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Convocan a crear la Junta Liberal Patriótica de Michoacán


Por: Mi Morelia.com

Morelia, Michoacán.- En el marco de la celebración del 138 aniversario luctuoso de don Benito Juárez García, el representante de la Gran Logia michoacana “Lázaro Cárdenas”, Pablo Alarcón Cháires, al fungir como orador oficial, aseveró que hoy en día la justicia es la gran exiliada de México, por lo que convocó a la creación de la “Junta Liberal Patriótica de Michoacán”, organización alienable y apartidista que permita retomar el rumbo del país, basada en la educación y la igualdad.

En la plaza que lleva el nombre del Benemérito de las Américas, y ante la presencia de autoridades estatales y municipales encabezadas por el presidente municipal Fausto Vallejo Figueroa y el subsecretario de de Educación Básica estatal, Vladimir Arreola Cortés, Alarcón Cháires dejó atrás la reseña biográfica de Juárez para hacer un llamado a los liberales a retomar los ideales de las Leyes de Reforma y utilizar a la educación como una herramienta de prosperidad social.

Señaló que desde la llegada del liberalismo social como apéndice de la “fría e impersonal economía de mercados”, la educación en México es vista como un gasto económico más que una inversión social a largo plazo, cuando para Juárez García “la educación es la primera base de la prosperidad, es el fundamento de la felicidad social, el principio en que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos. Él decía que la educación debía ser una de las primeras atenciones de todo gobierno”, dijo.

Pablo Alarcón reconoció que en la actualidad, “la justicia es la gran exiliada de México y más aún, la prostituida por aquellos que profundizan la desigualdad social creando millones de pobres y al hombre más rico del mundo”.

Señaló que ejemplos de injusticias son “los que eliminan las conquistas sociales, que encarcelan Jacintas indígenas, que promueven tierras sin ley como Copala, que criminalizan los movimientos sociales, que crean Fobaproas sangrantes y TLC francamente desventajosos” y remató: el gran problema es que mientras no haya justicia, jamás tendremos paz.

Agregó que los liberales optan por dos acciones para acabar con la beligerante política actual: educar verdaderamente y alcanzar la justicia social.

Ante ello, fue que propuso la creación de la “Junta Liberal Patriótica de Michoacán”, a la que invitó a sumarse a todas las fuerzas y expresiones liberales del estado y de México, a organizaciones civiles, a movimientos sociales, agrupaciones gremiales, a estudiantes y profesores, a trabajadores y a “todas y todos los ciudadanos libres de pensamiento y de buenas costumbres convencidos de la necesidad de evolución de este país”.

Refirió que será una “organización inalienable y apartidista, que permita retomar el rumbo del país basado en la educación y la justicia; que promueva la paz pero jamás sin dignidad y sin honorabilidad; una organización respetuosa de los gobiernos legalmente constituidos; que creativamente plantee opciones para el desarrollo de nuestro México; una organización armada con la verdad, la igualdad, la justicia, la libertad y la tolerancia como herramientas de lucha para sacar adelante a nuestro querido México”.

Luego de rendir honores al Lábaro Patrio, los presentes escucharon la intervención musical de la marimba “Nandiume”, para posteriormente cantar el Himno Nacional que estuvo a cargo de la Banda de Música de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y del Coro Peregrino.

Momentos después, ante el monumento a Juárez las autoridades estatales y municipales montaron guardia de honor, mientras el corneta de órdenes del 12º Batallón de Infantería ejecutó el toque de silencio.

En este acto, también se contó con la presencia del diputado presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Carlos Humberto Quintana Martínez; el presidente del Supremo Tribunal de Justicia del estado, Alejandro González Gómez; en representación de la XXI Zona Militar, el Teniente Coronel de Fuerza Aérea, Miguel Arellano Delgadillo; el titular de la Gran Logia michoacana “Lázaro Cárdenas”, Ismael Acosta; el niño Yussell Guillermo Villegas Álvarez, alumno distinguido de la escuela primaria “Benito Juárez”, los miembros del Honorable Cabildo de Morelia, funcionarios estatales, municipales, entre otros.

DISCURSO DR. EN CIENCIAS PABLO ALARCÓN CHÁIRES
138 ANIVERSARIO LUCTUOSO BENITO JUÁREZ GARCÍA
18 DE JULIO DE 2010
Benito Pablo Juárez García, motivo tintero ritualístico cada 21 de marzo y 18 de julio en que liberales del así prodigan pensamientos excelsos y palabras candorosas a la memoria del Benemérito de las Américas; momento de reflexión que permite aquilatar la libertad y tolerancia de un estado laico y la reafirmación histórica de México como una nación libre y soberana, por la gracia de un Juárez que supo, como liberal, ser consecuente y responder a las circunstancias que la historia del impuso.

Quisiera hoy, queridos amigos y amigas, prescindir de una lectura biográfica de tan ilustre personaje y en su lugar, recordar algunos de los fundamentos ideológicos del Juárez político, del Juárez abogado, del Juárez indígena, en pocas palabras, del Juárez mexicano y masón. Y lo hago como un acto de invocación a los principios y virtudes que enaltecen la dignidad humana; lo hago como un acto de rebeldía ante la indolencia, pasividad y latencia crónica de los liberales actuales; lo hago también en un intento por exorcizar la ignorancia como llave para el sometimiento del pueblo, la injusticia como agente castrante de la libertad, la avaricia como eje del desarrollo y el miedo como control social, entre muchas otras cosas.

Uno de los pilares que permiten la convivencia en sociedad es el acto de justica. Juárez decía: “El pueblo…ha impuesto a los poderes públicos el constante y sagrado deber de observar fielmente la Constitución y las leyes que afianzan los derechos y las garantías de los ciudadanos, siendo una prenda segura de la paz y del progreso de la sociedad”.

En la actualidad, la justicia es la gran exiliada de México y más aún, la prostituida por aquellos que profundizan la desigualdad social creando millones de pobres y al hombre más rico del mundo; por los mismos que eliminan conquistas sociales, que encarcelan Jacintas indígenas, que promueven tierras sin ley como Copala, que criminalizan movimientos sociales, que crean Fobaproas sangrantes, TLC francamente desventajosos y Carlos Slim aberrantes en medio de un mar de miseria; o Michoacanazos. Habría que decir a los cuatro vientos que el verdadero hombre, el del honor y la dignidad es implacable, en el combate pero generoso en la victoria y jamás realiza persecuciones inquisitorias una vez en el poder. En el México de hoy, que triste espectáculo es que se elija correr tras una pelota de fútbol, a la búsqueda de justicia para los jóvenes caídos en la frontera como ocurrió recientemente. La justicia desdeña.

El gran problema es que mientras no haya justica, jamás tendremos paz. Juárez decía: “La paz es el bien principal de los pueblos”. Para él, la libertad y la paz son el remedio práctico para salvar las instituciones cuando la sociedad está amenazada por la guerra, la dictadura o la centralización del poder. “La paz es el elemento indispensable de felicidad y progreso” como él mismo la describió, en el México actual se escribe con tinta roja en una guerra no deseada. Que quede claro: los liberales de hoy apoyamos el fin de la delincuencia organizada que envenena a la juventud, que secuestra y ultima y que cobra “piso” a cambio de “protección” ante la ineptitud o complicidad de algunas autoridades. Pero la gran diferencia con la beligerante política actual, es que los liberales optamos por dos acciones básicas para acabarla: educar verdaderamente y alcanzar la justica social. Nunca la violencia y el derramamiento de sangre inocente al que nos han llevado y ha convertido parte del territorio nacional en un estado de sitio. Si no logramos conquistar la educación y la justica social aplicando nuestras leyes, el enquistamiento del encono que conlleva la actual guerra, amenaza con eternizarse. Decía Juárez: “Las leyes tienen para todo el remedio sin necesidad de apelar a la fuerza”.

Para Juárez García, la educación es la primera base de la prosperidad, es el fundamento de la felicidad social, el principio en que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos. Él decía que la educación debía ser una de las primeras atenciones de todo gobierno y que sin escuelas jamás podría nuestro pueblo tener el conocimiento de sus deberes y la apreciación de sus derechos; que debían quitarse las trabas que la miseria y el despotismo le imponen y así poder aspirar a ella.

Pero desde la llegada del liberalismo social como apéndice de la fría e impersonal economía de mercados, la educación en México es vista como un gasto económico, más que inversión social a largo plazo. Por desgracia, la educación básica de carácter público se encuentra secuestrada por caciquismos oportunistas que están originando generaciones cuasi perdidas de mexicanos; desafortunadamente, en muchos casos, la labor docente se olvida convirtiendo al profesor en activista político más que en un agente activo para la transformación ciudadana.

La herencia del Estado laico mexicano es un compromiso generacional al que deberemos responder en 150 años del triunfo de las Leyes de Reforma.

Juárez escribió que uno de los garantes de la sana convivencia en sociedad es la independencia absoluta del poder civil y la existencia de la libertad religiosa. Con ello, se asegura el carácter aconfesional de los gobiernos civiles que no llenarían fielmente si fueran sectarios de alguna. Qué equivocados están aquellos que suponen que el laicismo es una expresión antirreligiosa.

La democracia en el ideario de Juárez se resume a su frase: “El pueblo, única fuente pura de poder y de la autoridad” y concluía diciendo que es un deber ejercerse la elección por voto libre “…y deber sagrado aceptarla, cuando cuenta con la sanción y el voto de la mayoría; de otra manera serán una farsa entre nosotros, el principio democrático y el gobierno republicano”.

Pero ahora, la democracia está supeditada a los interesesde los grandes consorcios de comunicación. Dirigido por una mediocracia, el sufragio se define por la cantidad de dinero que se canaliza al tiempo aire televisivo más que por ideas; por guerras sucias hacia aquellos que supuestamente representan un peligro, más que por propuestas; por candidatos amigos de futbolistas, de actrices del canal de las estrellas y más recientemente, de capos de la delincuencia organizada, más que por ilustres ciudadanos de autoridad moral. Mientras, el fraude es la peor pero la opción más practicada por la clase política nacional para acceder al poder.

El gran problema de la democracia no cristalizada de Juárez, refleja la urgente necesidad de transformación de una democracia representativa hacia una democracia participativa; el problema de las tribus reunidas en los “partidos políticos”, que buscan el poder por el poder más que la sagrada responsabilidad ante México; partidos, cuya función de partir o romper el tejido social hacen a la perfección.

Y ahora, renunciado a su ideario político y sin el menor recato, llevan a cabo matrimonios raros: amarillos, azules y tricolores con hijastros de otros tonos, se maridan entre sí amenazando con crear gobiernos kafkianos y dementes que dirigirán los destinos de municipios, estados y quizás del país.

Nos invitan a que celebremos bicentenarios, cuando México se encuentra postrado ante el capital extranjero, cuando el ejercicio de la libertad de expresión es sentencia de muerte para luchadores sociales y periodistas; cuando todavía resuena con toda su fuerza el grito de Hidalgo: ¡Muera el mal gobierno!

Desean que reconozcamos los logros del centenario mientras se golpea la democracia a través de la instalación del fraude como principio de Estado; mientras se favorece el latifundio con arañazos al Artículo 27 de la Constitución, y mientras menos de 50 familias dictan los destinos de más de 105 millones de mexicanos.

Pero olvidan el aniversario 150 de las Leyes de Reforma. Será porque en este México del retroceso, es normal que la investidura presidencial se vea humillada y herida cuando su máximo dirigente, el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se hinca ante otro jefe de Estado y besa su anillo papal.

Y a todo esto: ¿Y los liberales de hoy? ¿Dónde están los juaristas? Cuán lamentable será vernos en unos años convirtiendo esta plaza en un “muro de las lamentaciones” ante la falta de pertinencia social de los liberales actuales. Qué triste será ver que la crónica de una muerte anunciada de un país en crisis sea una realidad y que el conformismo, la mediocridad, la apatía, el miedo, la pusilanimidad, la falta de convicción y la cooperación haya triunfado por la indiferencia de los mexicanos de hoy, particularmente de los que nos decimos ser liberales.

Mexicanos: debemos dejar de ser ciudadanos medianitos, de medio tiempo y regirnos por la ley del mínimo esfuerzo. Masones: debemos ser liberales pero no de un día a la semana, o de los que salimos a la calle en actos conmemorativos a la causa liberal, mientras en la misma calle ignoramos las miserias del pueblo.

Tampoco debemos escudarnos más en que la labor la estamos realizando en nuestra familia. El país requiere que salgamos a la sociedad y brazo con brazo, codo con codo, demos la batalla por él. Si ya nos privatizaron o están por hacerlo la telefonía, los ferrocarriles, el petróleo, la TV, la electricidad, el agua, la educación, las zonas arqueológicas y muchas otras cosas, no nos privemos de la fe en nuestras ideas, no nos privemos de la esperanza de poder hacerlas realidad a favor de la humanidad, especialmente de este país y sus generaciones actuales y futuras y actuemos. Parafraseando a Juárez: quien no tengan fe en la justicia de esta causa, más le vale pasearse con el enemigo. ¡Que los liberales alcen la mano por México!

Hoy, con la representación de la masonería michoacana convocamos a todas las fuerzas y expresiones liberales del estado de Michoacán y de México, a organizaciones civiles, a movimientos sociales, a agrupaciones gremiales, a estudiantes y profesores, a trabajadores y a todas y todos los ciudadanos libres de pensamiento y de buenas costumbres convencidos de la necesidad de evolución de este país, a la creación de la Junta Liberal Patriótica de Michoacán. Una organización inalienable y apartidista, que permita retomar el rumbo del país basado en la educación y en la justicia; que promueva la paz pero jamás sin dignidad y sin honorabilidad; una organización respetuosa de los gobiernos legalmente constituidos; que creativamente plantee opciones para el desarrollo de nuestro México; una organización que agrupe las deferentes expresiones y movimientos sociales para que dentro del camino de la ley, se puedan encauzar y solucionar los diferentes problemas que lo aquejan, siempre de frente a la sociedad y sus instituciones. Una organización armada con la verdad, la igualdad, la justicia, la libertad y la tolerancia como herramientas de lucha para sacar adelante a nuestro querido México.

Como Benito Pablo Juárez García lo dijo en su momento, lo invoco hoy: “México vive. Un pueblo no sucumbeal capricho del poderoso, si defiende la causa de la justicia, de la civilización y de la humanidad”.

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