Escribre José David Belmontes Beltrán
M.’. M.’.
R.’.L.’.S.’. TOLERANCIA No.15. D.’.R.’.E.’.A.’.A.’.
CULIACÁN, SINALOA
MÉXICO
V.’.M.’.
QQ.’.HH.’. TODOS
En el inicio de los tiempos, el hombre primitivo no poseía lenguaje, su consciencia solo percibía el presente a través de sus sentidos, por eso se “Dice” que la mente más primitiva del hombre solo conserva cuadros, no conceptos estructurados ni asociados.
Ante la presencia del las fuerzas naturales y la incomprensión del fenómeno muerte, el hombre ya con un incipiente lenguaje, logro estructurar ideas y asociaciones primitivas, creo un mundo mágico interior, y los pobló de seres fantásticos como: Silfos, Ondinas, Salamandras, Nomos, Delfos, Faunos, Hadas, Dioses, Demonios, etc. Este fue el periodo donde el hombre descubre su poder creador, dador de vida y muerte, sin ser totalmente consciente de ello, él era Dios en su universo interior.
Con el transcurrir del tiempo el lenguaje y pensamiento del hombre evoluciono, siendo ya capaz de crear y asociar conceptos e ideas más estructuradas; su mundo mágico lo extendió del mundo interior al mundo exterior, sus Dioses tomaron forma en el mundo material, y el hombre les dio “vida” al cederles parte de su poder, postrándose sumiso ante sus propias creaciones.
Como los ídolos no hablaban ni podían caminar, emergió una horda de castas sacerdotales que lo hicieran por ellos, y el hombre cedió una vez más, el resto de poder que aun conservaba a favor de “aquellos”, que antes de cualquier cosa, son hombres igual que el resto de la humanidad…pero el hombre se volvió a inclinar ahora ante hombres como él.
Conclusiones:
La mente a través de la fuerza volitiva de la necesidad genero el primer impulso de la evolución, pero la piedra angular o fundamental fue el verbo, la palabra, el lenguaje. La palabra verbal o pensada, es la primera manifestación de las ideas, es aquí donde inicia el desarrollo de toda creación, quizás por ello el génesis dice “El espíritu (Ruach, hálito, palabra) de Dios se movía sobre la faz de las aguas”, y San Juan nos dice “En el principio era el verbo”; La palabra fue como la rueda, la necesidad fue la fuerza que la puso a rotar, y el universo cobro existencia.
Algún cabalista dijo “Antes que la balanza fuera, el rostro no miraba al rostro”, varias son las escuelas esotéricas que repiten esta frase en variadas formas y distintos rituales, esta frase nos habla de la necesidad del ser de conocerse a sí mismo, o dicho de otra forma, la necesidad de la consciencia de conocerse a ella misma, pero antes debería crear la dualidad representada por la balanza, dado que el ojo no puede verse a sí mimo, sino a través de la reflexión, el ser en su deseo de conocerse se expandió creando un universo de múltiples formas y compleja organización, la materia desarrollo la sensibilidad y con ella la autoconciencia, el ser se percibió a si mismo reflejado en un universo pleno de magnificencias.
Para el hombre el universo existe en la medida de su consciencia; Consciencia y palabra generaron: peso, volumen, dimensión y tiempo. Todo adquirió virtudes y defectos, El universo entero cobro una dimensión y profundidad muy distinta a todo lo anterior, los ojos del hombre se abrieron al conocimiento del Bien y El mal, y todos los seres tuvieron nombre y propósito.
Ante lo anterior expuesto, la Kabbalah cobra sentido sobre sus cuatro mundos: “Atziluth el mundo de las emanaciones, el mundo arquetípico que esta en la mente de Dios; El mundo Briah es el mundo de las creaciones, donde todas las fuerzas y las formas comienzan a manifestarse; El mundo Yetzirah el mundo de las formaciones, representa el verbo creador, todo lo que estaba en el pensamiento divino en Briah toma forma en Yetzirah; Assiah es el mundo de la materialización, de los universos y la vida misma. Su principal atributo son los principios de lo elementos de la naturaleza, Fuego, Tierra, Agua, y Aire”…elementos que constituyen cada letra del nombre sagrado de YHVH en Hebreo .
Las palabras están formadas con letras, y dice el SEFER YETZIRAH “Los 22 sonidos y letras son el fundamento de todas las cosas, 3 son las letras madres, 7 las dobles y 12 las simples. Las 3 madres son: Aleph, Mem y Shin; ellas son Aire, Agua y fuego” y Eliphas Levi en su libro HISTORIA DE LA MAGIA, nos comenta “La ciencia jeroglífica absoluta tenia por base un alfabeto en que todos los Dioses eran letras, todas las letras ideas, todas las ideas números, todos los números signos perfectos”… Las letras y en particular las palabras, tienen cierto poder, al grado que algunos de los nombres bíblicos o místicos, como también algunas palabras sagradas o de “pase” son matrams, que después de todo, la palabra es vibración…como todo cuanto existe en el universo.
Dios para el hombre, se pierde en las profundidades de la eternidad, y solo logra concebir su Divinidad o existencia, a través de sus propios Dioses, a los cuales les ha otorgado sus propias virtudes, defectos, y temporalidad. Pero para Dios poco debe de importarle la multiplicidad de Dioses con que el hombre lo ha representado a través de los tiempos, porque el concepto de Dios ha evolucionado junto con el hombre y quizás el fin de la evolución, sea cuando el concepto que tiene el hombre de Dios, lo alcance, porque después de todo, el concepto es el hombre mismo, entonces podríamos decir que el fin de la evolución será cuando el hombre alcance a Dios y se haga uno con él. Pero paradójicamente Dios siempre estará adelante del hombre, como un ideal de la perfección a alcanzar. Pero pronto aparece Friedrich Nietzsche que en su libro: ASÍ HABLABA ZARATUSTRA, expresa: “Y ahora, ¿quien salvara al hombre de su salvador?”
El hombre es el principio de toda autoridad, no es posible y no le es posible renunciar a ello. Pensar y decidir por sí mismo, es un don al que el hombre tampoco puede renunciar en forma definitiva, porque el hombre es mente. El Dios oculto del hombre, es el reflejo del Dios invisible que mora más allá del universo manifiesto, El hombre primero debe rescatarse a sí mismo, antes de pretender rescatar los mundos divinos. Hay quienes dicen que: “El hombre no fue expulsado de los mundos divinos por Dios, sino que el hombre expulso a Dios de su mundo” y es que Dios dejaría de ser Dios si delegara su autoridad y poder en cualquier Tótem o Ídolo. El hombre como príncipe, por ser hijo de Dios, Jamás debió abdicar de sus facultades reales, de los cuales fue investido por el Dios mismo… “Y aquel verbo fue hecho carne, y habito entre nosotros” Jn. 1:14 si Dios se encarno como hombre para habitar en la tierra, ahora el hombre debe aspirar a ser Dios para habitar en los mundos divinos. Pero para ello a de levantarse igual que el Cristo, del sepulcro que lo aprisiona… la materialidad del cuerpo.
El pecado que hizo caer al hombre, no fue tanto el comer del fruto del árbol del conocimiento, sino, rehusarse a pensar por si mismo…o ¿fue un acto muy bien pensado? Bueno, para los propósitos del presente, tomemos por esta ocasión la primera opción, donde el pecado mayor del hombre fue ceder su derecho a usar sus facultades mentales, y permitir que Iblis, la serpiente pensara por él.
Israel Regardie en su libro EL ÁRBOL DE LA VIDA, narra un ritual, donde se invoca la presencia de los cuatro arcángeles: Rafael, Gabriel, Mikael y Sandalfon, ubicándolos en los cuatro puntos cardinales, y aclara que si se presentan, magnifico, aunque el propósito real, es despertar los atributos de los arcángeles, en el oficiante mismo. La mente del hombre es profunda y misteriosa, y ante algunas circunstancias o estímulos, su consciencia se amplia y se profundiza hacia los planos infinitos del ser, aflorando recursos o conocimientos de su mente “Profunda” que en ocasiones sorprenden por su sabiduría.
El hombre es gregario por naturaleza, la soledad le provoca angustias e incertidumbres, el hombre cuando se hace consciente de la inmensidad del universo, se siente profundamente angustiado ante su pequeñez y soledad. Y al tener consciencia del ser que sostenía toda aquella inmensidad, se sintió totalmente intimidado por su presencia.
El hombre para caminar por la vida, creo soportes para conservar la vertical, como ese mundo mágico lleno de Dioses y Demonios que le acompañaran y le dieran seguridad en su peregrinar. Pero lo que jamás debió permitir fue ceder su propio poder y convertirse en esclavo de sus propias creaciones. El hombre entre más cree en el poder y la capacidad del ídolo, menos capaz se vuelve el hombre; En su proceso evolutivo, el hombre debe pasar por la individualización venciendo el terror de la soledad y la incertidumbre de no contar más que con sus propios recursos. La mamá gansa ve con angustia como sus polluelos se lanzan al agua por primera vez, esperando que todos floten y naden junto a ella…La relación del hombre con Dios, es algo similar.
El hombre se a separado de Dios al negar su propia divinidad, el hombre a perdido su trono al negar su linaje como hijo de Dios, el hombre ha abdicado al trono y sus poderes, primero a favor de los Ídolos creados por él mismo, y después a favor de hombres igual a él. Zaratrustra dice “Solo el hombre puede salvarse a sí mismo”
La libertad es necesaria para buscar a Dios, no podemos hacerlo con las palabras y conceptos ajenos, no podemos verle a través de ojos que no son nuestros, como tampoco podemos avanzar con pies de otras personas. Encontrémonos a nosotros mismos, hagamos un inventario de nuestras “Pertenencias”, carguemos la mochila a la espalda y partamos en pos de ese reino, de ese trono que un día perdimos… Busquemos al Padre con mente preclara, libre de supersticiones, sofismas y paradigmas, Dios es algo muy serio, no un cuento Infantil que solo vuelve dóciles y débiles a los hombres, sometiéndolos a intereses oscuros de algunos “Personajes” que se dicen vicarios de Cristo, y que han dejado una estela de sangre, dolor y sufrimiento a través de la espada y el terror en toda la historia.
El hombre aun conserva el poder, solo es necesario la fuerza de la voluntad para extender la mano y utilizarlo, esto nadie lo puede hacer por él; la fuerza de voluntad, la imaginación sumadas al conocimiento es una de las claves, y si no, pregúntele a Julio Verne, Copérnico, Galileo Galilei, Darwin, Von Brawn, Albert Einstein o a Demócrito que vivió aproximadamente entre 460-370 a.de c. y que se imagino que todo en la naturaleza estaba formado por unos elementos tan pequeños que no es posible ver por ojo humano, y los llamo Átomos.
Dentro de los limites humanos, el hombre debe cobrar realización en lo físico, emocional, intelectual y espiritual, no se trata de mover la tierra de su orbita ni realizar milagros, solo volvámonos conscientes de nuestros defectos y virtudes, corrijamos lo que nos sea posible y una vez logrado esto, observemos de nuevo a ese hombre que somos nosotros, y estoy seguro que cada vez, veremos un horizonte más amplio, limpio y con mayor numero de detalles, no como defectos… sino como posibilidades.
Alimentemos nuestra mente con ideas propicias para nuestros propósitos, Hay quienes “dicen” que el subconsciente del hombre es la mente del alma, otros dicen que gran parte de nuestros actos tienen su origen en la parte más oscura de la mente humana, al grado que Erich Fromm menciona: “El hombre solo alcanzara su realización y trascendencia, cuando sea consciente y domine las fuerzas que se mueven a su espalda”, otros más, dicen que “el subconsciente posee cierta autonomía”. Todo es digno de considerarse, pero, creo que el sendero de retorno al padre es interior, y desgraciadamente es fácil decirlo, hacerlo es el trabajo que nos concierne.
¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho menor que los Ángeles, y lo coronaste de gloria. Sal. 8:4
Fraternalmente.
QQ.’.HH.’. TODOS
En el inicio de los tiempos, el hombre primitivo no poseía lenguaje, su consciencia solo percibía el presente a través de sus sentidos, por eso se “Dice” que la mente más primitiva del hombre solo conserva cuadros, no conceptos estructurados ni asociados.
Ante la presencia del las fuerzas naturales y la incomprensión del fenómeno muerte, el hombre ya con un incipiente lenguaje, logro estructurar ideas y asociaciones primitivas, creo un mundo mágico interior, y los pobló de seres fantásticos como: Silfos, Ondinas, Salamandras, Nomos, Delfos, Faunos, Hadas, Dioses, Demonios, etc. Este fue el periodo donde el hombre descubre su poder creador, dador de vida y muerte, sin ser totalmente consciente de ello, él era Dios en su universo interior.
Con el transcurrir del tiempo el lenguaje y pensamiento del hombre evoluciono, siendo ya capaz de crear y asociar conceptos e ideas más estructuradas; su mundo mágico lo extendió del mundo interior al mundo exterior, sus Dioses tomaron forma en el mundo material, y el hombre les dio “vida” al cederles parte de su poder, postrándose sumiso ante sus propias creaciones.
Como los ídolos no hablaban ni podían caminar, emergió una horda de castas sacerdotales que lo hicieran por ellos, y el hombre cedió una vez más, el resto de poder que aun conservaba a favor de “aquellos”, que antes de cualquier cosa, son hombres igual que el resto de la humanidad…pero el hombre se volvió a inclinar ahora ante hombres como él.
Conclusiones:
La mente a través de la fuerza volitiva de la necesidad genero el primer impulso de la evolución, pero la piedra angular o fundamental fue el verbo, la palabra, el lenguaje. La palabra verbal o pensada, es la primera manifestación de las ideas, es aquí donde inicia el desarrollo de toda creación, quizás por ello el génesis dice “El espíritu (Ruach, hálito, palabra) de Dios se movía sobre la faz de las aguas”, y San Juan nos dice “En el principio era el verbo”; La palabra fue como la rueda, la necesidad fue la fuerza que la puso a rotar, y el universo cobro existencia.
Algún cabalista dijo “Antes que la balanza fuera, el rostro no miraba al rostro”, varias son las escuelas esotéricas que repiten esta frase en variadas formas y distintos rituales, esta frase nos habla de la necesidad del ser de conocerse a sí mismo, o dicho de otra forma, la necesidad de la consciencia de conocerse a ella misma, pero antes debería crear la dualidad representada por la balanza, dado que el ojo no puede verse a sí mimo, sino a través de la reflexión, el ser en su deseo de conocerse se expandió creando un universo de múltiples formas y compleja organización, la materia desarrollo la sensibilidad y con ella la autoconciencia, el ser se percibió a si mismo reflejado en un universo pleno de magnificencias.
Para el hombre el universo existe en la medida de su consciencia; Consciencia y palabra generaron: peso, volumen, dimensión y tiempo. Todo adquirió virtudes y defectos, El universo entero cobro una dimensión y profundidad muy distinta a todo lo anterior, los ojos del hombre se abrieron al conocimiento del Bien y El mal, y todos los seres tuvieron nombre y propósito.
Ante lo anterior expuesto, la Kabbalah cobra sentido sobre sus cuatro mundos: “Atziluth el mundo de las emanaciones, el mundo arquetípico que esta en la mente de Dios; El mundo Briah es el mundo de las creaciones, donde todas las fuerzas y las formas comienzan a manifestarse; El mundo Yetzirah el mundo de las formaciones, representa el verbo creador, todo lo que estaba en el pensamiento divino en Briah toma forma en Yetzirah; Assiah es el mundo de la materialización, de los universos y la vida misma. Su principal atributo son los principios de lo elementos de la naturaleza, Fuego, Tierra, Agua, y Aire”…elementos que constituyen cada letra del nombre sagrado de YHVH en Hebreo .
Las palabras están formadas con letras, y dice el SEFER YETZIRAH “Los 22 sonidos y letras son el fundamento de todas las cosas, 3 son las letras madres, 7 las dobles y 12 las simples. Las 3 madres son: Aleph, Mem y Shin; ellas son Aire, Agua y fuego” y Eliphas Levi en su libro HISTORIA DE LA MAGIA, nos comenta “La ciencia jeroglífica absoluta tenia por base un alfabeto en que todos los Dioses eran letras, todas las letras ideas, todas las ideas números, todos los números signos perfectos”… Las letras y en particular las palabras, tienen cierto poder, al grado que algunos de los nombres bíblicos o místicos, como también algunas palabras sagradas o de “pase” son matrams, que después de todo, la palabra es vibración…como todo cuanto existe en el universo.
Dios para el hombre, se pierde en las profundidades de la eternidad, y solo logra concebir su Divinidad o existencia, a través de sus propios Dioses, a los cuales les ha otorgado sus propias virtudes, defectos, y temporalidad. Pero para Dios poco debe de importarle la multiplicidad de Dioses con que el hombre lo ha representado a través de los tiempos, porque el concepto de Dios ha evolucionado junto con el hombre y quizás el fin de la evolución, sea cuando el concepto que tiene el hombre de Dios, lo alcance, porque después de todo, el concepto es el hombre mismo, entonces podríamos decir que el fin de la evolución será cuando el hombre alcance a Dios y se haga uno con él. Pero paradójicamente Dios siempre estará adelante del hombre, como un ideal de la perfección a alcanzar. Pero pronto aparece Friedrich Nietzsche que en su libro: ASÍ HABLABA ZARATUSTRA, expresa: “Y ahora, ¿quien salvara al hombre de su salvador?”
El hombre es el principio de toda autoridad, no es posible y no le es posible renunciar a ello. Pensar y decidir por sí mismo, es un don al que el hombre tampoco puede renunciar en forma definitiva, porque el hombre es mente. El Dios oculto del hombre, es el reflejo del Dios invisible que mora más allá del universo manifiesto, El hombre primero debe rescatarse a sí mismo, antes de pretender rescatar los mundos divinos. Hay quienes dicen que: “El hombre no fue expulsado de los mundos divinos por Dios, sino que el hombre expulso a Dios de su mundo” y es que Dios dejaría de ser Dios si delegara su autoridad y poder en cualquier Tótem o Ídolo. El hombre como príncipe, por ser hijo de Dios, Jamás debió abdicar de sus facultades reales, de los cuales fue investido por el Dios mismo… “Y aquel verbo fue hecho carne, y habito entre nosotros” Jn. 1:14 si Dios se encarno como hombre para habitar en la tierra, ahora el hombre debe aspirar a ser Dios para habitar en los mundos divinos. Pero para ello a de levantarse igual que el Cristo, del sepulcro que lo aprisiona… la materialidad del cuerpo.
El pecado que hizo caer al hombre, no fue tanto el comer del fruto del árbol del conocimiento, sino, rehusarse a pensar por si mismo…o ¿fue un acto muy bien pensado? Bueno, para los propósitos del presente, tomemos por esta ocasión la primera opción, donde el pecado mayor del hombre fue ceder su derecho a usar sus facultades mentales, y permitir que Iblis, la serpiente pensara por él.
Israel Regardie en su libro EL ÁRBOL DE LA VIDA, narra un ritual, donde se invoca la presencia de los cuatro arcángeles: Rafael, Gabriel, Mikael y Sandalfon, ubicándolos en los cuatro puntos cardinales, y aclara que si se presentan, magnifico, aunque el propósito real, es despertar los atributos de los arcángeles, en el oficiante mismo. La mente del hombre es profunda y misteriosa, y ante algunas circunstancias o estímulos, su consciencia se amplia y se profundiza hacia los planos infinitos del ser, aflorando recursos o conocimientos de su mente “Profunda” que en ocasiones sorprenden por su sabiduría.
El hombre es gregario por naturaleza, la soledad le provoca angustias e incertidumbres, el hombre cuando se hace consciente de la inmensidad del universo, se siente profundamente angustiado ante su pequeñez y soledad. Y al tener consciencia del ser que sostenía toda aquella inmensidad, se sintió totalmente intimidado por su presencia.
El hombre para caminar por la vida, creo soportes para conservar la vertical, como ese mundo mágico lleno de Dioses y Demonios que le acompañaran y le dieran seguridad en su peregrinar. Pero lo que jamás debió permitir fue ceder su propio poder y convertirse en esclavo de sus propias creaciones. El hombre entre más cree en el poder y la capacidad del ídolo, menos capaz se vuelve el hombre; En su proceso evolutivo, el hombre debe pasar por la individualización venciendo el terror de la soledad y la incertidumbre de no contar más que con sus propios recursos. La mamá gansa ve con angustia como sus polluelos se lanzan al agua por primera vez, esperando que todos floten y naden junto a ella…La relación del hombre con Dios, es algo similar.
El hombre se a separado de Dios al negar su propia divinidad, el hombre a perdido su trono al negar su linaje como hijo de Dios, el hombre ha abdicado al trono y sus poderes, primero a favor de los Ídolos creados por él mismo, y después a favor de hombres igual a él. Zaratrustra dice “Solo el hombre puede salvarse a sí mismo”
La libertad es necesaria para buscar a Dios, no podemos hacerlo con las palabras y conceptos ajenos, no podemos verle a través de ojos que no son nuestros, como tampoco podemos avanzar con pies de otras personas. Encontrémonos a nosotros mismos, hagamos un inventario de nuestras “Pertenencias”, carguemos la mochila a la espalda y partamos en pos de ese reino, de ese trono que un día perdimos… Busquemos al Padre con mente preclara, libre de supersticiones, sofismas y paradigmas, Dios es algo muy serio, no un cuento Infantil que solo vuelve dóciles y débiles a los hombres, sometiéndolos a intereses oscuros de algunos “Personajes” que se dicen vicarios de Cristo, y que han dejado una estela de sangre, dolor y sufrimiento a través de la espada y el terror en toda la historia.
El hombre aun conserva el poder, solo es necesario la fuerza de la voluntad para extender la mano y utilizarlo, esto nadie lo puede hacer por él; la fuerza de voluntad, la imaginación sumadas al conocimiento es una de las claves, y si no, pregúntele a Julio Verne, Copérnico, Galileo Galilei, Darwin, Von Brawn, Albert Einstein o a Demócrito que vivió aproximadamente entre 460-370 a.de c. y que se imagino que todo en la naturaleza estaba formado por unos elementos tan pequeños que no es posible ver por ojo humano, y los llamo Átomos.
Dentro de los limites humanos, el hombre debe cobrar realización en lo físico, emocional, intelectual y espiritual, no se trata de mover la tierra de su orbita ni realizar milagros, solo volvámonos conscientes de nuestros defectos y virtudes, corrijamos lo que nos sea posible y una vez logrado esto, observemos de nuevo a ese hombre que somos nosotros, y estoy seguro que cada vez, veremos un horizonte más amplio, limpio y con mayor numero de detalles, no como defectos… sino como posibilidades.
Alimentemos nuestra mente con ideas propicias para nuestros propósitos, Hay quienes “dicen” que el subconsciente del hombre es la mente del alma, otros dicen que gran parte de nuestros actos tienen su origen en la parte más oscura de la mente humana, al grado que Erich Fromm menciona: “El hombre solo alcanzara su realización y trascendencia, cuando sea consciente y domine las fuerzas que se mueven a su espalda”, otros más, dicen que “el subconsciente posee cierta autonomía”. Todo es digno de considerarse, pero, creo que el sendero de retorno al padre es interior, y desgraciadamente es fácil decirlo, hacerlo es el trabajo que nos concierne.
¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho menor que los Ángeles, y lo coronaste de gloria. Sal. 8:4
Fraternalmente.
Nota: El presente, son reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden.
Glosario: Un ídolo es la imagen de una deidad respresentada por un objeto (escultura, pintura, etc), que es adorado ( le es rendido culto ).
En el judaísmo e islamismo, la creación de cualquier cosa que represente a Dios está estrictamente prohibida, bajo la idea de que darle forma manifiesta idolatría. En el cristianismo ha existido una aceptación casi general de las imágenes pictóricas o esculpidas de Jesucristo y los Santos, cuyos líderes religiosos suelen negar que esto derive en una veneración supersticiosa de los objetos; en realidad, la terminología "ídolo", en el cristianismo, hace referencia a otro tipo de imágenes, mientras que para las imágenes de Dios y los santos se utiliza el término de icono, sobre todo en las Iglesias orientales y, sencillamente, de imagen, en el catolicismo romano. El protestantismo y las confesiones cristianas que de él se derivan rechazan las imágenes de los santos, aunque no la de Jesucristo.
Por otra parte, en el budismo, el hinduismo y el jainismo, las imágenes de dioses son comunes; siendo la mayoría de las veces permisible y aceptable su adoración. Un caso poco usual se presenta en el hinduismo, donde una estatua puede ser tratada como deidad en un acto de devoción y perder su importancia especial inmediatamente después de haber finalizado el ritual de reverencia.
