¿Cuántos proyectos que emprendemos en la vida no comienzan con un simple sueño? Lo especial del sueño de éste hombre, es que no era sólo para sí mismo, sino para toda la humanidad. Soñaba con que la Carta Magna de los Estados Unidos de Norteamérica, según la cual todos los hombres nacían libres y eran iguales ante la ley, se hiciera realidad.
Es posible que su sueño naciera de un contagio de una compatriota suya, llamada Rosa Parks, que un día cualquiera DIJO NO, de tener que cederle su asiento en el autobús a los hombres y mujeres de piel blanca, porque en la práctica, el racismo no había permitido que todos los hombres y mujeres fueran realmente libres, e iguales ante la ley. Rosa Parks se negó a seguir siendo objeto de la arbitrariedad, y por su acto de insubordinación fue encarcelada. Esto le llamó la atención del DR Martin Luther King Jr, quien llevó su caso hasta los tribunales superiores de los Estados Unidos, quienes declararon ilegal e inconstitucional la segregación racial.
Y es que lamentablemente, los más altos ideales humanísticos siguen siendo letra muerta en papeles gubernamentales que declaran su apego a la ley y la justicia, no sólo en América, sino en el mundo entero. La discriminación y violencia no sólo de origen racial, sino también étnico, religioso, político y cultural, sigue siendo la principal disculpa oficial del mundo para miles de conflictos que cobran víctimas y siembran la injusticia por todas partes.
Por eso hace ya casi cuarenta años, Martin Luther King enunció su sueño, como también lo enunciara sólo una década después John Lennon, cuando compuso la canción Imagine. También fue el sueño de Gandhi, y de muchos hombres y mujeres cuyos nombres quizás no pasen nunca a los anales de la historia, pero indefectiblemente pagaron su sueño de libertad e igualdad con sus muertes.
Un año después de pronunciar su discurso "Tengo un sueño", el pastor bautista, sociólogo y doctor en filosofía, Martin Luther King, recibió el premio Nóbel de la Paz por su contribución al Movimiento de los Derechos Civiles en Estados Unidos. Parece que se trata de un sueño muy peligroso. Nació el 15 de enero de 1929, y logró cumplir 39 años de vida, antes de ser asesinado por su atrevido sueño libertario, y por su frase final: “Libres al fin”.
Los que se quieran contagiar con este sueño, a pesar de todo, se lo presentamos. Que lo disfruten.
Existen múltiples videos de su discurso del 28 de agosto de 1,963, en el Parque Lincoln Memorial de Washington. La versión original es de 12 minutos aproximadamente, lo que excede el límite permitido para usuarios YouTube común y corrientes. Por tanto este video de 5m 28s resume el magnífico discurso de King. Una traducción oficial de Wikimedia no estará disponible hasta el 2038, por supuestos derechos de autor.
