El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas el 5 de junio de 1972, para marcar el inicio de la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano.
Otra resolución adoptada por la Asamblea General, ese mismo día, dio origen a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, a lo cual nos adherimos los masones, teniendo en cuenta y colocando en relieve que el G:.A:.D:.U:. ha sido quien desde el mismo comienzo de la creación ha dado su énfasis en el cuidado de la misma, colocando al ser humano como responsable absoluto en su interacción con la biodiversidad.
Esto significa que existe una relación intrínseca entre aire, agua, vegetales, animales, el ser humano, el desarrollo tecnológico y sustentable, al que somos llamados a custodiar como mayordomos. Es por ello, y sin lugar a dudas, que la temática ambiental no puede seguir siendo guardada bajo un manto de silencio.
Observamos tambien, que tanto en la comunidad masonica como en la periférica a ella, advierten la gravedad de la crisis ecológica demandando en las puertas de nuestros templos e Instituciones una definición o un compromiso de acción compartida.
Cabe entonces la pregunta: ¿Cómo reflejar en la práctica nuestro compromiso con el medio ambiente? Denunciamos vehementemente la destrucción sistemática de bosques, ríos y lagos; como también la fauna en todo el territorio nacional. Paradójicamente, llegamos a la celebración de este día en medio del mayor derrame de petróleo a nivel mundial en el Golfo de México, con consecuencias insospechadas.
Podemos responder: Realizando eventos de personas y organizaciones en las adyacencias de los lugares de reunión, concentraciones en las calles, concurso de carteles en las escuelas, plantaciones de árboles, campañas de reciclado y de limpieza. Dando charlas o conferencias, usando diferentes medios de comunicación.
Recordamos la frase de Martin Luther King Jr.: “Si supiera que el mundo se ha de acabar mañana, yo hoy aún plantaría un árbol”.
Consideremos con todo cuidado las acciones que podemos llevar a cabo, y dediquémonos a la tarea común de conservar todas las formas de vida de nuestro planeta, con un sólido compromiso y firme confianza en el G:.A:.D:.U:., Creador y sustentador de todo.
Otra resolución adoptada por la Asamblea General, ese mismo día, dio origen a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, a lo cual nos adherimos los masones, teniendo en cuenta y colocando en relieve que el G:.A:.D:.U:. ha sido quien desde el mismo comienzo de la creación ha dado su énfasis en el cuidado de la misma, colocando al ser humano como responsable absoluto en su interacción con la biodiversidad.
Esto significa que existe una relación intrínseca entre aire, agua, vegetales, animales, el ser humano, el desarrollo tecnológico y sustentable, al que somos llamados a custodiar como mayordomos. Es por ello, y sin lugar a dudas, que la temática ambiental no puede seguir siendo guardada bajo un manto de silencio.
Observamos tambien, que tanto en la comunidad masonica como en la periférica a ella, advierten la gravedad de la crisis ecológica demandando en las puertas de nuestros templos e Instituciones una definición o un compromiso de acción compartida.
Cabe entonces la pregunta: ¿Cómo reflejar en la práctica nuestro compromiso con el medio ambiente? Denunciamos vehementemente la destrucción sistemática de bosques, ríos y lagos; como también la fauna en todo el territorio nacional. Paradójicamente, llegamos a la celebración de este día en medio del mayor derrame de petróleo a nivel mundial en el Golfo de México, con consecuencias insospechadas.
Podemos responder: Realizando eventos de personas y organizaciones en las adyacencias de los lugares de reunión, concentraciones en las calles, concurso de carteles en las escuelas, plantaciones de árboles, campañas de reciclado y de limpieza. Dando charlas o conferencias, usando diferentes medios de comunicación.
Recordamos la frase de Martin Luther King Jr.: “Si supiera que el mundo se ha de acabar mañana, yo hoy aún plantaría un árbol”.
Consideremos con todo cuidado las acciones que podemos llevar a cabo, y dediquémonos a la tarea común de conservar todas las formas de vida de nuestro planeta, con un sólido compromiso y firme confianza en el G:.A:.D:.U:., Creador y sustentador de todo.