La asamblea del sábado fue de todo menos plácida. Asistieron poco más de 150 masones con derecho a voto, pero la inmensa mayoría eran masones ingleses, que por diversos motivos están afiliados a la logia española. Carretero tuvo un duro enfrentamiento con el ex gran maestro provincial de Madrid, Manuel Moreno, que le pidió la dimisión por haber dispuesto de unos fondos que deben dedicarse a ayudar a los masones con problemas para realizar operaciones inmobiliarias. En concreto, Carretero había comprado, en otoño de 2007, un local en Palencia y un piso, un parking, un local y un trastero en Bilbao. Al ser rechazadas sus cuentas, se encontró con la imposibilidad legal de escriturar las propiedades adquiridas, por lo que sólo revocando la votación de la asamblea de 2008 podía tener poderes para regularizar la situación. Los inmuebles están todavía a nombre de sus antiguos propietarios, a pesar de haber sido pagados, por lo que pueden disponer de ellos a la hora de embargarlos, por ejemplo.
Durante el enfrentamiento, el Gran Maestre pidió a su opositor que abandonase la sala, pero varios asistentes más comenzaron también a protestar y al final permitió que se quedase. Moreno, sin embargo, le amenazó con la presentación de una querella criminal por haber realizado las compras de inmuebles sin permiso.
Carretero también facilitó que cada uno de los presentes pudiese llevar hasta seis votos delegados y presentó a su favor alrededor de 250 votos de masones ausentes. “Desde hacía 25 años, el máximo de votos delegados que se podían llevar era de tres por persona, pero con esa delegación no hubiera ganado nunca la votación. Además, nos encontramos con la imposibilidad de saber si esos votos eran todos legales o no. En concreto, uno de los presentes dijo que su voto delegado lo llevaba Carretero y que él no lo había firmado. De esta forma, podía haber duplicidad de voto. O pudiera ser que otros votos tuvieran irregularidades similares”, manifestó uno de los asistentes a El Confidencial.
En la votación final, sin embargo, se probaron casi todos los puntos propuestos por Carretero para regularizar las compras. Sólo fue rechazado uno de los puntos que proponía dar poderes al Gran Maestre para vender “el trastero, plaza de garaje, vivienda y local adquiridos el 15 de noviembre de 2007” en Bilbao. Pero su principal preocupación, que era obtener el permiso para escriturar los inmuebles que compró hace algo más de un año, se ha solventado de momento. Ahora le tocará apaciguar las aguas dentro de la GLE, donde los masones españoles ven con recelo que todas las votaciones se ganan siempre por la implicación de los masones ingleses en las mismas.