DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS a todos los masones extendidos sobre los dos hemisferios...
La Confederación Internacional Francmasónica, tiene como objetivo el de establecer entre Obediencias o Cuerpo Masonicos de todas las naciones, extendidos sobre los dos hemisferios, una Cadena de Unión Universal en la continuidad de los principios de las Constituciones de Anderson de 1723; teniendo en cuenta todas las tradiciones, de todos los ritos, de todos los símbolos, de todas las creencias y en cumplimiento de la libertad absoluta de conciencia así como las condiciones que determinan la calidad de Francmasón.
Los Francmasones y Francmasonas de la Confederación Internacional Francmasónica deben honrarse de su fidelidad absoluta al mensaje de tolerancia, fraternidad y unión del artículo 1 de las Constituciones de Anderson de 1723, cuyo respeto permanece su norma fundamental.
Consideran que el hecho de colocar nuestros Trabajos bajo la invocación del Gran Arquitecto del Universo y de exigir que una de las Tres Luces sea el Libro Consagrado de una religión revelada, debe dejarse a la valoración de cada Cabina y cada Obediencia o Cuerpo Masonico.
Deciden establecer relaciones fraternales y abrir las puertas de sus Templos a todo Francmasón o Franco-Construir que recibe la Luz en un Logia justa y perfecta y en la medida en que la especificidad masonica de la Logia o la Obediencia permita estas visitas.
Recurren a todos los Francmasones y Francmasonas, por medio sus Obediencias o Cuerpo Masonicos de todas naciones extendidas sobre los dos hemisferios para que estos últimos se adjunten a esta Cadena de Unión basada en una total libertad de conciencia y una perfecta tolerancia mutua.
La Confederación Internacional Francmasónica no admite ninguna limitación a la libertad de conciencia y predica el acuerdo de todos los Francmasones y Francmasonas en un medio ambiente en el cual cada uno es consciente que no podría rechazar ninguna de los valores morales capaces de consolidarlos.
Si exclusivas permanecen, no vienen nosotros y nosotros mismos nos prohibimos crear. Los miembros de la Confederación Internacional Francmasónica, de hombres y mujeres de todas las razas, distintas convicciones filosóficas y todas las nacionalidades, establecen vínculos de fraternidad entre ellos y con los ser de todos los continentes para que, en los dos hemisferios, todos se unen en acciones pacíficas que favorecen la aparición de una verdadera solidaridad humana. Se elevan contra todo integrismo, toda agresión, toda exclusión y trabajan en el desarrollo armonioso de la Humanidad en la libertad de conciencia y cumplimiento mutuo. Para alcanzar estos objetivos, cada uno desempeña plenamente el papel que es el suyo trabajando en la eliminación progresiva y pacífica de la injusticia económica, de la enajenación física, moral y espiritual del pueblo, según los principios de la tradición humanista.
La Confederación Internacional Francmasónica, tiene como objetivo el de establecer entre Obediencias o Cuerpo Masonicos de todas las naciones, extendidos sobre los dos hemisferios, una Cadena de Unión Universal en la continuidad de los principios de las Constituciones de Anderson de 1723; teniendo en cuenta todas las tradiciones, de todos los ritos, de todos los símbolos, de todas las creencias y en cumplimiento de la libertad absoluta de conciencia así como las condiciones que determinan la calidad de Francmasón.
Los Francmasones y Francmasonas de la Confederación Internacional Francmasónica deben honrarse de su fidelidad absoluta al mensaje de tolerancia, fraternidad y unión del artículo 1 de las Constituciones de Anderson de 1723, cuyo respeto permanece su norma fundamental.
Consideran que el hecho de colocar nuestros Trabajos bajo la invocación del Gran Arquitecto del Universo y de exigir que una de las Tres Luces sea el Libro Consagrado de una religión revelada, debe dejarse a la valoración de cada Cabina y cada Obediencia o Cuerpo Masonico.
Deciden establecer relaciones fraternales y abrir las puertas de sus Templos a todo Francmasón o Franco-Construir que recibe la Luz en un Logia justa y perfecta y en la medida en que la especificidad masonica de la Logia o la Obediencia permita estas visitas.
Recurren a todos los Francmasones y Francmasonas, por medio sus Obediencias o Cuerpo Masonicos de todas naciones extendidas sobre los dos hemisferios para que estos últimos se adjunten a esta Cadena de Unión basada en una total libertad de conciencia y una perfecta tolerancia mutua.
La Confederación Internacional Francmasónica no admite ninguna limitación a la libertad de conciencia y predica el acuerdo de todos los Francmasones y Francmasonas en un medio ambiente en el cual cada uno es consciente que no podría rechazar ninguna de los valores morales capaces de consolidarlos.
Si exclusivas permanecen, no vienen nosotros y nosotros mismos nos prohibimos crear. Los miembros de la Confederación Internacional Francmasónica, de hombres y mujeres de todas las razas, distintas convicciones filosóficas y todas las nacionalidades, establecen vínculos de fraternidad entre ellos y con los ser de todos los continentes para que, en los dos hemisferios, todos se unen en acciones pacíficas que favorecen la aparición de una verdadera solidaridad humana. Se elevan contra todo integrismo, toda agresión, toda exclusión y trabajan en el desarrollo armonioso de la Humanidad en la libertad de conciencia y cumplimiento mutuo. Para alcanzar estos objetivos, cada uno desempeña plenamente el papel que es el suyo trabajando en la eliminación progresiva y pacífica de la injusticia económica, de la enajenación física, moral y espiritual del pueblo, según los principios de la tradición humanista.