Ser miembro de la Orden francmasónica no siempre ha resultado siendo beneficioso para sus integrantes. Algo que está comprobando el Q:.H:. Abdoulaye Wade, actual presidente de Senegal.
Nuevamente atrapado en medio de la controversia nacional, esta vez por sus declaraciones al semanario francés l´Express en las que afirmó ser miembro de la francmasonería, el presidente Wade fue requerido por sus opositores en el Parlamento a renunciar precisamente por sus ideas y creencias.
En Senegal, un país predominantemente musulmán, la masonería es vista con ojos de pocos amigos y usualmente asociada con el sectarismo, el rechazo de la existencia de Dios, prácticas satánicas y mucho más importante; con actividades incompatibles con el islam.
Hasta antes de sus revelaciones hechas al semanario francés, el presidente Wade fue siempre presentado como un musulmán piadoso y miembro de una de las más importantes comunidades musulmanas de su país por lo que sus declaraciones a principios de febrero conmocionaron a los sectores políticos senegaleses, a las que muchos de sus opositores están recurriendo para desestabilizar su gobierno.
Luego de sus declaraciones afirmativas en la que dio a conocer haber sido iniciado en Besançon, capital del departamento francés de Doubs, cerca a la frontera con Suiza hace varios años; el Imam Mbaye Niang, miembro del parlamento y uno de los principales lideres defensores de los puntos de vista del islám pidio fervorosamente su renuncia alegando incompatibilidad entre sus creencias y el islam. Por su parte el presidente ha referido que es un masón en sueños y que su iniciación nada tiene que ver con sus actividades políticas o religión.
Senegal, es un país de Africa Occidental, con una población de 13 millones de habitantes, una esperanza de vida de 56 años y una tasa de analfabetismo del 50%. Su economía está orientada a Europa, China e India. Desde 1994 inició un exitoso proceso de apertura económica que le valió reducir la inflación a menos del 1% anual y permitirle un crecimiento de aproximadamente 5% de su PBI.