Vall:. de Santa Cruz, 6 de junio:.de 2.008 e:.V:.
Por el H:.M:.Guillermo Capobianco
R:. L:. S:. GABRIEL RENÉ MORENO – 27
GRAN LOGIA DEL RITO DE YORK EN BOLIVIA
Hace poco tiempo tuve el gran honor de ser EXALTADO en mi Orden, e indudablemente este acontecimiento me a marcado trascendentalmente, sin embargo no puedo dejar de hacer una necesaria reflexión sobre la forma en que las enseñanzas masónicas también ejercen una importante influencia en mi vida profana desde hace ya años, afectando positivamente mi vida familiar, laboral, social e institucional.
Hago esta necesaria reflexión burilada en primer grado, para compartirla absolutamente con todos mis hermanos, en especial con los aprendices. Quienes experimentan desconcertados y confundidos los sacudones que generamos en nuestro Rito, en los diferentes grados y niveles. Que de alguna forma son vulnerables de una mala comunicación, orientación y falta de compromiso por parte de algunos hermanos más avanzados, que afecta, desacredita y compromete peligrosamente el equilibrio dinámico de nuestra hermandad.
A través de esta plancha, pretendo MOTIVAR en mis hermanos aprendices a persistir en la permanente búsqueda de la verdadera esencia masónica, y recordar a mis hermanos maestros que nuestro grado tiene el importante compromiso de inculcar en nuestros asociados y allegados, valores tan importantes como el constante progreso, el amor a la sabiduría, la tolerancia con nuestros semejantes, el repudio a la ignorancia, la lucha contra las tiranías, el rechazo a las tinieblas del fanatismo, entre otros.
Cuando tomamos la decisión de ingresar en la masonería, lo hicimos con la firme intensión de superarnos como personas y con mucha expectativa nos cobijamos en el manto común de una nueva familia, una parentela de selectos hermanos.
Como iniciados que acabábamos de conocer la luz, llegamos a trabajar en nuestras logias totalmente influenciados por un cúmulo de experiencias adquiridas en el mundo profano, estos valores venían cargados de nuestros recuerdos y vivencias desde la niñez, que han sido parte de nuestro desarrollo cultural, psicológico y espiritual. Razón por la cuál, nuestro carácter era fácilmente develado y nuestra actitud de recién adherido, totalmente predecible.
Una vez que como aprendices pasamos del oscurantismo a la acción ritualística, nos dejamos guiar por el iluminado sendero de nuestros LINDEROS, empezamos a poner en práctica nuestros principios y valores masónicos, e inevitablemente sentimos el inicio de un extraordinario proceso de transformación en nuestras vidas. En la cual, como aprendices, a través del desbaste de nuestra piedra, trabajamos nuestro templo interior en busca del constante perfeccionamiento.
En el pasado, los Masones Operativos desarrollaron majestuosas edificaciones, ya que tenían como misión principal la construcción. En la actual modernidad, nuestra principal actividad dentro de la Masonería Especulativa está orientada a la edificación de nuestro propio ser, a la construcción de nuestro templo interior. Crear en nosotros grandes hombres. Hombres de buenos valores y correcta actitud, actitud libre y de buenas costumbres.
La parte filosófica en nuestra orden nos motiva a buscar nuestra verdadera esencia, nos ayuda a encontrar la libertad del alma, la libertad mental y por sobre todo nuestra paz interior. Las enseñanzas masónicas tienen la suficiente influencia para hacer de la gente ordinaria, personas extraordinarias, por que nos empuja a buscar un ideal sublime.
Cuando fusionamos los principios básicos de la masonería con nuestras vidas, accedemos a una poderosa arma, LA ACTITUD.
La ACTITUD es una reacción personal que actúa en función de nuestros valores cognitivos, nuestras emociones y tendencias conductuales. Una vez formada es muy difícil modificar nuestra actitud, ya que viene cargada de nuestras creencias, convicciones y juicios, que se remiten a nuestra familia de origen.
La psicología plantea que la ACTITUD se forma desde los primeros años de vida y se refuerza después, generalmente influenciada por los grupos a los que debemos nuestra mayor simpatía.
De la misma forma que nuestro carácter es revelado a través de nuestra ACTITUD, también lo es una logia, esta refleja el compromiso de sus miembros a través de sus trabajos en tenida y de sus acciones como taller. Entonces, para que los eslabones de una logia se encuentren fortalecidos, esta debe estar CORRECTAMENTE GOBERNADA, para que la ACTITUD de sus miembros esté en armonía con nuestros principios masónicos.
La responsabilidad y el compromiso masónico en una logia debe estar firmemente reflejado en el liderazgo del Venerable Maestro y sus Vigilantes, quienes fueron designados para gobernarla, sin embargo, para que una logia pueda cumplir exitosamente con sus propósitos no es responsabilidad única de quienes la gobiernan, la responsabilidad es compartida entre todos los miembros, porque con nuestra ACTITUD somos responsables de darle vida, grandeza y honor.
La conducta masónica debe servir para inspirar a otros, más aún si la ACTITUD reflejada viene de la mano de un maestro. El maestro masón es un guía espiritual, transmite con su presencia y actitud el verdadero conocimiento, habla con prudencia, practica en forma permanente la tolerancia, procede siempre con humildad y sabiduría.
El maestro en una logia, es el masón que con ACTITUD venció sus vicios por virtud, dominó su instinto con tolerancia, cambió sus errores por la verdad y el egoísmo por el amor.
La ACTITUD en una persona común puede convertirse en una carga, pero la ACTITUD en un masón esta reflejada en todas nuestras acciones.
La ACTITUD nos empuja a la acción, a la superación personal, a poner esfuerzo en el trabajo, a practicar el respeto y amor a los demás, a tener una actitud de servicio con el prójimo, a ayudar a cumplir las aspiraciones de otros, a soñar en libertad, a hacer cosas extraordinarias, a hacer posible lo imposible.
Sin embargo, así como existen buenos masones también los hay malos, y son aquellos que aún no han comprendido el verdadero sentido por el que vienen a trabajar en tenida y conociendo nuestros linderos y enseñanzas, prefieren permanecer en la ignorancia. Son quienes aun no han podido despojarse de sus complejos y resentimientos, ya que en ellos es más fuerte la influencia profana y viven gobernados por la ambición y la hipocresía.
Ratifico que la masonería viene desarrollando en mi ACTITUD una positiva motivación social. Y que a medida de que la ponga en práctica y la desarrolle junto a ustedes correctamente dentro de nuestros principios masónicos, podremos transformar positivamente nuestro entorno profano, llevar felicidad a nuestras familias y fortalecer la cadena de unión en nuestra Logia, nuestro Valle y nuestro Oriente.
Todos los masones estamos comprometidos a edificar con trabajos de excelencia nuestra logia, tenemos la responsabilidad de dar estricto cumplimiento a nuestros linderos y de apoyarnos entre hermanos.
Quiero concluir esta plancha haciendo un compromiso personal, e invitando a comprometerse a todos mis hermanos, a mejorar día a día, dentro y fuera de nuestra logia, aspirando en todo momento a seguir un ideal de perfección, que aunque por experiencia propia estoy conciente de la dificultad que conlleva alcanzarlo, mientras más nos aproximemos a él, seremos más humanos, y poco a poco, iluminándonos con la luz de nuestros hermanos, desbastando a golpes de cincel nuestras imperfecciones, para que algún día seamos piedras cúbicas y podamos trascender a planos mas elevados.
Todo esto para satisfacción nuestra, para beneficio de nuestro País, para honrar nuestro taller Gabriel René Moreno – 27 y para la Gloria del Gran Arquitecto del Universo.
Es cuanto.