El matrimonio es una institución delicada y trascendente, que de los fines que se le atribuyan y de la reglamentación positiva que se le dé para realizar esos fines, dependerá el mejoramiento físico y moral de la raza humana, mediante el mejoramiento de los individuos, polo imantado de toda justicia.
Los fines de amor, de conservación y de felicidad,que la vida envuelve en sí misma, que promete e impone a la unión de los sexos sólo son susceptibles de complementarse, dentro de la especie y para la especie, mediante un estado de cierta cultura.
Queridos Jóvenes el matrimonio es algo serio, no una simple unión conyugal amparado por una liturgia dogmática rodeado de flores y de concurrentes curiosos y cubierta con unas vestimentas blancas de apariencias físicas. NO mis jóvenes, cuando esto NO va acompañado de un verdadero amor es una hipocresía que en vez de realzar el verdadero sentido de unión , la apartan de la unión real y de la perfección del amor.
Por lo tanto jóvenes es preciso que seais bien orientados y que fortifiqueis vuestra personalidad, para transmitirla luego al hijo y prepararle un buen ambiente de familia, para que sea propicio al desarrollo perfectible de la herencia, en armonia con las exigencias sociales, legítimas, no otra debe ser la voluntad del amor y el programa del matrimonio fuera de cuyos fines, amor y matrimonio se reducirian en el mejor caso a un estéril y pasajero sentimentalismo voluptuoso, con los peligros de una regresión.
Jóvenes el amor sin moral es un extravío y cuando se infringe en la higiene y en la educación intelectual conduce a la degeneración . Si el amor, como instinto conserva orgánicamente la especie, el amor como justicia crea y mantiene el orden de las sociedades.
El amor como simple instinto, no valdrá más en el hombre que en las especies inferiores, si el hombre no lo eleva a la razón científica del matrimonio trascendental, que socializa , mejora y dignifica. Lo que diferencia radicalmente al amor humano es su carácter de gradual a la perfectibilidad, paralelamente con la evolución ascendente de las demás instituciones civilizadas.
Amados Jóvenes nadie puede obligar ,seducir y amenazar a otro ser humano para desposarla, eso no va con los principios de Dios, no es posible coactar la libertad de otro ser humano para nuestros fines propios, que se entienda bien que la mujer es un ser más delicado y que requiere un trato con amor, no pueden y no deben llevarla al altar a una jóven bajo amenaza. Es preciso que se conozcan bien los jóvenes antes de contraer un compromiso conyugal.
Me gusta la primera Carta de Pedro en el capítulo 3-9 que dice no devuelvan el mal por mal, ni constesten el insulto con el insulto. Al contrario bendigan, ya que ustedes mismo fueron llamados a bendecir y a alcanzar por ese medio las bendiciones de Dios.
Por lo tanto mis Jóvenes es preciso recordarles el buen trato entre Ustedes y háganlo en nombre de Dios como buenos creyentes.
Cortesia del H:. Honorato Neyra
Los fines de amor, de conservación y de felicidad,que la vida envuelve en sí misma, que promete e impone a la unión de los sexos sólo son susceptibles de complementarse, dentro de la especie y para la especie, mediante un estado de cierta cultura.
Queridos Jóvenes el matrimonio es algo serio, no una simple unión conyugal amparado por una liturgia dogmática rodeado de flores y de concurrentes curiosos y cubierta con unas vestimentas blancas de apariencias físicas. NO mis jóvenes, cuando esto NO va acompañado de un verdadero amor es una hipocresía que en vez de realzar el verdadero sentido de unión , la apartan de la unión real y de la perfección del amor.
Por lo tanto jóvenes es preciso que seais bien orientados y que fortifiqueis vuestra personalidad, para transmitirla luego al hijo y prepararle un buen ambiente de familia, para que sea propicio al desarrollo perfectible de la herencia, en armonia con las exigencias sociales, legítimas, no otra debe ser la voluntad del amor y el programa del matrimonio fuera de cuyos fines, amor y matrimonio se reducirian en el mejor caso a un estéril y pasajero sentimentalismo voluptuoso, con los peligros de una regresión.
Jóvenes el amor sin moral es un extravío y cuando se infringe en la higiene y en la educación intelectual conduce a la degeneración . Si el amor, como instinto conserva orgánicamente la especie, el amor como justicia crea y mantiene el orden de las sociedades.
El amor como simple instinto, no valdrá más en el hombre que en las especies inferiores, si el hombre no lo eleva a la razón científica del matrimonio trascendental, que socializa , mejora y dignifica. Lo que diferencia radicalmente al amor humano es su carácter de gradual a la perfectibilidad, paralelamente con la evolución ascendente de las demás instituciones civilizadas.
Amados Jóvenes nadie puede obligar ,seducir y amenazar a otro ser humano para desposarla, eso no va con los principios de Dios, no es posible coactar la libertad de otro ser humano para nuestros fines propios, que se entienda bien que la mujer es un ser más delicado y que requiere un trato con amor, no pueden y no deben llevarla al altar a una jóven bajo amenaza. Es preciso que se conozcan bien los jóvenes antes de contraer un compromiso conyugal.
Me gusta la primera Carta de Pedro en el capítulo 3-9 que dice no devuelvan el mal por mal, ni constesten el insulto con el insulto. Al contrario bendigan, ya que ustedes mismo fueron llamados a bendecir y a alcanzar por ese medio las bendiciones de Dios.
Por lo tanto mis Jóvenes es preciso recordarles el buen trato entre Ustedes y háganlo en nombre de Dios como buenos creyentes.
Cortesia del H:. Honorato Neyra