*por Prof. Lic. Stella Maris Skarp
* masoneriafemeniargentina@gmail.com
" UNIVERSALIDAD "
CONOCIMIENTO:
Concedió Aristóteles (Siglo IV a.C.) a los hombres un “alma racional”, no obstante en condición de esclavo eran inferiores, debido a que aceptaban que se les esclavizara.
objeto de las variadas corrientes de pensamiento, tanto así, que el termino “Católico” proviene del griego "kath'holon" que significa "de acuerdo con el todo", "universal".
La vocación “universal” de la Masonería, se encuentra esencialmente relacionada con “un uno que se dice de muchos” o con un“de acuerdo con el todo”.
Cuando en el espíritu de leyes, reglamentos, o dogmas no es así,
¿Quien tiene derecho a tirar la primera piedra?
Fraternalmente.
Esta misma condición de inferioridad, el filosofo griego, se la atribuyó a las “mujeres”, debido a que estas se limitaban a trascender dentro de la esfera hogareña, en tanto los hombres lo hacían en la Polis (Estado); en tanto todo aquel que no fuera griego, era “bárbaro”, por ende también “inferiores” porque no hablaban griego, ni sabían filosofía.
Los dos primeros casos, el de “esclavos” y “mujeres”, la inferioridad constituía una condición innata e irreversible.
Al transcurrir los siglos, el pensamiento aristotélico, sus derivaciones y distorsiones, impregnó a las sociedades y sus instituciones.
En el 585 d. C. se reunieron en Macon (Francia) un grupo de teólogos, al que las distorsiones históricas, atribuyen haber discutido “si las mujeres, tenían alma” sin embargo Gregorio de Tours, asistente a ese sínodo, relata en sus crónicas que en el mismo, “un obispo planteo la pregunta “si la mujer puede ser designada como Homo”, dado que los varones habían acaparado el término y se lo consideraba en sus dos acepciones (ser humano u hombre)
Al concluir las deliberaciones, en el sínodo de la Iglesia Católica, los teólogos decidieron atenerse al Antiguo Testamento, que relata “que en el principio, creó Dios al hombre (hominem), y los creó macho y hembra, y los llamó Adán” (Gen. 5:2), que significa “hombre hecho de arcilla”.
Siguieron transcurriendo los siglos y en el Siglo de las Luces, en 1723, la Gran Logia de Londres encargó al pastor presbiteriano y doctor en Filosofía James Anderson lo que hoy conocemos como la Constitución de Anderson, y que en su artículo III, expresa: “De las Logias: Las Personas admitidas como Miembros de una Logia deben ser buenos y leales, nacidos libres, y de una Edad madura y discreta, ni siervos, ni mujeres, ni Hombres inmorales o escandalosos, sí de buena reputación”.
OPINIÓN
Fue de sumo interés para Aristóteles, el problema de la “universalidad” y sus distintos tipos de atribución.
Siguiendo a Platón, no obstante disintiendo con su maestro, en un plano más abarcativo, llamó “universal” a “un uno que se dice de muchos”, así, los “universales” son los términos que pueden predicarse de más de un sujeto.
Transcurrieron los siglos y la “universalidad” siguió siendo siendo objeto de las variadas corrientes de pensamiento, tanto así, que el termino “Católico” proviene del griego "kath'holon" que significa "de acuerdo con el todo", "universal".
La vocación “universal” de la Masonería, se encuentra esencialmente relacionada con “un uno que se dice de muchos” o con un“de acuerdo con el todo”.
Cuando en el espíritu de leyes, reglamentos, o dogmas no es así,
¿Quien tiene derecho a tirar la primera piedra?
Fraternalmente.