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JOSÉ ANTONIO FERRER BENIMELI: "LA MASONERÍA ESTÁ POR ENCIMA DE LA RELIGIÓN Y LA POLÍTICA"

JOSÉ ANTONIO FERRER BENIMELI

Es una de las máximas autoridades internacionales en historia de la masonería y acaba de publicar un nuevo libro donde analiza el binomio política-masonería en España desde 1868 hasta 1936. José Antonio Ferrer Benimeli ha hablado con MÁS ALLÁ sobre este y otros temas relacionados con esta legendaria institución.

¿Es la masonería un movimiento de carácter político? ¿Han estado sus miembros vinculados a este terreno en algún momento de la historia de España? Estas son las preguntas a las que responde José Antonio Ferrer Benimeli en su obra Jefes de Gobierno masones (España 1868-1936) (La Esfera de los Libros), en la que realiza un análisis de cada uno de los presidentes de Gobierno de nuestro país, disociando su actividad política de la masónica. 

Si la masonería no es un partido político, ni una religión, ni una sociedad secreta, ¿qué es? 
Llevo 40 años preguntando a los masones sobre esta cuestión y cada uno dice algo diferente. La masonería podría considerarse una asociación iniciática que busca la Verdad y una escuela de formación del hombre para que sea más libre, más comprensivo y más demócrata y para que pueda encajar mejor en esa utopía de la fraternidad del Universo, de la que cada vez estamos más lejos. La masonería está por encima de las religiones y de los partidos políticos. 

¿Qué requisitos hay que cumplir para formar parte de ella? 
En la masonería tienen cabida los hombres de todas las ideologías, las creencias y las clases sociales que posean un denominador común: tolerancia, defensa de los derechos humanos y libertad. Por eso todas las dictaduras, incluida la del proletariado, han prohibido siempre la masonería.

Esto podría explicar que haya 5 millones de masones en el mundo, entre los que destacan grandes figuras de la historia, la política y la ciencia. ¿Esta cifra es real? 
Hoy el número de masones es menor que hace 50 años. En el Reino Unido, por ejemplo, el total de miembros ha descendido en 300.000 personas en los últimos 30 años, y la logia instalada en Estados Unidos también ha disminuido. Las estadísticas francesas no son muy fiables.

PODER MASÓNICO 
Según sus investigaciones, en el panteón de masones ilustres españoles hay diez jefes de Gobierno desde la revolución de 1868 hasta la sublevación militar de Franco en 1936. ¿Qué lectura hace de ello? 
Desde el punto de vista masónico, la pregunta que subyace en mi libro de comienzo a fin es si los masones hacen política o si los políticos se sirven de la masonería. Resulta bastante sintomático comprobar que en estos dos momentos políticos clave la jefatura del Gobierno estaba desempeñada por masones. De los diez políticos aludidos, los cuatro primeros son de la época en la que tiene lugar la Revolución de Cádiz, mientras que los otros seis gobernaron durante la II República. El lector inteligente sacará sus propias conclusiones. 

¿Qué beneficios obtuvo la masonería de su relación con la República?
A excepción del caso de Diego Martínez Barrio, que se inició en la masonería a los veintitantos años y murió siendo miembro –algo infrecuente entre los masones porque no suele darse tanta continuidad–, el resto de los políticos relacionados con la masonería no tuvo un final tan feliz ni conciliador entre los dos mundos. Un ejemplo claro es el de Manuel Ruiz Zorrilla, que en cuestión de días fue iniciado en la masonería y nombrado Gran Comendador, lo que supone no cumplir con las normas marcadas por la organización. En esta ocasión está claro que fue la masonería la que buscó al político, y no al revés. El caso de Práxedes Mateo Sagasta fue diferente. No hay que olvidar que en un momento de su vida fue jefe de Gobierno y Gran Maestre de la masonería española, pero se retiró de esta para que no le acusasen de hacer política. 

La militancia masónica de algunos de estos gobernantes fue breve y anecdótica. ¿Quiénes estuvieron implicados de verdad y qué aportaron al terreno político? 
Hubo cierto influjo en algunas cuestiones como la pena de muerte, la abolición de la esclavitud y la libertad individual y la de los pueblos, en concreto la de las antiguas colonias. Durante aquella época, hubo varios jefes de Gobierno que aceptaron la recomendación de la masonería de no condenar a muerte a un determinado preso, como ocurrió con el brigadier Villalcampo. Otras veces se discutió en las Cortes si se tenía que eliminar la pena capital o no, y el jefe de Gobierno y Gran Maestre decidió que era necesaria como arma disuasoria. 
Así pues, nos encontramos casos en los que predomina el elemento masónico y humano y otros en los que prevalece el político. Esta es una de las preguntas que los historiadores no podemos responder. Sólo podemos exponer hechos. Y es que la masonería en algunos casos fue monárquica, en otros imperialista y en el resto republicana.

TOP SECRET 
¿Qué pasó con los masones durante la dictadura franquista? 
Durante la Guerra Civil ser masón era un delito penado con la muerte. Los que lograron escapar se refugiaron en México, en el norte de África y en muchas repúblicas latinoamericanas. Esto supuso la desaparición de la masonería en España, donde la condena para los procesados era de 30 años de cárcel y la confiscación de bienes y la inhabilitación perpetua para ejercer un oficio. 

¿Qué podríamos decir de los símbolos masónicos? 
Son los mismos de la masonería medieval, es decir, los de la construcción: la escuadra, el compás, el mallete, la plomada, el mandil del picapedrero... Los arquitectos y los aparejadores también utilizan estos emblemas, si bien los masones añaden otros símbolos que no tienen nada que ver con la arquitectura, como la hoja de la acacia. Esta tiene su origen en la leyenda del constructor del Templo de Salomón, que fue asesinado por un compañero por no entregarle los secretos y enterrado en un lugar del desierto señalado con una acacia. Leyendas como esta nacen en el siglo XVIII y proceden de la época romántica en la que la masonería se inventa los altos grados, los ritos, los disfraces... Ahora hay muchos masones esotéricos, pero a otros muchos les importa más la labor social que la vivencia puramente ritual de la logia.

PRESENTE Y PASADO
¿Existen diferencias entre la masonería medieval y la actual? ¿En qué ha evolucionado? 
La masonería medieval es la de los gremios de constructores de la época. El maestro admitía a un aprendiz que juraba guardar el secreto de todo lo que aprendiera en la logia –entiéndase taller en este caso–. Muchos de esos juramentos se conservan, aunque se han cambiado algunas de sus formulaciones. Con el nacimiento del neocapitalismo los gremios se convierten en un obstáculo por su monopolización de la enseñanza, la mano de obra, el trabajo terminado y los precios. Al ser abolidos en el siglo XVIII, la masonería operativa gremial es transferida a otra más especulativa, que recoge sus rituales, grados, juramentos, usos y finalidad. En vez de construir catedrales de piedra o de dar culto a Dios, la masonería especulativa construye la Catedral de la Fraternidad del Universo, donde cada piedra es sustituida por un masón. 
Esta masonería dieciochesca nace con unas connotaciones claras, que son la fraternidad y la paz, y se rige por los principios de la tolerancia y la igualdad. Por eso en la logia todos llevan espadas, mientras que fuera de ella sólo las utilizan los nobles, los únicos que tenían el privilegio de ser decapitados en vez de ahorcados. Estas ideas son las que impregnan la masonería más reciente. Todavía que dan gremios de canteros, sobre todo en Cantabria y en Galicia, que siguen marcando las piedras con signos lapidarios. 

Gracias al Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (Universidad de Zaragoza), que usted preside, se está acabando con el secretismo que existe en torno a la historia presente y pasada de la masonería. ¿No es así? 
Sí, la divulgación es cada vez mayor. Pero no estamos hablando de una sociedad secreta, sino todo lo contrario. No existe ninguna otra asociación en España sobre la que haya tanta información. Además, es posible acceder a sus archivos, codearse con sus miembros, trabajar en sus bibliotecas y participar en sus congresos. ¿Dónde están los secretos? Parto de la base de que no los hay. 

¿Qué opina sobre las grandes logias femeninas? ¿Se ha incorporado el estudio de las mismas al Centro de Estudios Históricos? 
Claro que sí. Fue uno de los primeros temas que abordamos. Lo trató la investigadora francesa Libertad Morte, cuya tesis no vio la luz porque falleció repentinamente. Ahora va a publicarse un diccionario dedicado a las auténticas masonas en la historia, que ayudará a desmitificar toda la falsa información sobre la masonería femenina.

LA MASONERÍA EN ESPAÑA: CRONOLOGÍA
Según José Antonio Ferrer Benimeli, el auténtico período histórico de la masonería en España es el comprendido entre 1868 y 1939, ya que la actividad que realizan los masones exiliados en México a partir de esa fecha se considera otra masonería. La organización regresará a nuestro país en 1978 y permanece en él hasta nuestros días. Antes, en el siglo XVIII, existió una logia en Madrid que fue fundada por unos ingleses en 1728 en el hotel Las tres flores de lis, sito en el número 17 de la calle San Bernardo. Existió mientras ellos permanecieron en nuestro país por cuestiones de espionaje o negocios. Fue la primera logia del continente fuera del Reino Unido. 
La segunda se estableció en Gibraltar en 1729. Más tarde la Iglesia de Roma promulgó una prohibición, por lo que la masonería no se pudo desarrollar. Habrá que esperar al derrocamiento de Isabel II para que pueda volver a ejercer con libertad, seguido de un breve paréntesis durante el período bonapartista. Esta es la cronología de la masonería en España. La del período medieval es otra masonería, de carácter operativo y no especulativo. Una da origen a la otra, pero son distintas.

EL AUTÉNTICO ORIGEN DE LA MASONERÍA
Documentos y tradición oral Al hablar sobre los orígenes de la masonería, José Antonio Ferrer Benimeli comenta que ha encontrado al menos cuarenta referencias que hacen mención a su creación: “Están las tesis de los templarios, los egipcios, los caldeos, los jesuitas, los Reyes Magos, el arcángel San Miguel, Julio César y Adán, según la cual su hoja de parra fue el primer mandil. Sin embargo, la documentación que sustenta el origen de la masonería empieza con los gremios medievales. Todo lo que cuentan los masones más esotéricos y tradicionales, que se remontan hasta Noé, es pura tradición oral”.

¿SABÍAS QUE?
La piedra bruta de los templos masónicos simboliza al masón cuando entra en la logia y la cúbica representa el momento en el que, tras la iniciación, el estudio y la convivencia con sus hermanos, pasa a formar parte de la Catedral de la Fraternidad del Universo.

EL PERFIL
José Antonio Ferrer Benimeli es historiador y uno de los mayores conocedores de la masonería española. Ha escrito cuarenta libros y más de quinientas monografías. Asimismo, ejerce como profesor titular de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza, donde también preside el Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española.

Fuente: Más Allá de la Ciencia Nº 231

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