Narciso López Urriola, distinguido y olvidado personaje; nació en caracas el 29 de octubre de 1.797, hijo de Don Pedro Manuel López y Doña Ana Paula Urriola; sus servicios militares iniciales los realizó a partir del año 1815 a favor de la causa realista, habiéndose destacado y obtenido sus ascensos como comandante de caballería en la mayoría de las acciones militares ejecutadas en los llanos, en el centro y occidente de Venezuela.
Al frente de mil doscientos llaneros fue derrotado el 2 de abril de 1819 por Páez en la magistral batalla de “Las Queseras del Medio”, también participó en la Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1.821 como comandante del Regimiento lanceros del Rey a las órdenes del general Miguel De La Torre y Pando, de allí pasó a refugiarse en Puerto Cabello para luego continuar operaciones militares en el occidente, teniendo como jefe al general español Francisco Tomás Morales quien había relevado a De La Torre. El 4 agosto de 1.823 con la Capitulación firmada el 3 en Maracaibo luego de la Batalla Naval del Lago, con el grado de coronel, se dirige a España donde sería ascendido en 1.836 a general de brigada y en 1.839 a mariscal de campo y designado gobernador de la provincia española de Valencia. Al regresar a Cuba cambia de ideales y como soldado se incorporó al movimiento emancipador de esa isla caribeña
En 1.848 al ser descubierto, se ve obligado a refugiarse en los Estados Unidos donde preparó una expedición y a la vez diseñó en Nueva York el año 1.849 la bandera que izaría en la población de Cárdenas, cerca de Matanzas el 19 de mayo de 1.850, inspirada al calor de su férrea voluntad de vencer, patriotismo y abnegación en aras de la causa emancipadora. Ante el acoso de las fuerzas realistas, este ilustre paladín, se dirige de nuevo a los Estados Unidos, donde con algunos voluntarios intentó otra invasión; el 12 de agosto de 1851 ingresa a Cuba por el sector de La Poza, al fracasar en el intento, son apresados y condenados a morir en la Habana a garrote vil el 1ro de septiembre de 1855; López pronunciaría en el patíbulo las siguientes palabras proféticas:”Cuba….mi muerte no cambiará tu destino”. En Caracas al conocerse la infausta noticia, se realizaron diferentes oficios religiosos para recordar a este paisano, luchador por la independencia antillana.
La bandera diseñada por Narciso López Urriola, fue declarada oficialmente insignia de la República en la Asamblea Constituyente de Guáimaro en 1.879 y como símbolo de la patria el 20 de mayo de 1.902, cuando se enarboló en el Morro de la Habana en una impresionante y solemne ceremonia. En Valencia (Venezuela), viven ilustres descendientes de éste caraqueño ejemplar. La bandera cubana tiene el siguiente significado masónico: el triángulo equilátero simboliza el poder del G.A.U; la estrella representa la personalidad del M:.M:., es decir fuerza, belleza, virtud, sabiduría y fraternidad; las tres franjas azules simbolizan la armonía perfecta; el cinco es el la suma de las tres franjas azules y dos blancas, es el espíritu vivificador que perpetúa la naturaleza; el siete es obtenido de la suma del triángulo las franjas y la estrella solitaria, es un número divino. Es Narciso López Urriola, ejemplo a imitar por su patriotismo, más que un molde, es un modelo a seguir por su acción precursora, recordemos que el lápiz con que se escribe la historia no tiene borrador.
(*) General de brigada
Al frente de mil doscientos llaneros fue derrotado el 2 de abril de 1819 por Páez en la magistral batalla de “Las Queseras del Medio”, también participó en la Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1.821 como comandante del Regimiento lanceros del Rey a las órdenes del general Miguel De La Torre y Pando, de allí pasó a refugiarse en Puerto Cabello para luego continuar operaciones militares en el occidente, teniendo como jefe al general español Francisco Tomás Morales quien había relevado a De La Torre. El 4 agosto de 1.823 con la Capitulación firmada el 3 en Maracaibo luego de la Batalla Naval del Lago, con el grado de coronel, se dirige a España donde sería ascendido en 1.836 a general de brigada y en 1.839 a mariscal de campo y designado gobernador de la provincia española de Valencia. Al regresar a Cuba cambia de ideales y como soldado se incorporó al movimiento emancipador de esa isla caribeña
En 1.848 al ser descubierto, se ve obligado a refugiarse en los Estados Unidos donde preparó una expedición y a la vez diseñó en Nueva York el año 1.849 la bandera que izaría en la población de Cárdenas, cerca de Matanzas el 19 de mayo de 1.850, inspirada al calor de su férrea voluntad de vencer, patriotismo y abnegación en aras de la causa emancipadora. Ante el acoso de las fuerzas realistas, este ilustre paladín, se dirige de nuevo a los Estados Unidos, donde con algunos voluntarios intentó otra invasión; el 12 de agosto de 1851 ingresa a Cuba por el sector de La Poza, al fracasar en el intento, son apresados y condenados a morir en la Habana a garrote vil el 1ro de septiembre de 1855; López pronunciaría en el patíbulo las siguientes palabras proféticas:”Cuba….mi muerte no cambiará tu destino”. En Caracas al conocerse la infausta noticia, se realizaron diferentes oficios religiosos para recordar a este paisano, luchador por la independencia antillana.
La bandera diseñada por Narciso López Urriola, fue declarada oficialmente insignia de la República en la Asamblea Constituyente de Guáimaro en 1.879 y como símbolo de la patria el 20 de mayo de 1.902, cuando se enarboló en el Morro de la Habana en una impresionante y solemne ceremonia. En Valencia (Venezuela), viven ilustres descendientes de éste caraqueño ejemplar. La bandera cubana tiene el siguiente significado masónico: el triángulo equilátero simboliza el poder del G.A.U; la estrella representa la personalidad del M:.M:., es decir fuerza, belleza, virtud, sabiduría y fraternidad; las tres franjas azules simbolizan la armonía perfecta; el cinco es el la suma de las tres franjas azules y dos blancas, es el espíritu vivificador que perpetúa la naturaleza; el siete es obtenido de la suma del triángulo las franjas y la estrella solitaria, es un número divino. Es Narciso López Urriola, ejemplo a imitar por su patriotismo, más que un molde, es un modelo a seguir por su acción precursora, recordemos que el lápiz con que se escribe la historia no tiene borrador.
(*) General de brigada
Fuente: FRANCMASONERIA UNIVERSAL
