial. "Un centenar de estos documentos se podrán ver en la exposición que llegará a La Laguna en abril", manifestó a EL DÍA Javier Bonales, comisario de una cita que, por ahora, cuenta con el apoyo del Gobierno de Canarias a través del Archivo Histórico Provincial, el Cabildo de Tenerife, el área de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna y Binter Canarias.
"Estamos negociando otros acuerdos de colaboración con dos entidades más, pero aún no es segura su participación", explicó Bonales. "No es fácil encontrar el respaldo de empresas que quieran apostar por una actividad cultural", añadió el comisario.
La Gran Logia de Canarias
Un centenar de documentos originales (procedentes del Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife), mandiles, collares y y todos los elementos empleados en una logia masónica se expondrán durante un mes en Aguere, gracias a la labor realizada por el citado catedrático y coincidiendo con la celebración del décimo aniversario de la concesión a San Cristóbal de La Laguna del título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
En torno a 1920 se constituyó la Gran Logia de Canarias, órgano supremo que coordinaba los asuntos relacionados con la masonería en el Archipiélago. Su sede estaba en la capital tinerfeña y su organigrama se proyectó en torno a los centros de Añaza, Abora, Andamara y Acacia, logias emplazadas en Tenerife, La Palma y Gran Canaria. Hasta que en 1931 se proclamó la II República, la Gran Logia Canaria fue uno de los motores de la vida cultural en la Isla.
El Gobierno transformó el templo masónico de Añaza, ubicado en la santacrucera calle San Lucas, en un depósito de la farmacia militar en lo que fue el principio del fin de otras infraestructuras masónicas que existían en las Islas. Los marineros del cañonero "Canalejas" desmantelaron la casa que sirvió de lugar de residencia a la logia de Abora (La Palma). Las sedes de Gran Canaria quedaron completamente destruidas el 18 de julio de 1931, aunque mucho de sus documentos y enseres fueron enviados a la Delegación de Servicios Especiales de Salamanca, en la actualidad Sección "Guerra Civil" del Archivo Histórico Nacional. Un día más tarde (19 de julio), se procedió a la intervención de abundante material en las logias tinerfeñas. El pendón original se envió a tierras salmantinas.
"Vamos a recrear en una dependencia del ex convento de Santo Domingo una logia masónica con todos sus detalles", explicó Bonales respecto a otro de los atractivos de la exposición "Diálogos sobre Masonería y Cultura".
"Uno de los objetivos de la muestra es ofrecer una imagen de la masonería en Canarias y sus conexiones con el exterior". En un templo como el que se va a levantar el próximo mes en La Laguna se celebraban encuentros para debatir sobre trabajos filosóficos que elaboraban los miembros de la comunidad masónica.
En su ensayo "La Francmasonería Decimonónica en Tenerife: La Logia Nueva Era Nº 93 de La Laguna", De Paz ya dio de la existencia en 1874 de una corriente de librepensadores formada por Antonio Díaz Llanos, Domingo de la Rosa y Perera, José Pimienta Navarrete, Francisco María Pinto, Elías González Espínola y José María Pinto de la Rosa, entre otros intelectuales que influyeron notablemente en la fundación de la Revista de Canarias (1878-1881).
Vuelve a casa
Traer el estandarte de la Logia de Añaza a La Laguna ha requerido de muchas negociaciones. "No ha salido de Salamanca desde 1936 y es una pieza muy importante para entender la incidencia que tuvo la masonería en Canarias", explica el comisario Javier Bonales.
Al margen de una larga lista de permisos, se ha tenido que pagar más de tres mil quinientos euros para que una empresa especializada se encargue de su traslado. Además, un técnico viajará desde Salamanca para dar el visto bueno y supervisar el lugar en el que se expondrá el pendón.
"Organizar un evento con estas características no es fácil -su presupuesto ronda los 18.000 euros- y siempre hay que salvar algunos inconvenientes, pero entendemos que es una oportunidad inmejorable para entender cuál fue la incidencia de la masonería en Canarias, un mundo que conoce bien el catedrático Manuel de Paz, una de las voces más autorizadas en este tema y el responsable de que una muestra de esta dimensión se vea en Canarias", explicó Bonales.
La proyección de "Los hijos de la viuda", película dirigida por el español Santiago Lapeira, podrá ser vista por primera vez en Canarias después de su estreno en Estados Unidos, Madrid y Barcelona. La cinta se verá el 14 de mayo en el teatro Leal y el dinero obtenido en taquilla se donará a obras de beneficencia.
JORGE DÁVILA, S/C de Tfe.
"Desvelando secretos", una exposición de temática masónica que se montó hace un año en el Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, fue el punto de partida de otro proyecto del mismo perfil que, bajo el título "Diálogos sobre Masonería y Cultura", se mostrará del 29 de abril al 29 de mayo de 2010 en el ex Convento de Santa Domingo de La Laguna. La exhibición del estandarte original de la Logia de Añaza, que regresa a las Islas por primera vez desde que se envió a Salamanca en 1936, es uno de los reclamos de una iniciativa cultural organizada en torno a un ciclo de conferencias, música y la proyección del filme "Los hijos de la viuda", de Santiago Lapeira, en el teatro Leal.
"Desvelando secretos" creció a partir de una generosa e interesante compilación de documentos pertenecientes al fondo del catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna Manuel de Paz, que el investigador depositó en el Archivo Histórico Provincial. "Un centenar de estos documentos se podrán ver en la exposición que llegará a La Laguna en abril", manifestó a EL DÍA Javier Bonales, comisario de una cita que, por ahora, cuenta con el apoyo del Gobierno de Canarias a través del Archivo Histórico Provincial, el Cabildo de Tenerife, el área de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna y Binter Canarias.
"Estamos negociando otros acuerdos de colaboración con dos entidades más, pero aún no es segura su participación", explicó Bonales. "No es fácil encontrar el respaldo de empresas que quieran apostar por una actividad cultural", añadió el comisario.
La Gran Logia de Canarias
Un centenar de documentos originales (procedentes del Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife), mandiles, collares y y todos los elementos empleados en una logia masónica se expondrán durante un mes en Aguere, gracias a la labor realizada por el citado catedrático y coincidiendo con la celebración del décimo aniversario de la concesión a San Cristóbal de La Laguna del título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
En torno a 1920 se constituyó la Gran Logia de Canarias, órgano supremo que coordinaba los asuntos relacionados con la masonería en el Archipiélago. Su sede estaba en la capital tinerfeña y su organigrama se proyectó en torno a los centros de Añaza, Abora, Andamara y Acacia, logias emplazadas en Tenerife, La Palma y Gran Canaria. Hasta que en 1931 se proclamó la II República, la Gran Logia Canaria fue uno de los motores de la vida cultural en la Isla.
El Gobierno transformó el templo masónico de Añaza, ubicado en la santacrucera calle San Lucas, en un depósito de la farmacia militar en lo que fue el principio del fin de otras infraestructuras masónicas que existían en las Islas. Los marineros del cañonero "Canalejas" desmantelaron la casa que sirvió de lugar de residencia a la logia de Abora (La Palma). Las sedes de Gran Canaria quedaron completamente destruidas el 18 de julio de 1931, aunque mucho de sus documentos y enseres fueron enviados a la Delegación de Servicios Especiales de Salamanca, en la actualidad Sección "Guerra Civil" del Archivo Histórico Nacional. Un día más tarde (19 de julio), se procedió a la intervención de abundante material en las logias tinerfeñas. El pendón original se envió a tierras salmantinas.
"Vamos a recrear en una dependencia del ex convento de Santo Domingo una logia masónica con todos sus detalles", explicó Bonales respecto a otro de los atractivos de la exposición "Diálogos sobre Masonería y Cultura".
"Uno de los objetivos de la muestra es ofrecer una imagen de la masonería en Canarias y sus conexiones con el exterior". En un templo como el que se va a levantar el próximo mes en La Laguna se celebraban encuentros para debatir sobre trabajos filosóficos que elaboraban los miembros de la comunidad masónica.
En su ensayo "La Francmasonería Decimonónica en Tenerife: La Logia Nueva Era Nº 93 de La Laguna", De Paz ya dio de la existencia en 1874 de una corriente de librepensadores formada por Antonio Díaz Llanos, Domingo de la Rosa y Perera, José Pimienta Navarrete, Francisco María Pinto, Elías González Espínola y José María Pinto de la Rosa, entre otros intelectuales que influyeron notablemente en la fundación de la Revista de Canarias (1878-1881).
Vuelve a casa
Traer el estandarte de la Logia de Añaza a La Laguna ha requerido de muchas negociaciones. "No ha salido de Salamanca desde 1936 y es una pieza muy importante para entender la incidencia que tuvo la masonería en Canarias", explica el comisario Javier Bonales.
Al margen de una larga lista de permisos, se ha tenido que pagar más de tres mil quinientos euros para que una empresa especializada se encargue de su traslado. Además, un técnico viajará desde Salamanca para dar el visto bueno y supervisar el lugar en el que se expondrá el pendón.
"Organizar un evento con estas características no es fácil -su presupuesto ronda los 18.000 euros- y siempre hay que salvar algunos inconvenientes, pero entendemos que es una oportunidad inmejorable para entender cuál fue la incidencia de la masonería en Canarias, un mundo que conoce bien el catedrático Manuel de Paz, una de las voces más autorizadas en este tema y el responsable de que una muestra de esta dimensión se vea en Canarias", explicó Bonales.
La proyección de "Los hijos de la viuda", película dirigida por el español Santiago Lapeira, podrá ser vista por primera vez en Canarias después de su estreno en Estados Unidos, Madrid y Barcelona. La cinta se verá el 14 de mayo en el teatro Leal y el dinero obtenido en taquilla se donará a obras de beneficencia.
