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Luis Riveros. “La masonería es la voz de un poder moral laico que defiende principios”

“tenemos una enfermedad propiciada por el egoísmo, por el materialismo, por un alto espíritu consumista”

El recientemente electo Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Luis Riveros Cornejo, quien asumirá este nuevo cargo el próximo 10 de julio, reconoció a tribunadelbiobio.cl, echar de menos la trilogía radical, masón y bombero porque, a su juicio, fue una combinación muy propicia para identificar al Estado Bienestar, que Chile trató de impulsar desde antes del medio siglo pasado.

El futuro Gran Maestro explica que radical era la preocupación por la cuestión social, por las políticas que promovían una educación, salud y previsión en igualdad de condiciones para todos. “Es decir, las viejas ideas del Estado Bienestar, que fueron impulsadas antes en Europa por el liberalismo”, dice.

Asimismo, manifiesta que masón representa “esta preocupación acerca de preguntas fundamentales que tenían mucho más que ver con cosas concretas, respecto de los planteamientos, de los financiamientos, de los problemas usuales del manejo del Estado y porque, además, existía una preocupación más profunda acerca del origen, del destino del hombre, a la explicación de la vida”.

En tanto, para el Gran Maestro bombero representa al servicio público, que expresa la vocación “de entrega sin preguntar cuánto pagan sino cuánto estoy dispuesto a servir”.

Es de ahí que Luis Riveros sostiene que a su parecer dicha trilogía se ha ido desdibujando con el tiempo.

“Primero porque se diluyó, desapareció, se eclipsó la idea de Estado Bienestar. Segundo, porque nuestra sociedad nos va induciendo cada vez a un materialismo en que las preguntas fundamentales tienen solamente respuesta de fe y no respuesta de búsqueda y finalmente porque el servicio público ha comenzado a ser desplazado por un servicio que tiene su compensación, necesariamente, lo cual no es malo, pero evidentemente que es muy distinto a cuando se presta un servicio por el solo deseo de entregar”, asegura.

-¿Podría comparar desde el punto de vista ético, en el contexto de la reconstrucción post terremaremoto, cómo se está abordando el mismo tipo de desastre ocurrido hace 71 años, cuando tuvimos un Presidente radical, masón y bombero (Pedro Aguirre Cerda)?

-Hoy estamos en el camino de la sociedad que funciona con distintos principio éticos. Desde luego no significa que sea ésta una antiética que camina hacia la inmoralidad. Esta es una ética distinta que muchos no compartimos. En esos años, era el Estado el que por razones obvias de ética social era responsable de llevar a cabo las tareas de reconstrucción, dentro de la pobreza fiscal que había en los años 40, pero dentro también de mucho mayor compromiso de los chilenos y chilenas que servía hacia ese Estado, rindiendo con ello un culto práctico hacia sus responsabilidades.

-Permítame insistir, a su juicio ¿cómo están enfrentando actualmente los poderes del Estado la reconstrucción de las regiones afectadas por el 8.8 y maremoto desde el punto de vista valórico y ético?

-Siento que el tema valórico está un poquito fuera de las consideraciones en la reconstrucción. Claro, uno tampoco puede tomar un catecismo y decir que las tareas de la reconstrucción se hace con eso. Me parece que están un poquito fuera, por ejemplo no está clara cuáles son las prioridades, dónde se pone el énfasis, en los sectores más pobres, en las ciudades más pequeñas, o en la industria que hay que recuperar para proveer empleos.

-¿Cómo podrían fijarse las prioridades?

-Ciertamente no podemos hacer todo al mismo tiempo y no tengo claro cuáles son las prioridades que se han establecido y eso, por lo tanto, me da la impresión de que queda al libre albedrío del mercado. Siendo así, en algunas partes se hará con cierto énfasis en los sectores más pobres que están desarticulados y sufriendo y en otras zonas se hará con énfasis en las empresas, porque será el argumento de que hay que recuperar la ocupación, el empleo para que justamente estos sectores más vulnerables al proveerle ingresos se puedan recuperar por sí mismos.

-Usted que es economista y profesor, además de ex rector de la Universidad de Chile, ¿ le ha quedado claro cuál ha sido el costo para el país de este desastre de la naturaleza?

-Insisto que para mí no está claro cuáles son las prioridades, y por lo tanto tampoco me queda claro cuál es el diseño sobre el proceso de reconstrucción. Tengo mis dudas en términos claros, que ni siquiera se ha abordado con total claridad el costo y el cuándo se hace tal o cual cosa, porque esto no es una reconstrucción que se haga de acá a septiembre.

Evidentemente que es una cosa que tomará tiempo y tomará años, y por lo tanto ahí entra un tema de priorización que debe estar basado en ciertos principios también éticos, no sólo económicos.

-¿Cómo ha visto el compromiso de la población joven con los miles de damnificados?

-Me recuerdo que en otros terremotos que enfrentó el país, por ejemplo hacia el año 60 los estudiantes y los jóvenes realizaban un trabajo voluntario masivo. En cambio hoy no se ve esa campaña de entrega, de ayuda sino que se ve como algo excepcional…

-Pero en el terremoto de 1960 nuevamente está presente de manera directa e indirecta la trilogía de masón, bombero y radical en el gobierno de Jorge Alessandri….

-Sí, por cierto y en su gabinete estuvo como ministro del Interior Sótero del Río Gundián, que posteriormente fue Gran Maestro de la Gran Logia de Chile…

EL CAMBIO DE LA SOCIEDAD CHILENA Y DEL ESTADO NACIONAL

-Es decir, la sociedad chilena éticamente era distinta a la actual en esos años…

Sí, así era, hoy no sólo porque hay un gobierno con un concepto distinto, sino que hay un Estado al que se le cambió su rol y esto significa que los poderes del Estado están dentro de un marco conceptual diferente. A nadie le parece extraño que sea una especie de reforma tributaria, y lo digo así porque no es una reforma tributaria estrictamente, la que contribuye a financiar los gastos del terremoto, en circunstancias que el Estado debiera disponer de recursos que actualmente están ahorrados para llevar a cabo la reconstrucción directamente y no a través del sector privado.

-Ese cambio que ha experimentado el Estado, ¿cómo se refleja?

El cambio es el servicio público, insisto, eso ha cambiado. Hoy el servidor público lo puede hacer bien con enorme compromiso, pero es un servidor público (no se refiere al empleado fiscal) que tiene una remuneración y eso es distinto a lo que ocurría antes.


-Gran Maestro, nos está diciendo que la sociedad chilena está enferma espiritualmente desde el punto de vista ético…

Sí, yo creo que tenemos una enfermedad propiciada por el egoísmo, por el materialismo, el individualismo, por un alto espíritu consumista. Eso viene con la sociedad actual, pero tenemos que tratar de corregirlo.

-¿Cómo se hace eso?

Con la educación, pero, por sí sola no borra estos problemas. No se trata de que nos transformemos todos en monjes y que todos regresemos a los valores del espíritu de los años 40-60. No se trata de eso, pero se trata sí de propiciar valores, en esta sociedad globalizada, en esta sociedad abierta al mundo, en un Estado que tiene una dinámica distinta, igual ahí tienen cabida conceptos de humanismo, fraternidad y solidaridad, que hay que construir, yo no lo veo construyéndose en el sistema educacional.

-Se rumorea con mucha fuerza que se busca privatizar a los colegios municipalizados de manera de corregir la brecha que muestra año a año el Simce, ¿ese es el camino, vamos hacia la privatización de la educación?

Es posible que se busque eso como una solución a un problema que hemos venido detectando año a año, ese problema de las brechas. Todos los años cuando sale el Simce, cuando sale la PSU, aparece un titular durante un par de días indicando que hay una enorme brecha y que los estudiantes del sistema público están tan distantes y distintos del sector privado. Se requiere opiniones a los expertos que son los mismos y ex funcionarios del Ministerio de Educación, que estuvieron antes y que tomaron todas las medidas conducentes a ese estado de cosas.

Eso lleva a que simplemente el país se acostumbró a que existe una brecha, por tanto también se acostumbró, en cierta manera, a que nadie hace nada, porque después que esto ocurre nadie toma ninguna medida que sea definitiva, significativa respecto a mejorar la educación pública. Por lo tanto, a mí no me extraña que dentro de la mentalidad de mucha gente que hoy está en el gobierno exista la idea de privatizar la educación en el sentido de “tomemos los colegios públicos y entreguémoselos a privados para que hagan la gestión”.

-¿Nos está diciendo que la idea es copiar en educación el modelo de la previsión privada?

-Algo así, al parecer. Se ha planteado hacerlo también en el caso de la salud, que es concesionar los hospitales. De hecho eso también se está haciendo con las OO.PP y con distinta intensidad y grado se observan que ahí hubo un cierto grado satisfactorio y de manera muy simplista se pretende aplicar eso a educación.

-Se presume que la concesión de los caminos y de las carreteras habría resultado exitosa, ¿entonces en su visión podría ocurrir lo mismo si privatiza totalmente la educación y la salud…?

-A mí no me extraña que esa sea una iniciativa. Pero la verdad de las cosas, ¿cuál es el proyecto? No veo ningún proyecto. Los partidos que estuvieron en el gobierno durante 20 años tampoco tuvieron un proyecto, excepto dejar hacer más de lo mismo. Al menos esta es una idea. Nosotros podemos estar muy en desacuerdo, pero en fin es una idea, y quién sabe qué puede resultar. Yo no tengo una buena sensación respecto a una idea como ésta. El resultado de la educación que es tan malo en calidad, va junto con el hecho de que el resultado de la educación también sea tan malo respecto a la formación valórica de los estudiantes.

LA PRIVATIZACIÓN TOTAL DE TODA LA PRODUCCIÓN Y SERVICIOS

-¿Vamos camino a privatizar todo?

-Sí, yo creo que ésa ha sido la tendencia hasta ahora. Esto ha ido mucho en el camino de la globalización, en la experiencia de los asiáticos, en la que el sector privado ha inundado en todos los ámbitos.

-¿Pero habrá un punto de equilibrio para evitar los extremos?

-Creo que el equilibrio está en una buena combinación de lo que hace el Estado y de lo que hace el sector privado. En nuestro país hemos sido simplistas. El sector privado lo hace todo bien, el Estado lo hace todo mal. Ese ha sido un poco el eslogan que ha prevalecido incluyendo los gobiernos anteriores y naturalmente en este gobierno. Eso no hay que desconocerlo y creo que en cierta medida a lo mejor mirando la experiencia de los años 60-70 al Estado le fue mal en muchos ámbitos. Ahí tendrían cierta razón, sin tener que estar preguntando por las causas.

-Pero la historia demuestra que todos los procesos de diversas sociedades son cíclicos, ¿qué opina usted?

- Creo que las sociedades tienen idas y regresos y las tendencias globales que uno observa en los países, incluso, como China, tratan de reponer un rol importante del Estado y un rol importante para el sector privado, sin que ninguno invada al otro. Y en los países industriales, en áreas como la educación, los roles del Estado son mucho más importantes que los roles que tiene el sector privado porque desarrollan la educación como recurso estratégico.

-¿Qué opina del sueldo ético?

-Siento que tiene que existir un ingreso ético más que un sueldo ético, porque en realidad es tan difícil discriminar a un trabajador que gane un sueldo suficiente y la pregunta es si ese trabajador tiene una familia de cuatro hijos o de 6, o es un trabajador soltero.

-¿Cuál sería la diferencia entre sueldo ético e ingreso ético?

Me gusta mucho más el concepto de ingreso familiar ético, donde el Estado subsidia y que esté compuesto naturalmente por los salarios y por las demás cosas que deben acceder las personas. En ese sentido uno debe tener un aparato de gasto social que debe ser mucho más efectivo que el que tenemos.

Creo que el aparato de gasto social es bastante lento, bastante burocrático y también bastante mal informado porque en Chile lo que se considera pobre es de una situación de extrema pobreza en cualquier país. Acá basta con que una familia se compre un refrigerador para que pase inmediatamente a dejar de ser pobre y creo que nadie podría concordar de buenas a primeras con una definición como ésa. Yo creo en el principio del ingreso ético porque a mí me interesa la familia, independiente que sea uno, dos, diez o veinte o quienes estén, pero naturalmente perfeccionando el sistema de gasto social en apoyo a la familia.

LA TUICIÓN DE LA ÉTICA DE LOS PROFESIONALES

-En ese sentido, los colegios profesionales tuvieron la facultad legal de fiscalizar la ética de sus asociados que estaban obligados a colegiarse una vez titulados, pero hoy ella dejó de existir por la libertad de los profesionales, ¿usted la echa de menos?

-Es cierto, existe ese problema, tal como en sus orígenes existió la politización de los colegios profesionales y también se fue debilitando ese rol tan importante de ser un supervisor de la ética de los colegiados. Lo que pasa es que la ética también depende del cristal con que uno observe y la ética para un periodista dependerá si observa con el cristal más objetivo o menos objetivo, dependiendo de sus ideas.

-O de lo que pide el dueño del medio de comunicación…

-Así es, eso ocurre actualmente. Pero en relación a la ética yo habría optado por un perfeccionamiento del rol de los colegios profesionales, que hoy es tan distinto y tan diverso justamente por la gran cantidad de profesionales que se titulan anualmente, eso hace que la supervisión de la ética sea bastante compleja. Pero sería importante involucrarse en esto, porque actualmente ese valor tan necesario se encuentra en tierra de nadie. Por otro lado, nos encontramos con un consumidor que discrimina por el precio, dejando de mirar la ética aplicada en la producción del bien o servicio que adquiere, sea éste diarios, salud o educación, por ejemplo.

-Sí, en el caso de los medios es también por la farándula…

-Sí, claro como el deporte. Y ahí tenemos problemas con los medios comunicacionales, porque han dejado de contribuir a la educación de la población, sino que están contribuyendo a profundizar la deseducación que prevalece ampliamente en nuestro país.

SE HA PERDIDO LA DIMENSION DEL CONCEPTO DE VALOR

-¿Usted cree que se ha perdido el significado y sentido del concepto valor desde el punto de vista filosófico y moral, ya que hoy se usa en muchos casos como sinónimo de precio de un producto?

-Desgraciadamente la conceptualización económica lo ha invadido todo y por lo tanto uno tiende a pensar en costos y beneficios y los costos y beneficios son todos directos. ¿Cuánto me cuesta, cuánto tengo?

Y también en materias que tienen que ver con la reconstrucción, el empleo y todo lo demás. Por lo tanto, se llega a lo que los economistas han reafirmado muchas veces. Nosotros conocemos el precio de las cosas, pero el valor de pocas cosas en realidad.

-¿Existe una confusión de lo que realmente significa valor?

-Así es, porque nuestra formación es humanista estrictamente de nuestra sociedad y valores como la solidaridad y la fraternidad han desaparecido, se han sustituido por otros valores, otros principios importantes como son la competitividad, la productividad, lo costos unitarios de cada una de las acciones porque esto lo ha invadido todo y siento que eso es malo porque en realidad hemos dejado de lado al ser humano para privilegiar más bien el resultado de las cosas.

-Usted como próximo Gran Maestro, ¿cree que la Gran Logia debe tener voz en los asuntos coyunturales como lo tienen otras instituciones?

-Acá existe un principio que es intransable. Estoy de acuerdo que los masones puedan discrepar de materias como el aborto por ejemplo, porque hay muchos que piensan que el aborto debe legalizarse, habemos otros que pensamos que eso no es tan así. Por lo tanto acá no hay una posición de la masonería y en estos temas ciertamente que hay que ser muy cuidadosos, pero en temas como éste que es privilegiar al humanismo como un valor, a la solidaridad y a la fraternidad como instrumento de la construcción humanista, a mí me parece que eso es intransable, no hay ningún masón que pueda decir “no estoy de acuerdo”. De manera que nosotros vamos a tener voz, vamos a defender estas cosas porque es cierto, la defienden las Iglesias.

-¿La Gran Logia es entonces la voz moral del laicismo?

-Al respecto a mí me parece que nosotros somos la voz de un poder moral laico que tiene que opinar sobre estas materias para defender principios, que yo he insistido muchas veces, son principios republicamos y esos son principios que tenemos que rescatar de izquierda a derecha. La derecha republicana debe respetar esos principios. Para la derecha republicana el valor de la solidaridad no fue una cuestión extraña. Ellos ayudaron a construir esto con la educación pública, desde don Manuel Montt Torres en adelante, la derecha tuvo un gran rol en esa tarea, esto no fue solo a partir de don Arturo Alessandri o de don Pedro Aguirre Cerda, de manera que acá existe una cuestión republicana mucho más allá de las fronteras pequeñas entre la izquierda, derecha, no porque como masonería vamos a sacar la voz para defender ese tipo de principios que a nosotros nos debe aparecer profundamente inherente a la sociedad que soñamos.

PREMIOS AL ÉXITO Y TAMBIÉN LEVANTAR AL QUE FRACASA

-¿Qué le parece la idea de premiar a los matrimonios que han cumplido 50 años, que han sido exitosos, que se han mantenido unidos en relación a los cientos de matrimonios que han fracasado, se han separado y divorciado?

-A mí me parece bonito esto del premio, tiene un efecto medial más que nada, sin ninguna duda, pero me parece mal que cuando se interpreta en términos de un castigo a aquellos que no han podido llegar a los 50 años, creo que esto al mismo tiempo nos obliga a establecer aquellas medidas que protejan al matrimonio joven, que le permita, le faciliten el desarrollo porque queremos tener más matrimonios de 50 años, no menos matrimonios de 50 años.

-El gobierno envió un proyecto para perfeccionar la ley de quiebras y salvar al emprendedor que ha fracasado en uno de sus sueños, ¿qué le parece la idea de premiar a los que les va bien y la idea de incentivar de alguna forma a los que fracasan para que vuelvan a reemprender y tengan una segunda oportunidad?

-Uno no puede terminar premiando al final del camino un éxito si al mismo tiempo no tiene un compromiso con las condiciones que pueden garantizar ese éxito, que es exactamente el mismo caso de las empresas que tienen éxito, que les va bien exportando sus productos, si al mismo tiempo se carece de una política hacia la Pyme.

-¿Y la microempresa?

-Desde luego, la micro, pequeña empresa, todos los entes productivos incluidos los artesanos.

-El problema es que siempre se habla de Pyme…

-Es con esto de las siglas se ha ido perdiendo la mipyme.

-Sí, pero según estadísticas las micro empresas son unos dos millones de RUT que tributan y en la práctica tiene cero llegada a los incentivos y acceso a los créditos financieros, eso porque los otros gobiernos les pidieron que se formalizaran ¿pero para qué?

-Para pagar impuestos.

-Sí, la práctica demuestra que fue sólo para pagar impuestos y endeudarse los dueños, que puedan, con créditos de consumo, a tasas impagables, con lo cual arriesgan el patrimonio familiar e incluso el matrimonio.

-La falla que tiene este país es el desarrollo en materia de empresa, micro pequeña, mediana empresa es tremenda y eso se ha venido discutiendo por años. Este tema del estatuto de las mipyme estuvo discutiéndose por 12 años, pero cómo es posible, cuando yo conozco la experiencia de asiáticos exitosos, a los cuales nosotros decimos que queremos parecernos, que entregan estímulos cuantiosos a todas estas empresas, tanto fiscales como recursos para que adopten innovación, tecnología, para que hagan investigación, para permitirle asociarse y tener éxito a nivel del comercio internacional.

-¿Y qué es lo que hay que hacer?

-Creo que se debe corregir eso porque los aportes deben ser integrales y los paquetes de apoyo deben ser más sustantivos, que consideren justamente los riesgos. Pero acá estamos muy preocupados de los resultados de corto plazo y en segundo lugar estamos más preocupados en proteger a los bancos, a las compañías de seguros que en proteger a las personas que tienen iniciativas, por eso este país posee pocas ideas. Este país que es el número 12 en el aspecto macroeconómico del informe de competitividad internacional, está en el número 70 en competitividad o sea en materia de innovación y eso porque acá los innovadores no existen, no tiene estímulos, acá existe el castigo al fracaso y en otros países existe un premio al fracaso para que se vuelva a intentar, eso que plantea la pregunta es justamente lo que ocurre en Chile.

-El Consejo de la Innovación que creó el gobierno de la ex presidenta Bachelet hoy lo dirige el ex senador Fernando Flores y no ha nombrado a ningún consejero.

Ahh, él va a seguir solo (risas). Tiene un estilo muy particular. Yo lo estimo mucho, es un gran profesional, pero creo que no está dirigiendo la institución apropiada para su personalidad.

Por Pedro Ruiz Villegas
Junio de 2010
Fuente:
http://www.tribunadelbiobio.cl/

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