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Hombres con honor

Por Mario Domínguez Quintero

Mirarlo a los ojos al punto de rodar lágrimas más directamente nos trasmitía su emoción y, contagiados por ella platicamos, mientras los minutos transcurrieron.

Abordamos asuntos comerciales, generación de empleo, crisis económica y no podrían faltar hasta las miserias de los políticos.

Pero lo que más nos marcó durante varios días fueron las reiteradas palabras de la búsqueda de: ¡el hombre con honor!

Y hoy día ante la falta de valores, rescatemos estas líneas del Ingeniero Fernando Pámanes Beristain, quien alguna vez a su hijo Martin Fernando al egresar de la escuela primaria le escribe entre otras cosas:

"Lo que quiero que seas es un hombre con honor; porque un hombre con honor es un hombre justo; un hombre con honor es un hombre honrado; un hombre con honor es un patriota; un hombre con honor es un hombre recto.

Todos los hombres con honor han sido reyes aunque no todos los reyes tuvieron honor".

Hoy día en cualquier clase de actividad que desempeña el hombre deberíamos aplicar esta máxima. Sobre todo en la política que tanta falta hace.

En ocasiones un gobernante que tiene la posibilidad de pasar a la historia no lo hace, por tonto, otros por desconocimiento y otros lo que hacen es con dolo, les interesa más las cosas materiales.

El día que fallece su padre el general Fernando Pámanes Escobedo, le brinda lo siguiente:

"Carta a mi padre

Homenaje póstumo a mi padre con un profundo respeto a su memoria.

En las diferentes facetas de su vida cumplió con la patria y sus ciudadanos, en forma muy especial con todos aquellos paisanos que le solicitaron su intervención para solucionar problemas

Como diputado federal por el IV Distrito del Estado de Zacatecas de 1955-1958 distrito que enmarcaba en aquellos años parte del semidesierto zacatecano como Concepción del Oro, Mazapil, Nuevo mercurio y otras regiones las cuales tenían y siguen teniendo en la actualidad muchas carencias.

Sus vivencias y anécdotas son innumerables.

Como Oficial Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional atendió a muchísimos paisanos para internarlos sin ser derechohabientes del Hospital Central Militar en la ciudad de México; gestionó ante sus amigos funcionarios de las instancias correspondientes el envío de zacatecanos a los Estados Unidos de América a trabajar, gestiones que empezó siendo diputado federal.

En su faceta como militar ingresa al Heroico Colegio Militar a la edad de trece años por atención a la petición que hiciera su hermano Aurelio al C. Director del Heroico Colegio Militar, le condonan tres años para poder ingresar, ahí comienza su vida en el glorioso Ejército Mexicano llegando a obtener el máximo grado al que aspira un miembro: Gral. De División y la Licenciatura de los militares que son los diplomados del Estado Mayor miembro de la tercera generación de D.E.M. obteniendo la máxima condecoración del Ejército que es la Cruz de Guerra en segundo grado por los 36 combates en la campaña cristera.

Como diplomático cumplió con su misión de los países que representó a nuestra nación, como agregado militar en el país de China de 1944 a mediados de 1946 durante la Segunda Guerra Mundial; de abril de 1965 a septiembre de 1967 como embajador en la República de Cuba; de fines de 1967 a 1968 en la República de Indonesia.

Como político fue un hombre sencillo y justo

Diputado federal 1955 a 1958 por el estado de Zacatecas.

Gobernador de su Estados de Zacatecas de 1974 a 1980.

Fue intachable en su conducta, un hombre probo, no le interesaron las cosas materiales ni tampoco quiso seguir ostentando el poder, él sabía perfectamente que los tiempos tienen un tiempo.

Como militar fue un hombre con honor en toda la extensión de lo que significa ser un hombre con honor. Su herencia para mi es el ejemplo de su vida.

Como hermano de la Logia Masónica también cosechó hermanos amigos y compañeros fue distinguido con sus nombramientos más altos a los que puede aspirar un hermano masón.

Para donde te encuentres, acompañando a tu esposa Rafaela, de tu hijo Rafael, de tus padres Aurelio y Rosa María, de tus hermanos José, Adelaida, Modesta, Rosa, Jesús, Aurelio y Mari, de tus nietos Rodrigo, Karla, de mi hijo Luís Bernardo y de nuestros demás parientes, de tus hermanos masones y amigos que ya se fueron brille para todos las luz eterna.

Tu hijo que te quiere y no te olvida y tus nietos

Alejandra, Fernando, Gabriela, Roberto, Luis Bernardo Q.E.D.,

Adolfo Octavio, Pablo Jerónimo, Martín Fernando.

Rafael, Ricardo Q.E.D., Rodrigo Alejandro, Claudia.

Nanis, Arturo, Karla Q.E.D.

Muere a los 96 años de edad, siendo el decano del Glorioso Ejército Mexicano y de su partido PRI.

Fernando Pámanes Beristain".

En esa misma fecha del 10 de marzo del año 2005 el compadre del Ingeniero Fernando Pámanes Beristain, M.M. Fernando Acosta Silva, le escribe:

"Nosotros 'no confundimos la vida transitoria, con la Inmortal del pensamiento'. Afirmamos la inmortalidad del Alma. Y, fortísimos ante lo desconocido superamos el pensamiento del viejo filósofo chino Lao-Tse que señaló: " Los hombres han aprendido a aferrarse a la vida pero no saben liberarse de la muerte".

Por encima de sombríos colores que nos rodean, más allá del luto de estos muros y de nuestro corazón, pese al lúgubre trofeo presente de la Muerte y el negro simbólico de nuestros atuendos e insignias, superamos toda desesperación y todo dolor. Pensamos que al fallecer, damos el paso anhelado hacia la iniciación de una vida eterna.

Unos fieles a la religión heredada de nuestros padres, que practican con sinceridad, entienden que vuelven al seno del Creador, en el bíblico cumplimiento: " Polvo eres y al polvo retornarás". Otros sienten que por su vida ejemplar, por su estelar trayectoria, por la obra que legan, alanzarán la inmortalidad. Y todos, todos sabemos que seguimos vivos y presentes en las verdes hojas que se renuevan en el árbol que plantamos en los claros ojos del hijo que engendramos y en las limpias páginas del libro que escribimos.

Y no temblamos ante la muerte como el ateo que cree que con ella todo ha terminado, como el ignorante que no sabe LO QUE ES, como el criminal que se acobarda ante la Justicia Humana y Eterna. ¡Pero nosotros afirmamos definitivamente: EL QUE MUERE ES EL ÚNICO QUE COMIENZA A VIVIR"!.

La muerte es sólo el retorno al principio, a la Primera Causa. Aun cuando nuestro corazón desborde apagado llanto, ahoguemos congojas lacerantes y rebelemos nuestra mente contra el Dolor. Dignifiquemos nuestra humana condición tan débil y tan fuerte a la vez, para rendir el justo homenaje a nuestro inolvidable y Q. H. FERNANDO PAMANES ESCOBEDO.

Don Fernando es, por lo tanto, hijo de los cambios un talento dispuesto a perforar con el barreno de la verdadera inquebrantable, el tejido oscurantista de la sociedad imperante.

Ve la luz primera en la población de Ojocaliente, Zac, un diecinueva de febrero de 1909. De sus padres no solo hereda el nombre sino también la intuitiva percepción del provinciano despierto que sabe leer el idioma simbólico con que habla la naturaleza.

Su paso por el Heróico Colegio Militar no sólo le proporciona los elementos para una leal carrera castrense, sino que también le arma para un honroso desempeño en la política que culmina con el gobierno de nuestro estado, pasando también por el terreno de la diplomacia con la representación de nuestro país en la república de China, Cuba y en Indonesia.

Hoy al poner término a su ciclo de vida material venimos a despedir sus restos mortales de este tránsito efimero sobre la faz de la tierra. Ahora su destino le ha llamado a su última iniciación, donde recorrerá caminos que nos son desconocidos.

Se prolongará su existencia y su espíritu entre nosotros con su legado humano y el ejemplo que vivirá siempre entre todos los que lo conocimos y desde el más allá seguramente nos estará acompañando y guiando con su gran espíritu de fraternidad y sabiduría, señalando como siempre el camino del amor y de la entrega a la humanidad.

La importancia de un hombre suele medirse por el vacío que deja después de su partida.

Nosotros, hermanos de la M.R.G.L. del Estado de Zacatecas " Jesús González Ortega" hemos venido a dejar testimonio de nuestra honda aflicción.

No sabemos querido hermano Fernando, si nos volveremos a encontrar. No lo sabemos, ni nos importa. Lo único que nos importa es haber disfrutado de tu ancha y sincera fraternidad, de haber encendido junto la antorcha de la tolerancia con la chispa de la inteligencia y de tu bondad.

Lo que más valoramos ilustre hermano Fernando es haberte conocido.

¡Descansa en paz Q. H.!" Hasta allí, un pasaje para un: ¡hombre con honor!, que esperamos se mantenga grabado en el pensamiento de todos los zacatecanos, además que siempre son tiempos para la reflexión.

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