En efecto, este último centro (tomado en el sentido esotérico, pues más allá está la dirección secreta) como en el caso del primer centro que está ubicado en la parte inferior de la gráfica de la Corona Eclesiástica (que en realidad corresponde al segundo, pues el símbolo de la empuñadura pertenece todavía al mundo profano), están en una posición similar y ambos situados en la circunferencia, demuestran así la Universalidad de la Orden: que es el verdadero grupo católico, pero entendido aquí en su sentido correcto.
En efecto, etimológicamente, católico quiere decir una asociación que agrupara individuos de todos los rincones del mundo, sin consideración de raza ni de religión, lo cual cumple solamente la Institución masónica, que es la única que acepta en su seno a individuos de toda la naturaleza, sin limitación confesional o de creencia, porque su finalidad no es de interés particular, sino de unificación de los derechos, con respecto a la Jerarquía, para mayor gloria del G:. A:. D:. U:.
Los 7 Plexos y Los Grados Masónicos
jueves, agosto 30, 2007
Esto nos lleva a hablar de los plexos, es decir, de los puntos sensibles y nervo-fluídicos de nuestro cuerpo, en lo que se relacionan con las influencias planetarias.
1. En primer lugar, está el plano saturnino (correspondiente al plexo sagrado Muladhara), símbolo de las pruebas físicas, de las luchas vitales, de las leyes mortales, etc., que es el característico de los profanos y el neófito está todavía apegado a él.
2. En el segundo centro (intercepción de las dos colas de las serpientes) el neófito llega ser H:. M:. y es Júpiter (símbolo de la personalidad), quien lo caracteriza. Asume una posición, penetra en la Corona Eclesiástica; el ingreso a la Institución ha sido una decisión importante en su vida, se ha impuesto a su personalidad; esto corresponde así mismo a saturno: es la muerte, sin embargo, es necesario vivir, aún más, revivir. Estos dos planetas se relacionan con la primera palabra SABER.
3. En seguida, el tercer centro corresponde al plexo solar: Manipura Chakra; es aquel en donde se aprende los misterios, las tentativas de transmutación, constituye la palabra QUERER y es el planeta Marte quien lo rige.
4. Acogiendo la importancia de toda Iniciación, el adepto trepa en el Sendero para conquistar el cuarto CENTRO, aquel que corresponde al plexo cardiaco comandado por Venus, símbolo del amor (es por esto que se menciona el corazón, cuando se trata de sentimientos o de efectos...) y que pertenece a la palabra OSAR; se alcanza aquí la delimitación de las tinieblas y de la Luz... es precisa la oscuridad para hacer resaltar la Claridad... la obscuridad es necesaria como substratum de la luz, el mal es el fundamento del bien. Aquí se explican las obscuridades de la Biblia y el secreto de los templos. De este dualismo han nacido los dogmas del enigmático Zoroastro, expresado en Ormuz, el de rostro de Luz, y en Ahriman el de cabeza obscura. Se actualiza entonces el dominio de los elementos; el H:. M:. está el grado en el cual es imperativo instruirse, se hace necesario un amor universal. Esta línea horizontal llamada Trono de Justicia implica justamente el abandono de la personalidad y de la simpatía individual. A partir de esta línea se encuentra la armonía celeste (zona de la claridad) y para penetrarla es menester un corazón puro. Aquí, naturalmente, el conocimiento es indispensable, por lo cual el grado del Rito Escocés A:. y A:. es tan importante; en efecto, delimita lo material de lo espiritual, el control de las cualidades, la maestría de las ciencias, etc.[1]
5. En fin, viene a inscribirse en el quinto centro, en la claridad, en la total comprensión, la palabra CALLAR. Ella hace comprender la necesidad de la educación bien dirigida, so pena de desastrosas consecuencias. Los M:. adquieren aquí todo el conocimiento de la importancia del secreto; es el centro correspondiente al plexo faríngeo, dominado por Mercurio, símbolo de la palabra (lo que viene a confirmar la importancia de Saber lo que hay que decir, o Saber lo que hay que Callar).
Saturno, Júpiter, Marte, Venus y Mercurio están representados en logia por los escalones, como lo hemos ya dicho, el último escalón, simbolizado por Mercurio, expresa muy bien, lo repetimos, que antes de llegar al sillón de Venerable es necesario medir sus palabras. Mercurio es el Mensajero de los Dioses y por ello debe ser el último estrado para escalar.
6. El último grado de la gráfica es el 33vo., o de la representación sublime y por esta razón es que el número de sus poseedores debe estar limitado: se trata en efecto de una posición única, no puede haber sitial en este lugar para muchos. La realización espiritual no abarca las colectividades (muchos son los llamados y pocos son los escogidos) y los símbolos vivientes de este Centro son más que limitados. Las polaridades se encuentran de nuevo, y esta vez no ya las colas como al principio, sino las dos cabezas de las serpientes (la cabeza, sitio de la inteligencia).
7. Estas dos cabezas de serpiente, de donde se escapa el fluido que eleva al M:. al supremo estado, significa el equilibrio de las dos vías: razonadas e intuitivas; de los dos principios, objetivo y subjetivo, ciencia y filosofía.
Esta parte del Simbolismo corresponde a la Montaña Elevada[2] a la cual puede dársele relieve, pues lo que está representado en la gráfica, existe en forma concreta (resaltada gráficamente) para los Iniciados.