Por Ricardo E. Polo
Director de la Revista “Hiram Abif”
Editorial EDICCION Nº 118
Los masones argentinos, aquellos que se autodenominan "masones verdaderos", debieran dar lectura a este trabajo, que se constituyó en "Editorial" de la revista internacional de Masonería "Hiram Abif", que desde hace 10 años propende a la Unidad Universal de la Masonerìa (Unidad mundial, en todo caso) a través de imponerse la "Unidad en la Diversidad" armonizando así las graves disidencias provenientes del "acto" usurpador de 1717, en el que se reemplazó la tradicional Masonería Operativa, por el engendro creado por James Anderson, Teófilo Desaguliers y la colaboraciòn de Elìas Ashmole, todos ellos de "dudosa" memebresìa masónica. Usted, si es masón verdadero, lea con detenimiento...
Hace más o menos un año, la máxima autoridad de la Masonería Argentina mencionó públicamente el número de «iniciados» activos que existían en Argentina.
A propósito de tales declaraciones, que se llevaron a cabo en la Provincia de Santa Fe, dijimos que constituían una esperanza para el decurso del pensamiento masónico en Argentina, en tiempos en que la ciudadanía se encuentra predispuesta a no solventar los prejuicios, que siempre fueron difundidos desde las sacristías del catolicismo y por parte de los siempre enemigos del librepensamiento, de la laicidad, de las libertades públicas y, fundamentalmente, del «republicanismo» que sostenemos los que adherimos al pensamiento masónico.
Ya ha transcurrido un tiempo prudencial, durante el que nada ha sucedido «en bien general de la Orden» y en la recuperación de aquellos que se han marchado, decepcionados por la estructura anquilosada y astigmática que impera en el «Palacio» cuyo nombre reemplazó la mención de nuestra sede como la de «Cangallo», ahora «Presidente Perón», que es el nombre de la arteria donde centenariamente subyace nuestra sede.
Tuvimos fe, en un principio, creyendo que la palabra de la máxima autoridad avizoraba una Luz que diera por tierra con la mochila que sobrelleva la Institución, que no es otra cuyo contenido supone, precisamente, los 10.000 iniciados que hoy no cubren las columnas, ni aportan con sus talentos a la Gran Obra que promete nuestra Institución.
Nosotros, los que hemos hecho profesión de fe en la lucha contra el prejuicio, sobrellevamos hoy el peso de un sinnúmero de ausencias debidas, precisamente, a la existencia de prejuicios dentro del ámbito en el que no debieran ni practicarse ni existir.
Debemos reconocer que la situación actual dentro del ámbito Institucional, se debe al anquilosamiento de estructuras de excesivo personalismo y lo peor, sazonadas por muchos años de sistemáticas permanencias y cultos a la personalidad. El ceremonialismo no corregido ni adaptado a la democracia que debiera existir en nuestras filas. Sustentados del republicanismo de muy remota data, los más «antiguos» en la Orden sabemos de qué manera se hizo grande el deterioro conceptual y del abandono de los principios que a costa de sangre, promovieron nuestros antepasados masones.
Se ha llegado, incluso, a cuestionar la Revolución Francesa, o la Ilustración y el quehacer revolucionario de los hombres que dio la masonería para cambiar el mundo. Créase o no, el axioma de «propender al Progreso de la Humanidad» dejó de ser el horizonte de nuestros jóvenes iniciados, porque lo «taparon» los acumuladores de medallas y el fasto de mandiles y collarines, que proliferan en L:., C:. y C:. tanto en el Simbolismo como en el Filosofismo.
Y aunque no se crea, conozco el caso de que se desanima a los recipiendarios, antes de ser «aceptados», condicionándolos incluso en sus actividades de difusión periodística o literaria...Tan execrable actitud me consta y me alarma más allá de todas las lacras por mi conocidas.
Eso, en nuestro ámbito. Y qué decir del ámbito latinoamericano y europeo, en el que medran hasta delincuentes de guante blanco dentro y fuera de la Institución. Anunciado como estuvo por Roger Peyrefite el asunto ese de «los buscadores de prestigio», la lenidad de nuestros aplomadores en cuanto a los postulantes hizo y hace que ingresen a la Orden tales lacras sociales, que la humanidad no necesita y la masonería menos.
Llevo 10 años de permanente prédica sobre estos sucesos, sin que alguien se haya «ocupado» de responderme o de mostrarme cuán equivocado puedo estar.
Y no es eso lo preocupante, porque bien puede suceder que mi estoque sea tan breve y escaso, que carezca de toda posibilidad de herir a quienes demando.
Desde hace 10 años, sin proceder a «denunciar a hechos y personas» he intentado concientizar a mis QQ:. HH:. de una realidad que no es virtual sino real, recibiendo con evidente lenidad (3) una suerte de indiferencia elocuente. A medida que ha transcurrido el tiempo he incrementado la sonoridad de mis apreciaciones y el fuerte sonido de mis escritos fruto de la investigación.
Como el único ámbito hoy para dar conocer el pensamiento de un «iniciado» es la Web, ya que en el seno de los talleres resulta imposible investigar y dar conocer los resultados, mientras se da lectura a los anodinos «temas» impuestos desde las Luces y que siempre son repeticiones de repeticiones o refritos más o menos bien redactados, tuve que crear varios Blogs y páginas virtuales, dentro de las cuales coloco lo que se, lo que aprendí y lo que pienso.
Sobre todo esto último, debido a que es esencial en la Orden, ejercer el «derecho de opinión», el de «pensamiento» y el de «publicar» los resultados de todo ello.
Que nos hallamos rodeados de timoratos por una parte e inescrupulosos por otra, que prefieren el medallismo, el mandilismo y los títulos y honores efímeros más ritualísticos y simbólicos que verdaderos.
Pero resulta natural que así sea. Es parte de la «profanidad» que no se logra revertir al momento de conocer La Luz o memorizar lo que se debería aprender en la cámara de reflexiones... Caverna esta en la que se supone cobramos conciencia de la realidad de los mortales.
Campea sobre el austro que generalmente nos inspira, ese relente de amargura surgido del trato cotidiano, en ese ámbito en el que no aparecen los senderos bifurcados que nos acercan a la Verdad.
Haciendo uso de los aciertos de Borges, podemos sostener que en este ámbito tan particular, lo que nos une no es el amor fraternal sino el espanto... Y esto, concordando con lo definido por el diccionario de la Academia...
A través de las Listas Masónicas en la Web, —tan vilipendiadas por los capelos propios, sean las campanas de cristal que nos resguardan del polvo, o el polvo mismo que impide visualizar la Verdad—, podemos ver que se han abierto como ventiluces que permiten el ingreso de mucha luz a nuestro ambiente.
Y es así como vamos conociendo las injusticias, los desmanejos, el imperio del individualismo feroz que nos afecta y la cantidad inmensa de pavo realismo que se afincó en nuestra Orden, desde que se produjeron las «contrarreformas» de 1717 y luego desde 1723, con la falsificación teísta y deísta de lo que fuera la Masonería Operativa y la que se denomina Francmasonería.
Aún no nos ha sorprendido el cansancio respecto de la prédica que venimos desarrollando. Pero si nos ha decepcionado la actitud de muchos de nuestros cofrades que hacen «la vista gorda» respecto de lo que son mis afirmaciones.
Seguramente subyace, en esa actitud, la idea de que me pueden vencer por cansancio. Pero no es ni ha de ser así. Soy persistente y perseverante y no dejo de estudiar e investigar todo lo relativo a la Historia y antecedentes Institucionales, incluso a pesar de los ninguneos que se me hacen al requerir datos que me son necesarios.
Me asombra, además, la actitud poco fraterna de muchos QQ:. HH:., que tratan de evitarme y evitar consen-suar o discutirme. Otros se ocupan del desprestigio, haciendo interjecciones cuando son preguntados por mi persona.
Pero no me quejo. ¡Por favor! Esa actitud es recurrente y por tanto no me aflige. Lo que si me ocupa es tener que admitir que son pocos los que se preocupan por conocer más profundamente las circunstancias en las que se han «comprometido». Si cada uno de ustedes ahonda en el medio en el que confraternizan, advertirán que por estos tiempos han surgido conductas más cercanas a la profanidad que al «espíritu de cuerpo» que debe reinar en el ámbito masónico.
Pero introduzcámonos en la cuestión que es «recuperar lo perdido». No me refiero, por caso, a la cuestión de recuperar «la palabra», que nuestros Rituales mencionan como perdida. Esa es otra cuestión. más relacionada con la leyenda y con algunos Ritos que se afianzan en esa búsqueda.
La cuestión a la que me refiero es la de «recuperar» a nuestros QQ:. HH:: que se han perdido en ese ámbito imaginario que es «estar en sueños». Qué, a propósito, siempre ha sido para mi una verdadera entelequia, más allá de considerarlo un despropósito. Afirmo aquí que la inmensa mayoría de los QQ:. HH:. que hoy se encuentran en esa situación, lo son porque se han marchado desencantados de la Orden. Otros lo han hecho por no compartir ni procedimientos, ni las supercherías que se intentan implantar, fruto de las problemáticas derivadas de las Constituciones de 1723 y sus reformas y de la «visión» de la masonería y la leyenda, que se derivan de aquél episodio.
Pero más allá de tales discrepancias, que pudieran ser objeto de conciliarlas como desavenencias (zanjables), están los hechos concretos de injusticias logiales, celos, envidias, antipatías y discrepancias culturales e informativas, que surgen naturalmente del trato entre HH:.Y dejando constancia aquí, de que he sido testigo y hasta protagonista de tales circunstancias desdorosas que, comunicadas por nota a las máximas autoridades de la Institución, fueron ignoradas y hasta consentidas.
No podemos los iniciados ser pusilánimes. La conducta humana no se modifica porque utilicemos términos como «queridos hermanos», «muy fraternalmente», y «adoremos», fraseológicamente, a una alegoría que denominamos GADU, que se ha convertido en una deidad antropomórfica, contraria a la doctrina masónica. Y en una soberana contradicción entre el racionalismo que propugnamos y la credulidad que se nos opone.
A través de los años que pertenezco a la Orden, —que suman por ahora solo 48—, he observado el «in crescendo» de las «afirmaciones» teístas y deístas de nuestros QQ:. HH:. de mayor jerarquía intelectual que lo transmiten cada día con mayor elocuencia, casi como si la Orden fuese o una religión o un sincretismo religioso.
Precisamente nos hemos ocupado del tema, editando un opúsculo titulado «¿Es la masonería una religión?», en el que condensamos no lo que podemos pensar «nosotros», sino lo que han lucubrado con fundamento, importantes representantes de las religiones positivas e I:. y P:. H:. durante una reunión mantenida en la Universidad Complutense de Madrid.
Es verdad que en el seno de la Masonería existen QQ:. HH:: que son ateos. Y «denostados» por sus iguales. Pero por simple ignorancia. Porque el ateo sencillamente «no cree en Dios» y no, como sostienen monaguillos y advenedizos, «que no creen en nada».
En efecto, el ateo, por serlo y asumirse, es un ser Humano que se encuentra abocado a la búsqueda de su Verdad o de La Verdad, sin admitir que ella haya sido ni «revelada» ni se encuentre en el ámbito de las «creencias» religiosas o supersticiosas. El ateo, por antonomasia, descree de los dioses personales y de los antropomórficos… Lo mismo que sucede con el agnosticismo…
Por otra parte, el masón aspira «saber», no a «creer». Ya viene del mundo profano con todas las dificultades ideológicas que la costumbre y los prejuicios le han signado. Pero suponemos que la «iniciación» le ha despertado las inquietudes intelectuales para llevarlo a estudiar, aprehender, conocer, y así acceder a la verdadera Luz que se le otorga entre columnas.
Hasta hoy no he podido entender el por qué la insistencia, en altos ámbitos de la Institución, la perseverante prédica deísta o teísta de nuestros «veteranos» dirigentes. No se si es por la edad cronológica, que los acerca más al final de los interrogantes de este mundo... O por convicciones religiosas que no han podido superar... Aunque lo peor sería la hipocresía de no haber sabido «leer bien» la Historia de la Masonería.
Lo cierto es que por estos tiempos se percibe el avance de los contestatarios que surgen en todos los foros y que sabemos también en el seno de algunas Obediencias, que hoy por hoy conllevan importantes desavenencias, sean Obediencias Latinoamericanas o sean Europeas (Ej. Perú y España, entre otras...
Pero no vamos a ahondar en el tema, porque sabemos el grado de susceptibilidad imperante en nuestros ámbitos claustrales.
Lo que nos ocupa, verdaderamente, es la ausencia de motivaciones por una parte y ejecuciones por otra, de planes que permitan el retorno de tantos QQ:. HH:. que se encuentran en sueño. Reconocidos en el número de 10.000 en Argentina, no parece preocupar a las autoridades institucionales, semejante número de conciencias y pensamientos que sabemos son afines al librepensamiento (una de las razones por las que se han ido perdiendo membresías, ya que en el seno de nuestros talleres se respira un cierto aire que lo condiciona), a la laicidad, a la educación obligatoria y gratuita de nuestros niños y jóvenes y a la democracia republicana...
Claro está que tales afinidades se encuentran hoy un tanto desvalidas, dado que desde la fusión entre el Gran Oriente Federal Argentino y la Gran Logia, desaparecieron aquellas «Ligas» que funcionaban en el antiguo edificio de la calle Sarmiento al 1800 y que concentraban las actividades de masones comprometidos con la acción y la disposición criteriosa de la doctrina masónica en todo su esplendor.
Hoy por hoy han ingresado a la Orden «regular» algunos personajes de cierta notoriedad en la vida pública y que son a veces expuestos como ejemplos de lo que es un masón o de lo que la masonería puede exponer como sus integrantes.
Alguno de ellos, —hoy fuera de la Institución no sabemos si en sueño o en franca retirada—, que curiosamente ha sido inculpado de ser miembro del Opus Dei y que dirige la versión editorial de obras «masónicas»... de un importante editor argentino.
¡Imaginemos la receptividad que tendrá cualquier iniciado estudioso con divergencias histórico-opinables sobre la Orden de querer publicar un libro...!
La presencia en la Orden de tales personas, algunas veces iniciados por dispensa del G:. M:. son exhibidos en «Conferencias» y reportajes, opinando de cosas que no se han «aprendido» (mamado en el original) dentro de los Talleres y que en oportunidades, desplazando a QQ:. HH:. talentosos que por tener perfiles bajos, quedan relegados al «bufete» del Palacio Cangallo
Alguna vez surgirá un «relator» que cuente el anecdotario del incendiado bufete de nuestra Sede, donde se han pergeñado incruentos combates intelectivos, que conformaron los cuadros de la dirigencia que nos hemos merecido.
Lo cierto es que de vez en cuando, tanto en Buenos Aires como en Mar del Plata, nos sabemos cruzar con QQ:.HH:. conocidos y hasta no conocidos, que nos saludan y comentan la actualidad Institucional..
Y todos ellos en situación de «Sueño» con o sin P:. de Pase y Quite y... aplomados con el tesoro, condición sine qua non para obtener la Plancha.
La búsqueda de la «palabra perdida», entre otros objetivos institucionales, se opaca con la algarabía que motiva a nuestra dirigencia sentirse exultante por poder exhibirse en la «sociedad contemporánea», creyendo que la opinión pública creará consenso para que nuestros enemigos cervales mitiguen su oposición a nuestra existencia. Excomuniones mediante...
Por otra parte, surge la convicción de que los «estados de conciencia» de algunos masones católicos, se han impuesto por sobre la al menos «prescindencia» religiosa que proclama la Orden de acuerdo con los dictados de la G:. L:: U:. de Inglaterra.
Ya hemos conocido que en la hermana República de Paraguay, algunos distinguidos masones (distinguidos por sus mandiles y jerarquías efímeras pero efectivas) han realizado «ceremonias» conjuntas vistiendo los atuendos propios junto a la jerarquía católica.
También sabemos de reuniones «tentativas» en nuestro país con la jerarquía católica, que no hace mucho tiempo relanzó sus admoniciones contrarias a la Masonería y en evidente consenso con las Bulas papales contrarias a nuestra Orden.
No se muestra piadoso el actual pontífice respecto de nuestra Institución, pues ha ratificado toda la legislación contraria a la membresía de los católicos masones, persistiendo en la excomunión como lapidario castigo por ser librepensadores., entre otras especies…
Es comprensible que un significativo número de QQ:. HH:. experimente cargos de conciencia. Todos sabemos hasta qué punto el adoctrinamiento que se lleva a cabo desde temprana edad. Y los sentimientos de culpa que se incorporan a la credulidad, de la misma manera que las supersticiones se propagan en los ámbitos en los que no prima la investigación, el librepensamiento y la libertad de conciencia...
Todo eso los sabemos. Y hasta lo toleramos. Sea en aras de la fraternidad, sea con motivo de la idea de que la Luz habrá de disipar las tinieblas con las que llega el recipiendario y esperanzados en que sabrá encontrar el camino de la Verdad.
En este siglo XXI ha dado comienzo una revolución. Se trata de la virtualidad cuya esencia subyace en la definición, pero que en la realidad es el fenómeno comunicacional de la Internet, en cuyo ámbito se consolida una nueva visión de la masonería. Por medio de las definiciones que se dan a través de Logias y de Grandes Logias, se expone que «La Masonería Virtual esta validada pues es compartida con infinidad de masones de todo el Orbe. Se enfoca en una interacción interpersonal, que a pesar de no darse en el mismo espacio y tiempo, si es percibida verdaderamente como un poderoso acto colectivo masónico».
Ha surgido una extraña transparencia que permite sincerarnos sin que puedan suceder conspiraciones, maledicencias, «operaciones desestabilizadoras» o promover «camarillas» como ocurre en el seno de muchos Talleres.
Hoy por hoy se difunde la idea de que: El ambiente en foros masónicos virtuales, ha dado un espacio para la construcción de una identidad masónica propia, sustentada en la suma de muchísimas experiencias aportadas por infinidad de masones procedentes de todas partes del mundo.
Y todo ello nos permite afirmar que esta nueva forma de confraternizar avizora “repudiar aspectos puestos en práctica en esos entornos masónicos regulares, o en la propia vida cotidiana del masón. Se trataría así, de un espacio de interrelación entre los espacios de la Masonería Convencional y la ahora poderosa Realidad de la Masonería Virtual por Internet, en que las propias prácticas en estos entornos producen una mutua influencia, generando una ruptura de las fronteras entre ambas fachadas de una misma Masonería”.
Tal visión de la realidad actual no solo no ha cobrado conciencia en los «altos grados» enquistados en el poder masónico del Simbolismo y del Filosofismo que, como señalara el I:. y P:. H:. José Ingenieros, «..constituye el estamento del pasado ejerciendo sus prevenciones contra el presente...»
Quienes reclamamos el cumplimiento de las promesas y declaraciones de la máxima autoridad electa de la Orden en Argentina, lo hacemos en homenaje a cientos de QQ:. HH:. que han luchado con denuedo por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, no como caracteres de frontispicio, sino como lábaro que expone el carácter progresista y principista de la Orden.
Los QQ:.HH:. hoy en sueño, dejados de la mano de la fraternidad institucional, pueden decir con honra y verdad, que la Masonería que ellos aceptaron, es aquella que el «...intelectual Oliverio Cromwell, iniciado en la Logia Francmasónica de Cambridge, a los 20 años de edad demostraba con claridad en sus prédicas, el fondo económico de todos los problemas religiosos de Inglaterra, y recomendaba a sus oyentes la necesidad imprescindible de luchar por la abolición de los privilegios de las castas, y el establecimiento de la igualdad absoluta de las clases ante la Ley.
Director de la Revista “Hiram Abif”
Editorial EDICCION Nº 118
Los masones argentinos, aquellos que se autodenominan "masones verdaderos", debieran dar lectura a este trabajo, que se constituyó en "Editorial" de la revista internacional de Masonería "Hiram Abif", que desde hace 10 años propende a la Unidad Universal de la Masonerìa (Unidad mundial, en todo caso) a través de imponerse la "Unidad en la Diversidad" armonizando así las graves disidencias provenientes del "acto" usurpador de 1717, en el que se reemplazó la tradicional Masonería Operativa, por el engendro creado por James Anderson, Teófilo Desaguliers y la colaboraciòn de Elìas Ashmole, todos ellos de "dudosa" memebresìa masónica. Usted, si es masón verdadero, lea con detenimiento...
Hace más o menos un año, la máxima autoridad de la Masonería Argentina mencionó públicamente el número de «iniciados» activos que existían en Argentina.
A propósito de tales declaraciones, que se llevaron a cabo en la Provincia de Santa Fe, dijimos que constituían una esperanza para el decurso del pensamiento masónico en Argentina, en tiempos en que la ciudadanía se encuentra predispuesta a no solventar los prejuicios, que siempre fueron difundidos desde las sacristías del catolicismo y por parte de los siempre enemigos del librepensamiento, de la laicidad, de las libertades públicas y, fundamentalmente, del «republicanismo» que sostenemos los que adherimos al pensamiento masónico.
Ya ha transcurrido un tiempo prudencial, durante el que nada ha sucedido «en bien general de la Orden» y en la recuperación de aquellos que se han marchado, decepcionados por la estructura anquilosada y astigmática que impera en el «Palacio» cuyo nombre reemplazó la mención de nuestra sede como la de «Cangallo», ahora «Presidente Perón», que es el nombre de la arteria donde centenariamente subyace nuestra sede.
Tuvimos fe, en un principio, creyendo que la palabra de la máxima autoridad avizoraba una Luz que diera por tierra con la mochila que sobrelleva la Institución, que no es otra cuyo contenido supone, precisamente, los 10.000 iniciados que hoy no cubren las columnas, ni aportan con sus talentos a la Gran Obra que promete nuestra Institución.
Nosotros, los que hemos hecho profesión de fe en la lucha contra el prejuicio, sobrellevamos hoy el peso de un sinnúmero de ausencias debidas, precisamente, a la existencia de prejuicios dentro del ámbito en el que no debieran ni practicarse ni existir.
Debemos reconocer que la situación actual dentro del ámbito Institucional, se debe al anquilosamiento de estructuras de excesivo personalismo y lo peor, sazonadas por muchos años de sistemáticas permanencias y cultos a la personalidad. El ceremonialismo no corregido ni adaptado a la democracia que debiera existir en nuestras filas. Sustentados del republicanismo de muy remota data, los más «antiguos» en la Orden sabemos de qué manera se hizo grande el deterioro conceptual y del abandono de los principios que a costa de sangre, promovieron nuestros antepasados masones.
Se ha llegado, incluso, a cuestionar la Revolución Francesa, o la Ilustración y el quehacer revolucionario de los hombres que dio la masonería para cambiar el mundo. Créase o no, el axioma de «propender al Progreso de la Humanidad» dejó de ser el horizonte de nuestros jóvenes iniciados, porque lo «taparon» los acumuladores de medallas y el fasto de mandiles y collarines, que proliferan en L:., C:. y C:. tanto en el Simbolismo como en el Filosofismo.
Y aunque no se crea, conozco el caso de que se desanima a los recipiendarios, antes de ser «aceptados», condicionándolos incluso en sus actividades de difusión periodística o literaria...Tan execrable actitud me consta y me alarma más allá de todas las lacras por mi conocidas.
Eso, en nuestro ámbito. Y qué decir del ámbito latinoamericano y europeo, en el que medran hasta delincuentes de guante blanco dentro y fuera de la Institución. Anunciado como estuvo por Roger Peyrefite el asunto ese de «los buscadores de prestigio», la lenidad de nuestros aplomadores en cuanto a los postulantes hizo y hace que ingresen a la Orden tales lacras sociales, que la humanidad no necesita y la masonería menos.
Llevo 10 años de permanente prédica sobre estos sucesos, sin que alguien se haya «ocupado» de responderme o de mostrarme cuán equivocado puedo estar.
Y no es eso lo preocupante, porque bien puede suceder que mi estoque sea tan breve y escaso, que carezca de toda posibilidad de herir a quienes demando.
Desde hace 10 años, sin proceder a «denunciar a hechos y personas» he intentado concientizar a mis QQ:. HH:. de una realidad que no es virtual sino real, recibiendo con evidente lenidad (3) una suerte de indiferencia elocuente. A medida que ha transcurrido el tiempo he incrementado la sonoridad de mis apreciaciones y el fuerte sonido de mis escritos fruto de la investigación.
Como el único ámbito hoy para dar conocer el pensamiento de un «iniciado» es la Web, ya que en el seno de los talleres resulta imposible investigar y dar conocer los resultados, mientras se da lectura a los anodinos «temas» impuestos desde las Luces y que siempre son repeticiones de repeticiones o refritos más o menos bien redactados, tuve que crear varios Blogs y páginas virtuales, dentro de las cuales coloco lo que se, lo que aprendí y lo que pienso.
Sobre todo esto último, debido a que es esencial en la Orden, ejercer el «derecho de opinión», el de «pensamiento» y el de «publicar» los resultados de todo ello.
Que nos hallamos rodeados de timoratos por una parte e inescrupulosos por otra, que prefieren el medallismo, el mandilismo y los títulos y honores efímeros más ritualísticos y simbólicos que verdaderos.
Pero resulta natural que así sea. Es parte de la «profanidad» que no se logra revertir al momento de conocer La Luz o memorizar lo que se debería aprender en la cámara de reflexiones... Caverna esta en la que se supone cobramos conciencia de la realidad de los mortales.
Campea sobre el austro que generalmente nos inspira, ese relente de amargura surgido del trato cotidiano, en ese ámbito en el que no aparecen los senderos bifurcados que nos acercan a la Verdad.
Haciendo uso de los aciertos de Borges, podemos sostener que en este ámbito tan particular, lo que nos une no es el amor fraternal sino el espanto... Y esto, concordando con lo definido por el diccionario de la Academia...
A través de las Listas Masónicas en la Web, —tan vilipendiadas por los capelos propios, sean las campanas de cristal que nos resguardan del polvo, o el polvo mismo que impide visualizar la Verdad—, podemos ver que se han abierto como ventiluces que permiten el ingreso de mucha luz a nuestro ambiente.
Y es así como vamos conociendo las injusticias, los desmanejos, el imperio del individualismo feroz que nos afecta y la cantidad inmensa de pavo realismo que se afincó en nuestra Orden, desde que se produjeron las «contrarreformas» de 1717 y luego desde 1723, con la falsificación teísta y deísta de lo que fuera la Masonería Operativa y la que se denomina Francmasonería.
Aún no nos ha sorprendido el cansancio respecto de la prédica que venimos desarrollando. Pero si nos ha decepcionado la actitud de muchos de nuestros cofrades que hacen «la vista gorda» respecto de lo que son mis afirmaciones.
Seguramente subyace, en esa actitud, la idea de que me pueden vencer por cansancio. Pero no es ni ha de ser así. Soy persistente y perseverante y no dejo de estudiar e investigar todo lo relativo a la Historia y antecedentes Institucionales, incluso a pesar de los ninguneos que se me hacen al requerir datos que me son necesarios.
Me asombra, además, la actitud poco fraterna de muchos QQ:. HH:., que tratan de evitarme y evitar consen-suar o discutirme. Otros se ocupan del desprestigio, haciendo interjecciones cuando son preguntados por mi persona.
Pero no me quejo. ¡Por favor! Esa actitud es recurrente y por tanto no me aflige. Lo que si me ocupa es tener que admitir que son pocos los que se preocupan por conocer más profundamente las circunstancias en las que se han «comprometido». Si cada uno de ustedes ahonda en el medio en el que confraternizan, advertirán que por estos tiempos han surgido conductas más cercanas a la profanidad que al «espíritu de cuerpo» que debe reinar en el ámbito masónico.
Pero introduzcámonos en la cuestión que es «recuperar lo perdido». No me refiero, por caso, a la cuestión de recuperar «la palabra», que nuestros Rituales mencionan como perdida. Esa es otra cuestión. más relacionada con la leyenda y con algunos Ritos que se afianzan en esa búsqueda.
La cuestión a la que me refiero es la de «recuperar» a nuestros QQ:. HH:: que se han perdido en ese ámbito imaginario que es «estar en sueños». Qué, a propósito, siempre ha sido para mi una verdadera entelequia, más allá de considerarlo un despropósito. Afirmo aquí que la inmensa mayoría de los QQ:. HH:. que hoy se encuentran en esa situación, lo son porque se han marchado desencantados de la Orden. Otros lo han hecho por no compartir ni procedimientos, ni las supercherías que se intentan implantar, fruto de las problemáticas derivadas de las Constituciones de 1723 y sus reformas y de la «visión» de la masonería y la leyenda, que se derivan de aquél episodio.
Pero más allá de tales discrepancias, que pudieran ser objeto de conciliarlas como desavenencias (zanjables), están los hechos concretos de injusticias logiales, celos, envidias, antipatías y discrepancias culturales e informativas, que surgen naturalmente del trato entre HH:.Y dejando constancia aquí, de que he sido testigo y hasta protagonista de tales circunstancias desdorosas que, comunicadas por nota a las máximas autoridades de la Institución, fueron ignoradas y hasta consentidas.
No podemos los iniciados ser pusilánimes. La conducta humana no se modifica porque utilicemos términos como «queridos hermanos», «muy fraternalmente», y «adoremos», fraseológicamente, a una alegoría que denominamos GADU, que se ha convertido en una deidad antropomórfica, contraria a la doctrina masónica. Y en una soberana contradicción entre el racionalismo que propugnamos y la credulidad que se nos opone.
A través de los años que pertenezco a la Orden, —que suman por ahora solo 48—, he observado el «in crescendo» de las «afirmaciones» teístas y deístas de nuestros QQ:. HH:. de mayor jerarquía intelectual que lo transmiten cada día con mayor elocuencia, casi como si la Orden fuese o una religión o un sincretismo religioso.
Precisamente nos hemos ocupado del tema, editando un opúsculo titulado «¿Es la masonería una religión?», en el que condensamos no lo que podemos pensar «nosotros», sino lo que han lucubrado con fundamento, importantes representantes de las religiones positivas e I:. y P:. H:. durante una reunión mantenida en la Universidad Complutense de Madrid.
Es verdad que en el seno de la Masonería existen QQ:. HH:: que son ateos. Y «denostados» por sus iguales. Pero por simple ignorancia. Porque el ateo sencillamente «no cree en Dios» y no, como sostienen monaguillos y advenedizos, «que no creen en nada».
En efecto, el ateo, por serlo y asumirse, es un ser Humano que se encuentra abocado a la búsqueda de su Verdad o de La Verdad, sin admitir que ella haya sido ni «revelada» ni se encuentre en el ámbito de las «creencias» religiosas o supersticiosas. El ateo, por antonomasia, descree de los dioses personales y de los antropomórficos… Lo mismo que sucede con el agnosticismo…
Por otra parte, el masón aspira «saber», no a «creer». Ya viene del mundo profano con todas las dificultades ideológicas que la costumbre y los prejuicios le han signado. Pero suponemos que la «iniciación» le ha despertado las inquietudes intelectuales para llevarlo a estudiar, aprehender, conocer, y así acceder a la verdadera Luz que se le otorga entre columnas.
Hasta hoy no he podido entender el por qué la insistencia, en altos ámbitos de la Institución, la perseverante prédica deísta o teísta de nuestros «veteranos» dirigentes. No se si es por la edad cronológica, que los acerca más al final de los interrogantes de este mundo... O por convicciones religiosas que no han podido superar... Aunque lo peor sería la hipocresía de no haber sabido «leer bien» la Historia de la Masonería.
Lo cierto es que por estos tiempos se percibe el avance de los contestatarios que surgen en todos los foros y que sabemos también en el seno de algunas Obediencias, que hoy por hoy conllevan importantes desavenencias, sean Obediencias Latinoamericanas o sean Europeas (Ej. Perú y España, entre otras...
Pero no vamos a ahondar en el tema, porque sabemos el grado de susceptibilidad imperante en nuestros ámbitos claustrales.
Lo que nos ocupa, verdaderamente, es la ausencia de motivaciones por una parte y ejecuciones por otra, de planes que permitan el retorno de tantos QQ:. HH:. que se encuentran en sueño. Reconocidos en el número de 10.000 en Argentina, no parece preocupar a las autoridades institucionales, semejante número de conciencias y pensamientos que sabemos son afines al librepensamiento (una de las razones por las que se han ido perdiendo membresías, ya que en el seno de nuestros talleres se respira un cierto aire que lo condiciona), a la laicidad, a la educación obligatoria y gratuita de nuestros niños y jóvenes y a la democracia republicana...
Claro está que tales afinidades se encuentran hoy un tanto desvalidas, dado que desde la fusión entre el Gran Oriente Federal Argentino y la Gran Logia, desaparecieron aquellas «Ligas» que funcionaban en el antiguo edificio de la calle Sarmiento al 1800 y que concentraban las actividades de masones comprometidos con la acción y la disposición criteriosa de la doctrina masónica en todo su esplendor.
Hoy por hoy han ingresado a la Orden «regular» algunos personajes de cierta notoriedad en la vida pública y que son a veces expuestos como ejemplos de lo que es un masón o de lo que la masonería puede exponer como sus integrantes.
Alguno de ellos, —hoy fuera de la Institución no sabemos si en sueño o en franca retirada—, que curiosamente ha sido inculpado de ser miembro del Opus Dei y que dirige la versión editorial de obras «masónicas»... de un importante editor argentino.
¡Imaginemos la receptividad que tendrá cualquier iniciado estudioso con divergencias histórico-opinables sobre la Orden de querer publicar un libro...!
La presencia en la Orden de tales personas, algunas veces iniciados por dispensa del G:. M:. son exhibidos en «Conferencias» y reportajes, opinando de cosas que no se han «aprendido» (mamado en el original) dentro de los Talleres y que en oportunidades, desplazando a QQ:. HH:. talentosos que por tener perfiles bajos, quedan relegados al «bufete» del Palacio Cangallo
Alguna vez surgirá un «relator» que cuente el anecdotario del incendiado bufete de nuestra Sede, donde se han pergeñado incruentos combates intelectivos, que conformaron los cuadros de la dirigencia que nos hemos merecido.
Lo cierto es que de vez en cuando, tanto en Buenos Aires como en Mar del Plata, nos sabemos cruzar con QQ:.HH:. conocidos y hasta no conocidos, que nos saludan y comentan la actualidad Institucional..
Y todos ellos en situación de «Sueño» con o sin P:. de Pase y Quite y... aplomados con el tesoro, condición sine qua non para obtener la Plancha.
La búsqueda de la «palabra perdida», entre otros objetivos institucionales, se opaca con la algarabía que motiva a nuestra dirigencia sentirse exultante por poder exhibirse en la «sociedad contemporánea», creyendo que la opinión pública creará consenso para que nuestros enemigos cervales mitiguen su oposición a nuestra existencia. Excomuniones mediante...
Por otra parte, surge la convicción de que los «estados de conciencia» de algunos masones católicos, se han impuesto por sobre la al menos «prescindencia» religiosa que proclama la Orden de acuerdo con los dictados de la G:. L:: U:. de Inglaterra.
Ya hemos conocido que en la hermana República de Paraguay, algunos distinguidos masones (distinguidos por sus mandiles y jerarquías efímeras pero efectivas) han realizado «ceremonias» conjuntas vistiendo los atuendos propios junto a la jerarquía católica.
También sabemos de reuniones «tentativas» en nuestro país con la jerarquía católica, que no hace mucho tiempo relanzó sus admoniciones contrarias a la Masonería y en evidente consenso con las Bulas papales contrarias a nuestra Orden.
No se muestra piadoso el actual pontífice respecto de nuestra Institución, pues ha ratificado toda la legislación contraria a la membresía de los católicos masones, persistiendo en la excomunión como lapidario castigo por ser librepensadores., entre otras especies…
Es comprensible que un significativo número de QQ:. HH:. experimente cargos de conciencia. Todos sabemos hasta qué punto el adoctrinamiento que se lleva a cabo desde temprana edad. Y los sentimientos de culpa que se incorporan a la credulidad, de la misma manera que las supersticiones se propagan en los ámbitos en los que no prima la investigación, el librepensamiento y la libertad de conciencia...
Todo eso los sabemos. Y hasta lo toleramos. Sea en aras de la fraternidad, sea con motivo de la idea de que la Luz habrá de disipar las tinieblas con las que llega el recipiendario y esperanzados en que sabrá encontrar el camino de la Verdad.
En este siglo XXI ha dado comienzo una revolución. Se trata de la virtualidad cuya esencia subyace en la definición, pero que en la realidad es el fenómeno comunicacional de la Internet, en cuyo ámbito se consolida una nueva visión de la masonería. Por medio de las definiciones que se dan a través de Logias y de Grandes Logias, se expone que «La Masonería Virtual esta validada pues es compartida con infinidad de masones de todo el Orbe. Se enfoca en una interacción interpersonal, que a pesar de no darse en el mismo espacio y tiempo, si es percibida verdaderamente como un poderoso acto colectivo masónico».
Ha surgido una extraña transparencia que permite sincerarnos sin que puedan suceder conspiraciones, maledicencias, «operaciones desestabilizadoras» o promover «camarillas» como ocurre en el seno de muchos Talleres.
Hoy por hoy se difunde la idea de que: El ambiente en foros masónicos virtuales, ha dado un espacio para la construcción de una identidad masónica propia, sustentada en la suma de muchísimas experiencias aportadas por infinidad de masones procedentes de todas partes del mundo.
Y todo ello nos permite afirmar que esta nueva forma de confraternizar avizora “repudiar aspectos puestos en práctica en esos entornos masónicos regulares, o en la propia vida cotidiana del masón. Se trataría así, de un espacio de interrelación entre los espacios de la Masonería Convencional y la ahora poderosa Realidad de la Masonería Virtual por Internet, en que las propias prácticas en estos entornos producen una mutua influencia, generando una ruptura de las fronteras entre ambas fachadas de una misma Masonería”.
Tal visión de la realidad actual no solo no ha cobrado conciencia en los «altos grados» enquistados en el poder masónico del Simbolismo y del Filosofismo que, como señalara el I:. y P:. H:. José Ingenieros, «..constituye el estamento del pasado ejerciendo sus prevenciones contra el presente...»
Quienes reclamamos el cumplimiento de las promesas y declaraciones de la máxima autoridad electa de la Orden en Argentina, lo hacemos en homenaje a cientos de QQ:. HH:. que han luchado con denuedo por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, no como caracteres de frontispicio, sino como lábaro que expone el carácter progresista y principista de la Orden.
Los QQ:.HH:. hoy en sueño, dejados de la mano de la fraternidad institucional, pueden decir con honra y verdad, que la Masonería que ellos aceptaron, es aquella que el «...intelectual Oliverio Cromwell, iniciado en la Logia Francmasónica de Cambridge, a los 20 años de edad demostraba con claridad en sus prédicas, el fondo económico de todos los problemas religiosos de Inglaterra, y recomendaba a sus oyentes la necesidad imprescindible de luchar por la abolición de los privilegios de las castas, y el establecimiento de la igualdad absoluta de las clases ante la Ley.
Siete años trabajó Oliverio en la Logia asistiendo casi diariamente con sus hermanos de mayor confianza en bodegas, sótanos, oscuras callejuelas, etc., preparando nuevos adeptos bajo toda clase de peligros, persecuciones, martirios, encarcelamientos y destierros. De estos centros secretos de estudio salieron los hombres preparados que dirigieron la organización de los partidos políticos, ligas, sociedades, federaciones, sectas, etc., que luchaban contra la tiranía monárquica y clerical, deseosos de gobernarse así mismos».
Esta referencia, obtenida de los estudios históricos de este pensador y de aquellos que reivindican el carácter progresista de la Antigua Masonería, se entiende como un ejemplo del pensamiento de muchísimos QQ:. HH:: en sueño hoy, que por reivindicarla o por introducirse en ella, han tenido que «migrar» de sus Logias por el empecinamiento de la Autoridad en no investigar las verdaderas razones y motivaciones que dieron origen a la Masonería Moderna y Especulativa, que desde hace casi 300 años ha venido fragmentando a la Orden por sus motivaciones religiosas o la intencionalidad de convertirla en un sincretismo ajeno a sus principios.
Entendemos que ha llegado la hora de abrir las puertas de la Institución, para que las actualizaciones o reformas no deban ingresar por las ventanas.
Es imperioso, hoy a 200 años del comienzo de la lucha por la Independencia, que observemos con detenimiento el espíritu que gestó a las logias lautarinas a sumarse al sueño de Miranda y de los Libertadores, que aún con la picardía británica tras ellos, lograron sacarnos de encima al poder colonizador de los realistas.
La vasta experiencia de nuestras luchas tanto intestinas como reivindicadoras de la Libertad y la consolidación de la República, hace necesario rever las 10.000 sinrazones que alejaron del seno de la Orden a tantos masones iniciados, que sin perder su condición por meros artículos de los Reglamentos Generales y a veces la picardía de conspiradores, debieron dejar sus legítimos sitiales entre columnas.
Hoy vagamos -me incluyo- sin otra nostalgia que el amor al trabajo, esperando que algún sensato Q:. H:. que accidentalmente en lo efímero del Poder Institucional, se atreva a mirar de frente los desafíos de esta hora que será, sin duda alguna, una hora de los pronunciamientos y resuelva el problema de esos 10.000 masones que pesan aún en el consenso necesario de la Masonería Universal, para poder alcanzar los objetivos que nos convocaron en su momento y que desde los albores de la historia masónica, son el contribuir al Progreso de la Humanidad...
Todo lo demás es parafernalia, equívocos al ingresar a la Orden, confusión ideológica desde que los Anderson y los Desaguliers, motivados por aquél Carlos II vengativo y miserable y la clerecía Calvinista y Católica que se sumaba a los caballeros feudales titulares del régimen más oprobioso que pareció culminar con la Revolución Francesa.
No ocurrió así. Persiste aún el engendro feudalista que solo ha modificado su apariencia. Y en mundo que se convulsiona día a día por las inequidades, el consumismo, la partidocracia y las injusticias sociales, es la Masonería la Esperanza para alcanzar un mundo mejor ante un actual imperfecto.
Esta referencia, obtenida de los estudios históricos de este pensador y de aquellos que reivindican el carácter progresista de la Antigua Masonería, se entiende como un ejemplo del pensamiento de muchísimos QQ:. HH:: en sueño hoy, que por reivindicarla o por introducirse en ella, han tenido que «migrar» de sus Logias por el empecinamiento de la Autoridad en no investigar las verdaderas razones y motivaciones que dieron origen a la Masonería Moderna y Especulativa, que desde hace casi 300 años ha venido fragmentando a la Orden por sus motivaciones religiosas o la intencionalidad de convertirla en un sincretismo ajeno a sus principios.
Entendemos que ha llegado la hora de abrir las puertas de la Institución, para que las actualizaciones o reformas no deban ingresar por las ventanas.
Es imperioso, hoy a 200 años del comienzo de la lucha por la Independencia, que observemos con detenimiento el espíritu que gestó a las logias lautarinas a sumarse al sueño de Miranda y de los Libertadores, que aún con la picardía británica tras ellos, lograron sacarnos de encima al poder colonizador de los realistas.
La vasta experiencia de nuestras luchas tanto intestinas como reivindicadoras de la Libertad y la consolidación de la República, hace necesario rever las 10.000 sinrazones que alejaron del seno de la Orden a tantos masones iniciados, que sin perder su condición por meros artículos de los Reglamentos Generales y a veces la picardía de conspiradores, debieron dejar sus legítimos sitiales entre columnas.
Hoy vagamos -me incluyo- sin otra nostalgia que el amor al trabajo, esperando que algún sensato Q:. H:. que accidentalmente en lo efímero del Poder Institucional, se atreva a mirar de frente los desafíos de esta hora que será, sin duda alguna, una hora de los pronunciamientos y resuelva el problema de esos 10.000 masones que pesan aún en el consenso necesario de la Masonería Universal, para poder alcanzar los objetivos que nos convocaron en su momento y que desde los albores de la historia masónica, son el contribuir al Progreso de la Humanidad...
Todo lo demás es parafernalia, equívocos al ingresar a la Orden, confusión ideológica desde que los Anderson y los Desaguliers, motivados por aquél Carlos II vengativo y miserable y la clerecía Calvinista y Católica que se sumaba a los caballeros feudales titulares del régimen más oprobioso que pareció culminar con la Revolución Francesa.
No ocurrió así. Persiste aún el engendro feudalista que solo ha modificado su apariencia. Y en mundo que se convulsiona día a día por las inequidades, el consumismo, la partidocracia y las injusticias sociales, es la Masonería la Esperanza para alcanzar un mundo mejor ante un actual imperfecto.