escrito por Luis González

En este mes de noviembre se recuerdan a los dos grandes masones que conversaron en Santa Ana -Trujillo, los días 25 y 26 de noviembre de 1820, para firmar los protocolos del armisticio y cese de la guerra a muerte. Este suceso ha dado origen a la creación de las Logias Ambulantes, como eran llamados los que marchaban con el ejército de Bolívar por todos los largos caminos del continente, como lo señala Américo Carnicelli en su libro "La masonería en la independencia de América".
Esta Logia Ambulante pernoctó en Betijoque el 11 de julio de 1824, donde estuvo el prócer masón Juan de Dios Monzón conversando con otros masones militares venidos de Maracaibo, uno de los cuales fue Evangelista González.
En 1820 es fundada Valera como parroquia eclesiástica y por aquí pasan en noviembre de ese año Bolívar acompañado del Mariscal Sucre. Ambos asisten en El Llano (hoy llamado de San Pedro) a un almuerzo en la hacienda de añil de los Carrasquero, Vetencourt y Terán, donde Sucre examina los planos en proyecto para desarrollar la pequeña aldea en una ciudad futura, planos realizados por Fermín Briceño de la Torres que Sucre, ingeniero, considera bien logrados.
La Logia de Valera, llamada Bolívar y Morillo, es creada el 4 de junio de 1933 por los miembros Agustín Beroes, José Miguel Rivas, Carlos Luis Gallegos, Marcos Chona, Jacobo Obadías, Narciso Chicuriel, Ramón de Armas, Antonio Majute Iglesias, M.A. Alonso, Blas Maradey Torres, Amado Guerrero Matheus cuando se reúnen en una habitación del hotel Haack. La Logia tiene sede en San Antonio. Están en combate.
Fuente: Diario de los Andes - Trujillo