El querido hermano masón Dardo Rocha no solo fundó la ciudad de La Plata. Como gobernador de la Provincia de Buenos Aires y gracias a sus gestiones, el tren llegó a Mar del Plata en 1886. Cuenta la historia que esa novedad determinó que poco después, en enero de 1888 se inaugurara el Bristol Hotel cuando se advirtió que el turismo podría interesarse en ese nuevo destino. Entonces, la Municipalidad de Mar del Plata reglamentÓ el uso de las playas según las costumbres de la época.
Dispuso que el traje de baño debería cubrir el cuerpo desde el cuello hasta la rodilla, “no podrán bañarse los hombres mezclados con las señoras a no ser que tuvieran familia y lo hicieran acompañando a ella”, prohibía que los hombres solos se aproximasen a las señoras mientras estuviesen tomando un baño de mar e impedía “el uso de anteojos de teatro u otro instrumento de larga vista, así como situarse en la orilla cuando se bañan señoras”.
Cuando acontecían esas novedades, la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones cumplía 31 años de existencia y el Palacio Cangallo (Pte. Perón 1242, CABA) que hoy es aun su sede principal, había cumplido 16 años de vida.
En otras palabras, retomamos algunos de los conceptos planteados en el número anterior de Masonería Net cuando aludimos al concepto del tiempo en Proust o o en los historiadores que mucho después aceptaron que para el estudio del pasado un siglo no necesariamente debe tener los cien años correspondientes.
Brota así el concepto de “anacronismo”. ¿Podría dictar hoy la Municipalidad de Mar del Plata un reglamento como el de 1888? Resultaría imposible, las sociedades avanzan, incorporan las novedades, la moral y la ética tampoco permanecen detenidas en el tiempo, están relacionadas con el devenir y el progreso.
La masonería es filantrópica, filosófica y progresista. Significa que sus miembros respetamos férreamente la dignidad de las personas, no nos aferramos a dogmas y estamos preparados para recibir, estudiar, analizar y poner en contexto las noticias que día a día provee la humanidad. Somos librepensadores. En este punto volvemos a preguntarnos ¿qué significa ser masón en 2011?
Contamos con la respuesta esencial referida a nuestros principios y conductas. El tema del progreso, en cambio, parece encaminarse hacia la confección de una agenda que debemos considerar para que la sociedad conozca nuestra opinión como ocurrió, por ejemplo, cuando la masonería forjó la ley 1.420 de enseñanza común, laica y obligatoria.
Reverenciamos a nuestros mayores y celebramos todo lo que han contribuido al acervo cultural común, también sabemos que los pueblos que se detienen mucho en las cosas del pasado corren el peligro de perder de vista las cuestiones del futuro.
Nuestro país vive una crisis educativa muy profunda y en su mérito decidimos prestarle especial atención durante este año que es, además, el del bicentenario de nuestro querido hermano Domingo Faustino Sarmiento. Pero otros temas golpean a las puertas de nuestra reflexión, entre ellos el crecimiento de la drogadependencia en sus diferentes facetas, el embarazo adolescente, los grupos sociales que son discriminados aún después del dictado de la ley sobre matrimonio entre personas del mismo sexo, el estado de la ciencia frente al HIV SIDA y su adecuada prevención, el alcoholismo entre menores y jóvenes, el drama de la pobreza, el aborto. la desesperanza de muchos jubilados, los temas del medio ambiente, como el cuidado del agua, la contaminación ambiental. de las napas freáticas y la depredación de los recursos naturales.
Nuestro recientemente habilitado Observatorio de la Ciudadanía comienza a hacerse cargo de esa agenda. Masones y no masones tenemos en él un muy importante punto de encuentro para alcanzar consensos que los administradores gubernamentales y parlamentarios podrán llevar al texto positivo. Cada ciudadano tiene el compromiso de ejercitar su servicio civil en bien de los demás, que es el suyo propio. Expresamos, entonces, que la masonería también es progresista, porque busca hacerse cargo de los problemas para explorar las mejores soluciones posibles.
Solos no podemos. Felizmente mujeres y hombres vienen respondiendo a nuestra convocatoria inicial y se anotan para participar de las comisiones del Observatorio; muchos jóvenes se integran también a nuestra Institución. Les manifestamos a todos nuestro agradecimiento y nuestra complacencia, sabemos que en conjunto realizaremos un buen trabajo.
Los masones somos constructores, no podemos perder el tiempo en discusiones estériles ni en la plácida molicie de nuestros intereses personales.
Reciba mi saludo cordial y fraterno
Ángel Jorge Clavero \
Gran Maestre