Por Joaquim Villalta
Miembro del Grande Oriente Ibérico
Miembro del Gran Capítulo General del Rito Francés de España
La construcción europea es la más grande aventura política, económica, social y cultural de nuestra época en la que nos es posible participar. Esta construcción tiene como meta principal detener la violencia que durante siglos ha dividido a los europeos. Pero la evolución de Europa no se construye sin obstáculos. La reunificación de un gran número de países del Este y del Oeste está dando lugar a tensiones económicas y sociales, a la vez que dentro de nuestra sociedad asistimos a la formación de corrientes integristas, cuyos valores son diametralmente opuestos a nuestros valores masónicos. Durante demasiado tiempo la masonería ha estado ausente tanto del proceso europeo como de la evolución de la sociedad europea. No debe quedarse por más tiempo fuera de su construcción; debe reflexionar sobre cómo conseguir que “vivamos todos juntos”. En una Ciudad y en una Europa en plena evolución, una masonería activa no reposa sobre sus laureles ni se refugia en su pasado. Así pues, es más que nunca necesario que la masonería defina su actitud ante situaciones diversas. Hoy, la masonería europea debe tener el valor de volver a identificar sus verdaderos valores y de promoverlos fuera del Templo. En una palabra, debe tomar de nuevo la iniciativa de convertirse en una masonería de reflexión y de acción y, si es necesario, en una masonería de combate. Con este espíritu unos cuantos masones fundaron hace ya tres años la Federación Europea de la Francmasonería (FEFM). Esta federación ha nacido basada en el deseo de un gran número de hermanos y hermanas de participar activamente, en este comienzo del siglo XXI, en los debates de nuestra sociedad. La FEFM se dirige al masón íntegro, en su calidad de masón, fuera de cualquier grado, obediencia, orden o jurisdicción.
Se compone de hermanos y hermanas de obediencias que operan en Europa. Para asociarse a la FEFM basta con afiliarse individualmente, con independencia de la pertenencia a su logia u obediencia. La FEFM tiene como objetivo el promover el diálogo intra masónico. Igualmente su meta consiste en reunir a hermanos y hermanas dentro de una red europea, con el fin de que su voz colectiva pese no sólo en los debates relacionados con la sociedad en general, sino muy particularmente a nivel del diálogo con las instituciones europeas.
Sus actividades consisten en un conjunto de iniciativas en línea con los objetivos de la Declaración de principios, entre los cuales citaremos la organización de un encuentro anual, coloquios, seminarios, creación de un foro de discusión en Internet y difusión de un boletín informativo. La masonería europea se fracciona en base a su nacionalidad, y dentro de cada nación en diferentes órdenes, obediencias y jurisdicciones. Todas estas agrupaciones masónicas no tienen una verdadera estrategia coordinada y menos aún la tienen a nivel nacional, europeo o mundial. Evidentemente, la masonería es Universal. ¿Pero no es esta afirmación una manera simbólica de hablar, y no una realidad?.
El CLIPSAS o el EME que reúnen a diferentes obediencias, son tentativas de coalición, pero sólo agrupan una parte de la masonería europea y universal. En realidad, sus objetivos no son en absoluto los mismos que los de la FEFM/AEPL.
Sin cuestionar los principios fundamentales de nuestras diferentes obediencias y representando a los hermanos y hermanas en sus identidades y tradiciones, la FEFM parte del principio de que para conseguir una mejor interacción entre la francmasonería y el mundo profano es necesario crear un espacio de libertad de expresión fuera de rituales y obediencias. Unidos por una metodología masónica y un ideal comunes, invitamos a los francmasones a divulgar sus inconfundibles valores de progreso y de emancipación, fruto del Siglo de la Ilustración. Con el propósito de trasladar el ideal masónico hacia el exterior, la FEFM ha creado un instrumento específico que actúe como su voz externa profana. Se trata de la Asociación Europea del pensamiento Libre (AEPL). A diferencia de la FEFM, que es una asociación de hecho que garantiza el anonimato de sus miembros, la AEPL es una entidad dentro del derecho belga (en la que solamente se publica en el Monitor belga el nombre de los miembros del consejo de administración), con sede social en Bruselas, debido a su proximidad con las instituciones europeas.
La AEPL tiene por misión la representación de la FEFM en el mundo profano. Ya han sido creadas secciones nacionales de la FEFM y otras están en vías de creación en cada uno de los países miembros de la Unión.
Los trabajos de la FEFM se efectúan en francés e inglés, pero llegado el caso, las secciones nacionales pueden utilizar la lengua del país en mensajes e informaciones. Puesto que las instituciones europeas están teniendo cada vez más influencia en la evolución de la sociedad, es deber de la francmasonería estar presente en este debate trascendental del futuro.
La FEFM cuenta actuar conjuntamente con las instituciones europeas y participar, entre otros temas, en el diálogo previsto en el Tratado de Lisboa, con la misma legitimidad que lo hacen las Iglesias y las asociaciones filosóficas. Además, la FEFM insiste en la importancia de formar una sociedad en la que la comunicación entre las diferentes culturas se base en el reconocimiento y el respeto mutuo, según los principios interculturales.
Basándose en la certeza de que la francmasonería es germen inestimable de competencias, la FEFM espera concienciar a los masones y despertar una sinergia entre los diferentes talentos que se encuentran en el seno de la francmasonería europea, con el fin de transmitir el mensaje masónico de manera eficaz y operativa. La difusión de nuestros valores dentro de la sociedad civil y más concretamente dentro del ámbito juvenil, podría concretizarse en una contribución activa de los miembros de la FEFM en el campo de la expresión cultural y artística, por medio de libros, bocetos, dibujos animados, películas, música, obras de teatro, pinturas, esculturas, etc. Todas las actividades de la FEFM se harán según el método masónico (sin ritual) de escuchar y aceptar al prójimo, garantizando así la expresión de un pensamiento libre, exento de prejuicios, con el fin de favorecer el diálogo dentro del ámbito de valores que no son propios. Los masones europeos podrán así dar testimonio de sus valores, de sus experiencias y de sus proyectos, según la deontología masónica.
Esta iniciativa tiene como vocación primera el promover y defender los valores de libertad, igualdad y fraternidad en un espíritu de libertad de conciencia y de tolerancia. No hay transmisión de la Luz sin la preparación del futuro para que la reciba.
Inscripciones en
La cotización anual es de 15 euros.
Fuente: Francmasones - Red Social de la Fraternidad Masónica