Escribe Víctor Guerra
Había leído, hace tiempo el pequeño opúsculo de Gran Venerable que rige los destinos del Gran Chapitre General del Rito Francés del GODF: Ad Majoren. GODF Glorian, y aunque las reflexiones eran más bien del tipo historicista, me había gustado, aunque me supieron a poco.
Hoy, ya con un pie metido en el 2008, traigo las reflexiones sobre una lectura que me ha impactado y que he tenido como libro de cabecera durante estas significativas fiestas.
No hay muchas ocasiones de leer trabajos de Plumet, ya que no se prodiga en los medios escritos, sin embargo hace apenas unas semanas ha llegado a las librerías un extenso trabajo de Jean Georges Plumet, titulado: La República Planetaria, y en el cual colabora también Charles Porset.
Lo cierto es que tener a estos dos Hermanos enlazados en un libro es toda una delicia, pues la lucidez y simplicidad de sus reflexiones, ayudan a deshacer buena parte de los entuertos masónicos con los que el personal se está pegando desde hace años, y lo hacen no mediante el dato objetivo o porque aporten el documento de certificación masónica para dirimir las disputas, sino que articulan su reflexión en base a una lectura crítica del trabajo masónico y su proyección.
No me extraña que los Hermanos del GODF de REAA, miren como de soslayo a Porset y Plumet, y más aún, que desde la órbita de la “Regularidad escocista ” se los tenga, por poco menos que unos talibanes masónicos, capaces de reventar con su lucidez las duras trincheras de la inoperancia masónica en las que muchos están enterrados mirándose el ombligo simbólico.
Ha sido un deleite leer unas 250 páginas en la lengua de Volteaire, y ha sido un ejercicio duro pero ha merecido la pena, y lo recomiendo la lectura de tal ensayo, en especial para los masones españoles y latinoamericanos, por ese corrimiento del velo de Isis tan atrevido que hacen los dos autores y cuya actitud creo que debiera tener seguidores, al menos en masonerías tan jóvenes y frescas como la nuestra o la latinoamericana
El libro además es todo un acierto, porque en contraposición de las exposiciones de J. Georges Plumet, este ha invitado a participar del festín de sus reflexiones con una introducción y un largo prefacio a Charles Porset, Hermano y famoso historiador, que no está a favor de los Altos Grados en masonería, y sus críticas son demoledoras, pero no por ello se esconde para denunciar la falta de inoperancia y proyección de algunas masonerías y el posible papel que ha de jugar la masonería simbólica como tal, y en especial el Rito Francés.
Puesto que parten del Rito Francés como el vehículo ideal para reflexionar en ambiente neutro de la laicidad, alejados de los grandes hierofantes o del onanismo masónico al uso.
Tanto Porset como Plumet, observan que el espacio masónico es un espacio raro, pero es un espacio a su vez que se desenvuelve en un ambiente de carácter laico y por tal consecuencia se obtiene la luz. Es cierto que están hablando de su masonería,la que practica el Gran Oriente de Francia, singular y genuina y moderna.
Tanto es así que J. Georges Plumet más allá, y plantea algo que en la masonería española, está en los labios de todo el mundo y es un auténtico martillo pilón “ la masonería como método iniciático”.
Sobre tal cuestión el Gran Venerable argumenta: Que la Franc-masonería no es una sociedad “iniciática” “sticto sensu”, aunque algunos quisieran o pretenden que fuera algo donde el iniciado entrara en el mundo de las verdades ocultas e inaccesible, y en los granes y pequeños misterios. El gran Secreto que todos intentan desvelar y que todos intentan aprehender.
Ya en la novela de Giacometi: El Ritual de la Sombra se concluía con ello, y en algunos catecismos y manuales se dice lo más original del secreto masónico es que no hay secreto Y Plumet nos lo recuerda. Todo ello es algo más sencillo puesto que cuando ese supuesto iniciado, porque ejemplo en 1801, ya se le decía prosaicamente que era “recibido y no iniciado”, y este enfoque cambia muchas cuestiones, ya que hemos vuelto a las concepciones seudo-metafísicas , ante las que se desmarcan Plumet y Porset de un espiritualismo masónico que nos ronda a la menor, y ellos nos proponen encarar un trabajo laico y de reflexión basado en la razón y por tanto desvestido de ropajes artificiosos de cara a lograr la República Planetaria.
Además de plantear, cuando habla del trabajo de los Altos Grados, que ya está bien de la “marca” simbólica del método iniciático, que ya no es suficiente tras una práctica onanista que ya supera casi los 200 años. “Es necesario cambiar el objetivo y encontrar otras razones para huir de mundo delicuescente y la eternidad de sus propios errores” refiriéndose al método y el modelo masónico, y a la propuesta de Gran Colegio Internacional de Vº del Rito Francés para una práctica masónica de nuevo cuño.
Reflexiones que va desgranando Jean Geoges Plumet, que muchos suscribimos en el fuero interno, pero que luego son difíciles de hacer entender por las estructuras obedienciales y en el trabajo logia pues significa toda una nueva reconstrucción del edificio conceptual masónico, que está más bien orientado a los masones que trabajamos en el Rito Francés.
Tras unas 140 páginas de un discurso clarividente y lúcido, entra en escena, con otras tantas páginas, Charles Porset, que no se anda con paños calientes y lo hace como una tromba de aire fresco, que para masones delicados e iniciáticos les recomiendo se lo lean con precaución, puesto que este defensor de que la política de la libertad es la religión del masón, ataca a esa masonería que en España, crece, en base a pagar el precio de una amnesia constitucional sobre sus orígenes históricos en base de contorsionismos exegéticos que dan lugar a toda una literatura fantástica, como vemos en nuestras librerías.
Lo cual convierte a muchas masonerías en capillas esotéricas que se van camino de ser o convertirse en una religión sustituida, con encestarles caballerías y templarismos al uso, los cuales a su vez tienden puentes y flirtean con la Iglesia y el Poder social, por debajo del mandil y haciendo caso omiso de su compromiso de trabajar por la humanidad, como sociabilidad masónica. Y eso lo estamos viendo día tras día, donde algunos dicen que se revalorizan los valores iniciáticos por el método masónico, pero luego cuando uno analiza la realidad circundante veo que hay mucho humo espiritualista y poca apuesta por la modernidad, como ha sucedido con el tema de la Declaración de Ilegitimidad del Tribunal de Represión de la Masonería y el Comunismo, por parte del Gobierno, de lo cual nadie se ha hecho eco, ni logias ni Obediencias, salvo algunas del Gran Oriente de Francia.
Es por ello que tanto Plumet como Porset, plantean que la República Planetaria, a la cual debiéramos caminar, y parece que camina la sociedad actual, puede tener unos grandes valedores y esos somos los masones que podemos jugar un importante papel, pues tenemos el método del esclarecimiento, la práctica de reflexionar en conjunto, el marco legislativo básico que nos conforma como grupo, y como no la vocación, al menos de alguno, de proyectarnos en la sociabilidad en la que estamos insertos. Esa es la propuesta.
Estamos por tanto ante un libro indicado, para todos profanos y masones, más bien enfocado para éstos últimos, y de ellos en especial para los masones de Rito Francés, a los cuales se nos convoca al rearme y abandonar la esfera del onanismo masónico tan al uso, mostrándonos clarividentes y lúcidos, y con el valor que nos muestra Charles Porset, de no tener ningún miedo a llamar las cosas por su nombre y actuar en consecuencia.
De todas formas en la pagina web del Chapitre General de Rito Francés encontraréis más reseñas y comentarios sobre la Republica Planetaria.
He dicho.
Había leído, hace tiempo el pequeño opúsculo de Gran Venerable que rige los destinos del Gran Chapitre General del Rito Francés del GODF: Ad Majoren. GODF Glorian, y aunque las reflexiones eran más bien del tipo historicista, me había gustado, aunque me supieron a poco.
Hoy, ya con un pie metido en el 2008, traigo las reflexiones sobre una lectura que me ha impactado y que he tenido como libro de cabecera durante estas significativas fiestas.
No hay muchas ocasiones de leer trabajos de Plumet, ya que no se prodiga en los medios escritos, sin embargo hace apenas unas semanas ha llegado a las librerías un extenso trabajo de Jean Georges Plumet, titulado: La República Planetaria, y en el cual colabora también Charles Porset.
Lo cierto es que tener a estos dos Hermanos enlazados en un libro es toda una delicia, pues la lucidez y simplicidad de sus reflexiones, ayudan a deshacer buena parte de los entuertos masónicos con los que el personal se está pegando desde hace años, y lo hacen no mediante el dato objetivo o porque aporten el documento de certificación masónica para dirimir las disputas, sino que articulan su reflexión en base a una lectura crítica del trabajo masónico y su proyección.
No me extraña que los Hermanos del GODF de REAA, miren como de soslayo a Porset y Plumet, y más aún, que desde la órbita de la “Regularidad escocista ” se los tenga, por poco menos que unos talibanes masónicos, capaces de reventar con su lucidez las duras trincheras de la inoperancia masónica en las que muchos están enterrados mirándose el ombligo simbólico.
Ha sido un deleite leer unas 250 páginas en la lengua de Volteaire, y ha sido un ejercicio duro pero ha merecido la pena, y lo recomiendo la lectura de tal ensayo, en especial para los masones españoles y latinoamericanos, por ese corrimiento del velo de Isis tan atrevido que hacen los dos autores y cuya actitud creo que debiera tener seguidores, al menos en masonerías tan jóvenes y frescas como la nuestra o la latinoamericana
El libro además es todo un acierto, porque en contraposición de las exposiciones de J. Georges Plumet, este ha invitado a participar del festín de sus reflexiones con una introducción y un largo prefacio a Charles Porset, Hermano y famoso historiador, que no está a favor de los Altos Grados en masonería, y sus críticas son demoledoras, pero no por ello se esconde para denunciar la falta de inoperancia y proyección de algunas masonerías y el posible papel que ha de jugar la masonería simbólica como tal, y en especial el Rito Francés.
Puesto que parten del Rito Francés como el vehículo ideal para reflexionar en ambiente neutro de la laicidad, alejados de los grandes hierofantes o del onanismo masónico al uso.
Tanto Porset como Plumet, observan que el espacio masónico es un espacio raro, pero es un espacio a su vez que se desenvuelve en un ambiente de carácter laico y por tal consecuencia se obtiene la luz. Es cierto que están hablando de su masonería,la que practica el Gran Oriente de Francia, singular y genuina y moderna.
Tanto es así que J. Georges Plumet más allá, y plantea algo que en la masonería española, está en los labios de todo el mundo y es un auténtico martillo pilón “ la masonería como método iniciático”.
Sobre tal cuestión el Gran Venerable argumenta: Que la Franc-masonería no es una sociedad “iniciática” “sticto sensu”, aunque algunos quisieran o pretenden que fuera algo donde el iniciado entrara en el mundo de las verdades ocultas e inaccesible, y en los granes y pequeños misterios. El gran Secreto que todos intentan desvelar y que todos intentan aprehender.
Ya en la novela de Giacometi: El Ritual de la Sombra se concluía con ello, y en algunos catecismos y manuales se dice lo más original del secreto masónico es que no hay secreto Y Plumet nos lo recuerda. Todo ello es algo más sencillo puesto que cuando ese supuesto iniciado, porque ejemplo en 1801, ya se le decía prosaicamente que era “recibido y no iniciado”, y este enfoque cambia muchas cuestiones, ya que hemos vuelto a las concepciones seudo-metafísicas , ante las que se desmarcan Plumet y Porset de un espiritualismo masónico que nos ronda a la menor, y ellos nos proponen encarar un trabajo laico y de reflexión basado en la razón y por tanto desvestido de ropajes artificiosos de cara a lograr la República Planetaria.
Además de plantear, cuando habla del trabajo de los Altos Grados, que ya está bien de la “marca” simbólica del método iniciático, que ya no es suficiente tras una práctica onanista que ya supera casi los 200 años. “Es necesario cambiar el objetivo y encontrar otras razones para huir de mundo delicuescente y la eternidad de sus propios errores” refiriéndose al método y el modelo masónico, y a la propuesta de Gran Colegio Internacional de Vº del Rito Francés para una práctica masónica de nuevo cuño.
Reflexiones que va desgranando Jean Geoges Plumet, que muchos suscribimos en el fuero interno, pero que luego son difíciles de hacer entender por las estructuras obedienciales y en el trabajo logia pues significa toda una nueva reconstrucción del edificio conceptual masónico, que está más bien orientado a los masones que trabajamos en el Rito Francés.
Tras unas 140 páginas de un discurso clarividente y lúcido, entra en escena, con otras tantas páginas, Charles Porset, que no se anda con paños calientes y lo hace como una tromba de aire fresco, que para masones delicados e iniciáticos les recomiendo se lo lean con precaución, puesto que este defensor de que la política de la libertad es la religión del masón, ataca a esa masonería que en España, crece, en base a pagar el precio de una amnesia constitucional sobre sus orígenes históricos en base de contorsionismos exegéticos que dan lugar a toda una literatura fantástica, como vemos en nuestras librerías.
Lo cual convierte a muchas masonerías en capillas esotéricas que se van camino de ser o convertirse en una religión sustituida, con encestarles caballerías y templarismos al uso, los cuales a su vez tienden puentes y flirtean con la Iglesia y el Poder social, por debajo del mandil y haciendo caso omiso de su compromiso de trabajar por la humanidad, como sociabilidad masónica. Y eso lo estamos viendo día tras día, donde algunos dicen que se revalorizan los valores iniciáticos por el método masónico, pero luego cuando uno analiza la realidad circundante veo que hay mucho humo espiritualista y poca apuesta por la modernidad, como ha sucedido con el tema de la Declaración de Ilegitimidad del Tribunal de Represión de la Masonería y el Comunismo, por parte del Gobierno, de lo cual nadie se ha hecho eco, ni logias ni Obediencias, salvo algunas del Gran Oriente de Francia.
Es por ello que tanto Plumet como Porset, plantean que la República Planetaria, a la cual debiéramos caminar, y parece que camina la sociedad actual, puede tener unos grandes valedores y esos somos los masones que podemos jugar un importante papel, pues tenemos el método del esclarecimiento, la práctica de reflexionar en conjunto, el marco legislativo básico que nos conforma como grupo, y como no la vocación, al menos de alguno, de proyectarnos en la sociabilidad en la que estamos insertos. Esa es la propuesta.
Estamos por tanto ante un libro indicado, para todos profanos y masones, más bien enfocado para éstos últimos, y de ellos en especial para los masones de Rito Francés, a los cuales se nos convoca al rearme y abandonar la esfera del onanismo masónico tan al uso, mostrándonos clarividentes y lúcidos, y con el valor que nos muestra Charles Porset, de no tener ningún miedo a llamar las cosas por su nombre y actuar en consecuencia.
De todas formas en la pagina web del Chapitre General de Rito Francés encontraréis más reseñas y comentarios sobre la Republica Planetaria.
He dicho.
Fuente: MASONERIA SIGLO XXI