Quien ve a su pueblo en desorden y agonia, sin puerta visible para el bienestar y el honor, o le busca la puerta, o no es hombre, o no es un hombre honrado. El que se conforma com una situacion de villania es su complice. Es su complice el que se considera insuficiente o imposible el remedio que pregona, y con la mentira en el alma, continua proclamando el remedio insuficiente e imposible.
La tirania no se derriba con los que la sirven con su miedo, o su indesicion, o su egoismo, o el odio a la verdadera libertad.
De hombres de sacrificio necesita la libertad: no de hombres que deshonren o mermen o abandonen a los que estan pronto al sacrificio, al sacrificio racional y util, al sacrificio de los de hoy para ventura de los de manana.
Esa es la agonia, ese el secreto de las derrotas, ese el misterio de las caidas y tropiezos en la lucha por la libertad. Los que la quieren para servirse de ella, y para su beneficio o triunfo, cierran el paso, por no verse obligados a andar a EL, a los que quieren la libertad a costa de sus vidas, para que sirva a los demas hombres. Los que quieren sacrificarse, tienen por enemigos a los que no quieren sacrificarse, que les tiran piedras, por no verse obligados a seguir tras ellos la vida deshonrosa, de humillacion y complicidad, de sancion y acatamiento, de presencia culpable y de indigna sonrisa, a los pies de los que consumen el pan y corrompen el caracter de su patria.
"Fuera de la verdad no hay salvación, y yo no puedo decir ni hacer cosa que no sea para beneficio de mi patria. Ella es la razón de mi vida". "La verdad no anda buscando saludos, ni saludando: Solo los picaros necesitan tinieblas y cómplices".
JOSE MARTI
JOSE MARTI