Realizan exposición con resultados
de recientes análisis a
restos de Francisco Pizarro.
Foto: ANDINA/archivo
Lima, oct. 11 (ANDINA).- A fines de los años de 1970, un trabajo de mantenimiento en una de las criptas de la Catedral de Lima permitió dar con los huesos de Francisco Pizarro. Anteriormente, a causa de la tradición, se había exhibido una momia apócrifa como si fueran los restos del conquistador del Perú y fundador de la capital de la República. Los trabajos de investigación efectuados en ese tiempo rebatían la creencia popular y sugerían que lo encontrado en el pasaje subterráneo era la osamenta de Pizarro.
Demás está decir que se inició un fuerte debate en predios académicos para determinar qué postura tenía la razón. Tres décadas más tarde, un nuevo trabajo parece respaldar a quienes postulaban que lo hallado en la cripta son los restos de Francisco Pizarro.
Huellas
Un grupo de profesionales peruanos, encabezados por Raúl Greenwich Centeno, trabajó por alrededor de dos años con los polémicos restos del conquistador. El resultado de sus estudios corroboró en gran parte la sospecha de que el conjunto de huesos descubiertos en la década de 1970 pertenecía a Pizarro.
Por ejemplo, se ha determinado que los restos corresponden a un varón con similares características físicas que Pizarro. La talla coincide con lo que se conoce de este personaje histórico. Pero también, y tal vez más importantes, son las heridas que se adivinan en esta osamenta. Cada una de ellas corrobora los relatos que existe sobre la muerte del militar español.
Fernando López Sánchez, encargado de la conservación del patrimonio de la Catedral de Lima, destaca que esta investigación liderada por Greenwich ha sido ad honórem. Hizo notar también que se utilizaron los mismos métodos científicos para determinar la identidad de los cadáveres de las fosas comunes.
Algunos de los datos interesantes que arrojaron los exámenes es, por nombrar uno de los más curiosos, la dieta del conquistador. Contrario a lo que se podría pensar de un personaje poderoso, la alimentación habitual de Pizarro, acorde con las señales encontradas, habría estado basada en vegetales.
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