A pesar de su precaria situación económica, que motivó se pidiera su quiebra en el 2010, la institución que estuvo históricamente ligada a la masonería y que hoy es solo una corporación sin fines de lucro, inaugurará dos nuevas sedes en Aysén y Purranque. “Es una vergüenza que una universidad a la que se le ha rechazado la acreditación, esté pretendiendo abrirse”, consignó al respecto la diputada María José Hoffmann, Presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara.
El proyecto de las nuevas sedes se gestó a finales del 2011. Los inmuebles, tal como ocurre con los demás establecimientos de la ULARE, no son propiedad de la institución sino arrendados, y su infraestructura se armará en base a lo dejado por las sedes cerradas en Linares y San José. En una primera instancia, en Aysén se impartirán las carreras de Técnico Superior Universitario en Prevención de Riesgos y Técnico Superior Universitario en Turismo y Hotelería. En Purranque, se impartirían Pedagogía en Educación Básica y Licenciatura en Educación.
s difícil comprender cómo financiará la Universidad La República la puesta en marcha de estas dos facultades, además del funcionamiento de las otras de Santiago y regiones (Antofagasta, Calama, Concepción, Coquimbo, Illapel, Los Ángeles, Rancagua, San Carlos, San Fernando y Vallenar), sin la ayuda de un inversionista y teniendo como único ingreso el arancel, el cual varía entre los 100 y los 150 mil pesos, dependiendo de la carrera. Ello, porque la entidad arrastra una deuda con instituciones como el Banco de Chile -al cual se le entregaron ya varias de las propiedades de la ULARE en parte de pago-, y también con varios funcionarios a quienes se les deben sueldos e indemnizaciones.
El alto endeudamiento de la universidad se hizo público en 2008 y alcanzó entre los 9 y 10 mil millones de pesos, según fuentes de la propia institución. Tras salir el caso a la luz, la Gran Logia masónica decretó públicamente su cierre. No obstante, ya ha pasado un cuadrienio y se encuentra próxima a iniciar un nuevo año académico, con un proceso de admisión 2012 en curso. Su rector es Alfredo Romero y desde la casa de estudios niegan que la presente Junta Directiva tenga relación con la masonería.
Actualmente, la entidad tiene en su contra 5.029 causas en tramitación, según fuentes de la propia ULARE, y aunque en 2010 se presentó el caso en el 9º Juzgado Civil de Santiago, esperando que se decretara su quiebra, la demanda derivó en un Convenio Judicial Preventivo. Éste fija plazos que van entre los dos años para algunos acreedores, y entre tres y ocho años para los más grandes. Ello significa que hay deudas que no se han saldado y que algunos de los demandantes esperarán para ver algún peso de vuelta.
El origen del déficit corresponde a los malos manejos administrativos ocurridos bajo la gestión del ex rector Jorge Carvajal, con el resto de los altos cargos, entre los cuales se encontraban varias autoridades de la Gran Logia masónica.
Fuente: El Mostrador
s difícil comprender cómo financiará la Universidad La República la puesta en marcha de estas dos facultades, además del funcionamiento de las otras de Santiago y regiones (Antofagasta, Calama, Concepción, Coquimbo, Illapel, Los Ángeles, Rancagua, San Carlos, San Fernando y Vallenar), sin la ayuda de un inversionista y teniendo como único ingreso el arancel, el cual varía entre los 100 y los 150 mil pesos, dependiendo de la carrera. Ello, porque la entidad arrastra una deuda con instituciones como el Banco de Chile -al cual se le entregaron ya varias de las propiedades de la ULARE en parte de pago-, y también con varios funcionarios a quienes se les deben sueldos e indemnizaciones.
El alto endeudamiento de la universidad se hizo público en 2008 y alcanzó entre los 9 y 10 mil millones de pesos, según fuentes de la propia institución. Tras salir el caso a la luz, la Gran Logia masónica decretó públicamente su cierre. No obstante, ya ha pasado un cuadrienio y se encuentra próxima a iniciar un nuevo año académico, con un proceso de admisión 2012 en curso. Su rector es Alfredo Romero y desde la casa de estudios niegan que la presente Junta Directiva tenga relación con la masonería.
Actualmente, la entidad tiene en su contra 5.029 causas en tramitación, según fuentes de la propia ULARE, y aunque en 2010 se presentó el caso en el 9º Juzgado Civil de Santiago, esperando que se decretara su quiebra, la demanda derivó en un Convenio Judicial Preventivo. Éste fija plazos que van entre los dos años para algunos acreedores, y entre tres y ocho años para los más grandes. Ello significa que hay deudas que no se han saldado y que algunos de los demandantes esperarán para ver algún peso de vuelta.
El origen del déficit corresponde a los malos manejos administrativos ocurridos bajo la gestión del ex rector Jorge Carvajal, con el resto de los altos cargos, entre los cuales se encontraban varias autoridades de la Gran Logia masónica.
Fuente: El Mostrador