FENIXnews, Agosto 26 del 2008. Compartimos la conferencia dictada por el V.'.H.'. Rogelio Amaral Barragán, a nombre de la Gran Logia Soberana de Baja California, de AA.'.LL.'. y AA.'.MM.'. en el 'Día de la Fraternidad' convocado por la Muy Resp.'. Gran Logia del Estado de Chiapas, presidida por el Q.'.H.'. Waldino Ocaña Silva, el día 22 de agosto del 2008 E.'.V.'. sobre los retos de la masonería en nuestros días. Confiando en que pudiera resultarles interesante, como un motivo de reflexión.
Tuxtla Gutiérrez, Chis.,
México a 22 de agosto del 2008 e:. v:.
Rogelio Amaral Barragán
Dip.: Gran Maestro
M.:R.:G.:L.: Soberana de Baja California
AA.: LL.: y AA.: MM.:
AA.: LL.: y AA.: MM.:
Me ha correspondido el honor de ser invitado por el Muy Respetable Gran Maestro Waldino Ocaña Silva para ofreceros una conferencia sobre los retos de la masonería mundial ante el nuevo ordenamiento mundial. Interesante tema que nos llevará a razonar conjuntamente sobre varios puntos que juzgo imprescindibles para comprender la situación que enfrenta la Orden Masónica en general en el entorno mundial y por otra parte, en su vertiente latinoamericana y en particular la mexicana, que es la que más nos preocupa y ocupa, en virtud de que la Humanidad entera y muy especialmente la Orden a la cual nos honramos en pertenecer, inició una revisión de valores en función de un nuevo enfoque, más acorde con la realidad y de la misma manera en que las Leyes de las sociedades van ajustándose a los cambios que suceden en la conducta social, así la masonería hubo de revisar –si bien de manera informal- muchas de sus prácticas con el fin de ajustarlas a los imperativos de la realidad de los tiempos que corren.
PARADIGMAS SUJETOS A CUESTIONAMIENTO ANTE LA NECESIDAD DE UN NUEVO ORDENAMIENTO EN LA ORDEN MASÓNICA:
I. El concepto de la ‘regularidad’
Desde la perspectiva de la masonería simbólica escocesa, en el 2008 y prácticamente desde finales del siglo XX, el viejo y anquilosado concepto de la ‘regularidad’ de los cuerpos masónicos se ha basado en el modelo anglosajón y no en el francés, entendida esta como el apego in extremis a los dictados de la masonería de habla inglesa (tan distante ideológica y sociológicamente a la masonería de la Europa continental y en particular de la Iberoamericana) según la cual ésta – la regularidad- debía consistir en el apego en lo ritual e interno a las llamadas Constituciones de Anderson y en lo político real a la férula de organismos supra-nacionales que desde un principio se originaba en las sedes de la masonería anglosajona primero a partir de aquellos que tuviesen el ‘privilegio’ de ser aceptados por la Gran Logia de Inglaterra y luego, cuando los Estados Unidos se convirtieron en la emergente potencia mundial, a partir de la ‘amistad’ o reconocimiento que las Grandes Logias ubicadas en la América de habla inglesa harían de las Grandes Logias de una Iberoamérica sometida lacayunamente a sus dicterios como puede observarse hasta hoy día en la conducta asumida por algunas Grandes Logias mexicanas que se sienten o declaran a sí mismas como ‘regulares’ o con cierto ‘pedigree’ en virtud de que sus miembros son recibidos en logias de habla inglesa o porque, de vez en cuando, reciben visitas de hermanos de esa lengua desde algunas de las logias de ese país que preconiza el término novus ordo seclorum – que no es otra cosa que la confesión paladina de su deseo de imponer al mundo entero un nuevo orden por los siglos de los siglos- (como se comprueba al leer los letreros que figuran en los papeles de su divisa monetaria) y digámoslo con sus letras: Que una nueva potencia al nacer pretenda imponer sus dicterios por la fuerza no tiene nada de sorprendente, ha ocurrido una y otra vez en la Historia del mundo y prueba de ello es que lo hemos vivido y padecido en México y en el resto de Iberoamérica en repetidas ocasiones a través de los tiempos, porque no lo invento, está escrito al detalle en los Libros de Historia, incluso escolares. Lo sorprendente es que existan siempre, incluso en la masonería –para vergüenza nuestra-, elementos que se subordinen sin recato a tales dicterios y luego los pregonen como si fuesen motivo de orgullo en vez de pruebas irrefutables de su deslealtad y falta de patriotismo. Este ha sido el origen de nuestras primeras divergencias dentro de la masonería mexicana, particularmente de la escocesa, porque seguimos teniendo por allí Grandes Logias y otros cuerpos que exhiben su ‘amistad’ o reconocimiento por parte de cuerpos foráneos de habla inglesa como prueba de una cada vez más dudosa ‘legitimidad’ de origen. Es obvio que desde tiempos de Cortés algunos paisanos nuestros –incluso hermanos masones- confunden los conceptos de pedigree con los de regularidad. Yo me atrevería a preguntar: ¿Desde cuando la sumisión es legitimadora de algo?
Entiéndaseme bien. Lo malo no está en la amistad o fraternidad con nuestros hermanos de habla inglesa, sino el la actitud lacayuna que algunos de los nuestros les demuestran, hasta hoy día.
Es pues urgente que las Grandes Logias del país, sobretodo las que se consideren soberanas, se reúnan para redefinir lo que debe ser conceptuado como ‘regular’, rechazando el modelo tradicional que nos ha sido impuesto desde el extranjero y buscando uno que tenga carácter nacional, porque no se vale ponerle tapetes en nuestras logias a unos –en razón de que vienen del Norte- y cerrarlas en el rostro de otros, porque el delito de no necesitar traductor y hablarnos en español.
Es de proponerse –y desde luego, se propone- que el concepto de regularidad se reduzca a convencernos de que el hermano que toca a nuestras puertas haya sido debidamente iniciado como masón, de conformidad con nuestros antiguos usos y costumbres, que nos dé prueba de que se encuentra al corriente con el tesoro de su logia y que no se encuentre suspendido en sus legítimos derechos, como puede probarse con su recibo de último pago. Hasta aquí el lindero que propone la Muy Respetable Gran Logia Soberana de Baja California de AA:.LL:. y AA:. MM:. para determinar la regularidad de un hermano masón y su admisión o no en Logia. Lo mismo resultaría aplicable para determinar si se procuran o no las relaciones con otras Grandes Logias que lo practiquen en reciprocidad, fijado todo esto en los respectivos Tratados o Concordatos inter-potenciales en un plano de total igualdad y respeto mutuos. Fijar una postura colectiva que favorezca sin ningún doblez el principio de la FRATERNIDAD por encima de cualquier otro, ayudaría mucho a disminuir el grado de abatimiento que sufre la masonería en todos sus niveles por el resquebrajamiento de los valores antes tan reverenciados por la Antigua Institución a la que nos honramos en pertenecer.
II. UNA NUEVA PERSPECTIVA ACERCA DE LA MASONERÍA FEMENINA
En estos tiempos en los que las fuerzas más conservadoras de la sociedad –en todos los países- se posicionan para abarcar cada vez más y más terreno en la política, la Masonería Iberoamericana en general y la mexicana en particular, esa misma que en el pasado dio tantas muestras de ir a la cabeza de todo lo que significara avanzada y progreso, ha ido perdiendo terreno a pasos agigantados. Mientras que una de las instituciones más radicalmente conservadoras del mundo la Iglesia Católica –mencionada aquí solo como botón de muestra- dedica ‘políticas’ varias veces centenarias a mantener bajo su férula al género femenino a través de múltiples triquiñuelas, la Orden Masónica se debate aún en la discusión de si debe o no debe admitirse que la Mujer ocupe un lugar en sus planes y proyectos como Institución. Esto ni siquiera debiera de estar a discusión en las mentes más sensatas de la Masonería tradicional.
Es un reto que no admite dudas y que habrá que enfrentarlo más tarde o más temprano como ya lo han estado haciendo numerosas Grandes Logias y varios organismos integradores que han surgido de la misma masonería –como el Consejo Masónico Mexicano- solo por mencionar a alguno de ellos, en cuyos congresos se aprecia la presencia de paramasonas y masonas evidenciando en el terreno de la realidad su inserción en la escena masónica general.
A este respecto, la Muy Respetable Gran Logia Soberana de Baja California, de AA:.LL:. y AA:. MM:. ha expresado su beneplácito ante la existencia de Logias y organismos de la Masonería Femenina, la que está creciendo a pasos agigantados y a la que le brinda su apoyo y solidaridad más fraternales. En la visión de nuestra Gran Logia, las masonas deben gobernarse a sí mismas, de manera autónoma, libre, soberana e independiente. Darse las formas de organización que mejor les apetezca, ajustándose en lo posible a la Masonería Universal a la cual deben ver como un faro rector. De igual forma les ofrece respeto a sus normas internas y les pide a su vez respeto y comprensión para aceptar que la Masonería masculina, practicada por la Gran Logia Soberana de Baja California tiene sus raíces bien fincadas en la historia y en los usos y costumbres de los masones de nuestra península, comprometiéndonos por tanto a ofrecer el mismo respeto hacia sus formas de organización, reconociéndolas como parte de la Orden, incuestionablemente y compartiendo con ellas en todo aquello que pueda ser compartido sin menoscabo de nuestros respectivos usos y costumbres. Es pues digno de encomio y de franco regocijo observar que en la Semana de la Fraternidad –en cuyo marco quedamos insertos con la presente conferencia- haya HHnas:. paramasonas y masonas compartiendo en tenida blanca con los HH:. varones en igualdad de circunstancias y condiciones. Este es el camino correcto, pésele a quien le pese. Sin embargo, estas mismas normas de respeto y de fraternidad nos obligan a aceptar y admitir que habrá Logias y Grandes Logias para las cuales este simple paso sea aún difícil de digerir y deberemos ser prudentes y pacientes, para darles tiempo a que comprendan el reto que la nueva realidad del mundo y de la Orden les terminará imponiendo, más tarde o más temprano. Con alegría comprobamos que lo que iniciamos en el norte también ha sido –con sus peculiaridades específicas- realizado acá en el Sur. Bienhaya.
III. LA FRATERNIDAD MASÓNICA ANTEPUESTA A CUALQUIER OTRA CONSIDERACIÓN DE HECHO O DE DERECHO.
Otro de los grandes retos que la Masonería enfrenta en la América Latina, es el de revisar profundamente su concepto de ‘Fraternidad’. Ha llegado el momento de sumar, no de restar. De multiplicar, en vez de dividir.
Claro, esto es más fácil decirlo que hacerlo.
La Muy Respetable Gran Logia Soberana de Baja California, de AA:. LL:. y AA:. MM:. ha propuesto y encabezado, allá en el ángulo noroeste de nuestra Patria, un proyecto de acción conjunta en el que las Grandes Logias de todos los ritos, vertientes y géneros, actúen todos a una en aquellas cosas en las que podamos compartir sin meternos en discusiones doctrinales o rituales. La propuesta ha dado magníficos resultados –hasta hoy- y en los actos cívicos los masones actuamos dando una misma y única cara, dando a cada una de las Grandes Logias su riguroso turno, su voz y voto, en todos los asuntos que sean de la incumbencia de la Masonería en general. Así, en una misma mesa se sientan los Grandes Maestros y Grandes Maestras de las diversas Grandes Logias, organismos co-masónicos, logias bajo la bóveda, etc., para acordar las formas de participación conjunta, de las que –por supuesto- están excluidas las que sean de orden político o religioso. Os informamos con orgullo que –hasta hoy- solamente una Gran Logia, de todas las existentes, se ha abstenido de acudir a la mesa de ‘Fraternidad Masónica de Baja California’, pero confiamos en que –una vez salvados los últimos obstáculos- estará hombro con hombro en aquello que nos une, que siempre será mucho más que lo que nos separa. En esto, reconocemos con beneplácito, que existe un impulso fraternal semejante en la obra emprendida por la Gran Logia del Estado de Chiapas, digna y atinadamente presidida por su Muy Resp:. Gran Maestro, QH:. Waldino Ocaña Silva, seguramente como respuesta a un mismo impulso fraternal y a una visión compartida de esta nueva realidad que se presenta ante nuestros ojos. Prueba básica e irrefutable de esto son los magníficos resultados y la respuesta dada por la Masonería nacional e internacional a su convocatoria para participar en esta Semana de la Fraternidad. Para vos, M:.R:.G:.M:. Ocaña Silva, nuestro más sincero reconocimiento.
IV. EL RESPETO A LA SOBERANÍA DE LAS GRANDES LOGIAS
Desde finales del Siglo XIX, el llamado ‘Siglo de las Luces’, la Orden se debatía en México en un conflicto surgido sobre las formas de mando y de organización de nuestra Antigua Institución. Luego de no pocos conatos de discordias –como el protagonizado por los órganos llamados Gran Dieta Simbólica, el Gran Oriente de México y el Supremo Consejo, se llegó a una aparentemente feliz conclusión: La expedición del Balaustre XXXII por parte de este último en el cual reconocía y aceptaba la independencia de los grados llamados simbólicos, aprendiz, compañero y maestro masón, que son los únicos existentes hasta la fecha en el ámbito del simbolismo, y en el cual se declaraba que de esa fecha y para siempre, estos últimos habrían de quedar bajo la jurisdicción de los cuerpos llamados GG:. LLog:. existentes o las que se crearen en el futuro, renunciando a ellos y dejando los grados del 4º en adelante para el susodicho Supremo Consejo.
Este momento indudablemente histórico, sentó las bases de lo que debía ser la soberanía de las Grandes Logias, mediante la cual a ellas y solo a ellas competía el gobierno y administración de estos TRES primeros grados, sin intromisión alguna por parte de otros organismos ajenos al simbolismo.
Lamentablemente, en la realidad, en repetidas ocasiones, otros organismos ajenos al mismo, incursionan en asuntos de la esfera específica de las Grandes Logias y pretenden, por una parte, que la Gran Logia se conduzca como a ellos les parece bien u oportuno y por la otra, que a sus miembros –(argumentando canonjías o privilegios que no existen en el simbolismo) se les exima de la obligación de cumplir con lo que la Constitución de la Gran Logia a la que pertenecen en el simbolismo les prescribe. No es necesario abundar en el tema, quienes me escuchan ya saben los nefastos resultados que este tipo de actitudes han provocado y cómo han incidido en las defecciones, rebeliones, deslealtades y demás incidentes que nos aquejan y debilitan, más y más, como institución y como fuente de ejemplos para la sociedad en su conjunto. La Muy Respetable Gran Logia Soberana de Baja California, de AA:. LL:. y AA:. MM:. cuyo Gran Maestro, el QH:. Cipriano Alatorre Coll se encuentra aquí presente, declara ante vosotros, QQ:. HH:., que hasta que las Grandes Logias del país recuperen plenamente la senda de su SOBERANÍA, so pena de alcanzar una mayor descomposición, no se alcanzarán los propósitos más altos de la Institución Masónica. Tiempo es pues de organizar con gran impulso el retorno de la plena Soberanía de nuestras Grandes Logias. Recordemos que, para ser soberanos, sobre la autoridad de un Muy Respetable Gran Maestro y su Gran Asamblea, no debe haber –en el simbolismo- ninguna otra, para cada territorio o jurisdicción. Llámense como se llamen, sean estos organismos simbólicos o no. Veamos que se cumpla y otro gallo nos cantará.
V. LAS ‘LUCHAS FRATICIDAS’ ¿NOS SON AJENAS?
Este es, incuestionablemente, un gran reto para todos los masones mexicanos porque a todos nos afecta por igual, seamos o no afines a cualquiera de las vertientes en pugna. Para todos es sabido que desde mediados del siglo pasado ocurrió el triste desgaje o desmembramiento de los organismos encargados de regir en los grados llamados ‘filosóficos’ de la Masonería. Incluso intervinieron organismos extranjeros. Esto es una realidad histórica que no tiene caso abundar por ser sobradamente conocida. El hecho ha traído nefastas consecuencias a la Orden en nuestro país. A los casi sesenta años de este trágico acontecimiento, estos organismos siguen sin encontrar el camino de la reconciliación, menos de la reunificación. Peor aún, su continua desavenencia ha llevado el encono a los cuerpos simbólicos y no son pocas las trágicas historias de Grandes Logias que se han partido por mitad, en tercias, cuartos y hasta ochavos, así es de dramático este asunto, que cada vez se parece más a una tragedia –aunque no faltan quienes lo vean como una simple comedia diseñada para y pensada ‘allá arriba’ para mantenernos precisamente así, divididos. A este respecto, la Muy Respetable Gran Logia Soberana de Baja California, de AA:. LL:. y AA:. MM:. fija su posición claramente, señalando que en tanto no se pongan de acuerdo esos cuerpos en el ámbito y territorio de su competencia, la masonería simbólica solo tiene una alternativa: Exhortar a esos cuerpos para que redoblen sus esfuerzos de reunificación o cuando menos, de aceptación mutua y entretanto blindar en lo posible a nuestros cuadros para acotar y si es posible evitar los efectos que esa división real en ese otro ámbito, que quizá sin proponérselo, propician el encono entre los HH:. de sus Llog:. Ssimb:. llevándolas a la discordia crónica y, en ocasiones a la desintegración. Una vez que los dirigentes de esos cuerpos encuentren el camino de la concordia, un nuevo renacimiento para la masonería será avizorado. Mientras tanto, no se ve más alternativa que la de procurar la FRATERNIDAD por encima de todo en el ámbito simbólico, haciendo a un lado el prurito y los motivos justificados o no que tienden a separarnos, buscando la concordia y la comunicación como remedio a la inquina y al rumor, tan socorridos por quienes apuestan a lo contrario y que ya están –desde hace rato- desafortunadamente entre nosotros.
Finalmente:
V. LA CONGRUENCIA, REMEDIO DE MUCHOS MALES
El quinto y último de estos retos es el del REENCUENTRO.
¿Tendremos el valor de dar los pasos necesarios para ser aceptantes y tolerantes unos y otros? Si lo logramos, el futuro de la Masonería Universal en México será promisorio.
Por otra parte, solo queda un camino para recuperar la autoestima y la credibilidad perdidas en medio de la marisma de bajezas en las que en ocasiones nos encontramos rodeados. Se llama CONGRUENCIA.
La masonería simbólica tiene que volver sobre sus pasos para dejar atrás las pendencias inútiles, desgastantes y concentrarse en quienes son nuestros verdaderos y reales enemigos: La Ignorancia, la Hipocresía y la Ambición, sea cual fuere su forma o disfraz.
Si no lo hacemos así, nuestro destino será incierto y nuestra acción carente de sentido y de brújula moral.
Es menester llevar al corazón y a la mente de nuestros nuevos iniciados este compromiso y dotarlos de una meta digna de ellos, la Fraternidad.
No es posible seguir jurando sobre nuestro Libro de la Ley en las Aras de nuestras Logias cosas que, en la práctica, vamos a desmentir. Ni los nuevos adeptos, ni la sociedad nos tomarán en serio, si no unimos las acciones a las palabras.
Hemos jurado respetar y defender los fueros del simbolismo libre, contra cualquiera que pretenda vulnerarlos, llámese como se llame. Hagámoslo, no lo dejemos en simple ‘referencia’. Eso nos dará respeto, por parte de otros organismos fraternales, pero sobretodo, respeto a la propia persona.
Hemos jurado guardar el silencio cumplido de nuestros trabajos. No lo olvidemos. Eso nos hará dignos.
Hemos jurado guardar las espaldas de nuestros hermanos. Veamos que se cumpla. Eso nos hará masones verdaderos. No permitamos la injuria, la difamación, ni la calumnia. Eso nos dará equilibrio interior.
Si hemos prometido no creer en la palabra de otro sin antes haber comprobado si lo que se nos ha dicho es cierto, cumplámoslo. Eso le dará solidez a nuestra formación como seres libres y fortaleza a nuestro ánimo para seguir adelante, sin dejarnos conducir por falsos profetas y embaucadores, que también los hay, en nuestras filas. Demos preferencia al decoro sobre el dinero y nuestra dicha será enorme.
Salud y larga vida a la masonería chiapaneca.
Es cuanto.