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“Internet ayudó a que la gente no discrimine a los masones”

El G:.M:. de la Gran Logia de Argentina, el masón Ángel Clavero

Los masones "no tenemos secretos, sino discreción". "Gracias a Internet, la gente ya no nos discrimina como antes". El que habla es el G:.M:. de la Gran Logia Argentina, Ángel Clavero.

El hombre desembarcará hoy en el Pasaje Dardo Rocha, donde disertará sobre la historia de la masonería, los cambios que produjo la web en sus miembros y el crecimiento de los jóvenes en las logias platenses.

Clavero tiene el grado de Gran Maestre y hace 30 años que se inició en la masonería. "Soy un ciudadano como cualquiera, trabajo como despachador de aduana y el resto del tiempo lo dedico a la masonería", cuenta a Diagonales el hombre que hoy pisará la ciudad.

–¿Cómo es la masonería de estos tiempos? ¿Sigue siendo una sociedad hermética?

–No, para nada. No tenemos secretos, sino discreción. En la época renacentista los masones operativos ocultaban sus métodos de construcción de catedrales, abadías y grandes colegios. Hoy, la masonería pasó a ser una sociedad filosófica y no se oculta. No tengo problema en decir que soy masón.
–Pero no se conoce el espacio físico de muchas logias ni los integrantes dicen públicamente que son masones...
–Sí, porque se le hizo mucha mala fama, por eso somos discretos. Pero con el tiempo eso está cambiando. Todavía la masonería no tiene una gran difusión pero nos está ayudando muchísimo Internet: la gente ya no discrimina como antes. Queremos darnos a conocer porque no tenemos nada que ocultar. La mayoría de las logias se juntan una vez por semana, pero los miembros pueden charlar por chat. Es una institución filosófica y progresista que está a la altura de los tiempos que corren.

–¿Cuál es la crítica que más le duele a un masón?

–La crítica que sale de la ignorancia, por ejemplo, cuando dicen que estamos en contra de la Iglesia Católica. Eso no es verdad, es una sociedad que promueve el laicismo pero no estamos en contra de ninguna religión; al contrario, aceptamos todas las religiones. Yo me casé por Iglesia Católica. 

–¿Hay un perfil del masón platense?

–Por ser una ciudad universitaria hay muchos jóvenes, de entre 20 y 35 años, con mucha cultura. La mayoría estudia una carrera humanística como derecho, antropología y filosofía. La Plata es una de las ciudades donde se están sumando más miembros, principalmente estudiantes que ingresan porque es una época de pérdida de valores. En total son tres logias y hay una que está por formarse. Todos pueden ingresar. El único reglamento es ser mayor de 21 años, libre de cualquier dogmatismo y tener buenas costumbres, es decir, que sea un buen ciudadano, que viva de su trabajo y que respete a su familia. Los masones defendemos los valores de libertad, igualdad y fraternidad. Y cada masón enseña esos valores en forma personal y en la medida en que puede.

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